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Julio de 2010 - El Pitic

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Comida corrida para llevar cerveza bien<br />

fría. Or<strong>de</strong>ne al 044 (6621) 20-85-32<br />

Morelia Esq. con Carbó.<br />

(a espaldas <strong>de</strong>l Parque Infantil).<br />

Año IX Número 112 <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong> Edición Mensual Hermosillo, Sonora. Antes Villa <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong><br />

La Cenicienta <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong><br />

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2 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

DIRECTORIO<br />

<strong>El</strong> hombre joven no tiene memoria<br />

Más tar<strong>de</strong>, goza al recordar<br />

vivencias pasadas.<br />

Y mucho más tar<strong>de</strong>, vive <strong>de</strong> ellas.<br />

Fundador<br />

Arnoldo Salazar Woolfolk+<br />

Director<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

H. Rangel Lugo No. 139<br />

esq. 5 <strong>de</strong> Febrero.<br />

Barrio La 5 <strong>de</strong> Mayo.<br />

Tel. 217-28-04, 215-34-56 y<br />

(6621) 73-81-22<br />

andra<strong>de</strong>_nando@yahoo.com<br />

Distribución<br />

Alberto Murray Tapia<br />

Fernando Murray Cázares<br />

Lic. Armando Gastélum Alcaraz<br />

Impreso en los talleres <strong>de</strong><br />

Editorial <strong>El</strong> Auténtico, S.A. <strong>de</strong> C.V.<br />

Reg. en Trámite<br />

La fuerza <strong>de</strong> la costumbre nos obliga<br />

a diario a buscar con afán las noticias<br />

en la televisión, periódicos o radio<br />

y aún cuando son las mismas, nos esforzamos<br />

por estar enterados <strong>de</strong> todas<br />

y en todas sus versiones.<br />

No existe sorpresa alguna en ningún<br />

momento; sorpresa, si no encontramos<br />

notas rojas <strong>de</strong> las que ahora<br />

son <strong>de</strong> 8 columnas, eso si nos impacta<br />

y aún cuando las diarias masacres que<br />

nos relatan los diarios escritos ya no<br />

nos asustan, ni nos causan asombro;<br />

si extrañamos esos acontecimientos a<br />

los que <strong>de</strong>safortunadamente nos hemos<br />

acostumbrado, cualquier hecho<br />

<strong>de</strong> sangre <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> ser novedad para<br />

los ánimos <strong>de</strong> un pueblo que poco a<br />

poco esta sumiéndose en la pasividad<br />

cómoda <strong>de</strong> que el mundo que rue<strong>de</strong>,<br />

mientras no me toquen en lo personal<br />

o a nuestra familia.<br />

Imposible pensar en que estamos<br />

viviendo tiempos que jamás imaginamos,<br />

casi sin sentir nuestros hijos también<br />

cayeron víctimas <strong>de</strong> la educación<br />

mo<strong>de</strong>rna y violenta que nos impone la<br />

televisión que lejos <strong>de</strong> ser un instrumento<br />

<strong>de</strong> educación y cultura, se ha<br />

convertido en el mayor medio violento<br />

<strong>de</strong> mostrar a los niños y jóvenes, por<br />

medio <strong>de</strong> juegos: a matar, violar la ley,<br />

escapar, matar policías, obtener riquezas<br />

y ser el más astuto y el más veloz<br />

al disparar.<br />

Si analizamos los juegos que nos<br />

ven<strong>de</strong>n y que compramos para el esparcimiento<br />

<strong>de</strong> nuestros hijos encontraremos<br />

que todos invitan a la <strong>de</strong>strucción,<br />

son medios que están instruyendo a<br />

los jóvenes a ser nocivos; a triunfar no<br />

importando los medios y sin respetar<br />

al prójimo, al contrario, <strong>de</strong>struirlo porque<br />

son nuestros enemigos y hay que<br />

acabar con todos, usando los métodos<br />

y sistemas más efectivos usando armas<br />

sofisticadas y medios <strong>de</strong> transporte en<br />

los que <strong>de</strong>sarrollan velocida<strong>de</strong>s inusitadas.<br />

Ojalá que la humanidad haga un<br />

E d i t o r i a l<br />

alto en el camino, que nuestras autorida<strong>de</strong>s<br />

tomen cartas en el problemón<br />

que les estamos heredando a nuestros<br />

hijos; se vale soñar que algún día cam-<br />

biaremos y que la cultura <strong>de</strong>l progreso<br />

no nos arrolle y nos lleve al abismo en<br />

el que parece ser que nos empeñamos<br />

en perecer.<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

Don Manuel Uruchurtu Ramírez<br />

UN SONORENSE PROCLAMADO<br />

HEROE DE LA CABALLEROSIDAD<br />

Don Manuel Uruchurtu RamÍrez, Normalista, abogado, polÍtico y militar,<br />

nace en la ciudad <strong>de</strong> Hermosillo, Sonora, el 27 <strong>de</strong> <strong>Julio</strong> <strong>de</strong> 1872. Fueron<br />

sus padres el Capitán Mateo Uruchurtu y Doña Merce<strong>de</strong>s Ramírez Estrella.<br />

Sumamente inquieto y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy joven, Don Manuel realizó sus estudios<br />

<strong>de</strong> primaria y bachiller en su natal Sonora, don<strong>de</strong> al concluirlos le<br />

comentó a su madre <strong>de</strong> sus ambiciones y su intención <strong>de</strong> estudiar leyes y no<br />

ser maestro normalista, como sus hermanos mayores y ante la negativa <strong>de</strong><br />

ella, <strong>de</strong> que se alejara <strong>de</strong> la casa y su recia oposición <strong>de</strong> que fuera abogado,<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> fugarse con la intención <strong>de</strong> llegar a la Ciudad <strong>de</strong> México, pero su<br />

huida se ve frustrada, ya que su tío y padrino <strong>de</strong> bautismo, Don Luis Torres<br />

(a la par Gobernador <strong>de</strong> Sonora), logra darle alcance en Guaymas cuando<br />

iba a tomar el barco a Mazatlán y <strong>de</strong> ahí po<strong>de</strong>r tomar el tren a Guadalajara y<br />

México. Ante este hecho llega a un acuerdo con su tío el Gobernador, quien<br />

le ofrece que una vez terminados sus estudios <strong>de</strong> Maestro Normalista lo<br />

becaria para sus estudios <strong>de</strong> leyes, hecho que cumple aun ante la oposición<br />

<strong>de</strong> su madre.<br />

Poco antes <strong>de</strong> titularse conoce, en un viaje a Jalapa, Veracruz, a Doña<br />

Gertrudis Caraza y Lan<strong>de</strong>ro quien fuera miembro <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las familias <strong>de</strong><br />

más rancio abolengo <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Veracruz y con quien se casa en 1898. En<br />

1899 se titula como abogado con la tesis “<strong>El</strong> Artículo 14 Constitucional”.<br />

En forma alternante junto con su actividad política, Don Manuel Uruchurtu<br />

ejerció su carrera como abogado y paralelamente se <strong>de</strong>dicó a escribir<br />

sobre temas legales y <strong>de</strong> la época.<br />

Como estudiante <strong>de</strong> leyes realiza un trabajo <strong>de</strong> compilación sobre la<br />

“Legalización Fe<strong>de</strong>ral Complementario <strong>de</strong>l Derecho Civil Mexicano (18.97),<br />

en 1904 publica su libro “Comentarios <strong>de</strong> Actualidad” y en 1910 publica su<br />

libro “Apuntes Biográficos <strong>de</strong> Don Ramon Corral”.<br />

1911 es un año <strong>de</strong> mayor trascen<strong>de</strong>ncia en su vida política y profesional,<br />

pues es <strong>de</strong>signado por el General Porfirio<br />

Díaz Mori, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, y<br />

por conducto <strong>de</strong>l Secretario <strong>de</strong> Relaciones<br />

Exteriores Don Enrique Creel, como<br />

Secretario <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Arbitraje <strong>de</strong><br />

“<strong>El</strong> Chamizal”, presidida por el Licenciado<br />

Joaquín D. Casasuz y ambos logran<br />

el fallo <strong>de</strong>finitivo a favor <strong>de</strong> México y en<br />

contra <strong>de</strong> los Estados Unidos.<br />

Apasionado <strong>de</strong> la política e íntimo amigo <strong>de</strong> personajes como el General<br />

Porfirio Díaz Mori, Don Ramón Corral, quien fuera su padrino político<br />

y a la par Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, Don Guillermo Obregón (padre)<br />

quien fuera Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Gran Comisión <strong>de</strong>l Congreso, entre otros<br />

varios más, buscó tener una carrera política <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Legislativo,<br />

razón por la cual fue Diputado Fe<strong>de</strong>ral (Propietario o Suplente) en diversas<br />

ocasiones, específicamente:<br />

1902-1904.- Diputado Suplente por el 4to. Distrito <strong>El</strong>ectoral <strong>de</strong> Sonora<br />

(XXI Legislatura)<br />

1906-1908.- Diputado Suplente por el Distrito 19 <strong>de</strong> Jalisco (XXII Legislatura)<br />

1908-1910.- Diputado Propietario por el 10 Distrito <strong>El</strong>ectoral <strong>de</strong> Sinaloa<br />

(XXIV Legislatura)<br />

1910-1912.- Diputado Propietario por el 1er. Distrito <strong>El</strong>ectoral <strong>de</strong> Sinaloa<br />

(XXV Legislatura)<br />

Cabe mencionar que para 1912 Don Manuel tenía la intención <strong>de</strong> postularse<br />

como candidato a Senador <strong>de</strong> la República por el Estado <strong>de</strong> Sonora,<br />

hecho que no pudo concretar, producto <strong>de</strong> su trágico <strong>de</strong>stino.<br />

VIAJE A EUROPA Y EL TITANIC<br />

Hacia mediados <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1912 parte con <strong>de</strong>stino a Europa,<br />

en misión diplomatica y con la finalidad <strong>de</strong> reunirse con sus amigos en el<br />

exilio, muy en especial con el más íntimo <strong>de</strong> ellos Don Ramón Corral.<br />

En los primeros días <strong>de</strong> Abril el Diputado Uruchurtu se encontraba en<br />

su hotel <strong>de</strong> París, el Grand Hotel, arreglando su viaje <strong>de</strong> regreso a México,<br />

cuando llegó Don Guillermo Obregón (hijo) y le comentó que el mismo día<br />

en que planeaba regresar a México, llegaría a ese mismo puerto el trasatlántico<br />

“TITANIC”, que iba rumbo a New York en su viaje inaugural y que<br />

no <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>saprovechar la oportunidad <strong>de</strong> viajar en él, acto seguido toma<br />

Obregón el boleto <strong>de</strong> Uruchurtu y lo cambia por el pasaje <strong>de</strong> primera clase<br />

No. PV 17601, cuyo costo fue <strong>de</strong> 27 libras esterlinas.<br />

Esta narración <strong>de</strong> hechos fue contada por Guillermo Obregón (hijo)<br />

al Diputado y Doctor Gustavo Adolfo Uruchurtu Peralta en 1928, cuando<br />

ambos coincidieron en una comida en el bar La Opera y durante la cual<br />

Obregón le dijo a Gustavo: “yo soy el culpable <strong>de</strong> que su tío Manuel mu-<br />

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4 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

<strong>El</strong> Titanic...<br />

riera, pues yo le cambié el boleto <strong>de</strong>l barco”, procediendo a narrar lo antes<br />

citado.<br />

La noche <strong>de</strong>l 8 <strong>de</strong> abril, le ofrecieron a Uruchurtu una cena <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida<br />

en París, a la cual asistieron personas como Corral, Obregón, el Diputado<br />

Crespo, Limantour y otros, hecho que provocó que se <strong>de</strong>svelaran y que,<br />

en la mañana <strong>de</strong>l día 9, salieran con urgencia hacia la estación Central Gare<br />

St. Lazare <strong>de</strong> París, con la sensación <strong>de</strong> que “Manuel per<strong>de</strong>ría el tren hacia<br />

Cherburgo”, pero coinci<strong>de</strong>ntemente el tren tuvo un retraso que le permitió<br />

po<strong>de</strong>r alcanzarlo y así llegar a su <strong>de</strong>stino final, el trasatlántico TITANIC.<br />

Adicionalmente a lo anterior, la mañana <strong>de</strong>l día 10 <strong>de</strong> Abril, Don Manuel<br />

le puso una postal a su madre, quien vivía en Hermosillo, Sonora, en<br />

la cual se refiere que era una fotografía <strong>de</strong>l barco en el que viajaría, el más<br />

lujoso y gran<strong>de</strong> jamás creado por la mano <strong>de</strong>l hombre y que cuando llegase<br />

a México se trasladaría a Sonora para contarle <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> su vida.<br />

<strong>El</strong> 10 <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong> 1912, hacia el medio día, el TITANIC inició el viaje<br />

rumbo a Nueva York, zarpando <strong>de</strong>l puerto <strong>de</strong> Southampton, Inglaterra,<br />

ante una <strong>de</strong>slumbrada muchedumbre que se hallaba arremolinada en el<br />

muelle, vitoreando el increible espectáculo que tenía frente a sus ojos. Lo<br />

imponente <strong>de</strong> la nave ocupaba cerca 270 metros <strong>de</strong> largo, casi 30 metros <strong>de</strong><br />

ancho y una altura <strong>de</strong> 11 pisos y con un peso bruto <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 46,000 toneladas,<br />

espacio que le permitía llevara capacidad completa, 3,000 pasajeros:<br />

600 en Primera Clase, 500 en segunda y 1,900 en tercera.<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

LAS ACEQUIAS EN EL PITIC<br />

“Por medio <strong>de</strong> la población pasa una acequia gran<strong>de</strong> que llaman<br />

<strong>de</strong>l Común porque <strong>de</strong> ella riegan todos los vecinos, primeros<br />

poseedores <strong>de</strong> tierras como más antiguas (Velasco- año<br />

<strong>de</strong> 1895).<br />

“De la compuerta que está en el patio <strong>de</strong>l finado Buelna, hoy<br />

<strong>de</strong>l Sr. Fernando Escobosa, sale una acequia que parte la ciudad<br />

<strong>de</strong> Norte a Sur facilitando agua a las casas y huertos más<br />

inmediatos a la población.<br />

En 1895 una acequia que venía <strong>de</strong> Norte a Sur por la Rosales<br />

actual, se perdía en la huerta <strong>de</strong> Izabal en Hidalgo y Tehuantepec<br />

y frente al Colegio Sonora se <strong>de</strong>sprendía una más pequeña<br />

que remataba en el zócalo. (Galaz II, 138).<br />

Otra acequia cruzaba por el Sanatorio Olivares rumbo al Hospital<br />

General. En 1919 un fuerte piquete <strong>de</strong> hombres comenzaba<br />

a tapar la Acequia <strong>de</strong>l Alto al Norte <strong>de</strong>l Jardín Juárez.<br />

La compuerta <strong>de</strong>l Callejón <strong>de</strong>l Francés –hoy Calle <strong>de</strong> los Pinos,<br />

Parque Ma<strong>de</strong>ro– era éste un callejón que llegaba hasta el<br />

río y a medio camino estaba la casa <strong>de</strong>l francés atravesada por<br />

una acequia, parece que la compuerta estaba al término <strong>de</strong>l<br />

Callejón <strong>de</strong>l Parque.<br />

Una acequia por la Calle Chihuahua cruza la plazuela Hidalgo<br />

a Catedral.<br />

Hasta 1900 en la esquina <strong>de</strong> las calles Dr. Paliza y Rosales (actual) allí el<br />

juez <strong>de</strong> agua repartía el agua a los usuarios.<br />

De 1901 a 1918, la esquina Serdán y Obregón, don<strong>de</strong> está el Hotel San<br />

Alberto se llamó “<strong>El</strong> Comparti<strong>de</strong>ro”.<br />

Cerca <strong>de</strong> La Manga corría una acequia con sobrantes <strong>de</strong>l riego <strong>de</strong> los anteriores<br />

poseedores que aprovechaban libremente los vecinos sin compromiso.<br />

Muy inmediato al río, casi pegada al Cerro <strong>de</strong> la Campana pasa la acequia<br />

<strong>de</strong>l Torreón, con ella riegan las labores <strong>de</strong> <strong>El</strong> Torreoncito y <strong>El</strong><br />

Chanate.<br />

LA CAMPANA MAYOR DE LA CATEDRAL DE HERMOSILLO<br />

En “Deshilando” <strong>de</strong> <strong>El</strong> Imparcial. 18 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 1945, Hermosillo, Son.<br />

Datos recios y precisos para la historia <strong>de</strong> la Campana Mayor, <strong>de</strong> los cuales<br />

fue testigo el Reverendo Padre Don Martín Portela.<br />

<strong>El</strong> Maestro fundidor fue Don Jesús Contreras. Uno <strong>de</strong> los atizadores fue Don<br />

Manuel Ruiz; y el combustible usado fue leña seca <strong>de</strong> palo ver<strong>de</strong>. La campana se<br />

fundió tres veces por falta <strong>de</strong> metal para completarse y como la última vez también<br />

fallara el cálculo, se optó por hacerle unos barrenos y rellenarle sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />

estar atizando todo el tiempo. <strong>El</strong> peso fue calculado en 300 arrobas, aparte <strong>de</strong>l badajo,<br />

que fue traído <strong>de</strong> otra parte y que pesa 16 arrobas. También aparte <strong>de</strong> ocho<br />

pesos <strong>de</strong> plata que arrojaron a la fundición Don Antonio Cal<strong>de</strong>rón y Dr. Claudio<br />

Ruelas, quizá con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que tuviera mejor sonido. Dichos señores y otros más<br />

tenían la costumbre <strong>de</strong> visitar los interesantes trabajos a diario.<br />

A pesar <strong>de</strong> los ocho pesos <strong>de</strong> plata, la campana retuvo un sonido ronco que<br />

se atribuye a la cúspi<strong>de</strong> falsa.<br />

Para trasportarla <strong>de</strong>l Torreón a la Catedral se usó un carro tirado por 12 mulas<br />

que fue prestado por Don Alberto Camou. Salieron con la carga a las tres <strong>de</strong><br />

la tar<strong>de</strong>, pasando por lo que hoy son las milpas <strong>de</strong>l Dátil <strong>de</strong> Don Casimiro y llegaron<br />

a su <strong>de</strong>stino a eso <strong>de</strong> las ocho <strong>de</strong> la noche.<br />

Para sacar la campana <strong>de</strong> la Fundición fue necesario <strong>de</strong>rribar una tapia <strong>de</strong><br />

adobe <strong>de</strong>l corral <strong>de</strong> Don Jesús Fost.<br />

Fue el Padre Angel María Barceló quien se encargó <strong>de</strong> reunir el metal necesario<br />

para la campana, habiéndose juntado en todo el Estado y consistente en toda<br />

clase <strong>de</strong> rezagos y can<strong>de</strong>leros viejos.<br />

Cuando se quebró por una o dos veces la campana, para fundirse <strong>de</strong> nuevo<br />

se encomendó el trabajo a Don Raymundo Gallego, herrero que vivía por la Calle<br />

Chihuahua. Hubo un contrato verbal con la especificación <strong>de</strong> que los pedazos<br />

más gran<strong>de</strong>s no <strong>de</strong>berían pesar más <strong>de</strong> tres arrobas.<br />

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6 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

CANTINAS II.- 1987<br />

Por: Jesús Verdugo Escoboza 1900 – 1950<br />

CANTINA BEN-HUR.- Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Isidro (Chilo) Salcido y estaba situada en el<br />

Edificio <strong>de</strong>l Cine Noriega, esquina con Garmendia y Calle Obregón.<br />

LA MORENITA.- Propiedad <strong>de</strong>l Sr. (Gringo) Armenta, ubicada entre las calles B.<br />

Juárez y Monterrey, dicen que en esta cantina hubo un gran festejo cuando se supo <strong>de</strong>l<br />

asesinato <strong>de</strong>l Gral. Obregón.<br />

HIGH LIFE., propiedad <strong>de</strong>l Sr. Francisco Enciso, estaba situada en la esquina <strong>de</strong> la<br />

calle Jalapa (Dr. Noriega) y Matamoros, local que ocupó la Ferretería Veracruz. Esta cantina<br />

contaba con palenque, el cual se llenaba los domingos, éste fue cancelado más o menos en<br />

los años 1935 ó 1936. Sus cantineros fueron Fito <strong>de</strong> Saracho y (Güero) Arámbula.<br />

EL CENTRO OBRERO.- Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Manuel Noriega, estaba situada en la<br />

esquina <strong>de</strong> las calles Morelia y Monterrey, por la acera Oeste, en este edificio <strong>de</strong>spués<br />

existió una imprenta <strong>de</strong>l periódico “<strong>El</strong> Tiempo”, y <strong>de</strong>spués estableció su consultorio el<br />

Dr. Suilo y Campos. <strong>El</strong> señor Noriega fue el cantinero <strong>de</strong>l Casino <strong>de</strong> Hermosillo cuando<br />

estaba situado en calle Serdán # 100, y <strong>de</strong>spués en el Club Atenas.<br />

ALTO AQUÍ VEINTE LETRAS. Cantina que duró poco tiempo, estaba en la calle<br />

Monterrey, entre las calles Monterrey y B. Juárez y Matamoros por la acera Norte, era<br />

exclusiva <strong>de</strong> la cerveza Carta Blanca.<br />

EL OLIMPO.- Propiedad <strong>de</strong>l Chapo Negrete hoy es un hotel en las calles Dr. Olivares<br />

y Blvd. Luis Encinas, esta cantina quedaba en el monte, los pistiadores eran gente que<br />

vivía en La Loma, <strong>El</strong> Torreón, <strong>El</strong> Llano, La Manga y uno que otro que se atrevía a ir, y si no<br />

llegaba un carro <strong>de</strong> sitio (taxi) tenía que venirse caminando para llegar al centro y ya traía<br />

una terrible cruda a cuestas.<br />

LA PERLA, propiedad <strong>de</strong> la Sra. Petra Parra, ubicada en Colima (G.S. Madrid y<br />

Yáñez).<br />

LA GARITA: Propiedad <strong>de</strong>l Sr. José (Bizco) Gómez, en las mismas calles que la<br />

anterior.<br />

AQUÍ ME QUEDO.- Mismo propietario y el mismo domicilio.<br />

PLUMA BLANCA.- Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Pascual Navarro, y su cantinero el Sr. Vicente<br />

Acuña.<br />

LA NO. 2, su propietario era don Ramón (Prieto) Fragoso, estuvo ubicada primero<br />

por la calle Oaxaca, <strong>de</strong>spués se cambió a la calle Othón Almada, ya que en el antiguo local<br />

se acabó el negocio al cambiar la estación <strong>de</strong>l Ferrocarril, el cantinero era el Sr. Francisco<br />

Siqueiros.<br />

EL TRANCAZO, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Pru<strong>de</strong>ncio Morales, situada en las calles Durango<br />

y Escobedo, en don<strong>de</strong> estuvo por los treinta la zona <strong>de</strong> tolerancia.<br />

LA CUBA LIBRE; propiedad <strong>de</strong>l Chato Román, situada a un lado <strong>de</strong> “<strong>El</strong> Trancazo”.<br />

LA NOCHE BLANCA, propiedad <strong>de</strong>l Sr. J. Takeda, situada en la calle Matamoros y<br />

Morelia, contaba con un salón <strong>de</strong> billares, recuerdo que el japonés, por la mañana siempre<br />

estaba sentado en la banqueta, recargando la silla <strong>de</strong> baqueta en la pared, saludando a la<br />

mayor parte <strong>de</strong> la gente que pasaba.<br />

LA LUZ ROJA, era propiedad <strong>de</strong>l Sr. José Rojo, quien fuera Comandante <strong>de</strong> Policía<br />

varias administraciones.<br />

LA NOCHE DE RONDA, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Manuel Romero, situada en la calle Sonora<br />

y Garmendia, esta cantina era muy calmada, ya que a 50 metros estaba la Comandancia <strong>de</strong><br />

Policía, por la calle Sonora, local que ocupa actualmente una paletería y fábrica <strong>de</strong> nieve.<br />

En cualquier connato <strong>de</strong> pleito o dificultad llegaba la policía rápidamente, era la cantina<br />

preferida <strong>de</strong> algunos maestros <strong>de</strong> la Universidad, pues les quedaba muy cerca.<br />

LA CENTRAL, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Manuel Gándara, en 1930 estaba en la calle Obregón<br />

No. 42, <strong>de</strong>spués se cambio al originalmente callejón Abasolo ahora calle, don<strong>de</strong> continúa<br />

dando servicio hasta la fecha, en una época la cantina daba servicio las 24 horas, hasta que<br />

cambiaron las leyes y la época; sus cantineros eran el Mini Meza., el Colorado, Luis Villa,<br />

<strong>El</strong> Gordo Bolero, Bichi López.<br />

EL TECOLOTE, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Guillermo (Chapo) Negrete, situada en calle<br />

Obregón y Álvarez en la esquina Oeste, su cantinero, por años fue el Sr. Miguel Morera,<br />

persona muy seria para este puesto, también fue cantinero el Sr. Alejandro Robles, cuando<br />

la ciudad empezó a crecer se cambió a la esquina <strong>de</strong> Cuernavaca y Tamaulipas, ahí se<br />

terminó la historia <strong>de</strong> la cantina, se le cambió el nombre en este local, o la vendió y se le<br />

puso Hollywood Bar, pero no duró mucho tiempo.En la mayor parte <strong>de</strong> los sanitarios <strong>de</strong><br />

las cantinas existían pinturas en las pare<strong>de</strong>s, en esta cantina había uno que fue pintado en<br />

la época en que una canción anduvo muy <strong>de</strong> moda:Negrete dame el c…./ y si no me lo<br />

das/ vale más que te mueras/ si tu c…. no es mío, que sea <strong>de</strong> Dios.<br />

LA CUCARACHA, propiedad el Sr. Eugenio Revilla, estuvo ubicado en la calle<br />

Matamoros, por la acera Oeste, casi al llegar a la calle Serdán, era una cantina calmada<br />

don<strong>de</strong> se jugaba mucho dominó y tenía un buen cantinero “<strong>El</strong> Churumbón” Florencio<br />

Castillo Terrazas.<br />

EL DETALLE. Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Ignacio Hermosillo, situada en la calle Niños Héroes<br />

y Octava (Heriberto Aja).<br />

LA NORTEÑA.- Primero estuvo establecida en la calle Manuel González y y Zacatecas,<br />

entre San Luis Potosí y Zacatecas, hoy se encuentra en la calle Durango (Zurdo Castillo).<br />

LA VENCEDORA. Negocio propiedad <strong>de</strong> Don Francisco Gándara, el cantinero por<br />

años fue el Sr. Cruz Durón y un señor Meza y se localizaba en la esquina <strong>de</strong> Juárez y<br />

Morelia, Don Pancho nunca olvidaba el nombre <strong>de</strong> sus clientes y tenía mucha experiencia<br />

como cantinero; en una ocasión el Sr. Manuel Muñoz <strong>de</strong> oficio carpintero y guía <strong>de</strong><br />

muchos cazadores, estaba platicando <strong>de</strong> bulto cuando había matado un león, y al hacer<br />

el simulacro y ruido <strong>de</strong>l disparo, Don Pancho le dijo: “Cuidado, Manuelito, me vas a<br />

matar a un parroquiano, lo cual causó una carcajada entre toda la clientela. Manuel muy<br />

serio nos dijo: “Viejo hijo <strong>de</strong> la…”. Servía una botana <strong>de</strong> papas en escabeche con cebollas<br />

<strong>de</strong>sflemadas y en ocasiones que se le terminaban, mandaba al mercado por una salchicha<br />

o salami que hacían los carniceros en esa época. Consistía en carne ahumada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

tripas, aún existe una persona que las hacía muy sabrosa; el Sr. Ignacio Chávez <strong>de</strong>l barrio<br />

<strong>de</strong> Las Pilas.<br />

LA VERBENA.- Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Héctor (Niní) Vizcaíno, estaba situada en la esquina<br />

<strong>de</strong> las calles Serdán y Rosales, local que fue arreglado entre los escombros <strong>de</strong> lo que fue<br />

el Hotel Arcadia, don<strong>de</strong> hoy está el Hotel San Alberto, el cantinero eterno lo fue don<br />

Fernando Molina, y al cerrar el negocio el Sr. Vizcaíno el Sr. Molina lo puso con el mismo<br />

nombre por la calle Pino Suárez No. 106, don<strong>de</strong> existe hasta la fecha. En La Verbena<br />

atendían muy bien a las personas <strong>de</strong> Hermosillo, que tenían dinero, al peladaje había<br />

ocasiones que ni le servían.<br />

CENTRO RANCHERO. Propiedad <strong>de</strong>l Sr. Andrés Garibaldi, estaba situado por la<br />

calle Colima (G.S. Madrid) por la acera Sur, unos cuantos metros antes <strong>de</strong> llegar a la Calle<br />

Reforma, hasta hace poco tiempo existía el local con un tejaván <strong>de</strong> teja que creo era el único<br />

en Hermosillo. Su primer nombre fue Puerto Vallarta y el cantinero el “Güilo” Loza.<br />

LA CABAÑA, sin datos en Fronteras y Aldama.<br />

LA BURRITA, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Emilio Castañeda, situada en Cuernavaca y<br />

Aguascalientes.<br />

RENDEZ VOUS LADIES BAR, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Carlos Barragán, persona que trajo a<br />

esta ciudad el Banco Gana<strong>de</strong>ro y Agrícola como Gerente, instaló este negocio en el pasaje<br />

<strong>de</strong>l Edificio Seguros <strong>de</strong>l Pacífico, en local Oeste y Calle Campeche (<strong>El</strong>ías Calles), para<br />

la ciudad en esa época era un lugar elegante y no recuerdo que en Hermosillo se haya<br />

establecido otra cantina como ésta, tal vez se <strong>de</strong>ba a que las personas que pue<strong>de</strong>n pagar<br />

visitan las cantinas <strong>de</strong> los hoteles, el cantinero lo fue el Sr. Jesús Playas.<br />

LA BRISA, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Manuel Salcido, situada en la calle Niños Héroes y Décima<br />

(A. Lacy), el propietario <strong>de</strong> este negocio fue enfermero por muchos años <strong>de</strong>l Hospital <strong>de</strong>l<br />

Estado, cuando estaba situado en lo que hoy es el Parque <strong>de</strong>l Mundito. Algunas personas<br />

comentaban: Ahí viene Salcido con el garrote para la anestesia. Para entrar a este local se<br />

necesitaba tener pasaporte porque estaba situado en un barrio difícil.<br />

LA CUEVA DEL ZORRO, propiedad <strong>de</strong> Andrés Ruiz, situada en el edificio que fue<br />

arena <strong>de</strong> box <strong>de</strong>l Sr. Oscar (Chapo) Romo, en la calle Sonora esquina con Manuel González,<br />

calle por la que quedaba la cantina. En las noches <strong>de</strong> verano, para los tres o cuatro clientes<br />

que íbamos a esa hora, Andrés sacaba sillas y nos sentábamos en la banqueta, en la plática<br />

le sacábamos quién pelearía el viernes y quién creía que ganaría, como él era el “réferi”,<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

CANTINAS II.- 1987<br />

sabíamos qué boxeador ganaría y así no perdíamos una.<br />

LA PALOMA ocupaba la esquina <strong>de</strong> Yucatán y Ramírez por la acera Sur, esta cantina<br />

tenía una clientela muy distinguida, había un cliente S.M.N. que cuando ya estaba medio<br />

tomado (media estocada) le daba por escribir los acontecimientos sucedidos en la cantina,<br />

casi todos los días había pleito. Al mismo tiempo escribía sobre clientes que la visitaban<br />

y a veces hasta la cuenta que pagaban, como era buen dibujante en ocasiones, si le <strong>de</strong>cían<br />

que escribía un diario, se enojaba y <strong>de</strong>cía: es un periódico.<br />

LA COSTEÑA propiedad <strong>de</strong>l Sr. Antonio Cabrera estuvo en la esquina <strong>de</strong> Jalapa (Dr.<br />

Noriega) y Onavas.<br />

LAS QUINCE LETRAS propiedad <strong>de</strong>l Sr. José Herrera, situada en la calle Morelia por<br />

la acera Norte, antes <strong>de</strong> llegar a la Matamoros (ahora está la Botica Hermosillo). Al ven<strong>de</strong>r<br />

el local se traspasó el permiso al nuevo propietario (<strong>El</strong> Beibón) que la instaló enfrente, ahí<br />

trabajó <strong>de</strong> mesero el Gordo Bolero. Este señor la hacía <strong>de</strong> boxeador y en todos los pleitos<br />

estaba su mamá. Cuando en el ring se <strong>de</strong>jaba caer, le gritaba ¡Levántate Gordo! a lo cual,<br />

él le contestaba: “estoy naquias mamá”.<br />

EL GATO NEGRO propiedad <strong>de</strong>l Sr. Ignacio Ramírez, estaba en Calle Dr. Noriega y<br />

Guerrero. Cantinero muy enérgico y fuerte, razón por la que en esa cantina nunca había<br />

dificulta<strong>de</strong>s, porque inmediatamente ponía en paz y or<strong>de</strong>n a los rijosos.<br />

CASINO POPULAR: su dueño el Sr. Pablo Beltrán. Primero estuvo en Guerrero y<br />

Jalapa (Dr. Noriega) y <strong>de</strong>spués en la calle Monterrey enseguida <strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong> la Zapatería<br />

Preciado y que terminó sus días en la calle Veracruz y Garmendia. Cuando estaba por<br />

la calle Monterrey se juntaban a botanear algunas personas que en esa época ya eran<br />

mayores que la mayoría <strong>de</strong> su clientela, como Don Joaquín Loustaunau, Don Manuel<br />

(Peludo) Gutiérrez, Don Enrique (Chinchillas) González y otros. Fue cantinero en la calle<br />

Monterrey el Sr. Miguel Córdova y en la calle Veracruz Ramón Flores.<br />

MI OFICINA <strong>de</strong>l Sr. Pablo Beltrán, en la calle Monterrey, entre Guerrero y<br />

Garmendia.<br />

SALON VENUS, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Juan Galaz, en la calle B. Juárez y Sonora.<br />

EL CENTRO, propiedad <strong>de</strong>l Sr. Genaro Manzo, por la calle Garmendia.<br />

EL LITRO, propiedad <strong>de</strong>l Dr. Alberto Montever<strong>de</strong>, situada en la esquina <strong>de</strong> la Calle<br />

Matamoros y Yucatán.<br />

C antina <strong>de</strong>l Sr. Jesús (Yorigüín) López en Guerrero y Morelia.<br />

EL O.K. Morelia y Rosales (Jesús García) propiedad <strong>de</strong>l Sr. Antonio Puebla, fue<br />

cantinero (<strong>El</strong> Churumbón) Terrazas.<br />

EL MOLINO ROJO propiedad <strong>de</strong> Sr. Luis Topete, en la calle Morelia y Guerrero,<br />

también estuvo en las calles Yáñez y Puebla, cantinero el “Güilo” Loza.<br />

RAYOS X. Calle Sinaloa (Niños Héroes), en 1908 existió otra cantina con el mismo<br />

nombre propiedad <strong>de</strong> un Sr. Padrés.<br />

EL RELAMPAGO, propiedad <strong>de</strong> Don Fernando Molina ubicada en la esquina <strong>de</strong><br />

Guerrero y Morelia.<br />

EL RAYO, propiedad <strong>de</strong> un Sr. Guerrero, en calle Morelia y Guerrero (local <strong>de</strong> La<br />

Lagunilla), en muchas ocasiones estas tres esquinas estaban ocupadas por cantinas o<br />

expendios <strong>de</strong> licores.<br />

La costumbre <strong>de</strong> la botana a medio día antes era muy común, tanto que hubo algunas<br />

cantinas que daban servicio a bordo <strong>de</strong> auto: La Verbena, La Bohemia y La Central <strong>de</strong><br />

Gándara, se llenaban las banquetas <strong>de</strong> autos con señoras y señoritas, por lo que los<br />

cantineros procuraban ofrecer buena botana para atraer clientela.<br />

La gente pudiente y uno que otro igualado se acostumbró a tomar la copa en la<br />

cantina <strong>de</strong> los hoteles. Por lo cual en la ciudad, casi todas las cantinas son más o menos<br />

iguales. No sé si las compañías cerveceras presten, como antes, los muebles con una carta<br />

<strong>de</strong> comodato.<br />

En 1955 me tocó trabajar en la Compañía Cervecera <strong>de</strong> Tecate, la venta era en los<br />

changarros ya que todas las cantinas <strong>de</strong>l Estado estaban controladas por la Cervecería <strong>de</strong><br />

Sonora. Creo que esta fue la razón <strong>de</strong> la compra <strong>de</strong> la Cervecería <strong>de</strong> Sonora por parte <strong>de</strong><br />

la Cervecería Cuauhtémoc.<br />

Ya para 1955 había adquirido la Cervecería Tecate, que tenía la concesión <strong>de</strong>l envase<br />

en bote, primero <strong>de</strong> hojalata y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aluminio, para toda la República.<br />

JESUS VERDUGO ESCOBOZA<br />

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7


8 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

Hermosillo, Sonora, 1990<br />

IGLESIA DE SAN ANTON<br />

En el extremo Oeste <strong>de</strong> la Colonia Centenario <strong>de</strong> la<br />

ciudad <strong>de</strong> Hermosillo se localiza el edificio más antiguo <strong>de</strong><br />

la Capital <strong>de</strong> Sonora, abandonado y arruinándose <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />

más <strong>de</strong> un siglo, que a pesar <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>structora <strong>de</strong>l<br />

tiempo y la incuria <strong>de</strong> los hombres se resiste a <strong>de</strong>saparecer,<br />

conservándose mucho mejor que otras construcciones <strong>de</strong><br />

tiempos posteriores.<br />

<strong>El</strong> aspecto <strong>de</strong>l edificio revela que aquello fue un templo,<br />

que no logró terminarse, dicen algunos, porque se edificó<br />

fuera <strong>de</strong> la población. Todas las gentes <strong>de</strong> ese rumbo <strong>de</strong> la<br />

ciudad saben que eso fue la iglesia <strong>de</strong> San Antonio y así la<br />

llaman.<br />

En 1845, Don Francisco Velasco <strong>de</strong>cía: (1-a) Al Oeste <strong>de</strong><br />

la ciudad y entre las labores hay una capilla bajo la advocación<br />

<strong>de</strong> San Antonio, arruinándose a causa <strong>de</strong> la proximidad <strong>de</strong>l<br />

río, por cuya causa está casi abandonada.<br />

Las pare<strong>de</strong>s son <strong>de</strong> adobe como <strong>de</strong> siete metros <strong>de</strong> altura,<br />

cubiertas <strong>de</strong> ladrillo y mezcla en su mayor parte. En 1940<br />

conservaba todavía parte <strong>de</strong> las vigas, aunque no eran las<br />

originales, piso <strong>de</strong> ladrillo y cemento. La torre parece que no<br />

se construyó, quedó fijada la base <strong>de</strong> don<strong>de</strong> iban a arrancar<br />

los pilares, tuvo una cúpula <strong>de</strong> trazo atrevido, <strong>de</strong> líneas<br />

rectas sin curvas que hoy con el cemento armado se lograría<br />

fácilmente.<br />

Se conocen fotografías coloreadas <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l siglo<br />

pasado, tomadas por W. Roberts, Publisher. Hermosillo, Son.,<br />

Ruins San Antonio Church.<br />

Alguna vez oí <strong>de</strong>cir al finado Padre Martin Portela, que<br />

aquella iglesia fue <strong>de</strong> los indios y que no se terminó. Un velo<br />

<strong>de</strong> largos años cubre la verdad que fue <strong>de</strong> los indios y se<br />

terminó sin objetivo.<br />

<strong>El</strong> templo <strong>de</strong> San Antonio <strong>de</strong> Padua, Misión <strong>de</strong> los Seris<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>, establecida por Fray Matías Gallo en el año <strong>de</strong> 1772<br />

en una ramada <strong>de</strong> horcones como pretendo convencer.<br />

Los gobernadores <strong>de</strong> Sonora habidos entre los años <strong>de</strong><br />

1759-1770 se esforzaron por poner coto a los actos vandálicos<br />

<strong>de</strong> los seris que ya diezmaban la población blanca y mestiza,<br />

aparte <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> la región que estaba por esa causa al<br />

bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> ruina. <strong>El</strong> odio era a muerte <strong>de</strong> una y otra parte. Los<br />

gobernadores <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>portaban hasta los confines<br />

Sur <strong>de</strong> la Nueva España a cuantos niños, mujeres y hombres<br />

seris lograban atrapar y esta era para los salvajes la más<br />

gran<strong>de</strong> ofensa que pudiera hacérseles, no volver a ver a sus<br />

mujeres e hijos.<br />

Don Juan Claudio Pineda (2-b) firmó la paz con los<br />

seris en 1770 y los estableció en San Pedro <strong>de</strong> la Conquista<br />

(6-a). En Mayo <strong>de</strong> 1770 (3-a) la nación Seri, 183 personas,<br />

bajó rendida <strong>de</strong> Cerro Prieto y se presentó en el cuartel <strong>de</strong>l<br />

<strong>Pitic</strong>. Mateo Sastre, Gobernador en turno (2-c) <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong><br />

1772 a Marzo <strong>de</strong> 1773. Los seris se congregaron en <strong>El</strong> <strong>Pitic</strong> a<br />

resultas <strong>de</strong> la Expedición Sonora. (4) Sastre terminó el canal<br />

<strong>de</strong> riego <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong> en Octubre <strong>de</strong> 1771, estableció familias <strong>de</strong><br />

los seris, les repartió<br />

tierras y estableció una<br />

sección <strong>de</strong> soldados <strong>de</strong>l<br />

Presidio <strong>de</strong> Horcasitas.<br />

<strong>El</strong> primer<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> las<br />

Misiones <strong>de</strong> los Frailes<br />

<strong>de</strong> Querétaro en Sonora,<br />

Fray Mariano Buena<br />

(3-b) se ofreció por<br />

ministro <strong>de</strong> la nueva<br />

misión, requiriendo<br />

lo necesario para su<br />

manutención y para<br />

levantar la iglesia<br />

<strong>de</strong>l pueblo, a lo cual<br />

contestó el Gobernador<br />

<strong>de</strong> la Provincia que<br />

no tenía autorización<br />

y la resolución <strong>de</strong>l<br />

Virrey tardaría mucho<br />

tiempo.<br />

<strong>El</strong> sucesor<br />

<strong>de</strong> Fray Mariano<br />

Buena y Alcal<strong>de</strong>,<br />

Fray Crisóstomo Gil<br />

<strong>de</strong> Bernabé (3-a)<br />

convencido <strong>de</strong> la<br />

necesidad que tenían<br />

los seris establecidos<br />

en <strong>El</strong> <strong>Pitic</strong>, <strong>de</strong>l pan<br />

<strong>de</strong> la doctrina, y que<br />

se tardaba el Virrey<br />

en proveer <strong>de</strong> lo<br />

necesario para la<br />

nueva misión, a saber:<br />

“Iglesia, ornamentos,<br />

casa para el misionero<br />

y su manutención”,<br />

buscó Fray Crisóstomo<br />

varios bienhechores y<br />

así obtuvo las cosas <strong>de</strong><br />

más urgencia y <strong>de</strong>stino<br />

a Fray Matías Gallo<br />

para su misionero y<br />

los dos pasaron a la<br />

ranchería seri <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong><br />

(3-c) y tomaron posesión <strong>de</strong> aquella nueva reducción el 17<br />

<strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1772. En esa misma fecha el Virrey giraba<br />

ór<strong>de</strong>nes mandando se pagara lo que para eso fuera necesario.<br />

<strong>El</strong> primer libro <strong>de</strong> Bautizos <strong>de</strong> <strong>El</strong> <strong>Pitic</strong> (5) comienza el<br />

año <strong>de</strong> 1773 con la partida # 1 “En la iglesia <strong>de</strong> San Antonio<br />

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Estampas d<br />

Monumento histórico primero <strong>de</strong><br />

PINTURA AL OLEO DE LA CAPILLA DE SAN ANTONIO QUE AUN SE CON<br />

APRECIAR MEJOR EL ASPECTO DE LA CA


Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

IO DE PADUA, AÑO 1773<br />

e Hermosillo<br />

<strong>de</strong> Padua <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>, en catorce días <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong>l<br />

año <strong>de</strong> mil setecientos setenta y tres, Yo Fray Matías Gallo,<br />

ministro <strong>de</strong> esta misión, bauticé solemnemente a Bartolomé,<br />

Párvulo, hijo <strong>de</strong> Francisco y Juana. Fueron sus padrinos<br />

Crisanto y María, todos indios seris <strong>de</strong> dicha Misión a quienes<br />

advertí el parentesco espiritual y su obligación <strong>de</strong> enseñarles<br />

la ciudad <strong>de</strong> Hermosillo, Sonora.<br />

la doctrina y buenas costumbres cuando estén capaces <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>rla enseñar y para que conste lo firmé en dicho día, mes<br />

y año. Fray Matías Gallo” (Rúbrica).<br />

En esta misma fecha (5) se bautizaron 14 seris. De los 36<br />

primeros bautizados, en 34 dice expresamente “En la Iglesia <strong>de</strong><br />

San Antonio <strong>de</strong> Padua<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>” en los otros<br />

dos, no se nombra<br />

ninguna iglesia. En<br />

13 meses continuados<br />

se verificaron 123<br />

bautizos: 115 son<br />

seris, 3 pimas, dos<br />

<strong>de</strong> razón y los otros<br />

tres no se aclara<br />

qué eran. En otras<br />

fechas posteriores se<br />

verificaron bautizos<br />

<strong>de</strong> seris en grupos <strong>de</strong><br />

2, 16, 42 y <strong>de</strong>spués 28<br />

adultos.<br />

SERVA, DATA DE 1873 , Y ES OBRA DEL PINTOR ZINK. AQUÍ SE PUEDE<br />

PILLA CUANDO ESTABA EN BUEN ESTADO<br />

Consta, por el<br />

documento adjunto<br />

que el Virrey Burareli<br />

y Ursúa or<strong>de</strong>nó<br />

el año <strong>de</strong> 1776 la<br />

construcción <strong>de</strong> la<br />

Iglesia <strong>de</strong> San Antonio<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong> con cargo a la<br />

Real Hacienda. Esta<br />

se construyó el año <strong>de</strong><br />

1777, como lo afirma<br />

Don Francisco R.<br />

Almada. (2-c) y (2-f).<br />

Bucareli y Ursúa<br />

continuó gobernando<br />

hasta su muerte el<br />

año <strong>de</strong> 1779. <strong>El</strong><br />

Gobernador <strong>de</strong> la<br />

Provincia lo fue<br />

hasta 1787 el mismo<br />

inten<strong>de</strong>nte, Corbalán.<br />

A l g u n a s<br />

circunstancias ajenas<br />

al templo cambiaron,<br />

como pasarse la misión<br />

incoada <strong>de</strong> la iglesia<br />

<strong>de</strong> San Antonio a la<br />

misión <strong>de</strong> nuestra Sra.<br />

<strong>de</strong> Guadalupe o iglesia<br />

vieja <strong>de</strong> la Hacienda<br />

<strong>de</strong> Vildósola y luego,<br />

antes <strong>de</strong> terminar el<br />

Ernesto López Yescas Pbro.<br />

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9<br />

año <strong>de</strong> 1780, se traslada la misión <strong>de</strong> los seris al otro lado <strong>de</strong>l<br />

río, a San Pedro <strong>de</strong> la Conquista.<br />

La iglesia San Antonio se construyó <strong>de</strong> cuenta <strong>de</strong> la Real<br />

<strong>de</strong> Hacienda, pero ya sin <strong>de</strong>stino, sin objeto, ni como misión<br />

<strong>de</strong> los seris, ni como capilla castrense, ´sin dar servicio, por<br />

esto será que muchos se creían con <strong>de</strong>recho sobre el bien<br />

inmueble abandonado. (A: G:N.Mexico-Ramo PI., Tomo<br />

246, Expediente 12, pp. 316-332)<br />

La iglesia <strong>de</strong> San Antonio no quedó completamente<br />

abandonada, convertida en una ermita, siguieron haciéndosele<br />

mejoras. En tiempos posteriores, quizá porque alguien adquirió<br />

los terrenos colindantes se apropiaban también <strong>de</strong>l templo. <strong>El</strong><br />

Obispo Val<strong>de</strong>spino adquirió por compra la finca y se tuvo en<br />

proyecto poner allí una Escuela <strong>de</strong> Agricultura, pero vino la<br />

Revolución y cambiaron las personas y los proyectos.<br />

Ya en este siglo se tuvo como “re-nulitis”, pues se<br />

convirtió en casa habitación <strong>de</strong> familias con perros, gallinas y<br />

etc. y la <strong>de</strong>socupaba un inquilino y la tomaba otro.<br />

<strong>El</strong> templo <strong>de</strong> San Antonio <strong>de</strong>bía medir, según el trazo<br />

<strong>de</strong>l proyecto, 36 varas <strong>de</strong> largo por 9 <strong>de</strong> ancho, que equivalen<br />

a 36.16 metros, por 7.54 metros. Confrontando las medidas<br />

<strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong> 27.33 metros por 7 metros por fuera, enfrente<br />

mi<strong>de</strong> 11.5 metros incluyendo la base <strong>de</strong> la torre. Pue<strong>de</strong> haber<br />

<strong>de</strong> mi parte error <strong>de</strong> centímetros porque medí con un palo <strong>de</strong><br />

1 metro <strong>de</strong> largo.<br />

Bibliografía<br />

1. Velasco J. Francisco. Noticias Estadísticas <strong>de</strong><br />

Sonora. Edición en el Bol. S.M.-G.E imp. Des<strong>de</strong> 1860 y<br />

siguientes (1-a) pág. 291.<br />

2. ]. Almada Francisco R. Diccionario <strong>de</strong> Historia,<br />

Geografía y Biografía Sonorenses. Imp. Chihuahua. 1952.<br />

(2-d), pág. 340 y siguientes. 2-c, pago- 344, 2-f. pág. 185.<br />

3. Arricivita Domingo. Crónica Seráfica y Apostólica<br />

<strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Propaganda Fi<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Santacruz <strong>de</strong><br />

Querétaro, Imp. México, 11111792 (3-a) pág. 415; (3-b) pág.<br />

415; (3-c) pág. 426; (3-d) pág. 448.<br />

4. O´Conor, Hugo. Informe sobre el estado <strong>de</strong> las<br />

Provincias Internas <strong>de</strong>l Norte, 1771-1776. Imp. México,<br />

1952; (4-a), pág. 104.<br />

5. Libro <strong>de</strong> Bautismos <strong>de</strong> 1773-1797, Primer libro.<br />

Con una laguna <strong>de</strong> 1781 a 1791. Tiene también matrimonios,<br />

<strong>de</strong>funciones. Archivo Catedral.-<br />

6. Villa, Prof. Eduardo. Compendio <strong>de</strong><br />

Historia <strong>de</strong> Sonora, imp. México, (1937, (6-a)<br />

pág. 140.


10 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

TODO… O NADA<br />

Va <strong>de</strong> cuento Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

Por un <strong>de</strong>scuido imperdonable, por un lamentable error, allí estábamos en<br />

el mero rebollón <strong>de</strong>l Desierto <strong>de</strong> Altar, a la orilla <strong>de</strong> aquel remedo <strong>de</strong> carretera,<br />

hija <strong>de</strong> un camino vecinal con una vereda tropical; más solos que la luna y más<br />

<strong>de</strong>samparados que un bebé recién nacido. Por una necedad y más que nada por<br />

confiados nos quedamos sin gasolina y lo que es peor, ¡sin agua! mi compadre y<br />

yo, iguales <strong>de</strong> previsores, iniciamos un viaje en que cuidadosamente planeamos<br />

cada una <strong>de</strong> las fases <strong>de</strong>l periplo y ahora ambos nos echábamos la culpa, pero la<br />

triste realidad era que por <strong>de</strong>sgracia nos olvidamos <strong>de</strong> lo más elemental y ahora<br />

aquí nos encontrábamos expuestos a los mil peligros <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto y victimas <strong>de</strong>l<br />

terrible y calcinante calor <strong>de</strong>l páramo, que conforme avanzaba el sol en el firmamento,<br />

nos hacía sentir su cálida presencia.<br />

Ya habían pasado más <strong>de</strong> dos horas y la <strong>de</strong>sesperación nos estaba ganando,<br />

reñíamos entre nosotros, hacíamos conjeturas que si tú, que si yo y en fin, la calma<br />

nos estaba abandonando y poco a poco avizorábamos un negro e inmediato<br />

panorama, que ya veíamos llegar con una serie <strong>de</strong> vicisitu<strong>de</strong>s que para nada nos<br />

tranquilizaba. Atisbábamos el horizonte en busca <strong>de</strong> la menor señal <strong>de</strong> vida, pero<br />

ni las cachoras se arriesgaban en aquellas arenas calcinantes.<br />

Nos hicimos <strong>de</strong> un lugarcito en la poca sombra que proyectaba nuestro carro<br />

y constantemente cambiándonos <strong>de</strong> lugar, siguiendo el movimiento <strong>de</strong>l sol,<br />

cuando <strong>de</strong> pronto creímos ser víctimas <strong>de</strong> una alucinación propia <strong>de</strong> aquellos terrenos<br />

<strong>de</strong>sérticos, pero no allá, en la lejanía, divisamos una silueta que lentamente<br />

se acercaba, rápido nos pusimos <strong>de</strong> pie y atropellándonos fuimos al encuentro<br />

<strong>de</strong> aquella bendita aparición, a la que pronto, llenos <strong>de</strong> regocijo, abrazamos dándole<br />

muestras <strong>de</strong> alegría y quitándonos la palabra para explicarle lo apremiante<br />

<strong>de</strong> nuestra situación.<br />

Aquel hombre, <strong>de</strong> pocas palabras y gesto hosco, nos escuchó sin inmutarse,<br />

su cara parecía labrada en piedra, su piel curtida por el sol <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto no mostraba<br />

emoción alguna y sus rasgos <strong>de</strong> pápago, alto, obeso y vestido con humil<strong>de</strong>s<br />

ropas, cubriéndose con un sombrero que ya había visto pasar sus mejores<br />

días, nos miró en silencio y dando muestras <strong>de</strong> que nos quería ayudar, con unas<br />

escasas palabras nos indicó que a poco <strong>de</strong> dar vuelta a la curva próxima, se encontraba<br />

el jacal en que vivía Zenaido, un hombre que vivía solo en aquel lugar<br />

y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía mucho tiempo se había apartado <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> civilización;<br />

rápidamente nos hizo unas leve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l mentado Zenaido, que afortunadamente<br />

entre sus riquezas terrenales poseía una <strong>de</strong>startalada carreta jalada por<br />

un par <strong>de</strong> ancianos burros que apenas daban paso, y que a lo mejor nos podía<br />

llevar al pueblo a comprar gasolina y proveernos <strong>de</strong> agua; dimos unas cuantas<br />

monedas a aquel hombre y llenos <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento compartimos algunos alimentos<br />

que llevábamos, partiendo llenos <strong>de</strong> entusiasmo a buscar a Zenaido.<br />

Lo encontramos partiendo leña, sudoroso y hosco nos saludó con un gruñido,<br />

y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> hacernos un profundo examen ocular, preguntó que “pa´qué”<br />

lo buscábamos, le explicamos nuestro problema y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un largo silencio<br />

en que parecía que sopesaba el asunto, prendiendo un cigarro y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una<br />

larga chupada, procedió a un leve jaloneo en el precio; por fin convino llevarnos<br />

al próximo pueblo en que podíamos surtirnos <strong>de</strong> lo más elemental. Partimos en<br />

silencio en medio <strong>de</strong> aquellas llanuras cubiertas <strong>de</strong> arena y unos tímidos yerbajos<br />

que apenas manchaban el horizonte con aspecto lunar. No fue posible sacarle<br />

plática a nuestro ocasional benefactor y eso que mi compadre <strong>El</strong> Nicho, peca <strong>de</strong><br />

locuaz y dicharachero, muy charrero y hablantín, pero ni así.<br />

Por fin llegamos al poblado, que parecía una estampa arrancada a un paraje<br />

indígena <strong>de</strong> las películas <strong>de</strong> vaqueros <strong>de</strong>l viejo oeste, <strong>de</strong> aquellas que hacían<br />

en Italia con artistas gringos, don<strong>de</strong> siempre nos regalaban con escenas en que<br />

veíamos rodar impelidas por el viento, unos matorros en forma <strong>de</strong> bolas. Pronto<br />

llenamos con gasolina unos <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> plástico y por supuesto que nos dispusimos<br />

a saciar nuestra sed, ávidos y sudorosos, nos apoltronamos a saborear con<br />

<strong>de</strong>leite unas heladas caguamas, que nos supieron a gloria, salpicada con salecita<br />

y limón. En la plática con Don Cástulo, que así se llamaba el viejo cantinero y<br />

dueño <strong>de</strong>l lugar y que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> soltar estentóreas carcajadas se pitorreó <strong>de</strong><br />

lo lindo <strong>de</strong> nosotros por nuestra imperdonable falta <strong>de</strong> previsión “¡apenas se<br />

pue<strong>de</strong> creer, un par <strong>de</strong> capitalinos que se quedan sin gasolina en pleno <strong>de</strong>sierto;<br />

pero amigos, si es lo primero que se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar, apenas se pue<strong>de</strong> creer y<br />

pensar que no parecen tan tontos, caray, cada día ve uno más cosas”! Y las que<br />

verá.<br />

Después <strong>de</strong> crear un ambiente <strong>de</strong> camara<strong>de</strong>ría y compartir algunos tragos,<br />

Don Cástulo nos comentaba que había sido un verda<strong>de</strong>ro milagro encontrarnos<br />

con alguien que nos orientara para dar con Zenaido, un hombre que no hablaba<br />

con nadie y que no le hacia un favor ni al “gallo <strong>de</strong> la pasión”, u’ta qué suerte, <strong>de</strong><br />

veras que <strong>de</strong> “sapo” lo encontraron, suele vagar por todo el <strong>de</strong>sierto y por todas<br />

las montañas pelonas <strong>de</strong>l “re<strong>de</strong>dor”, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que le sucedió lo que le sucedió, se<br />

aisló en el mar <strong>de</strong> arenas ardientes <strong>de</strong> este infierno.<br />

Curiosos, insistimos en el tema, preguntando qué fue lo que le sucedió a<br />

Zenaida y cuál fue el motivo por el que se aisló por completo, y Don Cástulo,<br />

que resultó muy comunicativo, se acomodó a dos nalgas y con mucha solemnidad<br />

empezó un relato increíble, pero que no hace más <strong>de</strong> 40 años que sucedió:<br />

Zenaido, joven, ambicioso y con toda la energía <strong>de</strong> sus apenas 18 años había nacido<br />

en los cerros, sus padres, <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> apaches que en aquel entonces<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

TODO… O NADA....<br />

asolaban la región, lo habían criado en comunión con el silencio <strong>de</strong> los montes<br />

y la soledad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, sólo atento al sordo ulular <strong>de</strong>l viento entre las choyas,<br />

sibiris y pitahayos, que le <strong>de</strong>lataban los pocos ruidos que producían los animales<br />

que cazaba. Pocas veces bajaba a algún pueblo y no conocía más gente que la que<br />

pocas veces veía, arrieros, cazadores, buscadores <strong>de</strong> minas, turistas <strong>de</strong>spistados<br />

y vagos <strong>de</strong> la región.<br />

Sucedió que al agotársele los tiros para su rifle se vio obligado a buscarlos en<br />

un pueblo más lejano y pasó lo inevitable, como jamás había visto a una joven, al<br />

ver a “La Tencha” se <strong>de</strong>spertó su natural inquietud <strong>de</strong> macho y se convirtió en<br />

la sombra <strong>de</strong> la joven. Por algunos meses se <strong>de</strong>dicó a cortejar a la hija <strong>de</strong> “Don<br />

Chava” y la Matil<strong>de</strong>, dueños <strong>de</strong> la Botica <strong>de</strong>l Pueblo, gente chapada a la antigua<br />

que por supuesto <strong>de</strong>seaban mejor suerte para su hija y vieron con disgusto cómo<br />

el Zenaido poco a poco fue conquistando a la “Tencha”, hasta que la convenció<br />

<strong>de</strong> huir al Desierto para compartir una vida juntos y en don<strong>de</strong> a través <strong>de</strong>l tiempo<br />

formaron un hogar, que como es natural, produjo frutos y el <strong>de</strong>stino les dio un<br />

hijo. Un hijo que se convirtió en el sol <strong>de</strong> sus días nublados, rozagante y sano, un<br />

niño que les iluminaba el estéril y triste vivir<br />

cerca <strong>de</strong> nadie y con nadie. <strong>El</strong> “Nalito” en<br />

cuanto tuvo la edad necesaria acompañaba a<br />

diario a su padre a la búsqueda <strong>de</strong> metales,<br />

Zenaido se convirtió en un gambusino ambicioso<br />

que con anhelo buscaba lo que no había<br />

perdido, soñando con la veta <strong>de</strong> oro o con<br />

el entierro <strong>de</strong>l Gral. Laveaga, que contaban<br />

las viejas consejas <strong>de</strong>l pueblo que al verse<br />

<strong>de</strong>rrotado procedió a enterrar en una cueva<br />

todo los tesoros que había acumulado en su<br />

loca carrera <strong>de</strong> soldado en la revolución.<br />

En una cálida (no hay <strong>de</strong> otras) mañanita<br />

<strong>de</strong> abril, Zenaido salió acompañado <strong>de</strong> su<br />

pequeño “Nalito”, que lo seguía paso a paso<br />

por los cerros, que a fuerza <strong>de</strong> tanto andar<br />

ya conocían casi como la palma <strong>de</strong> sus manos y sucedió que al paso <strong>de</strong> unas<br />

horas se dio cuenta <strong>de</strong> que su hijo ya no lo seguía y presuroso regresó a buscarlo<br />

y al no encontrar ni sus huellas, dando <strong>de</strong> gritos, primero fuertes y al rato <strong>de</strong>sgarradores<br />

y roncos a todo pulmón, por <strong>de</strong>más inútiles, porque sólo el eco <strong>de</strong> los<br />

cerros le <strong>de</strong>volvían su reclamo. Vagó como un loco, sus pies mostraban los estragos<br />

<strong>de</strong> la piedras <strong>de</strong>l cerro, <strong>de</strong>sfalleciente y casi vencido, ante sus ojos <strong>de</strong> pronto,<br />

en un recoveco <strong>de</strong> las piedras, apareció perfectamente cubierta y disimulada<br />

por ramas, una abertura en la la<strong>de</strong>ra, la entrada <strong>de</strong> una enorme cueva <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

salió un pequeño grito <strong>de</strong>l niño, que muy a<strong>de</strong>ntro se encontraba contemplando<br />

arrobado e inexpresivo, multitud <strong>de</strong> enormes tesoros. Zenaido cayó al suelo <strong>de</strong><br />

rodillas, dando gracias al cielo y a todos los santos implorados, por el hallazgo<br />

<strong>de</strong> su querido hijo y luego por la suerte <strong>de</strong> encontrarse con aquel cuantioso y<br />

riquísimo tesoro, un lote <strong>de</strong> joyas, esmeraldas, rubíes, collares, anillos, ca<strong>de</strong>nas,<br />

monedas <strong>de</strong> oro y plata, lingotes <strong>de</strong> oro puro, en fin, <strong>de</strong> todo como para colmar el<br />

más exigente <strong>de</strong> los sueños dorados <strong>de</strong> un gambusino mariguano.<br />

Zenaido <strong>de</strong> inmediato se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su ropa y empezó a hacer liachos, apurando<br />

a su hijo para que hiciera lo mismo y ensimismado estaba en su labor cuando<br />

una voz tartajosa y muy profunda se <strong>de</strong>jó escuchar: “Todo… o Nada”… a lo<br />

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11<br />

que no obstante lo impresionado y sorprendido no hizo el menor caso, haciendo<br />

el primer viaje a la entrada <strong>de</strong> la cueva, pero al intentar traspasarla una fuerza<br />

extraña lo <strong>de</strong>tuvo repitiéndole: “Todo… o Nada”… Zenaido dudó un instante y<br />

se dijo para sus a<strong>de</strong>ntros: “ahora que he tenido suerte, <strong>de</strong>bo aprovechar”, dio un<br />

enorme salto hacia afuera <strong>de</strong> la gruta y con fuerza arrojó su carga hacia la entrada,<br />

mas en ese instante y con un horrible crujido <strong>de</strong> rocas, la montaña se cerró con<br />

el tesoro y el niño en sus entrañas. Zenaido hizo todo lo posible por abrir la boca<br />

<strong>de</strong> la cueva pero ésta <strong>de</strong>sapareció, no <strong>de</strong>jando ningún tipo <strong>de</strong> huella y a<strong>de</strong>más se<br />

esfumó también la carga que Zenaido había sacado. Por años y con la ayuda <strong>de</strong><br />

algunos compa<strong>de</strong>cidos siguieron buscando la cueva embrujada y nunca dieron<br />

con ella. “La Tencha”, triste y <strong>de</strong>solada por la pérdida <strong>de</strong> su hijo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

pensarlo miles <strong>de</strong> veces y con dolor <strong>de</strong> su alma, <strong>de</strong>cidió abandonar a Zenaido,<br />

que lejos <strong>de</strong> compartir su dolor, día a día se mostraba más ausente y encerrado<br />

en su enorme pena. Jamás se supo <strong>de</strong> ella, quedando en aquellas yermas arenas<br />

un marido abandonado por causa <strong>de</strong> su ambición.<br />

Des<strong>de</strong> entonces el Zenaido vive como ermitaño y vaga hablando solo por<br />

los cerros y buscando inútilmente a su hijo, que dicen los chismosos <strong>de</strong>l rumbo<br />

que en ocasiones, con el sonido que nos traen los vientos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto se alcanza<br />

a escuchar la conseja <strong>de</strong>: “Todo… o<br />

Nada”. Impresionados por la historia que<br />

con atención escuchamos <strong>de</strong> Don Cástulo,<br />

por último nos aconsejó: “si al regresar en<br />

su viaje al carro, escuchan que el Zenaido<br />

habla incoherencias, por favor, no le hagan<br />

caso, porque no lo van a creer, pero<br />

<strong>de</strong>spierta en él una furia increíble solo al<br />

escuchar voces a su alre<strong>de</strong>dor, lo hace reaccionar<br />

como una bestia <strong>de</strong>structora, ciego<br />

y sordo, con la mirada <strong>de</strong> un orate, no<br />

se les olvi<strong>de</strong> por su seguridad”.<br />

Todo este relato nos <strong>de</strong>jó fríos, no<br />

podíamos dar crédito a la increíble narrativa<br />

<strong>de</strong> Don Cástulo, que pensativo y<br />

totalmente ensimismado en sus recuerdos<br />

<strong>de</strong>jaba escapar una lágrima rebel<strong>de</strong> que éste limpió con coraje, lamentándose <strong>de</strong><br />

haber perdido a su sobrina y a su casi nieto. Al regreso supimos que Don Cástulo<br />

era hermano <strong>de</strong> Don Chava y tío <strong>de</strong> la “Tencha”, ya tenía más <strong>de</strong> 40 años<br />

<strong>de</strong>saparecida.<br />

Cayendo la tar<strong>de</strong> hicimos el viaje <strong>de</strong> regreso y disimuladamente, <strong>de</strong> reojo a<br />

veces mirábamos a Zenaido, que como estatua <strong>de</strong> piedra con sus facciones curtidas<br />

por el sol y semejando sus arrugas las dunas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, sólo <strong>de</strong>jaba traslucir<br />

una enorme amargura y una terrible rebeldía por su <strong>de</strong>stino. Las arenas <strong>de</strong>l<br />

Desierto encierran también historias muy tristes, ocultando a veces lo que alguna<br />

vez fue un cuerpo humano o un animal prehistórico. Pue<strong>de</strong> ser que también oculten<br />

un tesoro increíble o quizás un baúl <strong>de</strong> increíbles sucesos o a lo mejor a un<br />

niño, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tanto tiempo no recuer<strong>de</strong> ni lo más mínimo <strong>de</strong> este pasaje<br />

que hoy nos tocó conocer y recuer<strong>de</strong>: La vida nos da lo que merecemos, si ambicionamos<br />

más, con suerte y nos castiga brutalmente.<br />

Gracias.<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

Barrio <strong>de</strong> la 5 <strong>de</strong> Mayo, H. Rangel Lugo # 139 y 5 <strong>de</strong> Febrero<br />

Hermosillo <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>, Son.- Tel 2.172804, 2-153456, (21)738122.


12 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

LA COLONIAL HACIENDA DE SAN BENITO<br />

Gilberto Escobosa Gámez.<br />

Hacia el año <strong>de</strong> 1775 la Hacienda<br />

<strong>de</strong> San Benito era propiedad <strong>de</strong><br />

Don Fernando Iñigo Ruiz, hasta<br />

el mes <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1794 en que<br />

se la vendió al Capitán Joseph <strong>de</strong><br />

Tonna, ex comandante <strong>de</strong>l Presidio<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>.<br />

De Tonna enseguida que pasó<br />

a ser propietario <strong>de</strong> esa hacienda,<br />

construyó una casona al lado norte<br />

<strong>de</strong>l arroyo <strong>de</strong> San Benito, el cual<br />

tenía su cauce paralelamente a<br />

la actual Avenida Doctor Gastón<br />

Madrid (anteriormente Calle<br />

Colima), en el tramo <strong>de</strong> la Calle<br />

General Piña y la Avenida <strong>de</strong> la<br />

Reforma. Precisamente en el cruce<br />

<strong>de</strong> la General Piña y Gastón Madrid había un vado por don<strong>de</strong> pasaban<br />

los carros y los jinetes.<br />

La casa <strong>de</strong>l Capitán en parte fue construida <strong>de</strong> ladrillo y en parte <strong>de</strong><br />

adobe, pues este material es más resistente al calor y al frio extremoso<br />

<strong>de</strong> Hermosillo. La mansión era bella y elegante y en el patio tenía una<br />

pequeña huerta <strong>de</strong> cítricos, viñas y guayabos, y en el centro se construyó<br />

un bonito kiosco para que doña Rita, su esposa, recibiese a sus visitas en<br />

el verano.<br />

Infortunadamente poco disfrutó <strong>de</strong> su mansión el señor De Tonna. Un<br />

día ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> su esposa y <strong>de</strong> sus hijos, exhaló el último suspiro, quizá muy<br />

disgustado porque se veía obligado a abandonar todo lo que pue<strong>de</strong> hacer<br />

feliz a un mortal.: una linda mujer, una hermosa casa y una hacienda con<br />

buen ganado y huertas. <strong>El</strong> Capitán escogió el momento menos oportuno<br />

para marcharse al otro mundo y nadie quiso creer que pasó a mejor vida.<br />

Todo el mundo <strong>de</strong>cía que la buena vida la tenía en la superficie <strong>de</strong> la tierra,<br />

no abajo. Después se elucubró mucho sobre la muerte; <strong>de</strong>cían que fue<br />

causada por viejas heridas que recibió en los combates contra los señores<br />

seris <strong>de</strong> la Costa, <strong>de</strong> las cuales nunca sanó bien. Otros aseguraban que un<br />

brujo seri le había sentenciado a que cuando estuviera en la plenitud <strong>de</strong> su<br />

felicidad, la muerte<br />

vendría por él.<br />

Sólo habían<br />

transcurrido unos<br />

cuantos días <strong>de</strong> que<br />

el militar español<br />

fue sepultado en su<br />

propia hacienda,<br />

cuando dieron<br />

comienzo los rumores<br />

<strong>de</strong> que su espectro se<br />

aparecía <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

la media noche.<br />

Una noche Juan Tuli Bichicori vio<br />

el fantasma cuando aquél regresaba<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> andar <strong>de</strong> picos<br />

pardos con sus amigos parran<strong>de</strong>ros.<br />

Eran las doce <strong>de</strong> la noche y el camino<br />

estaba solitario; por eso fue que el<br />

pobre indio corrió con todo lo que<br />

daban sus flacas piernas y llegó al<br />

caserío gritando empavorecido.<br />

En ese tiempo, cuando nuestra<br />

ciudad todavía se llamaba Villa<br />

<strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>, para trasladarse a pie, en<br />

carreta o a caballo hasta la próspera<br />

hacienda que mencionamos, era<br />

necesario caminar un buen tramo<br />

<strong>de</strong>l camino real que comunicaba con<br />

la Hacienda <strong>de</strong>l Torreón, Santa Emilia y la <strong>de</strong>spués llamada Loma <strong>de</strong>l<br />

Cuti. En ese tramo, pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> San Benito, el indígena vio el fantasma<br />

y estuvo a punto <strong>de</strong> morirse <strong>de</strong>l susto tremendo que sufrió. Sin embargo,<br />

logró reponerse <strong>de</strong>l miedo y sólo tuvo que pa<strong>de</strong>cer una diarrea <strong>de</strong> padre y<br />

muy señor mío, como se <strong>de</strong>cía en la época colonial. Algunos compinches<br />

<strong>de</strong> Juan Tuli le regañaron por no haberle preguntado al aparecido dón<strong>de</strong><br />

enterró el tesoro.<br />

Poco <strong>de</strong>spués Doña Rita Mesa (con “S”) vendió la hacienda y regresó a<br />

Valladolid (hoy Morelia) con sus hijos; pero el fantasma que parece que no<br />

entendía nada en relación a la propiedad privada, continuó apareciéndose<br />

durante muchos años. En 1847, un copropietario <strong>de</strong> San Benito, Don<br />

Francisco García Noriega, vio al espectro <strong>de</strong> De Tonna y le preguntó:<br />

“¿Eres <strong>de</strong> este mundo o <strong>de</strong>l otro?”, mas el Capitán, como lo había hecho en<br />

vida, hizo gala <strong>de</strong> su mala educación y se fue sin respon<strong>de</strong>r, perdiéndose<br />

en la obscuridad. <strong>El</strong> Señor García Noriega, hijo <strong>de</strong> don Ambrosio <strong>de</strong> los<br />

mismos apellidos, era un hombre valiente que en varias ocasiones salió<br />

a media noche a buscar al fantasma que durante 50 años aterrorizó la<br />

región.<br />

En 1850, un buhonero <strong>de</strong> origen español se radicó temporalmente<br />

en San Benito y hacía constantes exploraciones nocturnas por toda la<br />

hacienda. Claro que esto hacía reír a la gente, creyéndole un loco.<br />

Pero un día el buhonero (varillero) <strong>de</strong>sapareció poco antes <strong>de</strong> que se<br />

localizara una excavación cercana a las ruinas <strong>de</strong> la casona que fue <strong>de</strong>l<br />

militar.<br />

Sucedió algo raro <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que se volvió ojo <strong>de</strong> hormiga el “varillero”,<br />

también <strong>de</strong>sapareció para siempre el fantasma <strong>de</strong>l <strong>de</strong>safortunado señor<br />

De Tonna.<br />

Una parte <strong>de</strong> lo que hoy constituye la Colonia San Benito fue la<br />

hacienda <strong>de</strong>l mismo nombre, don<strong>de</strong> un ven<strong>de</strong>dor ambulante localizó el<br />

tesoro <strong>de</strong>l Capitán español y pasó inmediatamente a mejor vida, en el<br />

sentido literal <strong>de</strong> la frase.<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

“COSAS VIEJAS DE MI TIERRA”<br />

Muy cerquita <strong>de</strong>l Siglo Veinte, “ai” nomás a tras mano, en la mera calle<br />

<strong>de</strong> Chihuahua, se encontraban las resi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> las “mujeres malas”,<br />

como les <strong>de</strong>cían las viejas mitoteras <strong>de</strong> mi tierra, sitio encantador don<strong>de</strong><br />

los jóvenes tenían sus dolores <strong>de</strong> cabeza y los viejos rabo ver<strong>de</strong> también. .<br />

. Como ya Hermosillo comenzaba a crecer y a distinguirse como ciudad<br />

<strong>de</strong> un futuro halagador, y estando esas mujeres en el puro centro <strong>de</strong> la ciudad,<br />

éstas fueron cambiadas creo que el año <strong>de</strong> 1912, a la calle Jalisco (en<br />

cruce con Garmendia), y poco tiempo <strong>de</strong>spués tuvieron que echarlas un<br />

poquito más allá, lugar que <strong>de</strong>nominó “Bachimba”, posiblemente como<br />

recuerdo <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong> Bachimba en el Estado <strong>de</strong> Chihuahua. Como en<br />

esa zona comenzaban a edificarse casas <strong>de</strong> apariencia vistosa propiedad<br />

<strong>de</strong> gente “bien”, las familias protestaron ante las autorida<strong>de</strong>s y el Gobierno<br />

se vio en la necesidad <strong>de</strong> echarlas unos tres kilómetros <strong>de</strong> la periferia<br />

norte <strong>de</strong> la ciudad quedando precisamente frente a La Manga, cerca <strong>de</strong>l<br />

lugar en don<strong>de</strong> se encuentra el campo aéreo. No hace mucho tiempo fueron<br />

echadas un poquito más pa´llá muy cerca <strong>de</strong>l Cerro Colorado. De<br />

allá las echaran un poquito más pal´llá cuando la ciudad crezca por ese<br />

rumbo, que ya se está extendiendo con el nuevo pueblo <strong>de</strong> <strong>El</strong> Choyal. . .<br />

Pobrecitas. . . tan buenas que son. A un lado <strong>de</strong> lo que fue Bachimba se levantan<br />

los edificios <strong>de</strong> la Universidad, el Museo y Biblioteca <strong>de</strong>l Estado.<br />

Por la calle Chihuahua y al finalizar ésta rumbo al Oriente, en una<br />

casita <strong>de</strong> mala apariencia, fue tendido el cadáver <strong>de</strong> un individuo que<br />

fue fusilado en el interior <strong>de</strong> la Penitenciaría, me parece que en el año <strong>de</strong><br />

1908. A este hombre lo trajeron <strong>de</strong> Magdalena, Son., acusado <strong>de</strong> homicidio<br />

en la persona <strong>de</strong> don Faustino Dávila, persona ampliamente conocida<br />

y apreciada en la Villa <strong>de</strong> Magdalena (así se llamaba entonces) don<strong>de</strong> se<br />

venera la imagen <strong>de</strong> San Francisco Javier. Se refiere este caso porque en<br />

ese entonces eran cosas a las cuales no estábamos acostumbrados, la gente<br />

se aglomeró en el lugar <strong>de</strong>l ten<strong>de</strong>rete <strong>de</strong>l muertito hasta verle los “aburejos”<br />

hechos por las balas, que por cierto eran muchos. <strong>El</strong> crimen fue<br />

calificado <strong>de</strong> salvaje, no tanto porque don Faustino fue una persona <strong>de</strong><br />

cierta prominencia, sino por lo artero <strong>de</strong>l ataque. Don Faustino tenía en su<br />

haber no haberle hecho daño a nadie. <strong>El</strong> señor Dávila reclamó al <strong>de</strong>spués<br />

asesino el motivo que tuvo para <strong>de</strong>rribar un arbolito <strong>de</strong> su propiedad que<br />

adornaba el frente <strong>de</strong> su casa. <strong>El</strong> asesino ocultaba bajo su camisola un filoso<br />

puñal y en lugar <strong>de</strong> contestar comedidamente, contestó con una lluvia<br />

<strong>de</strong> puñaladas que causaron la muerte <strong>de</strong> Don Faustino, arrancándole la<br />

existencia en el acto.<br />

Para cambiar <strong>de</strong> tema pasemos ahora a relatarles un poquito <strong>de</strong> los<br />

juegos <strong>de</strong> beisbol, para continuar en siguientes capítulos con algo más <strong>de</strong><br />

este <strong>de</strong>porte, que tan arraigado se encuentra en el pueblo <strong>de</strong> Sonora….<br />

Hermosillo fue poco antes <strong>de</strong> 1910, una ciudad eminentemente beisbolera,<br />

que sostenía con más ahinco tan bello <strong>de</strong>porte, igual o poco más o<br />

menos que en nuestros días. Los juegos <strong>de</strong> pelota <strong>de</strong> entonces vienen a mi<br />

memoria como sueños, pues <strong>de</strong>bo mencionar que en esos años estaba yo<br />

Por: Enrique “Chiludo” Contreras Sierra +<br />

Tomado <strong>de</strong>l Libro <strong>de</strong>l mismo nombre<br />

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13<br />

muy “rechiquitito” casi-casi ni había nacido, por vida <strong>de</strong> Dios.<br />

Pasan por mi memoria los famosos peloteros Gilroy, Mangerine, Chango<br />

Espinoza, Bustamante, Rana Aguilar, Bernal, Carcher Cota, Chale Robles,<br />

Tonella y tantos otros que “orita” nomas no me acuerdo. . . Aquellos<br />

famosos juegos que hicieron época en la Huerta <strong>de</strong> Vega (final <strong>de</strong> la Colonia<br />

Centenario rumbo al Sur) los renombrados teams que venían <strong>de</strong>l extranjero<br />

y estaban catalogados como los mejores, daban a la ciudad cada<br />

día <strong>de</strong> juego, un tinte <strong>de</strong> gran fiesta. Todas las poblaciones <strong>de</strong>l Estado, las<br />

principales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, tenían sus Teams <strong>de</strong> pelota más o menos fuertes,<br />

contándose entre los mejores a los <strong>de</strong> Cananea, el cual estaba compuesto<br />

en su mayor parte <strong>de</strong> gringuitos <strong>de</strong> más <strong>de</strong> seis pies <strong>de</strong> estatura, es <strong>de</strong>cir,<br />

puros “chapitos”. . . Este Team era el que le daba más batería a Hermosillo<br />

que estaba consi<strong>de</strong>rado como Campeón <strong>de</strong>l Estado. De Tucson, Douglas<br />

y <strong>de</strong> Los Ángeles, venían a conten<strong>de</strong>r con los nuestros, siendo esos juegos<br />

lo mejor que se ha visto en mi tierra. En ese entonces la afición por el Rey


14 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

Cosas Viejas <strong>de</strong> mi Tierra...<br />

<strong>de</strong> los Deportes era muy gran<strong>de</strong> y bien a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong>portivo<br />

<strong>de</strong> nuestro pueblo; Las gradas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l “taste” beisbolero se veían<br />

pletóricas <strong>de</strong> concurrencia, ávida <strong>de</strong> presenciar los juegos <strong>de</strong> los “Queliteros”<br />

con los campeones venidos <strong>de</strong>l extranjero; pero los <strong>de</strong> “extranja” se<br />

encontraban con nuestros inditos y se daban un ligero sentón, porque no<br />

podían con ellos. . . En ese tiempo la entrada costaba dos reales (veinticinco<br />

centavos) en sombra.<br />

En esas mismas fechas, cuando los movidos juegos <strong>de</strong> pelota tenían<br />

efecto en la Huerta <strong>de</strong> Vega, los habitantes <strong>de</strong> Hermosillo presenciaban<br />

las famosas corridas <strong>de</strong> toros “mochos”, que se presentaban en el corralón<br />

<strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> la Avenida Oaxaca y Matamoros, (precisamente don<strong>de</strong><br />

se encuentra el taller mecánico <strong>de</strong> Ricardo León y la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l señor<br />

Vicente Contreras) que toreaba Manuel Ramos (Ramitos) cuando estaba<br />

en la plenitud <strong>de</strong> faculta<strong>de</strong>s. Alternaba con el primero que se le ponía en<br />

frente, al cabo los toros son mochos y no pasan <strong>de</strong> dar un butanazo, <strong>de</strong>cía<br />

y tenía razón. Hubo toros que les cortaban más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los cuernos<br />

y salían sangrando al redon<strong>de</strong>l, amén <strong>de</strong> ponerles chiltepines, pero<br />

muchos chiltepines en el puro “sisirisqui” para que se hicieran bravos y<br />

respingones. Esto <strong>de</strong> los chiltepines sucedía cada vez que entraba un toro<br />

manso a los corrales para ser toreado.<br />

En el pequeño poblado <strong>de</strong> Villa <strong>de</strong> Seris cercano a esta ciudad, también<br />

se efectuaban corridas <strong>de</strong> toros por los mismos toreros <strong>de</strong> siempre y encabezados<br />

por nuestro eterno Ramitos, como que era el único que se había<br />

atorado entre nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía mucho tiempo. Poquito <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

guerra entre españoles y gringuitos, en la cual los primeros perdieron la<br />

isla <strong>de</strong> Cuba, por las “buenas” el año <strong>de</strong> 1896. Quién las manda ponerse<br />

contra un champion <strong>de</strong> peso completo siendo ellos <strong>de</strong> peso mosca. . .<br />

Cosa parecida si no igual nos pasó a nosotros cuando perdimos más<br />

<strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> nuestro territorio también por las “buenas” el año <strong>de</strong> 1847.,<br />

por andar <strong>de</strong> mitoteros y “bizcochadas” unos contra otros por la con<strong>de</strong>nada<br />

presi<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong>jando al país a merced <strong>de</strong> los fuertes mientras nos dábamos<br />

en la torre como changos viejos, dándonos en la pura maceta y sin<br />

preocuparnos <strong>de</strong> nuestra patria, más que <strong>de</strong> la chamba <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte. Y<br />

en esa misma forma por andar agarrados <strong>de</strong> las greñas se nos vino encima<br />

la invasión francesa en 1862. Después en 1914 otra vez los gringuitos, en<br />

esa ocasión se posesionaron <strong>de</strong> Veracruz y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos gritos y<br />

sombrerazos, abandonaron el puerto, no porque nosotros los hubiéramos<br />

echado sino porque ellos quisieron. Y por último y como por no <strong>de</strong>jar y<br />

<strong>de</strong> pilón la punitiva que entró a Chihuahua, en don<strong>de</strong> el General Villa se<br />

les arrancaba volviéndose ojo <strong>de</strong> hormiga. Todo. . . absolutamente todo,<br />

por la ambición <strong>de</strong> algunos malos “majacanos” trompas <strong>de</strong> cochi, por eso<br />

es que estamos así. . . “tojo. . .to-jodidos”.<br />

En el año <strong>de</strong> 1947, se cumplió el centenario <strong>de</strong> esa arrebatinga; como<br />

cuando estábamos chamacos y nos peleábamos por las catotas; venía uno<br />

más fuerte y más gran<strong>de</strong> que nosotros; y hacía “arrebatinga” <strong>de</strong> ellas. Así<br />

nos pasó con los gringuitos ni más ni menos. . . A pesar <strong>de</strong> todo el Presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> los Estados Unidos en ese entonces, Mr. Harry Truman, voló, en<br />

esa fecha <strong>de</strong> la conmemoración <strong>de</strong> ese centenario a México, <strong>de</strong>positando<br />

en la tumba <strong>de</strong> los Niños Héroes una corona <strong>de</strong> flores en nombre <strong>de</strong>l pueblo<br />

americano y <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> ese país, dando a <strong>de</strong>mostrar con hechos<br />

y no con palabras que lo cortés no quita lo valiente.<br />

Continuaremos en el próximo número, no se lo pierda. . . .<br />

Así lucían las mujeres en 1800<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

Fernando A. Galaz<br />

UN VAQUERO DE SONORA<br />

VILLA, CON…<br />

Villa con po<strong>de</strong>roso ejército <strong>de</strong> algunos miles <strong>de</strong> hombres, aun cuando<br />

no tan numeroso como el anterior que fuera aniquilado por Obregón, se<br />

interna al Estado por el Norte, en busca <strong>de</strong> elementos que piensa le podrá<br />

dar su amigo el Gobernador José María Maytorena. Busca una victoria<br />

para reponer su prestigio <strong>de</strong> Jefe que tan mal parado ha <strong>de</strong>jado Obregón,<br />

para así po<strong>de</strong>r seguir luchando con probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> éxito; pero todo<br />

parece indicar que su buena estrella se está apagando y que Sonora será<br />

la tumba <strong>de</strong> su prestigio y po<strong>de</strong>río…<br />

En busca <strong>de</strong> la casquivana gloria ataca Agua Prieta, el 30 <strong>de</strong> Octubre<br />

<strong>de</strong> 1915 y es completamente <strong>de</strong>rrotado. Al reagrupar su gente, echando<br />

pestes, maldiciones y bravatas contra “los gringos” que le niegan beligerancia<br />

se viene con la intención <strong>de</strong> posesionarse <strong>de</strong> Hermosillo, pero el<br />

19 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1915, se encuentra en <strong>El</strong> Alamito con un gran ejército<br />

al mando <strong>de</strong> los generales Manuel M. Diéguez, Esteban Baca Cal<strong>de</strong>rón,<br />

Ángel Flores y Gabriel Gabira. Con estas tropas, a cargo <strong>de</strong> una sección<br />

<strong>de</strong> ametralladoras, viene el Capitán Víctor. Estas tropas (gente <strong>de</strong> Obregón)<br />

ya no les <strong>de</strong>cían los “roba vacas”, sino “carranclanes” por aquello <strong>de</strong><br />

Carranza y a la gente <strong>de</strong> Villa, les <strong>de</strong>cían simplemente “villistas”, los que<br />

choteaban a Carranza cantándole aquello <strong>de</strong>:<br />

Como quieres Venustiano<br />

Que se acabe la revolución<br />

Si en Sonora, Chihuahua y Torreón<br />

No te quieren por viejo y barbón…<br />

Para el medio día <strong>de</strong> ese cruento 19 <strong>de</strong> Noviembre chocan con estrépito<br />

los ejércitos <strong>de</strong>l pueblo. Docenas <strong>de</strong> cañones vomitan metralla, centenares<br />

<strong>de</strong> ametralladoras tabletean siniestramente, miles <strong>de</strong> infantes echan<br />

maldiciones en cada casquillo que queman, el General Manuel Medinaveytia<br />

se bate con <strong>de</strong>nuedo al frente <strong>de</strong> sus villistas, los Yaquis <strong>de</strong> Fructuoso<br />

Mén<strong>de</strong>z, emboscan en el arroyo <strong>de</strong>l Tasajal a más <strong>de</strong> cien carrancistas,<br />

quedan tendidos sin vida… Villa en el centro carga con sus famosos “Dorados”<br />

y se estrella ante la gente <strong>de</strong>l valiente e imperturbable General<br />

Ángel Flores; en un flanco avanzado, diez ametralladoras al mando <strong>de</strong><br />

Víctor, con su Chelina al lado, hacen estragos en las filas enemigas… Por<br />

horas todo es fuego, polvo, sudor, sangre y furia. Como a las nueve <strong>de</strong><br />

la noche, hay una tregua por nadie solicitada y nos horrorizamos al contemplar<br />

azorados, inmensas pilas formadas con cuerpos humanos que<br />

bañados en gasolina los incendian. La angustia se torna en miedo al ver<br />

los gestos dantescos <strong>de</strong> cabezas que saltan <strong>de</strong> su base que crepita, muslos<br />

que sin cuerpo brincan envueltos en llamas, ojos que son brasas rojas<br />

en rumbero movimiento, manos <strong>de</strong> crispados gestos en busca en el aire<br />

<strong>de</strong> algo <strong>de</strong> qué asirse, mandíbulas con pelados dientes, pies en macabro<br />

bailoteo, manteca líquida que corre hirviendo. Todo en cada pirámi<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

muertos prendidos en gas y elevándose al cielo. Gigantesco penacho <strong>de</strong><br />

humo que <strong>de</strong>ja en el espacio acre olor a carne asada humana…<br />

SE REANUDA…<br />

Se reanuda la lucha con más furia, sigue toda la noche hasta el amanecer<br />

en el que momentáneamente hay otra tregua, para <strong>de</strong>spués seguir<br />

luchando todo el día 20 hasta que cae la noche, en la que Diéguez ni victorioso<br />

ni <strong>de</strong>rrotado se repliega a Hermosillo, <strong>de</strong>jando abandonado, mortalmente<br />

herido, a un lado <strong>de</strong>l nido <strong>de</strong> ametralladoras, don<strong>de</strong> yacen sin vida<br />

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15<br />

todos los soldados <strong>de</strong><br />

la sección <strong>de</strong> Artillería,<br />

al Capitán Víctor Ríos<br />

y también sangrando,<br />

a su valiente esposa…<br />

Chelina y Víctor que<br />

estaban en las trincheras<br />

más avanzadas, no<br />

se dieron cuenta <strong>de</strong> la<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> retirada, por<br />

eso ahí quedaban solos<br />

en los umbrales <strong>de</strong> la<br />

muerte.<br />

Una pesada, fúnebre<br />

capa <strong>de</strong> ronca<br />

quietud va cubriendo<br />

al mundo, el lúgubre<br />

aullar <strong>de</strong>l coyote<br />

hambriento se escucha<br />

como pregón <strong>de</strong> ultratumba<br />

que inmoviliza<br />

el suspiro agonizante<br />

<strong>de</strong> los que se están yendo…<br />

<strong>El</strong> breñal ardiendo<br />

por la metralla asesina<br />

<strong>de</strong>l hombre, levanta en<br />

dolientes espasmos sus<br />

airadas lenguas <strong>de</strong> fuego, al crujir <strong>de</strong> las ramas se van doliendo, quiebran<br />

su existencia y preguntan doloridas al <strong>de</strong> Arriba: ¡Por qué los hombres a<br />

quien siempre ayudamos, a quien siempre quisimos, con tan cruel dolor<br />

ciegan nuestras vidas? Corre veloz horrorizado el animal <strong>de</strong>l monte, huyendo<br />

<strong>de</strong>l ardiente aire <strong>de</strong> lumbre y <strong>de</strong> odio que lo asfixia; salta disparada<br />

<strong>de</strong> la caliente cueva la inquieta liebre y el asqueroso ofidio. Apresura su<br />

lento andar la beatífica tortuga y la nauseabunda hiena tumbando leña va<br />

regando <strong>de</strong> inmunda baba las crujientes ramas que en su loca carrera encuentra…<br />

Se incendia la pra<strong>de</strong>ra, los animales todos huyen <strong>de</strong> la muerte<br />

en busca <strong>de</strong> la vida y Víctor y Chelina, dialogan con la muerte…<br />

Se ha callado el incendio, no se oyen lamentos, los centenares <strong>de</strong><br />

muertos duermen en paz en la intemperie, pero pesa en el ambiente la<br />

fría e inmensa lápida <strong>de</strong>l silencio cual inmenso catafalco y guarida <strong>de</strong> la<br />

muerte. Chelina ha recobrado el conocimiento y ve a Víctor que se queja<br />

levemente. Olvidándose <strong>de</strong> su herida, impaciente, frenética, rasga su ropa<br />

y como vendas las ciñe al cuerpo <strong>de</strong> su amado; lo estruja, llora, patalea,<br />

vuelve a curarlo y hasta entonces en la inmensa soledad <strong>de</strong> la fúnebre<br />

noche, rompe en llanto, no por temor, sino porque no encuentra la manera<br />

<strong>de</strong> salvar a su marido que agoniza; mas luego se repone y vuelve a su<br />

tarea <strong>de</strong> inyectar en cualquier forma, un rayo <strong>de</strong> vida al que se muere y<br />

su tesón es compensado porque Víctor vuelve en sí y comprendiendo que<br />

la existencia se le escapa, con susurrantes medias palabras le dice con un<br />

<strong>de</strong>jo <strong>de</strong> rictus que quiere ser sonrisa –Chelina, alma mía, te toca ti cumplir<br />

lo que convenimos… Llévame a exten<strong>de</strong>r “la pata” a un lado <strong>de</strong>l arroyo


16 Hermosillo, Son., <strong>Julio</strong> <strong>2010</strong><br />

Un Vaquero <strong>de</strong> Sonora...<br />

<strong>de</strong> <strong>El</strong> Saucito, don<strong>de</strong> están enterrados mis viejos… Estamos cerca, nomás<br />

brincamos las tierras <strong>de</strong>l Tasajal, Santa Rosalía y el San Miguelito y ya<br />

llegamos… Apenas alcanzó a <strong>de</strong>cir la última palabra para entrar en agonía,<br />

mas no por eso perdió el ánimo Chelina, sino que con la seguridad<br />

<strong>de</strong> que aun cuando estaba sola en el campo <strong>de</strong> batalla y la distancia <strong>de</strong><br />

ahí hasta <strong>El</strong> Saucito no era tan corta, sino larga y acci<strong>de</strong>ntada, tenía que<br />

cumplir la voluntad <strong>de</strong> Víctor…<br />

Abandonó al vaquero y se dio a buscar medios para conducir a la última<br />

morada a su valiente marido; y por ahí, a un lado <strong>de</strong> la Pesqueireña,<br />

<strong>de</strong> un minúsculo ranchito, sacó un caballo en el que sujetó al casi cadáver<br />

<strong>de</strong> su marido y en medio <strong>de</strong> aquella noche que parecía pesadilla, cruzando<br />

montes, arroyos y cercos, en la madrugada estaba con su preciosa carga<br />

cerca <strong>de</strong>l arroyo <strong>de</strong> <strong>El</strong> Saucito; y para el medio día, Víctor <strong>de</strong>scansaba<br />

en la eternidad al lado <strong>de</strong> los suyos… Víctor había fallecido la noche <strong>de</strong>l<br />

22 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1915 y Chelina, olvidando sus heridas, su existencia,<br />

todo, con su alma hecha pedazos, le dio cristiana sepultura. Des<strong>de</strong> aquel<br />

lejano 22 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1915 hasta hoy 22 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 1942 Chelina,<br />

los días 22 <strong>de</strong> cada mes, sin faltar uno solo, se hinca en la tumba <strong>de</strong> su<br />

vaquero, reza con fervor y luego se sienta a un lado <strong>de</strong> la tumba y ahí<br />

la sorpren<strong>de</strong> la aurora <strong>de</strong> un nuevo día… Ese es el espanto que vemos,<br />

dijo don Casi. Es ella que está en la tumba <strong>de</strong> su Capitán. Aquí estamos<br />

cerquita <strong>de</strong> la tumba, ya está saliendo el sol, con seguridad que está allí.<br />

Vamos, invitó don Casi. Se acercaron todos los pasajeros, don Casi y Len-<br />

cha, a la tumba y ahí al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l sepulcro, encontraron una viejita blanca<br />

<strong>de</strong> cara y pelo, y con una sonrisa también blanca estereotipada en su carita<br />

<strong>de</strong> rosa campirana… <strong>El</strong>la, Chelina, estaba muerta; y hasta parecía que<br />

una aureola azul tenue circundaba su blanca cabellera…<br />

ESTE ES EL…<br />

Este es el relato verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> dos soldados <strong>de</strong> la revolución que nada<br />

pidieron, que todo lo dieron, que nada les han dado; dos vidas heroicas<br />

como tantas que dio nuestro Estado. Algunos <strong>de</strong> ellos murieron y los que<br />

han quedado, ahí van por las calles con su miseria a cuestas. Con la alforja<br />

repleta <strong>de</strong>l cruel <strong>de</strong>sengaño, la mirada incierta, pero fulgurante el<br />

alma por el <strong>de</strong>ber cumplido. Y al recordar cómo cayeron aquellos limpios<br />

hombres, asoma a nuestros labios sonrisa <strong>de</strong>spectiva, cuando escuchamos<br />

por ahí, en una Plaza, en una esquina alguien que dice… Soy Revolucionario.<br />

Este libro se terminó <strong>de</strong> imprimir el 18 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1988, en la ciudad<br />

<strong>de</strong> Hermosillo, Sonora. En una coordinación <strong>de</strong>l H. Ayuntamiento 1985-<br />

1988 y la Universidad <strong>de</strong> Sonora.<br />

Impresión: EL OTRO PUNTO PORTADA: reprográfica<br />

Rayón N o. 131, Desp. 4 Rayón No. 33, Tel. 3-49-28<br />

Tiraje 1000 ejemplares, más sobrantes para reposición.<br />

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