Educación sexual y salud en la infancia - HIV/AIDS Clearinghouse

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08.05.2013 Views

que las disciplinas estuvieran en la currícula. Cuando le señalamos la importancia que algunos temas tenían para su futuro desarrollo, aceptaron que era razonable su incorporación. Entonces trasladaron su recelo hacia los docentes y su incapacidad para enseñar con orientaciones diferentes a las que venían repitiendo hace años. Evidentemente, de acuerdo a los principios del aprendizaje, podemos percibir que la capacidad de aprender se halla seriamente en riesgo. 9. La violencia y los jóvenes Hace unos dos meses los diarios escandalizaron a la población con un hecho terrible: Un chico de 12 años había golpeado en el rostro a una profesora. El mundo adulto se conmocionó, pese a que no había señales de daños graves y la reacción de todos fue expulsión inmediata. El estudiante no debía permanecer más en ninguna institución educativa. Por la escasa edad del joven hicimos las investigaciones correspondientes. El padre era un violento, que maltrataba a su mujer y a sus hijos, la madre estaba en el hospital con un hermanito, con un ataque de asma que ya llevaba 15 días. La hermana, que era alumna de la profesora se había sentido maltratada por la misma y el chico actuó de acuerdo al modelo paterno. Sin embargo, a pesar de que en Uruguay no existe el castigo físico en las escuelas desde 520 la época vareliana, nunca se le atribuye importancia a los abusos de todo tipo que sufren los jóvenes. Hace dos días suspendimos a un profesor por ser la tercera vez que tenía actitudes agresivas hacia los alumnos, no dándose por aludido en ningún momento de que tenía una difi cultad con el manejo de su ira. No se exige ningún examen de aptitud psíquica, ni siquiera se estudian cuáles son los trastornos de personalidad que serían incompatibles con el ejercicio de la docencia. La sola mención de este tema generaría inmediatamente una fuerte reacción entre los docentes. No es que pensemos que cualquier difi cultad psíquica sea excluyente del ejercicio de la docencia, pero muchas veces se detectan y sufren consecuencias las personas depresivas, y pasan desapercibidas otras formas que generan verdaderos problemas a los jóvenes a su cargo. Ayer mantuvimos el siguiente diálogo con un docente: ¿Conoce usted si se han quejado los alumnos de que les hubiera pegado con una regla amarilla? “Sí, conozco la queja, pero no ha sido tal el pegarles porque si no hubieran tenido un traumatismo craneano o un moretón en la vuelta. Simplemente fue un toquecito sin ningún tipo de brusquedad a algún alumno en particular”. Es en este tema, además, creo que hay que ser particularmente receptivo a las situaciones que plantean los jóvenes, para que no sean víctimas de la complicidad del mundo adulto. Si el o los jóvenes requieren ayuda es necesario oírlos y no decir que por ética no los escuchamos. El principio fundamental de la ética docente es proteger a sus alumnos del maltrato, del abuso y de la violencia cometida contra ellos. En el año 2005 se descubrió a un fotógrafo que tomaba fotos de niñas de la Ciudad de

la Costa, las niñas tenían entre 9 y 13 años. Esa práctica se venía realizando sin que los adultos de los liceos a los que concurrían tuvieran conocimiento de la misma. Y sí con el consentimiento de algunas madres que veían ya un futuro para sus niñas en el modelaje. El incidente tuvo fuerte repercusión y las fotos llegaron al programa televisivo Zona Urbana. A pesar de los esfuerzos de las autoridades de Secundaria, no fue posible prohibir la emisión del programa. Si bien las estudiantes aparecieron ligeramente deformadas fueron reconocidas por sus compañeros que las denominaban “las modelos prostitutas”. Pero la sociedad no toma conciencia de que la violencia hacia los jóvenes tiene enormes dimensiones y no logramos verla. Sólo vemos su ira al llegar a la adolescencia, y entonces la reprimimos con todas nuestras fuerzas. 10. El adolescente y el futuro Y qué mayor violencia que la de la incertidumbre del futuro. Nos quejamos de que no estudian, les cuesta el esfuerzo, no piensan en el mañana. Más allá de lo que nos enseña la sociología en cuanto a los conceptos temporales de los chicos que viven el hoy, los desposeídos, los marginados, que no tienen noción de un devenir temporal, como tampoco los jóvenes de clase media pueden mirar al futuro con la confi anza de que siempre estará allí. Cuando decimos que quizá el mundo no llegue a 2020, que el calentamiento ambiental amenaza a la humanidad a corto plazo, que se agotará el petróleo, que se desencadenará la guerra nuclear, les quitamos el impulso necesario para el esfuerzo, para la confi anza en la existencia o en un futuro por el cual vale la pena trabajar. El quiebre de la fi losofía del progreso, nos sumió en la nostalgia de Manrique: “Todo tiempo pasado fue mejor”. Al exponer los principios del aprendizaje, decíamos que es necesario que la sociedad toda apueste a un mañana posible construido en conjunto, del cual todos serán parte importante y tendrán un medio ambiente saludable para criar a sus hijos y ver a sus nietos. 11. Refl exiones fi nales A modo de conclusión quisiera decirles: 1. Que nuestros jóvenes son lo mejor que tenemos. 2. Que somos realmente privilegiados de poder trabajar con la materia más preciosa: el ser humano. 3. Que la sexualidad humana de la que ustedes aspiran a ser custodios proporciona goce y felicidad. 4. Que no existe aprendizaje si no logramos despertar la pasión por aprender. 5. Que como seres sociales el conocimiento de cómo interactuar deberá necesariamente provenir de experiencias con el otro. 6. Que debemos reconstruir nuestra autoestima y la fe en lo que hacemos y así devolverles la esperanza en un futuro posible si los apoyamos para imaginarlo. 521

<strong>la</strong> Costa, <strong>la</strong>s niñas t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong>tre 9 y 13 años.<br />

Esa práctica se v<strong>en</strong>ía realizando sin que los<br />

adultos de los liceos a los que concurrían<br />

tuvieran conocimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> misma. Y sí<br />

con el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de algunas madres<br />

que veían ya un futuro para sus niñas <strong>en</strong><br />

el mode<strong>la</strong>je.<br />

El incid<strong>en</strong>te tuvo fuerte repercusión y <strong>la</strong>s<br />

fotos llegaron al programa televisivo Zona<br />

Urbana. A pesar de los esfuerzos de <strong>la</strong>s<br />

autoridades de Secundaria, no fue posible<br />

prohibir <strong>la</strong> emisión del programa. Si bi<strong>en</strong><br />

<strong>la</strong>s estudiantes aparecieron ligeram<strong>en</strong>te<br />

deformadas fueron reconocidas por sus<br />

compañeros que <strong>la</strong>s d<strong>en</strong>ominaban “<strong>la</strong>s<br />

modelos prostitutas”. Pero <strong>la</strong> sociedad no<br />

toma conci<strong>en</strong>cia de que <strong>la</strong> viol<strong>en</strong>cia hacia<br />

los jóv<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong>ormes dim<strong>en</strong>siones y no<br />

logramos ver<strong>la</strong>. Sólo vemos su ira al llegar<br />

a <strong>la</strong> adolesc<strong>en</strong>cia, y <strong>en</strong>tonces <strong>la</strong> reprimimos<br />

con todas nuestras fuerzas.<br />

10. El adolesc<strong>en</strong>te y el futuro<br />

Y qué mayor viol<strong>en</strong>cia que <strong>la</strong> de <strong>la</strong> incertidumbre<br />

del futuro. Nos quejamos de que no<br />

estudian, les cuesta el esfuerzo, no pi<strong>en</strong>san<br />

<strong>en</strong> el mañana. Más allá de lo que nos <strong>en</strong>seña<br />

<strong>la</strong> sociología <strong>en</strong> cuanto a los conceptos<br />

temporales de los chicos que viv<strong>en</strong> el hoy,<br />

los desposeídos, los marginados, que no<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> noción de un dev<strong>en</strong>ir temporal,<br />

como tampoco los jóv<strong>en</strong>es de c<strong>la</strong>se media<br />

pued<strong>en</strong> mirar al futuro con <strong>la</strong> confi anza de<br />

que siempre estará allí.<br />

Cuando decimos que quizá el mundo no<br />

llegue a 2020, que el cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to ambi<strong>en</strong>tal<br />

am<strong>en</strong>aza a <strong>la</strong> humanidad a corto<br />

p<strong>la</strong>zo, que se agotará el petróleo, que se<br />

des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ará <strong>la</strong> guerra nuclear, les quitamos<br />

el impulso necesario para el esfuerzo,<br />

para <strong>la</strong> confi anza <strong>en</strong> <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia o <strong>en</strong> un<br />

futuro por el cual vale <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a trabajar. El<br />

quiebre de <strong>la</strong> fi losofía del progreso, nos<br />

sumió <strong>en</strong> <strong>la</strong> nostalgia de Manrique: “Todo<br />

tiempo pasado fue mejor”.<br />

Al exponer los principios del apr<strong>en</strong>dizaje,<br />

decíamos que es necesario que <strong>la</strong> sociedad<br />

toda apueste a un mañana posible construido<br />

<strong>en</strong> conjunto, del cual todos serán parte<br />

importante y t<strong>en</strong>drán un medio ambi<strong>en</strong>te<br />

<strong>salud</strong>able para criar a sus hijos y ver a sus<br />

nietos.<br />

11. Refl exiones fi nales<br />

A modo de conclusión quisiera decirles:<br />

1. Que nuestros jóv<strong>en</strong>es son lo mejor que<br />

t<strong>en</strong>emos.<br />

2. Que somos realm<strong>en</strong>te privilegiados<br />

de poder trabajar con <strong>la</strong> materia más<br />

preciosa: el ser humano.<br />

3. Que <strong>la</strong> <strong>sexual</strong>idad humana de <strong>la</strong> que<br />

ustedes aspiran a ser custodios proporciona<br />

goce y felicidad.<br />

4. Que no existe apr<strong>en</strong>dizaje si no logramos<br />

despertar <strong>la</strong> pasión por apr<strong>en</strong>der.<br />

5. Que como seres sociales el conocimi<strong>en</strong>to<br />

de cómo interactuar deberá necesariam<strong>en</strong>te<br />

prov<strong>en</strong>ir de experi<strong>en</strong>cias<br />

con el otro.<br />

6. Que debemos reconstruir nuestra<br />

autoestima y <strong>la</strong> fe <strong>en</strong> lo que hacemos<br />

y así devolverles <strong>la</strong> esperanza <strong>en</strong> un<br />

futuro posible si los apoyamos para<br />

imaginarlo.<br />

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