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Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

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se reciben e interiorizan las aptitudes <strong>del</strong> libro, sus méritos estéticos<br />

y estilísticos, su sabiduría. <strong>Los</strong> tártaros, según el relato de<br />

algunos cronistas de la antigüedad, se alimentaban de libros a fin<br />

de asimilar la ciencia que contenían, sus poderes latentes (hábito<br />

brutal y supersticioso en cuanto conlleva la destrucción material<br />

<strong>del</strong> libro, y que sin embargo apenas se compara con la tradición<br />

caníbal que durante siglos se practicó con fines idénticos).<br />

Desde luego es posible esbozar, al margen de los atavismos que<br />

sospechaba Lombroso, otras hipótesis para dar con la clave de<br />

ese comportamiento bibliómano en el que se conjugan la voracidad<br />

y el esteticismo. Por ejemplo, sugerir que se trataba de un<br />

método radical para no acumular libros, o que al revés de lo que<br />

pudiera pensarse en primera instancia, constituía una insobornable<br />

disciplina para apartarse <strong>del</strong> influjo de los libros que<br />

admiraba, eliminándolos para siempre de su rango de lectura<br />

a fin de no sucumbir más tarde a la tentación <strong>del</strong> plagio o de<br />

la envidia. Son hipótesis extremas, un tanto toscas pero acaso<br />

válidas, que como sea no hacen de Thomas Lloyd una figura<br />

menos caprichosa o incomprensible.<br />

No obstante, apenas caben dudas de que el poeta creía en la<br />

influencia recíproca entre la materia y el espíritu, en una continuidad<br />

después de todo no tan disparatada entre dos mundos<br />

que nos empeñamos en suponer enfrentados, pese a que todos<br />

los días salvan el abismo que los divide. Quizá neciamente,<br />

quizás en demasía, como un poeta alquimista que sabe que<br />

una sola palabra puede lograr que la carne se estremezca y<br />

entonces resuelve que también es factible interferir por medios<br />

materiales en el reino <strong>del</strong> significado, Thomas Lloyd confiaba en<br />

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