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08.05.2013 Views

ponga de moda. Yo creo que nos llevamos por el otro. Según la necesidad. Y como siempre había una niño pequeño que no podía matar más medusas, entonces le tocaba a el caracol más lindo ¡Eso sí! BAJO LOS CONCEPTOS DE LA MAYOR DE- MOCRACIA Y SOBRE TODO DEL CONCENSO. Pues eso de que la minoría debe callarse y aceptar resignada, no es para una sociedad tan perfecta como una comunidad de niñosmata medusas. Convencíamos o nos convencían sin tratar de vencer y siempre tomábamos muy en cuenta nuestras reuniones que celebrábamos en clandestinidad, para que “el enemigo circunstancial” nuestros pobres padres, no se enteraran qué hacían sus hijos en los días de las tempestades de noviembre. ¿Por qué no dirigen los niños el mundo? Nunca he participado en repartición tan justa y armoniosa. Será porque esa capacidad se nos esfuma al crecer... O será que no logramos matar a tiempo a todas las medusas. Venezuela y las medusas ¿Y por qué me recuerdo hoy de aquellos gloriosos días donde era mucho más audaz, comprometida, inteligente y sabia cuando pienso en las Reformas Constitucionales de Venezuela, que se llevaron a referendo el dos de diciembre pasado? ¿Qué tuvo que ver las resacas del mar de aquellos días felices con estos días aciagos de la última semana, donde espuma, medusas y caracolas mezclaban su identidad? Luego de llorar lo que a esta edad, la sociedad, y el buen comportamiento permite, (bueno: lloré mucho más de lo permitido), después de regresar de aquella espuma roja y contradictoria.... Me vine al mar de mi ciudad a mirar correr las olas 280

lancas y tratar de entender donde nos equivocamos para que los caracoles no le pudieran ganar a las medusas y entender porqué ese pueblo, protagonista del mundo no le pudo alcanzar un tantico más para votar por aquel mítico SI. Allí frente a la costa, maldije a todos: A Dios (por si acaso existe), a Chávez después, al Comando Zamora, al PSUV, a mis camaradas, a las calles, a las mujeres, a los niños, a las arepas y creo que a Bolívar y cuando llegué a odiar a José Martí y a mi saludable enfermo... En ese instante me dije que lo poco que anda bien en mi cabeza se había decompuesto, pues no entender las causas de una derrota política es la derrota definitiva… Después de vencer electoralmente más de 10 veces teníamos la primera derrota. Los culpables éramos todos juntos por estar embriagados con las victorias electorales. Lo bueno de ese furor momentáneo es que pasa con la primera brisa del mar. El secreto de la felicidad en Cuba está en eso...en que nunca nos escapamos del mar. El mar es la ruta más sencilla de seguir, y medité porqué aquellos eventos infantiles no nos ayudaron a ganar el Si en Venezuela. ¡Dios mío! Pensé enseguida “y a la buena de Bolivia no quieren devolverle ni un pedacito de agua... ¿qué harán esos niños además de pasar hambre y ser discriminados? ¿Cómo aprenderán a matar medusas?” Mas, Bolivia es hoy otro asunto. ¿Y si volteamos la ecuación? (me dije) Hemos tenido victorias electorales en Venezuela, pero muchas derrotas parciales en la propia revolución. ¿No sería que lo que buscamos el dos de diciembre fue mucho más que una victoria electoral? ¿No sería que ese referendo se parecía más al 4 de febrero del 92, al 11 de abril del 2002, al Moncada cubano o al Granma? ¿No 281

ponga de moda. Yo creo que nos llevamos por el otro. Según<br />

la necesidad. Y como siempre había una niño pequeño que no<br />

podía matar más medusas, entonces le tocaba a el caracol más<br />

lindo ¡Eso sí! BAJO LOS CONCEPTOS DE LA MAYOR DE-<br />

MOCRACIA Y SOBRE TODO DEL CONCENSO. Pues eso de<br />

que la minoría debe callarse y aceptar resignada, no es para<br />

una sociedad tan perfecta como una comunidad de niñosmata<br />

medusas.<br />

Convencíamos o nos convencían sin tratar de vencer y<br />

siempre tomábamos muy en cuenta nuestras reuniones que<br />

celebrábamos en clandestinidad, para que “el enemigo circunstancial”<br />

nuestros pobres padres, no se enteraran qué hacían<br />

sus hijos en los días de las tempestades de noviembre.<br />

¿Por qué no dirigen los niños el mundo? Nunca he participado<br />

en repartición tan justa y armoniosa.<br />

Será porque esa capacidad se nos esfuma al crecer... O será<br />

que no logramos matar a tiempo a todas las medusas.<br />

Venezuela y las medusas<br />

¿Y por qué me recuerdo hoy de aquellos gloriosos días<br />

donde era mucho más audaz, comprometida, inteligente y<br />

sabia cuando pienso en las Reformas Constitucionales de Venezuela,<br />

que se llevaron a referendo el dos de diciembre pasado?<br />

¿Qué tuvo que ver las resacas <strong>del</strong> mar de aquellos días felices<br />

con estos días aciagos de la última semana, donde espuma,<br />

medusas y caracolas mezclaban su identidad?<br />

Luego de llorar lo que a esta edad, la sociedad, y el buen<br />

comportamiento permite, (bueno: lloré mucho más de lo permitido),<br />

después de regresar de aquella espuma roja y contradictoria....<br />

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