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programas de animación sociocultural - EDUCACIÓN SOCIAL ...

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eflexiones, convoque sistematizaciones y con ello vayamos avanzando en nuestras respuestas a<br />

interrogantes <strong>de</strong> ayer y <strong>de</strong> hoy, quizá algunos <strong>de</strong> siempre, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que inició la Educación Social<br />

su andadura. Si tratamos <strong>de</strong> recrear esta argumentación en esa tradición <strong>de</strong> la Educación Social<br />

que llamamos ASC, se pue<strong>de</strong> confirmar la amplia cantidad <strong>de</strong> trabajos publicados, más los<br />

supuestamente archivados por no haber tenido la oportunidad <strong>de</strong> ver la luz. Sobre la base <strong>de</strong> lo<br />

analizado, y con una actitud más que pru<strong>de</strong>nte, podríamos atrevemos a puntualizar algunas<br />

matizaciones:<br />

Primera. Constatar la multitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones que se han propuesto <strong>de</strong> ASC. Sería <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sear que, en el futuro, se exploraran los supuestos comunes existentes entre ellas y<br />

también las diferencias. De acuerdo con la lógica disciplinar, tan asociada a la vía<br />

analítica, se pue<strong>de</strong> afirmar, sin ánimo dogmático, que el predominio <strong>de</strong><br />

conceptualizaciones pue<strong>de</strong> llegar a confundir más que a clarificar u or<strong>de</strong>nar el campo.<br />

Sobre todo cuando estos conceptos y <strong>de</strong>finiciones no proce<strong>de</strong>n o no son resultado <strong>de</strong><br />

reflexiones y <strong>de</strong>ducciones extraídas <strong>de</strong> la práctica.<br />

Segunda. Tal multitud <strong>de</strong> conceptualizaciones, al mismo tiempo, ha provocado la<br />

utilización <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> términos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> diversas áreas, con traducciones<br />

idénticas o interpretaciones diferentes, según sea el contexto teórico en el que son<br />

utilizadas. La yuxtaposición <strong>de</strong> los mismos, -así como otros intentos <strong>de</strong> articular una<br />

buena red <strong>de</strong> relaciones conceptuales, está aún por llegar. Este fenómeno <strong>de</strong> transferencia<br />

conceptual realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> multitud <strong>de</strong> áreas y disciplinas pue<strong>de</strong> ser emergente para el<br />

ámbito don<strong>de</strong> se manejan, pero también, como afirma Toulmin (1977), son con<br />

frecuencia motivo <strong>de</strong> reduccionismos y confusiones. Curiosamente, la obsesión<br />

conceptualizadora, trabajada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> posiciones prescriptivas y a priori, bajo el patrocinio<br />

<strong>de</strong> la lógica disciplinar (abordada como fin más que como medio en la formación <strong>de</strong> los<br />

educadores sociales), se resuelve en una fragmentación <strong>de</strong>sconexionadora, tan propia a<br />

los intentos <strong>de</strong> compartamentalizar territorios como a los flujos <strong>de</strong> los últimos tiempos<br />

por la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> especialización; ahora bien, como se ha escrito, la especialización, en<br />

muchos casos, no es siempre el resultado <strong>de</strong> la investigación o <strong>de</strong> la emergencia <strong>de</strong><br />

conocimiento como <strong>de</strong> los movimientos corporativos <strong>de</strong> monopolizar, bajo la batuta <strong>de</strong>l<br />

experto, el mercado en el que pue<strong>de</strong> «ven<strong>de</strong>rse» ese conocimiento (Reina, 2000).<br />

Por lo <strong>de</strong>más, la vía analítica, hay que reconocerlo y reafirmarlo, ha potenciado la relación <strong>de</strong> la<br />

ASC con otros conceptos, términos, expresiones, ámbitos y temáticas, metas, estrategias y<br />

procedimientos..., que actúan como «fermento metodológico» que remite enriqueciendo el<br />

campo y obligándonos -éste es un reto <strong>de</strong> futuro que ya hemos comenzado- a profundizar<br />

utilizando las otras vías como la práctica y la histórica. Aunque solo sea brevemente,<br />

recor<strong>de</strong>mos algunas <strong>de</strong> estas aportaciones relacionadas con la ASC: se ha tratado <strong>de</strong><br />

fundamentar la ASC (Froufe y González, 1995; Trilla, 1997; Cari<strong>de</strong>, 1985, 1997), <strong>de</strong> encontrar<br />

sus antece<strong>de</strong>ntes y sus <strong>de</strong>sarrollos históricos en nuestro país (Hernán<strong>de</strong>z, 1997) o en otros como<br />

Francia (Simonot, 1974; Labourie, 1988), <strong>de</strong> configurar los rasgos que caracterizan la ASC<br />

como metodología <strong>de</strong> la acción social (Pérez Serrano, 1997; An<strong>de</strong>r-Egg, 1981; Delorme, 1985)<br />

en un estado <strong>de</strong> bienestar y <strong>de</strong>sarrollo social (Petrus, 1997), incidiendo, por una parte, en el<br />

diseño <strong>de</strong> <strong>programas</strong> (Martinell, 1997; Armengol, 1988), en los procesos <strong>de</strong> intervención<br />

llevados a cabo a partir <strong>de</strong> ellos (Merino, 1997; Sánchez, 1987); en la evaluación <strong>de</strong> dichos<br />

<strong>programas</strong> (Úcar, 1997; Martín y Sarrate, 1999) y, por otra, en los <strong>de</strong>stinatarios a los que busca o<br />

procura dirigirse la ASC (infancia, juventud, adultos, tercera edad), siempre personas y grupos<br />

en posición <strong>de</strong> implicarse en tales procesos (Calvo Sastre, 1997; Funes, 1997; Requejo,1997;<br />

Sáez, 1997), así como conectando la ASC con las distintas temáticas: ambiental, paz,<br />

interculturalidad, personas mayores, jóvenes en situaciones <strong>de</strong> fragilidad social o no, colectivos<br />

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