Junio de 2012 - El Pitic
Junio de 2012 - El Pitic
Junio de 2012 - El Pitic
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
16 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />
crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />
perforación y equipamiento <strong>de</strong> unos 500 pozos profundos. La autorización<br />
ya estaba, ahora faltaban los recursos para iniciar operaciones.<br />
DESMONTE Y COLONIZACIÓN DE LA ZONA “MINEROS DE PILARES”<br />
A finales <strong>de</strong> 1948, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 170 ex-mineros <strong>de</strong> Pilares obtuvieron la posesión<br />
<strong>de</strong> 5000 hectáreas remotas y completamente enmontadas al poniente<br />
<strong>de</strong> lo que hoy es la Calle 28 Sur, a unos cuantos kilómetros <strong>de</strong> la carretera a<br />
Bahía Kino. <strong>El</strong> área estaba llena <strong>de</strong> mezquite, palo fierro, sahuaro, biznaga,<br />
palo ver<strong>de</strong>, y toda clase <strong>de</strong> planta típica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto sonorense. Allí iniciaron<br />
la Colonia Mineros <strong>de</strong> Pilares (la Pilares) como centro <strong>de</strong> operaciones y<br />
colonización <strong>de</strong>l área. Muchos <strong>de</strong> estos ex-mineros habían estado trabajando<br />
en Hermosillo emporalmente, así que no se asentaron todos a la vez. Entre<br />
los trabajos en que participaron en Hermosillo está la construcción <strong>de</strong>l Blvd.<br />
Rodríguez, incluyendo la plantación <strong>de</strong> los yucatecos que hoy sombrean dicho<br />
boulevard, así como el excavado y embovedado <strong>de</strong>l canal <strong>de</strong> riego para<br />
el Parque Ma<strong>de</strong>ro. Algunos venían con mentalidad <strong>de</strong> clase alta <strong>de</strong> Pilares,<br />
y el agreste terreno aunado a la soledad y a la distancia <strong>de</strong> Hermosillo, los<br />
hicieron <strong>de</strong>sistir y retornaron a la vida urbana; así que solos o con familia,<br />
unos cuantos tenaces y esforzados colonos se establecieron allí. Construyeron<br />
casas a base <strong>de</strong> horcones y varas <strong>de</strong> ocotillo, en virtud <strong>de</strong> que planeaban<br />
permanecer allí por poco tiempo. Otros llegaron y se cobijaron en gallineros,<br />
adaptándolos para una estancia breve en ese lugar en lo que les asignaban<br />
su terreno. Entre ellos venían don Vicente Durazo Ríos e Ignacia Llánez<br />
Ruiz, abuelos <strong>de</strong> quien esto escribe y padres <strong>de</strong> don Quirino Durazo Llánez,<br />
quien es el último sobreviviente <strong>de</strong> los colonos que fundaron la Colonia Villa<br />
San Ignacio, y expositor <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los hechos que narramos a continuación.<br />
Dice don Quirino Durazo que paulatinamente comenzaron a establecerse<br />
más colonos en la Pilares, y conforme se formaban grupos <strong>de</strong> 12, se entregaban<br />
recursos crediticios para la perforación y equipamiento <strong>de</strong>l pozo a<br />
perforar, y a la colonia le iban asignando el nombre por or<strong>de</strong>n numérico; así<br />
surgió el 1, el 2, el 3 y el 4. Para que la máquina llegara al lugar <strong>de</strong> perforación<br />
en cada pozo, ellos tenían que abrir brecha a punta <strong>de</strong> hacha y machete<br />
por en medio <strong>de</strong>l monte; no había maquinaria ni tampoco recursos para rentarla,<br />
menos para comprarla.<br />
En 1951, una vez establecidos estos campos, el presi<strong>de</strong>nte Miguel Alemán<br />
autorizó recursos para más pozos y se abrió brecha en el monte hasta el área<br />
don<strong>de</strong> estaría el siguiente campo a colonizar.<br />
Ya no se le asignó número sino que se <strong>de</strong>cidió llamarlo Colonia Villa San<br />
Ignacio en honor al patrono <strong>de</strong> Óputo, pero algunos <strong>de</strong>cían que en reali-<br />
dad había sido propuesto por don Vicente Durazo en honor a mi magran<strong>de</strong><br />
(abuela) Nacha, su esposa, ya que la amaba muchísimo. ¡Ése sí es amor!<br />
Miren que <strong>de</strong>dicarle todo un campo a su esposa.<br />
Los colonos vivían en la Pilares o el campo 4, y diariamente se trasladaban al<br />
área <strong>de</strong> 300 hectáreas asignadas para <strong>de</strong>smontarlas en lo que sería San Ignacio.<br />
Aunque estaban en medio <strong>de</strong> la nada, existían tres ranchos que servían<br />
como refugio en caso <strong>de</strong> emergencia; uno era el ranchito Bella Vista, otro<br />
San Nicolás y otro <strong>El</strong> Abanico, los cuales tenían ya varios años en funcionamiento<br />
en estas aisladas regiones. En <strong>El</strong> Abanico se había construido una<br />
casa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra estilo americano por un buscador <strong>de</strong> tesoros que provenía<br />
<strong>de</strong> ese país. Nunca encontró el tesoro, pero la casa sigue en pie hasta hoy, y<br />
ese campo sigue en operaciones. Años <strong>de</strong>spués uno <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong><br />
<strong>El</strong> Abanico <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong>l lugar, y al tiempo reapareció con carro <strong>de</strong>l año<br />
y resi<strong>de</strong>ncia en la colonia <strong>Pitic</strong> <strong>de</strong> Hermosillo. Se rumoraba que encontró el<br />
tesoro, lo cual él mismo afirmó posteriormente.<br />
Mi pagran<strong>de</strong> (abuelo) Vicente Durazo era el velador <strong>de</strong> los terrenos que se<br />
estaban <strong>de</strong>smontando y vivía en una ramada <strong>de</strong> horcones con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
ocotillo. Colonos e hijos que podían hacerlo se presentaban cada día con<br />
hacha, palas, picos y machetes al <strong>de</strong>smonte. Los colonos no tenían ingresos<br />
para su sustento, así que conforme iban <strong>de</strong>smontando, juntaban la leña y<br />
la entregaban a los leñeros a cambio <strong>de</strong> alimento; no querían dinero. Pero<br />
como para tratar con los leñeros tenían que esperar a que éstos vinieran a<br />
Hermosillo y vendieran la leña, unas 20 horas <strong>de</strong> ida y vuelta porque no<br />
había carretera sino terracería y brechas, los colonos solicitaron al presi<strong>de</strong>nte<br />
Miguel Alemán que les ayudara para ser ellos los propios transportistas y<br />
ven<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la leña que recolectaban. <strong>El</strong> presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República les<br />
proporcionó un troque para ello, y entonces sí agilizaron el transporte y venta<br />
<strong>de</strong> la leña producto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte. Esto les permitió tener recursos para<br />
sostener a sus familias en lo que <strong>de</strong>smontaban palmo a palmo las hectáreas<br />
que les correspondían.<br />
Las labores <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte continuaban a mano, sin maquinaria alguna, pero<br />
el entusiasmo por lo que iban a obtener era tan gran<strong>de</strong> que no se cansaban, y<br />
cuando por las tar<strong>de</strong>s volvían al Campo 4 ó a la Pilares, agarraban los guantes<br />
<strong>de</strong> beisbol y seguían jugando hasta que el cuerpo aguantara.<br />
Cuando hacían el <strong>de</strong>smonte apartaban la leña para venta, y <strong>de</strong>jaban las ramas<br />
amontonadas, y cuando <strong>de</strong>rribaban un sahuaro, quedaban las varas regadas<br />
en el sitio; todo esto con el fin <strong>de</strong> quemarlas posteriormente. Luego<br />
se hacían las fogatas, y la lepada hacía garrochas <strong>de</strong> raíz <strong>de</strong> mezquite, y<br />
saltaban sobre la fogata. Si no lograban cruzar, caían en las brasas o en las<br />
espinas. Uno <strong>de</strong> ellos no alcanzó a cruzar, y se le llenó ya se imagina don<strong>de</strong><br />
VISITE NUESTRA PAGINA WEB: Fotos y artículos varios www.elpitic.com