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Texto en pdf - Derecho y Academia

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Sobre la necesidad de los jueces y de las leyes 73<br />

teología escolástica decad<strong>en</strong>te de fines de la Edad Media y un afán de retornar a<br />

las fu<strong>en</strong>tes originales del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to occid<strong>en</strong>tal, incluidas las obras de los autores<br />

clásicos de la antigüedad. Ti<strong>en</strong><strong>en</strong> así un gran aprecio por las artes liberales,<br />

la historia, la filología, el estudio del griego, la retórica y la sabiduría de los<br />

antiguos autores greco-romanos.<br />

Por una cierta oposición a la escolástica rebuscada y retorcida que ellos han<br />

conocido por los com<strong>en</strong>tarios a la Suma de Tomás de Aquino, su at<strong>en</strong>ción se<br />

vuelve a las obras de San Agustín y, dejando un tanto a un lado al recurrido<br />

Aristóteles, se fijan prioritariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las obras de Platón.<br />

El humanismo es también crítico contra los abusos del clero y de la exageración<br />

<strong>en</strong> ritos, ley<strong>en</strong>das y reliquias inv<strong>en</strong>tadas que se ha adherido a la fe de la<br />

cristiandad. En este s<strong>en</strong>tido, son partidarios de una reforma que permita rejuv<strong>en</strong>ecer<br />

a la Iglesia y fom<strong>en</strong>tar una devoción más sincera y personal de los fieles.<br />

Entre estas medidas de reforma les parece necesario volver a los textos de la<br />

Biblia, e incluso int<strong>en</strong>tar una mejor compr<strong>en</strong>sión de los textos griegos superando<br />

la traducción de la Vulgata, completada por San Jerónimo mucho antes de<br />

que se adquirieran los nuevos conocimi<strong>en</strong>tos filológicos.<br />

La reforma que propician los humanistas, sin embargo, es una reforma con y<br />

d<strong>en</strong>tro de la Iglesia, y no contra ella. Es de notar que los Papas de ese tiempo<br />

fueron simpatizantes y protectores del movimi<strong>en</strong>to humanista, e incluso alguno<br />

de ellos puede ser incluido <strong>en</strong> la misma categoría 9 .<br />

Pero la Iglesia no está m<strong>en</strong>os necesitada de reforma, según estos p<strong>en</strong>sadores,<br />

que la misma sociedad política. Los vicios sociales como la hipocresía, la avaricia,<br />

el abuso de los clérigos irritan a los humanistas que les dirig<strong>en</strong> dardos afilados<br />

por el ing<strong>en</strong>io, la ironía y el sarcasmo como modo de sacudir y despertar la<br />

reacción de la comunidad.<br />

La postura del humanismo fr<strong>en</strong>te a las posibilidades de purificación y reforma<br />

es más optimista que pesimista. P<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> Cristo como perfectus homo,<br />

estiman que el hombre puede alcanzar, a través de la sabiduría y el cultivo de su<br />

intelig<strong>en</strong>cia y voluntad, la rectitud y la honorabilidad que pued<strong>en</strong> mejorar la<br />

sociedad. Tal convicción los impulsa a propiciar la fuerza de la virtud, que puede<br />

ser alcanzada y fortalecida por una bu<strong>en</strong>a y consist<strong>en</strong>te educación.<br />

Esta misma idea la aplicaban a los gobernantes y a los príncipes que, con<br />

bu<strong>en</strong>os consejeros, podían ser virtuosos y educados <strong>en</strong> las artes liberales, lo que<br />

reforzaría su devoción y santidad. De este modo, los humanistas p<strong>en</strong>saban no<br />

sólo <strong>en</strong> una reforma de la Iglesia, sino también <strong>en</strong> una reforma de la vida política<br />

y de las relaciones internacionales <strong>en</strong>tre los reinos cristianos. La concordia y<br />

9 Como Tomás Per<strong>en</strong>tucelli que <strong>en</strong> 1447 fue elevado a la cátedra de San Pedro como Nicolás<br />

V. Cfr. L. SUÁREZ, Luis, Humanismo y reforma católica, Libros MC, Madrid, pp. 165-167.

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