08.05.2013 Views

LA IMPOSIBLE VOZ - Roderic - Universitat de València

LA IMPOSIBLE VOZ - Roderic - Universitat de València

LA IMPOSIBLE VOZ - Roderic - Universitat de València

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

120<br />

JAUME PERIS B<strong>LA</strong>NES<br />

relación entre viviente y hablante reviste un carácter inasumible,<br />

al igual que los procesos <strong>de</strong> subjetivación y <strong>de</strong>subjetivación,<br />

no pue<strong>de</strong>n coincidir nunca. Tal y como plantea Agamben, es esa<br />

no-coinci<strong>de</strong>ncia la que permite que exista el testimonio, ya que<br />

éste tiene lugar en el no-lugar <strong>de</strong> su articulación: “la intimidad,<br />

que traduce nuestra no-coinci<strong>de</strong>ncia con nosotros mismos, es el<br />

lugar <strong>de</strong>l testimonio” (2000:137) 20 .<br />

20 Esta i<strong>de</strong>a preciosa, que ubica al testimonio literalmente en la falta <strong>de</strong><br />

completud y <strong>de</strong> clausura <strong>de</strong>l sujeto, sólo pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />

suerte <strong>de</strong> ontología <strong>de</strong> la falta, que es la que sostiene –sin que lo formule<br />

como tal– toda la argumentación <strong>de</strong> Agamben. No es <strong>de</strong> extrañar,<br />

dado que no hay posibilidad <strong>de</strong> erigir un discurso ético si una reflexión<br />

ontológica no le prece<strong>de</strong> (Palao, 2000).<br />

Si bien todo el razonamiento que lleva a cabo es <strong>de</strong> una belleza y una<br />

complejidad realmente admirables, creo que es discutible la forma en<br />

que se realiza. En primer lugar, todo el aparataje teórico se realiza a<br />

partir <strong>de</strong> diferentes teorías que son utilizadas como voces <strong>de</strong> autoridad,<br />

no susceptibles a crítica. A<strong>de</strong>más, Agamben se limita a exponerlas<br />

acríticamente en un primer momento, totalmente <strong>de</strong>svinculadas<br />

unas <strong>de</strong> las otras y <strong>de</strong>l problema que estaba examinando. Sólo en un<br />

último momento recupera las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> todas ellas pero dirigiéndolas a<br />

una dirección teórica específica que, realmente, se hallaba ausente en<br />

las teorías originales. Lo que da la impresión es que Agamben utiliza<br />

esas teorías marginales y en <strong>de</strong>suso para legitimar –a partir, más <strong>de</strong> la<br />

belleza y la rareza <strong>de</strong> sus argumentaciones que <strong>de</strong> su rigor– una tesis<br />

previamente establecida, y hacia la cual todas ellas serán conducidas.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esa ‘trampa’ retórica, lo que Agamben está proponiendo es<br />

ni más ni menos que una ontología (no política ni histórica) <strong>de</strong> lo<br />

humano; una ontología que, ciertamente, inscribe a la falta como su<br />

núcleo esencial, a partir <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la imposible conexión entre el ser<br />

viviente y el ser hablante. Pero una ontología que, al fin y al cabo, se<br />

articula sobre una concepción binarista <strong>de</strong>l ser, cuyas dos dimensiones<br />

contrapuestas pue<strong>de</strong>n leerse como una antropologización laica <strong>de</strong> la<br />

separación metafísica entre cuerpo y alma.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!