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COLECCIÓN BICENTENARIO - Colombia Aprende

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Una pintura no es importante sólo por lo que muestra, sino también por lo que no muestra, por lo tanto<br />

debe ser pensada e insertada en su contexto. Los repintes buscan ajustar o corregir una obra previa,<br />

para que sea más acorde y corresponda con los valores de la situación del momento. Así, deben ser<br />

tomados como indicios, y termómetros que miden la relación de un determinado grupo, su apropiación<br />

con los objetos artísticos y la reinterpretación del mismo. Los repintes funcionan para medir lo que en<br />

determinado momento fue aceptado y permitido, pero con el paso del tiempo puede llegar a no serlo.<br />

Así se recurre a otro pintor, normalmente por encomienda, para que realice modificaciones y ajustes<br />

en la obra.<br />

El diálogo entre la restauración y los estudios visuales es fundamental (Wiesner, 1989, pp.40-47), para<br />

percibir diferentes puntos de vista, manifestaciones u oposiciones de grupos sociales de diferentes<br />

épocas frente a la obra pictórica. En las pinturas coloniales que han pasado por un proceso de<br />

restauración es bastante común encontrar los repintes, que no son gratuitos.<br />

Encontramos en La Piedad, obra anónima 4 del siglo XVII que se encuentra en la Iglesia-Museo Santa<br />

Clara en Bogotá, que los donantes 5 retratados, una dama y un caballero, ricamente vestidos, son<br />

transformados en santos, por no considerar adecuado mostrar la ostentación de sus vestidos, adornos y<br />

por la exposición de sus cuerpos 6 (fig.2 y 3). Sobre la identidad de los donantes:<br />

Por la ubicación original de la obra en el templo, se deduce que se trataba de personas muy<br />

vinculadas al convento. Quizá las figuras correspondan a don Juan de Capiaín, alcalde<br />

ordinario en 1648, y a su esposa, doña María Arias de Ugarte, benefactores de dicho<br />

convento (Fajardo de Rueda, 1989, p. 16)<br />

Es importante aclarar que el encargo de la obra de La Piedad, además de responder a manifestaciones<br />

de fervor y devoción, también siguió las normas y cánones de la pintura de la época para su realización.<br />

Entonces, ¿Si la pintura era correcta en su representación por qué se le hicieron repintes? La explicación<br />

que se puede encontrar es que después de 50 años los códigos de lo que es aceptado cambian, ya no<br />

es tan claro el mensaje y los valores que la pintura transmite para sus feligreses, así se recurre al repinte<br />

para corregir o adaptar lo considerado indecoroso o incorrecto, para que la obra mantenga su validez<br />

y vigencia.<br />

4 En algunas fuentes esta obra aparece atribuida a Baltasar de Figueroa.<br />

5 El donante era una persona que por devoción y prestigio costeaba una pintura de temática religiosa, en la que solicitaba ser<br />

incluido en actitud orante.<br />

6 Agradecimientos especiales a la restauradora Patricia García por la ayuda con la consulta de las fotos y la historia clínica de esta obra.<br />

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