08.05.2013 Views

Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

punto transparentes (la falta de premeditación de la reina, su<br />

educado desconcierto), lo que subyace al repudio de Sterne es un<br />

poco más opaco y conjetural, y quizá se relaciona con las palabras<br />

de amenaza o venganza que el propio enterrador alemán<br />

había dicho desprevenidamente antes de morir.<br />

Todos los dispositivos de desmitificación que ese hombre estrafalario<br />

había puesto en marcha se apoyaban en la premisa de<br />

que nadie, por más vanidoso u oportuno que fuera, podía anticipar<br />

los últimos e impredecibles instantes de su vida. Estaba<br />

obsesionado con la idea de que la muerte no anuncia la irrupción<br />

de su cortejo con trompetas y címbalos, y que su ligereza<br />

corresponde a la de una entidad veleidosa y furtiva. Aun cuando<br />

muchos anhelaran su arribo, si no habían tenido el coraje de<br />

cortar ellos mismos el hilo, su visita rápida y anónima debía<br />

sorprenderlos como el fogonazo de una instantánea, en una<br />

actitud no precisamente admirable y en ocasiones fuera de foco,<br />

como sería de esperarse en una interrupción. No es inconcebible<br />

que su molestia ante la mención <strong>del</strong> nombre de Sterne<br />

tuviera como origen la leyenda sobre su oído, aquella sensibilidad<br />

sobrehumana que el escritor irlandés había mostrado para<br />

escuchar los pasos descalzos de la muerte. Según el testimonio<br />

de un testigo, Sterne habría dicho con su último aliento: “Ya ha<br />

llegado” y, acto seguido, habría dibujado en el aire el ademán de<br />

quien se protege de un golpe. Tal vez lo que enfurecía a Richter<br />

era la naturalidad <strong>del</strong> gesto y de la exclamación, su extraña<br />

belleza nunca rebatida que, respondiera o no a una voluntad de<br />

perfección por parte <strong>del</strong> artista, cerraba su paso por la Tierra con<br />

ese toque inconfundible de literatura que a Richter le parecía<br />

insolente y falaz, un laurel redundante para llevarse a la tumba.<br />

3 9

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!