Varios monitor

2.- Perdón.
" Casi siempre he tenido buenas relaciones con el Señor. Le pedía cosas, conversaba con
El... pero siempre tuve la incómoda sensación de que El deseaba que le mirara a los
ojos, cosa que yo no hacía, pues me daba verguenza de todos mis pecados. Pensaba que
en sus ojos iba a encontrar una mirada de reproche por algún pecado del que no me
hubiera arrepentido. Al fin, un día reuní el suficiente valor y miré. No había en sus ojos
reproches ni exigencias. Sus ojos se limitaban a decir: "Te quiero". Me quedé mirando
fijamente durante largo tiempo y allí seguía el mismo mensaje: "Te quiero". Y al igual
que Pedro, salí fuera y lloré."
Jesús, estás deseando que vayamos a pedirte perdón por todas las cosas que hemos
hecho mal. Por eso podemos dedicar estos momentos a mirar sinceramente nuestra vida
y reconocer ante Ti que me amas:
Lo que hice mal en relación con Dios.
Lo que hice mal con relación a los demás.
Lo que hice mal en relación conmigo mismo.
(Momento de silencio) ( Podemos compartir en alto).
Oremos: María, mujer de nuestro mundo, madre de todos los hombres, venimos a ti para
pedirte que des fuerza a nuestros pies cansados, que nos des la paz, que nos lleves a
Jesús, que pongas dulzura en nuestras vidas. Madre, que seamos buenos.
3.- Ofrecimiento.
Y ahora que me he sincerado con Jesús, quiero hacer la promesa de ser mejor. Dicen
que hay quienes luchan un día y son buenos. Hay quienes luchan un año y son mejores.
Y hay quienes luchan toda una vida, esos son los imprescindibles. Nosotros queremos
tener ideales muy altos y no quedarnos en la mediocridad, por eso nos vamos a
proponer metas altas para esta semana en relación con Dios, con los demás y con
nosotros mismos para cada día.
(Momento de silencio) (Se puede compartir)
Oremos: María, muchas veces en nuestra vida hemos sentido que Dios es importante.
Unas veces en cosas grandes, otras en pequeños detalles, casi sin importancia. Algunas
veces hemos dicho que sí y otras... no. Poe eso te pedimos que como Tú, tengamos
siempre preparado nuestro SI, grande y generoso, que nunca digamos a Dios que no.
Madre, enséñanos a decir SI.
4.- Petición.
Un hombre que paseaba por el bosque, vió un zorro que había perdido sus patas,
por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces, vió llegar a un
tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la
carne para el zorro. Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del
mismo tigre. El hombre comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo
a sí mismo: "Voy a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y Este
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