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08.05.2013 Views

y condicionan el qué, el quién, el cómo, el cuándo, el cuanto y el dónde de la misma. La mirada que valora es una mirada que cuestiona. Esta es la razón por la que nos sentimos vulnerables e intranquilos frente a ella. Por mucho que se nos diga que lo que se evalúa es lo que hacemos, no podemos separarlo de lo que somos. La dimensión crítica y la dimensión de la vulnerabilidad humana se aúnan en este planteamiento. Ambas pueden quedar minimizadas, si no asumidas, en la perspectiva de evaluación colectiva que defendemos. Es la reciprocidad de los actores en la aceptación de la evaluación y la seguridad sobre el uso de los resultados, la que puede contribuir a equiparar y, en consecuencia, a aceptar los sentimientos particulares de vulnerabilidad generados frente a la evaluación. Una dicotomía clásica es la referida a la objetividad o subjetividad de la evaluación. La perspectiva objetivista busca la objetividad y la liga a la externalidad del proceso, es decir, al hecho de que la evaluación sea realizada por un experto ajeno al grupo en el que se desarrolla el proyecto. Se presupone que la distancia respecto a éste último evita la contaminación del experto y le proporciona una visión objetiva. Es la denominada evaluación externa, heteroevaluación o evaluación del experto. Por el contrario, la perspectiva subjetivista pretende que solamente los participantes disponen de la información necesaria para la evaluación. Es la evaluación interna, autoevaluación o evaluación de los participantes. La nueva perspectiva integra ambos procesos. La participación de todos los afectados -en una u otra forma por los resultados de la acción- en la evaluación de la misma, hace que no se pueda distinguir, propiamente, un dentro y un fuera. Vamos a entender, en general, la objetividad como el resultado del contraste intersubjetivo de perspectivas. Desde este punto de vista, aquella se logra a través del contraste entre las evidencias observadas y las interpretaciones que hacen de las mismas los participantes. Como acertadamente señala Fernández-Ballesteros la evaluación desde dentro y desde fuera no implica posibilidades opuestas e incompatibles sino formas distintas de realizar una evaluación (1996, p.34). Todos estos rasgos distintivos configuran y plantean una visión compleja de los procesos de evaluación que vamos a aplicar a las actividades y proyectos de ASC. Una evaluación que, en definitiva, viene a responder a la propia complejidad de dichas actividades y proyectos. El enfoque que se presenta pretende superar las visiones estereotipadas, sean técnicas o ideológicas. Busca, también, sustituir el control por el aprendizaje y la norma por el consenso. Es, por último, un enfoque que se sabe y se pretende humanista. Esto supone, entre otras cosas, que no excluye perspectivas externas o autorizadas, pero que, en todo caso, las contrasta con las visiones de todas las personas implicadas. El respeto a las personas y la diversidad de puntos de vista emerge como criterio regulador de las prácticas evaluadoras en la ASC. 2. LA PLANIFICACIÓN DE LA EVALUACIÓN EN ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL Una evaluación es, en esencia, un proceso de recogida y análisis de información que permite conocer la calidad o el valor 2 una actividad o proyecto concreto, en nuestro caso, de ASC. De lo que se trata es de definir cual ha de ser esta información, de donde se va a obtener y qué hay que hacer para conseguirla. El diseño metodológico general pasa por definir y caracterizar la información que se ha de recoger, las fuentes que la pueden proporcionar y los procedimientos, técnicas e instrumentos a través de los cuales se puede acceder a ella. Una de las maneras más simples y, al mismo tiempo, más eficaces de abordar el diseño y puesta en 2 Calidad o valor que puede ir referido al diseño, al desarrollo y a los resultados o efectos, entre otros, de dichas actividades y proyectos. 152

marcha de la evaluación de un proyecto o de una actividad de ASC es aplicar la denominada técnica de las nueve cuestiones. Las respuestas dadas a estas nueve preguntas permiten anticipar el sentido y el contenido de la evaluación a realizar. También, diseñar y planificar todas las acciones que hay que implementar o gestionar para poder desarrollarla. En el Cuadro 1 pueden observarse estas cuestiones y las respuestas correspondientes. CUADRO 1 La técnica de las 9 cuestiones aplicada a la evaluación 1.° Por qué evaluar Fundamentación 2.° Qué evaluar Objeto 3.° Para qué evaluar Finalidad y objetivos 4.° Quién ha de evaluar Recursos humanos 5.° Cómo evaluar Metodología 6.° Con qué evaluar Recursos materiales y funcionales 7.° Cuándo evaluar Calendarización 3 8.° Cuánto va a costar evaluar Recursos económicos y financieros 9.° Dónde se va a evaluar Ubicación La pregunta del por qué se refiere a la fundamentación de la evaluación; es decir, a las razones por las que se hace necesario implementarla en un proyecto de ASC. La respuesta dada a esta cuestión informa sobre el uso de los resultados de la evaluación y sobre sus posibles beneficiarios y se relaciona, en este sentido, con la dimensión de la vulnerabilidad apuntada. Se hace imprescindible para las personas implicadas en el proyecto conocer el por qué de la evaluación dado que les posibilita decidir sobre la implementación o no de la misma. El qué de los procesos evaluativos se refiere a todo aquello que va ser objeto de evaluación y es lo que vamos a caracterizar como la perspectiva del objeto de la evaluación. El para qué se refiere a la finalidad y a los objetivos que persigue la evaluación y se relaciona, en este sentido, con el papel o las funcio nes que aquella cumple en relación con el grupo de participantes y con el propio proyecto. El quiénes hace referencia a las personas encargadas de diseñar y gestionar el proceso evaluador. Dado que, en esta perspectiva, entendemos que todos los implicados en el proyecto participan, también, en la evaluación, vamos a caracterizar este planteamiento como la perspectiva personal de la evaluación. El cómo, por último, se centra en las estrategias metodológicas a seguir para el desarrollo de la evaluación. Es la que vamos a caracterizar como perspectiva metodológica. Estas estrategias condicionarán las respuestas a las cuatro cuestiones restantes: al con qué, al cuánto, al cuándo y al dónde, que se refieren, en general, a los denominados recursos materiales y funcionales. 2.1. El PARA QUÉ de la evaluación de proyectos y procesos de Animación Sociocultural Muchos y muy diversos pueden ser los objetivos a conseguir con la evaluación de proyectos de ASC. En el cuadro 2 pueden verse los que, desde una perspectiva educativa, son objetivos básicos de la evaluación en relación con los grupos y con el proyecto de ASC. 3 La temporización, la economía y la financiación de una actividad o proyecto forman parte de los denominados recursos funcionales al igual que la ubicación corresponde a los recursos materiales. Si los destacamos es por la importancia capital que tienen en toda evaluación. 153

y condicionan el qué, el quién, el cómo, el cuándo, el cuanto y el dón<strong>de</strong> <strong>de</strong> la misma. La mirada<br />

que valora es una mirada que cuestiona. Esta es la razón por la que nos sentimos vulnerables e<br />

intranquilos frente a ella. Por mucho que se nos diga que lo que se evalúa es lo que hacemos, no<br />

po<strong>de</strong>mos separarlo <strong>de</strong> lo que somos. La dimensión crítica y la dimensión <strong>de</strong> la vulnerabilidad<br />

humana se aúnan en este planteamiento. Ambas pue<strong>de</strong>n quedar minimizadas, si no asumidas, en<br />

la perspectiva <strong>de</strong> evaluación colectiva que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos. Es la reciprocidad <strong>de</strong> los actores en la<br />

aceptación <strong>de</strong> la evaluación y la seguridad sobre el uso <strong>de</strong> los resultados, la que pue<strong>de</strong> contribuir<br />

a equiparar y, en consecuencia, a aceptar los sentimientos particulares <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

generados frente a la evaluación.<br />

Una dicotomía clásica es la referida a la objetividad o subjetividad <strong>de</strong> la evaluación. La<br />

perspectiva objetivista busca la objetividad y la liga a la externalidad <strong>de</strong>l proceso, es <strong>de</strong>cir, al<br />

hecho <strong>de</strong> que la evaluación sea realizada por un experto ajeno al grupo en el que se <strong>de</strong>sarrolla el<br />

proyecto. Se presupone que la distancia respecto a éste último evita la contaminación <strong>de</strong>l<br />

experto y le proporciona una visión objetiva. Es la <strong>de</strong>nominada evaluación externa,<br />

heteroevaluación o evaluación <strong>de</strong>l experto. Por el contrario, la perspectiva subjetivista preten<strong>de</strong><br />

que solamente los participantes disponen <strong>de</strong> la información necesaria para la evaluación. Es la<br />

evaluación interna, autoevaluación o evaluación <strong>de</strong> los participantes.<br />

La nueva perspectiva integra ambos procesos. La participación <strong>de</strong> todos los afectados<br />

-en una u otra forma por los resultados <strong>de</strong> la acción- en la evaluación <strong>de</strong> la misma, hace que no<br />

se pueda distinguir, propiamente, un <strong>de</strong>ntro y un fuera. Vamos a enten<strong>de</strong>r, en general, la<br />

objetividad como el resultado <strong>de</strong>l contraste intersubjetivo <strong>de</strong> perspectivas. Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong><br />

vista, aquella se logra a través <strong>de</strong>l contraste entre las evi<strong>de</strong>ncias observadas y las<br />

interpretaciones que hacen <strong>de</strong> las mismas los participantes. Como acertadamente señala<br />

Fernán<strong>de</strong>z-Ballesteros la evaluación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera no implica posibilida<strong>de</strong>s<br />

opuestas e incompatibles sino formas distintas <strong>de</strong> realizar una evaluación (1996, p.34).<br />

Todos estos rasgos distintivos configuran y plantean una visión compleja <strong>de</strong> los procesos<br />

<strong>de</strong> evaluación que vamos a aplicar a las activida<strong>de</strong>s y proyectos <strong>de</strong> ASC. Una evaluación que, en<br />

<strong>de</strong>finitiva, viene a respon<strong>de</strong>r a la propia complejidad <strong>de</strong> dichas activida<strong>de</strong>s y proyectos. El<br />

enfoque que se presenta preten<strong>de</strong> superar las visiones estereotipadas, sean técnicas o<br />

i<strong>de</strong>ológicas. Busca, también, sustituir el control por el aprendizaje y la norma por el consenso.<br />

Es, por último, un enfoque que se sabe y se preten<strong>de</strong> humanista. Esto supone, entre otras cosas,<br />

que no excluye perspectivas externas o autorizadas, pero que, en todo caso, las contrasta con las<br />

visiones <strong>de</strong> todas las personas implicadas. El respeto a las personas y la diversidad <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong><br />

vista emerge como criterio regulador <strong>de</strong> las prácticas evaluadoras en la ASC.<br />

2. LA PLANIFICACIÓN DE LA EVALUACIÓN EN ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL<br />

Una evaluación es, en esencia, un proceso <strong>de</strong> recogida y análisis <strong>de</strong> información que<br />

permite conocer la calidad o el valor 2 una actividad o proyecto concreto, en nuestro caso, <strong>de</strong><br />

ASC. De lo que se trata es <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir cual ha <strong>de</strong> ser esta información, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se va a obtener y<br />

qué hay que hacer para conseguirla. El diseño metodológico general pasa por <strong>de</strong>finir y<br />

caracterizar la información que se ha <strong>de</strong> recoger, las fuentes que la pue<strong>de</strong>n proporcionar y los<br />

procedimientos, técnicas e instrumentos a través <strong>de</strong> los cuales se pue<strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a ella. Una <strong>de</strong><br />

las maneras más simples y, al mismo tiempo, más eficaces <strong>de</strong> abordar el diseño y puesta en<br />

2 Calidad o valor que pue<strong>de</strong> ir referido al diseño, al <strong>de</strong>sarrollo y a los resultados o efectos, entre otros, <strong>de</strong><br />

dichas activida<strong>de</strong>s y proyectos.<br />

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