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Los disidentes del universo - Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

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siguiendo el dictado de la imaginación o el <strong>del</strong>irio, como si<br />

buscara dar forma a algún miedo atávico, materializarlo.<br />

Aunque es inútil preguntarse a qué serie de asociaciones respondía la<br />

idea peregrina de proyectar su propia zoología inanimada, es concebible<br />

que la posibilidad ya flotara en el aire, de alguna manera<br />

desprendida <strong>del</strong> cine, con sus hordas de monstruos y criaturas<br />

de utilería —y sin embargo no menos terribles y vívidos—, que por<br />

entonces comenzaban a infestar la pantalla. Tal vez fue la continua<br />

cercanía <strong>del</strong> ornitorrinco, pendiendo como una espada de<br />

Damocles sobre su cabeza, la que despertó su interés por la hibridación<br />

y la mezcolanza, por la idea de combinar realidades separadas.<br />

Al igual que la mayoría de los bestiarios de la antigüedad, que<br />

para crear nuevos seres se valieron de la combinación de elementos<br />

de animales ya existentes, o bien de la multiplicación insensata de<br />

esos mismos elementos hasta desembocar en el monstruo, García<br />

Saldaña procedió con el entusiasmo de un sastre que tiene a su<br />

disposición retazos de todas las telas <strong>del</strong> orbe.<br />

La permanencia de lo monstruoso reside en la ambigüedad que<br />

introduce en la naturaleza. Sus miembros discordantes y asimétricos,<br />

su horror o presunta fealdad, son una posibilidad entre<br />

tantas, fruto de la exuberancia que la caracteriza, pero también<br />

representa una excepción o una orilla, una suerte de reverso o<br />

negación de la propia naturaleza. De allí dimana el magnetismo<br />

<strong>del</strong> monstruo, su vitalidad imperecedera, ese halo de violencia<br />

o de explosión continua que el taxidermista buscaba plasmar<br />

en sus esculturas de trapo quizá porque ya no la encontraba en<br />

ninguno de los animales <strong>del</strong> zoológico, ni siquiera en los más<br />

exóticos. Como si hubiera seguido al pie de la letra los textos<br />

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