Educación sexual y salud en la infancia - HIV/AIDS Clearinghouse

Educación sexual y salud en la infancia - HIV/AIDS Clearinghouse Educación sexual y salud en la infancia - HIV/AIDS Clearinghouse

hivaidsclearinghouse.unesco.org
from hivaidsclearinghouse.unesco.org More from this publisher
08.05.2013 Views

sentido y vigencia, hay que replantearse la dimensión educativa desde la radicalidad de esta crisis que abarca tanto a la antropoesfera como a la bio-esfera entera. Es desde esta matriz que Edgar Morin ha propuesto sus refl exiones sobre Complejidad y Educación. Morin, ha planteado que el nudo de las transformaciones de la educación (que hoy se visualizan a nivel mundial, regional y nacional como pasando por las actualmente designadas “reformas educativas”) no es sólo el defasaje entre lo que ofrecen los sistemas educativos y las demandas sociales del mercado laboral, o de adaptación a las nuevas tecnologías, sino que pasa por una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave entre nuestros saberes parcelarios, disociados, compartimentados y las realidades y problemas cada vez más pluridisciplinares, transversales, globales, mundiales y planetarios. ¿Cómo opera el conocimiento? Morin responde: “Todo conocimiento opera mediante la selección de datos signifi cativos y rechazo de datos no signifi cativos: separa (distingue o desarticula) y une (asocia, identifica); jerarquiza (lo principal, lo secundario) y centraliza (en función de un núcleo de nociones maestras). Estas operaciones, que utilizan la lógica, son de hecho comandadas por principios “supralógicos” de organización del pensamiento o paradigmas, principios ocultos que gobiernan nuestra visión de las cosas y del mundo sin que tengamos conciencia de ello”. Respondemos a un paradigma de conocimiento que modeló el proyecto educativo de la modernidad al que Morin llama, “Pensamiento simplifi cador” o (más recientemente en su obra) “Paradigma simplifi cador” (ver El Método IV), por el cual conocer es dividir, analizar por partes, seccionar, disecar, separar. Desde la escuela primaria hemos 504 aprendido a pensar separando. Los contenidos de los distintos años en que transcurre la Primaria responden –aunque en la persona de un solo maestro o sola maestra– a la organización “disciplinar”: matemática, lengua, historia, geografía, etcétera. La reforma educativa del Ciclo Básico de 1996, que introdujo “las áreas” mantuvo también la disyunción disciplinar inscripta en el paradigma simplifi cador , en tanto separó aún más las “dos culturas”, la humanística, la del “sujeto pensante” –res cogitans– (área de “ciencias sociales”) y la científi ca, la del objeto material –res extensa– (área de “ciencias experimentales/naturales”) con el inconveniente de separarlas a éstas a su vez, de las “disciplinas instrumentales” (Matemática, Idioma Español, Informática e Inglés). El conocimiento que Morin llama conocimiento pertinente es el que percibe y reconoce la multidimensionalidad de las realidades complejas e inserta allí sus informaciones. Es más, puede decirse que el decisivo progreso del conocimiento no se produce por la vía de la sofi sticación, formalización y abstracción, sino por la capacidad de contextualizar y totalizar. Morin propone como correctivo a una enseñanza que privilegió la separación en detrimento de la unión, el análisis en detrimento de la síntesis, la abstracción en detrimento de la contextualización, el desarrollo de una Inteligencia General basada en la aptitud natural del pensamiento para plantear y resolver problemas, para reconocer los vínculos, para re-ligar y problematizar. Una inteligencia que no se separe ni de la intuición, ni de la emoción, ni de la sagacidad, ni de la previsión, ni de la atención vigilante, ni del sentido de oportunidad. Para poner en práctica este aprendizaje por re-ligazón hay que hacer entrar en acción nuevos principios con los cuales concebir y conocer. 1. El primero es el principio del bucle recursivo o autoproductivo: nos ayuda a

omper con la tradicional manera de explicar según una relación lineal que va de causas a efectos, sin concebir las retroacciones y recursividades que se establecen entre productor y producto, lo causado y lo causante de manera de encontrar en todos los procesos el “bucle auto-productivo” que le da existencia y consistencia. 2. El segundo se refi ere a la dialógica que debe concebirse como la capacidad del pensamiento para asociar se manera compleja (complementaria, concurrente, antagonista) instancias conjuntamente necesarias para la existencia, funcionamiento y desarrollo de la complejidad. 3. El tercero es el denominado por Morin principio“holográmico”, en referencia a la técnica fotográfi ca del holograma en el que cada punto contiene la casi totalidad de la información del objeto que representa y que pone en evidencia la aparente paradoja de las organizaciones complejas en las que no solamente la parte está en el todo, sino en la que el todo está inscripto en la parte. El ejemplo más contundente de este principio está en el modo con que hoy concebimos las relaciones entre célula (parte) y organismo (todo): la célula es parte del organismo, pero la “totalidad” del patrimonio genético está presente en cada célula individual. Este principio de organización de lo vivo ha dado lugar a los procedimientos de “clonación” tan polémicos en la genética actual. Estos principios no nos van a llevar al conocimiento como certezas y verdades acumuladas que la educación transmitiría como el legado completo capaz de arrojar las luces necesarias para acabar con la ignorancia humana. Más bien nos conducen a un mundo posible, incierto, pero más rico y libre que el que nos presenta el pensamiento simplifi cador: una cabeza que respeta el misterio y la trama con que se tejen los asuntos del mundo, y la vida humana, una cabeza que contiene la certidumbre negativa de que es imposible encerrar lo real en ningún sistema de pensamiento, sea el que sea. Estos principios nos pueden poner en condiciones de “negociar con la incertidumbre” que, como se ha descubierto, es parte del proceso de conocimiento (tanto como el error) y que se instala en primer lugar dentro de nuestro cerebro/mente, porque no hay ningún dispositivo cerebral que nos permita distinguir la alucinación de la percepción, el sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo. En segundo lugar porque se instala en el centro de las epistemologías contemporáneas: El conocimiento ya no se puede concebir como “refl ejo de lo real”, implica procesos de traducción y reconstrucción, y estos a su vez implican el diálogo intersubjetivo como modo de confrontar nuestras “humanas” percepciones, fantasías e ideas. Más que refl ejo el conocimiento es construcción humana cultural, colectiva, histórica. La incertidumbre se instala en esta construcción inacabada y aporta lo suyo, en especial la “novedad”, “lo inesperado”, sin la cual conocer sería solo reproducir y repetir. Finalmente, la incertidumbre es parte de la acción misma, porque actuar no sólo signifi ca “optar”, comprometerse, defi nirse sino también “apostar” por nuestras opciones en las que el riesgo y lo incierto están siempre presentes. Consecuencias para la educación Si como dice Paulo Freire “educar no es transferir conocimiento sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción” entonces estamos en condiciones de visualizar el aporte que el enfoque de la complejidad puede hacer a la educación. En primer término porque situará a quienes educan y a quienes aprenden a la altura de la policrisis que nos afecta y que no podemos encarar más que adoptando una perspectiva diferente de aquélla que condujo a este estado de cosas. 505

omper con <strong>la</strong> tradicional manera de explicar<br />

según una re<strong>la</strong>ción lineal que va de<br />

causas a efectos, sin concebir <strong>la</strong>s retroacciones<br />

y recursividades que se establec<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong>tre productor y producto, lo causado y lo<br />

causante de manera de <strong>en</strong>contrar <strong>en</strong> todos<br />

los procesos el “bucle auto-productivo” que<br />

le da exist<strong>en</strong>cia y consist<strong>en</strong>cia.<br />

2. El segundo se refi ere a <strong>la</strong> dialógica que<br />

debe concebirse como <strong>la</strong> capacidad del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />

para asociar se manera compleja<br />

(complem<strong>en</strong>taria, concurr<strong>en</strong>te, antagonista)<br />

instancias conjuntam<strong>en</strong>te necesarias para <strong>la</strong><br />

exist<strong>en</strong>cia, funcionami<strong>en</strong>to y desarrollo de<br />

<strong>la</strong> complejidad.<br />

3. El tercero es el d<strong>en</strong>ominado por Morin<br />

principio“holográmico”, <strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cia a <strong>la</strong><br />

técnica fotográfi ca del holograma <strong>en</strong> el que<br />

cada punto conti<strong>en</strong>e <strong>la</strong> casi totalidad de <strong>la</strong><br />

información del objeto que repres<strong>en</strong>ta y que<br />

pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia <strong>la</strong> apar<strong>en</strong>te paradoja de<br />

<strong>la</strong>s organizaciones complejas <strong>en</strong> <strong>la</strong>s que no<br />

so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>la</strong> parte está <strong>en</strong> el todo, sino <strong>en</strong><br />

<strong>la</strong> que el todo está inscripto <strong>en</strong> <strong>la</strong> parte. El<br />

ejemplo más contund<strong>en</strong>te de este principio<br />

está <strong>en</strong> el modo con que hoy concebimos<br />

<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>tre célu<strong>la</strong> (parte) y organismo<br />

(todo): <strong>la</strong> célu<strong>la</strong> es parte del organismo,<br />

pero <strong>la</strong> “totalidad” del patrimonio g<strong>en</strong>ético<br />

está pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> cada célu<strong>la</strong> individual. Este<br />

principio de organización de lo vivo ha<br />

dado lugar a los procedimi<strong>en</strong>tos de “clonación”<br />

tan polémicos <strong>en</strong> <strong>la</strong> g<strong>en</strong>ética actual.<br />

Estos principios no nos van a llevar al conocimi<strong>en</strong>to<br />

como certezas y verdades acumu<strong>la</strong>das<br />

que <strong>la</strong> educación transmitiría como el<br />

legado completo capaz de arrojar <strong>la</strong>s luces<br />

necesarias para acabar con <strong>la</strong> ignorancia humana.<br />

Más bi<strong>en</strong> nos conduc<strong>en</strong> a un mundo<br />

posible, incierto, pero más rico y libre que<br />

el que nos pres<strong>en</strong>ta el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to simplifi<br />

cador: una cabeza que respeta el misterio<br />

y <strong>la</strong> trama con que se tej<strong>en</strong> los asuntos del<br />

mundo, y <strong>la</strong> vida humana, una cabeza que<br />

conti<strong>en</strong>e <strong>la</strong> certidumbre negativa de que es<br />

imposible <strong>en</strong>cerrar lo real <strong>en</strong> ningún sistema<br />

de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, sea el que sea.<br />

Estos principios nos pued<strong>en</strong> poner <strong>en</strong> condiciones<br />

de “negociar con <strong>la</strong> incertidumbre”<br />

que, como se ha descubierto, es parte del<br />

proceso de conocimi<strong>en</strong>to (tanto como el<br />

error) y que se insta<strong>la</strong> <strong>en</strong> primer lugar d<strong>en</strong>tro<br />

de nuestro cerebro/m<strong>en</strong>te, porque no hay<br />

ningún dispositivo cerebral que nos permita<br />

distinguir <strong>la</strong> alucinación de <strong>la</strong> percepción, el<br />

sueño de <strong>la</strong> vigilia, lo imaginario de lo real,<br />

lo subjetivo de lo objetivo. En segundo lugar<br />

porque se insta<strong>la</strong> <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong>s epistemologías<br />

contemporáneas: El conocimi<strong>en</strong>to<br />

ya no se puede concebir como “refl ejo de<br />

lo real”, implica procesos de traducción y<br />

reconstrucción, y estos a su vez implican el<br />

diálogo intersubjetivo como modo de confrontar<br />

nuestras “humanas” percepciones,<br />

fantasías e ideas. Más que refl ejo el conocimi<strong>en</strong>to<br />

es construcción humana cultural,<br />

colectiva, histórica. La incertidumbre se<br />

insta<strong>la</strong> <strong>en</strong> esta construcción inacabada y<br />

aporta lo suyo, <strong>en</strong> especial <strong>la</strong> “novedad”,<br />

“lo inesperado”, sin <strong>la</strong> cual conocer sería<br />

solo reproducir y repetir. Finalm<strong>en</strong>te, <strong>la</strong><br />

incertidumbre es parte de <strong>la</strong> acción misma,<br />

porque actuar no sólo signifi ca “optar”, comprometerse,<br />

defi nirse sino también “apostar”<br />

por nuestras opciones <strong>en</strong> <strong>la</strong>s que el riesgo y<br />

lo incierto están siempre pres<strong>en</strong>tes.<br />

Consecu<strong>en</strong>cias para <strong>la</strong> educación<br />

Si como dice Paulo Freire “educar no es<br />

transferir conocimi<strong>en</strong>to sino crear <strong>la</strong>s posibilidades<br />

para su propia producción o construcción”<br />

<strong>en</strong>tonces estamos <strong>en</strong> condiciones<br />

de visualizar el aporte que el <strong>en</strong>foque de <strong>la</strong><br />

complejidad puede hacer a <strong>la</strong> educación.<br />

En primer término porque situará a qui<strong>en</strong>es<br />

educan y a qui<strong>en</strong>es apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a <strong>la</strong> altura de<br />

<strong>la</strong> policrisis que nos afecta y que no podemos<br />

<strong>en</strong>carar más que adoptando una perspectiva<br />

difer<strong>en</strong>te de aquél<strong>la</strong> que condujo a<br />

este estado de cosas.<br />

505

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!