Texto en pdf - Derecho y Academia
Texto en pdf - Derecho y Academia
Texto en pdf - Derecho y Academia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Sobre la necesidad de los jueces y de las leyes 101<br />
nas obras sino incluso cuando se comet<strong>en</strong> todo tipo de crím<strong>en</strong>es: “Pero este sujeto<br />
pi<strong>en</strong>sa que predicar la fe verdaderam<strong>en</strong>te es nada más que predicarla como<br />
él mismo lo ha hecho a m<strong>en</strong>udo, esto es, que la sola fe basta no sólo sin las bu<strong>en</strong>as<br />
obras, sino incluso con crím<strong>en</strong>es de todo tipo; los cuales, según él dice, no<br />
pued<strong>en</strong> dañar al cristiano si su fe permanece firme o retorna”. De esta forma,<br />
explica Moro interpretado la doctrina de la sola fides, si algui<strong>en</strong> mi<strong>en</strong>tras comete<br />
un crim<strong>en</strong> cree que esto no puede dañarle por su fe <strong>en</strong> la promesa de Dios<br />
o, si cree m<strong>en</strong>os firmem<strong>en</strong>te mi<strong>en</strong>tras comete el crim<strong>en</strong> pero después deja que<br />
su fe retorne, no t<strong>en</strong>emos que dejarle que se lam<strong>en</strong>te de lo sucedido o que se<br />
torture con una inútil contrición. “Seguram<strong>en</strong>te, si el pueblo creyera <strong>en</strong> esta fe<br />
luterana, v<strong>en</strong>dría muy pronto a decir verdaderam<strong>en</strong>te que las leyes no obligan a<br />
nadie, pero el pueblo sin ley se precipitaría rápidam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> toda suerte de crím<strong>en</strong>es”<br />
98 .<br />
4. El derecho positivo y la prev<strong>en</strong>ción de la arbitrariedad<br />
Finalm<strong>en</strong>te, Moro <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta la cuestión de si es mejor que haya bu<strong>en</strong>os magistrados<br />
que decidan sin leyes los casos que se pres<strong>en</strong>tan a su decisión, que es<br />
lo que Lutero había afirmado <strong>en</strong> su libro sobre la Cautividad Babilónica de la<br />
Iglesia. “¿Quién no ve lo absurdo que es esto?”, exclama el refutador de Lutero,<br />
qui<strong>en</strong> podía dar fe de haber sido un probo e íntegro magistrado, con mucho conocimi<strong>en</strong>to<br />
del Evangelio, pero que no podía p<strong>en</strong>sar que hubiera hecho mejor<br />
justicia sin la ayuda de un cuerpo de derecho escrito y establecido.<br />
¿Por qué, se pregunta Moro, los bu<strong>en</strong>os magistrados públicos van a ser m<strong>en</strong>os<br />
justos cuando establec<strong>en</strong> leyes g<strong>en</strong>erales que cuando conduc<strong>en</strong> un tribunal<br />
de justicia? Como si previera su propia suerte, advierte que <strong>en</strong> los tribunales<br />
“ocurr<strong>en</strong> muchas cosas que pued<strong>en</strong> destruir al inoc<strong>en</strong>te”.<br />
Su propia experi<strong>en</strong>cia le hace afirmar <strong>en</strong> contra de Lutero: “difícilm<strong>en</strong>te alguna<br />
s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia es dictada con justicia si no es dictada conforme a alguna ley<br />
establecida” (“quod uix ullum iuste redditur iudicium: quo non ex aliqua lege<br />
lata redditur”) 99 .<br />
Moro distingue lo que son los preceptos religiosos, éticos o de derecho natural<br />
de las Escrituras, de lo que es el necesario derecho positivo. Señala, por<br />
ejemplo, que “Dado que la ley del Evangelio no atribuye posesiones ni la sola<br />
razón prescribe las formas de determinar la propiedad”, esto último competerá<br />
al derecho positivo. Hace la salvedad de que la razón puede determinar formas<br />
firmada el 31 de octubre de 1999, <strong>en</strong> Ausburgo, Alemania. Cfr. texto disponible <strong>en</strong><br />
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/docum<strong>en</strong>ts/rc_pc_chrstuni_doc_3110199-<br />
9_cath-luth-joint-declaration_sp.html, cfr. Nº 37 a 39.<br />
98 T. MORO, Responsio… cit., p. 279.<br />
99 T. MORO, Responsio… cit., p. 277.