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Junio de 2012 - El Pitic

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

<strong>de</strong> espinas. Sus papás lo embicharon, y lo comenzaron a <strong>de</strong>sespinar <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, mientras él lanzaba aullidos <strong>de</strong> dolor.<br />

Los colonos originales <strong>de</strong> la Colonia Villa San Ignacio fueron don Vicente<br />

Durazo, Ignacio Bennett, José Amor Bartolini, Manuel Garfel, Eduardo Grijalva,<br />

Lino Jáuregui, Timoteo Moreno, Vicente Urías, Santiago Durazo, Raúl<br />

González, Guillermo González y Rafael Martínez. Unos procedían <strong>de</strong> Óputo<br />

(Villa Hidalgo), otros <strong>de</strong> Cumpas, otros <strong>de</strong> Granados y otros <strong>de</strong> Nacozari.<br />

Pero por razones económicas habían coincidido en el mineral <strong>de</strong> Pilares. Así<br />

que todos ellos consi<strong>de</strong>ran a “La Pilareña” <strong>de</strong> don Silvestre Rodríguez, una<br />

especie <strong>de</strong> himno nacional. Cuando “paró Pilares” se establecieron en Villa<br />

San Ignacio. Esto provocó a su vez que familiares <strong>de</strong> los socios se trasladaran<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sus distintos pueblos <strong>de</strong> origen a este campo. Bennett y Martínez<br />

sólo duraron unos años en la Colonia, y luego traspasaron sus <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

pozo. Ignacio Bennett vendió su <strong>de</strong>recho a la Sociedad, y Rafael Martínez a<br />

Ramón Ángel Bennett, quien posteriormente vendió su <strong>de</strong>recho a Apolonio<br />

Jáuregui. Ignacio Bennett radicó en Hermosillo, y se constituyó en uno <strong>de</strong><br />

los pioneros <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> transporte público <strong>de</strong> la ciudad, junto con sus<br />

hijos Ramón Ángel, Julián, Lupita y María Jesús. Iniciaron con la “pericas”,<br />

y luego pasaron a los “ruleteros”.<br />

¿QUIÉN FUNDÓ EL POBLADO MIGUEL ALEMÁN (LA “12”)?<br />

Entre paréntesis señalamos que un hermano <strong>de</strong> don Ignacio, Francisco Bennett<br />

y su esposa Guadalupe Durazo, hermana <strong>de</strong> don Vicente, originarios<br />

<strong>de</strong> Óputo, fueron <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong> lo que hoy es el Poblado Miguel<br />

Alemán, junto con el sr. Oloño, “el Sordo” Arroyo, y Cipriano y Magdalena<br />

Murrieta. Mi tío Francisco y su familia vivían y trabajaban en la Colonia Villa<br />

San Ignacio, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laborar en otros campos agrícolas, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />

1961 <strong>de</strong>cidieron trasladarse y probar fortuna en la confluencia <strong>de</strong> la Calle<br />

12 y carretera a Kino, con un comedor en el que atendían a los trabajadores<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>spepitadora Volkart, la “petroquímica”, don<strong>de</strong> surtían amoníaco y<br />

fertilizantes, y una gasolinera. <strong>El</strong> comedor <strong>de</strong> láminas <strong>de</strong> cartón estaba en la<br />

cuneta <strong>de</strong> la carretera a Kino, y ellos vivían contiguamente. La hija mayor <strong>de</strong><br />

mis tíos, María Jesús Bennett Durazo, se encargaba <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong> chuchulucos<br />

en la obra <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> lo que sería la clínica <strong>de</strong>l IMSS. Aparte<br />

<strong>de</strong> estas 4 ó 5 familias, nadie más vivía allí, ya que los trabajadores <strong>de</strong> las<br />

empresas <strong>de</strong> este crucero iban y venían diariamente a sus campos. En el<br />

restaurant “Los Arbolitos” y “OK” mpezaron a aten<strong>de</strong>r a los troqueros que<br />

venían <strong>de</strong> los distintos rincones <strong>de</strong> la Costa hacia Hermosillo, así como a los<br />

albañiles <strong>de</strong> la clínica <strong>de</strong>l IMSS y a los trabajadores <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spepitadora, <strong>de</strong><br />

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la petroquímica y <strong>de</strong> la gasolinera que se acababan <strong>de</strong> instalar también allí.<br />

<strong>El</strong> señor Oloño atendía el restaurant “OK” y mis tíos “Los Arbolitos”. Nunca<br />

se imaginaron en lo que se convertiría esos humil<strong>de</strong>s puestos <strong>de</strong> alimentos<br />

a más <strong>de</strong> 50 años <strong>de</strong> distancia. Hoy es una comunidad con más <strong>de</strong> treinta<br />

mil habitantes llamada Poblado Miguel Alemán, fundado oficialmente en<br />

1964, con humil<strong>de</strong>s orígenes en mis tíos y sus 4 vecinos en 1962. Para los<br />

que vivíamos en la Costa sigue siendo “la 12”. Estos pilareños eran tenaces y<br />

pioneros, y merecen un reconocimiento a su esfuerzo y tenacidad.<br />

POBLACIÓN DE VILLA SAN IGNACIO<br />

Volviendo a Villa San Ignacio, mientras la perforadora trabajaba para sacar<br />

muestras para los químicos y geólogos <strong>de</strong>l terreno don<strong>de</strong> se ubicaría el<br />

pozo, los colonos continuaban su labor <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte. Cuando se perforó el<br />

pozo se reunieron los colonos con sus familias alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la perforadora<br />

para ver qué suce<strong>de</strong>ría. Se llenaron <strong>de</strong> asombro cuando <strong>de</strong> repente surgió<br />

por primera vez <strong>de</strong> las entrañas <strong>de</strong> la tierra el chorro <strong>de</strong> agua que daba inicio<br />

a las operaciones agrícolas en San Ignacio. Los primeros días salían chorros<br />

<strong>de</strong> lodo, pero luego el agua salió clara y limpia. Era todo un espectáculo ver<br />

cómo se elevaba aquel po<strong>de</strong>roso chorro hasta unos 15 ó 20 metros sobre el<br />

suelo. Los operadores <strong>de</strong> la perforadora no hallaban la manera <strong>de</strong> alejar a la<br />

gente <strong>de</strong>l pozo y <strong>de</strong> la maquinaria por el regocijo que sentían estas familias<br />

<strong>de</strong> ver realizados uno <strong>de</strong> sus más añorados sueños. Los colonos había excavado<br />

a pico y pala los canales y acequias que conducirían a los diferentes<br />

cuadros <strong>de</strong> siembra el preciado líquido, y ahora el agua podía fluir libremente<br />

a través <strong>de</strong> unos 15 km <strong>de</strong> canales.<br />

Una vez confirmada la existencia <strong>de</strong> mantos freáticos susceptibles <strong>de</strong> extracción<br />

<strong>de</strong> agua a gran escala, inició la instalación <strong>de</strong> la bomba extractora<br />

<strong>de</strong> pozo profundo. Este primer pozo funcionaba con un motor diesel. Dio<br />

inicio también la construcción <strong>de</strong> casas en esta Colonia. En los campos que<br />

les precedieron, los trazos <strong>de</strong>l área poblacional eran irregulares, quedando<br />

las casas don<strong>de</strong> mejor convenía a los colonos; pero en Villa San Ignacio <strong>de</strong>cidieron<br />

trazar una calle y poner las casas una frente a la otra, en terrenos <strong>de</strong><br />

unos 1000 m2, en los cuales cada colono construyó inicialmente su ramada<br />

con horcones y pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ocotillo. Iban por el ocotillo hasta cerca <strong>de</strong> Kino,<br />

don<strong>de</strong> abundaba, y lo usaban para las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las ramadas y para los<br />

cercos divisorios <strong>de</strong>l terreno. Era tan fértil el suelo virgen, que el ocotillo <strong>de</strong><br />

los cercos rever<strong>de</strong>cía y floreaba, dándoles un aspecto alegre y vivo. Después<br />

construyeron casas con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adobes y techos <strong>de</strong> lámina o petates recubiertos<br />

con “tierra muerta”; forestaron sus lotes con pinos, eucaliptos, sau-

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