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Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

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ojos; los estudiantes de preparatoria tomaban apuntes y lo dibujaban<br />

en su cuaderno; no faltaban turistas que se fotografiaban<br />

frente a él, con mirada sonriente y un gesto de pavor fingido.<br />

Pero nunca nadie, durante el largo verano que permaneció en el<br />

centro <strong>del</strong> diorama dedicado a los animales de la noche, sospechó<br />

de la falsedad de la bestia.<br />

El padre <strong>del</strong> velador le contó que una madrugada, cuando ya<br />

el arcanadonte comenzaba a cubrirse de polvo como todos los<br />

demás ejemplares disecados, y aproximadamente quince días<br />

después de que García Saldaña había firmado su renuncia con un<br />

gesto de satisfacción incomprensible, el jefe <strong>del</strong> departamento de<br />

taxidermia retiró a hurtadillas al monstruo. Al escuchar pasos<br />

y una suerte de forcejeo a esas alturas de la noche, el velador se<br />

estremeció pensando que se trataba de un ladrón que había<br />

permanecido oculto en algún rincón <strong>del</strong> museo, pero cuando<br />

su linterna iluminó el rostro pálido <strong>del</strong> jefe <strong>del</strong> departamento,<br />

cargando ni más ni menos que aquel esperpento indecible, se<br />

quedó paralizado. No sabía quién lo escrutaba con mayor desesperación<br />

y desconcierto, si el hombre sorprendido en falta o el<br />

monstruo de cuero con ojos de canica. De manera semejante a las<br />

otras noches, pero con más escalofrío y fuerza, como si se tratara<br />

de una fatalidad, temió que esos ojos huecos estaban imantados<br />

y que ya no podría apartar de ellos la vista. El hechizo terminó<br />

cuando, después de un aspaviento, el director de los taxidermistas<br />

se llevó el dedo a los labios en señal no de silencio, sino de<br />

súplica, y abandonó el recinto con el monigote a cuestas.<br />

Nada se sabe <strong>del</strong> destino <strong>del</strong> arcanodonte ni de ninguna de aquellas<br />

bestias fantásticas. Tal vez están todavía arrumbadas en<br />

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