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Junio de 2012 - El Pitic

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La Casa Hogar La Provi<strong>de</strong>nCia<br />

feLizmente está CeLebrando su<br />

50 aniversario bodas <strong>de</strong> oro<br />

muCHo agra<strong>de</strong>Cerá su regaLo<br />

en esPeCie o en efeCtivo.<br />

graCias<br />

rayón y fronteras 82 CoL. 5 <strong>de</strong> mayo<br />

teL. (662) 213-45-67<br />

Te esperamos en:<br />

cerveza bien fría. Or<strong>de</strong>ne al<br />

044 (6621) 20-85-32<br />

Morelia Esq. con Carbó.<br />

(a espaldas <strong>de</strong>l Parque Infantil).<br />

Año X Número 133 <strong>Junio</strong> <strong>2012</strong> Edición Mensual Hermosillo <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong>, Sonora. Antes Villa <strong>de</strong>l <strong>Pitic</strong><br />

HOTEL SUITES KINO<br />

La historia <strong>de</strong> un hotel... PÁG. 9, 12, 13<br />

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2 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

DIRECTORIO<br />

<strong>El</strong> hombre joven no tiene memoria<br />

Más tar<strong>de</strong>, goza al recordar<br />

vivencias pasadas.<br />

Y mucho más tar<strong>de</strong>, vive <strong>de</strong> ellas.<br />

Fundador<br />

Arnoldo Salazar Woolfolk+<br />

Director<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

H. Rangel Lugo No. 139<br />

esq. 5 <strong>de</strong> Febrero.<br />

Barrio La 5 <strong>de</strong> Mayo.<br />

Tel. 217-28-04, 215-34-56 y<br />

(6621) 73-81-22<br />

andra<strong>de</strong>_nando@yahoo.com.mx<br />

Distribución<br />

Diego Redo Hoeffer<br />

Lic. Armando Gastélum Alcaraz<br />

Impreso en los talleres <strong>de</strong><br />

Editorial <strong>El</strong> Auténtico, S.A. <strong>de</strong> C.V.<br />

Reg. en Trámite<br />

En el pasado mes <strong>de</strong> Mayo,<br />

celebramos el Día <strong>de</strong> las Madres<br />

y el Día <strong>de</strong>l Maestro, dos fechas<br />

en las que <strong>de</strong> alguna manera los<br />

humanos tenemos la oportunidad<br />

<strong>de</strong> mostrar a esos dos personajes<br />

todo el agra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> que<br />

somos capaces y cuando menos<br />

en esos días, tratar <strong>de</strong> hacerles<br />

sentir todo el cariño y con mucha<br />

dulzura reconocer y retribuir en<br />

mínima parte toda la gratitud <strong>de</strong><br />

que somos capaces, consi<strong>de</strong>rando<br />

el enorme sacrificio que hicieron<br />

para conducirnos en la parte<br />

medular <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> nuestra<br />

aventura por esta vida.<br />

Jamás <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> ser la parte<br />

más importante <strong>de</strong> nuestra<br />

educación, apoyando el viejo<br />

adagio que dice que la educación<br />

“se mama”, originalmente<br />

en el hogar y posteriormente<br />

en el interior <strong>de</strong> las aulas, en<br />

que la formación <strong>de</strong>l humano<br />

toma la forma y el sen<strong>de</strong>ro que<br />

lo conducirá hacia el triunfo,<br />

mediante los conocimientos<br />

que nos proporcionan nuestros<br />

queridos “MAESTROS”, así, con<br />

mayúsculas.<br />

Cuando acudimos a nuestros<br />

recuerdos, siempre y sin duda<br />

acu<strong>de</strong> a nuestra memoria el<br />

recuerdo imperece<strong>de</strong>ro <strong>de</strong><br />

un Maestro o Maestra que<br />

nos marcaron y que en algún<br />

momento superaron el cariño que<br />

sentimos por nuestros padres,<br />

dicho así, suena hasta un poquito<br />

exagerado, pero no es más que<br />

la legítima verdad, una verdad<br />

<strong>de</strong> a kilo que nos hace evocar <strong>de</strong><br />

inmediato la mano bienhechora<br />

que nos recibió cuando por<br />

primera vez arribamos a la<br />

Escuela y que sin conocerla y sin<br />

saber jamás <strong>de</strong> su existencia, <strong>de</strong><br />

inmediato la convertimos en la<br />

efigie que venía a tomar forma<br />

como nuestra “hada protectora”,<br />

en la figura materna con la que<br />

pasábamos el mayor tiempo <strong>de</strong><br />

nuestros infantiles días.<br />

MADRES <strong>de</strong>l universo,<br />

E d i t o r i a l<br />

MAESTROS y MAESTRAS <strong>de</strong>l<br />

mundo, nunca la humanidad<br />

tendrá una <strong>de</strong>uda más gran<strong>de</strong><br />

y que jamás pagaremos, todos<br />

los días <strong>de</strong>bemos recordarlas<br />

y estarles eternamente<br />

agra<strong>de</strong>cidos.<br />

VALE<br />

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4 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

a ojos <strong>de</strong> teCoLote...<br />

cuando los salineros, que así se llamaban a los Seris <strong>de</strong> la costa cercana,<br />

invadían la al<strong>de</strong>a para llevar a cabo sus matanzas y pillerías.<br />

Pasada la embestida regresaban, y curiosamente aliados poco a poco con<br />

miembros <strong>de</strong> otras tribus pacificadas que llegaban a guarecerse; unidos<br />

por su pacifismo y por el evangelio que les habían traído los padrecitos,<br />

crecía un núcleo abigarrado, que buscaba la manera <strong>de</strong> prepararse para<br />

repeler una nueva intrusión y no verse obligados a alejarse <strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong><br />

promisión don<strong>de</strong> practicaban la agricultura y la cría <strong>de</strong> algunos animales.<br />

Una <strong>de</strong> esas veces, como en las fábulas humanas, acertó a pasar por el<br />

lugar un séquito en estos tiempos incomprensible, una veintena <strong>de</strong><br />

hombres: soldados y misioneros.<br />

Avistados al norte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy lejos, por los correos que dieron noticia a los<br />

caciques <strong>de</strong> la al<strong>de</strong>a, tuvieron un singular y afectuoso recibimiento, buen<br />

refrigerio y la comodidad <strong>de</strong> un alojamiento hasta don<strong>de</strong> las condiciones<br />

lo permitían, en chozas <strong>de</strong> carrizo y lodo, ambos <strong>de</strong> la Ciénega cercana.<br />

Despunta el alba al día siguiente. La gente se ha levantado muy temprano.<br />

Crece la columnilla <strong>de</strong> humo que anuncia el perol <strong>de</strong>l rico <strong>de</strong>sayuno que<br />

han <strong>de</strong> servir las mujeres mayores.<br />

A media mañana, ya lavados en el lago, se ofreció una misa en el lugar.<br />

A falta <strong>de</strong> capilla, se aprovechó una choza amplia que se <strong>de</strong>stinaba a las<br />

reuniones <strong>de</strong> los indios, preparada para el efecto, completándose el techo<br />

y adornada con algunas flores que crecían en los márgenes <strong>de</strong> la laguna<br />

y en la pra<strong>de</strong>ra cercana.<br />

<strong>El</strong> oficio que resultó solemne por la entregada participación <strong>de</strong> todos<br />

los misioneros, por la reverencia y el respeto <strong>de</strong> los oyentes y por lo<br />

extraordinario <strong>de</strong> la ocasión, lo encabezó el misionero Jesuita itinerante <strong>de</strong><br />

la Or<strong>de</strong>n, que iba al mando <strong>de</strong>l grupo y evangelizaba el territorio y quien<br />

inspirado por las condiciones en que se encontraban, pronunció un cálido<br />

sermón, agra<strong>de</strong>ciendo a Dios la pródiga naturaleza <strong>de</strong>l lugar, invitando a<br />

la paz, la unidad y al trabajo, para el crecimiento en el evangelio <strong>de</strong> Cristo.<br />

De tal manera ardiente fue la homilía, que hasta los que no le entendieron<br />

se sintieron conmovidos y creyentes.<br />

Resultaba curioso ver aquel grupo, disímbolo y extraño; indios y<br />

peninsulares; el clérigos y soldados; conquistadores y conquistados,<br />

unidos por su visible fe.<br />

Terminado el ritual, el militar en jefe, que en aquel entonces recorría las<br />

llanuras en avanzadas punitivas contra los indios rebel<strong>de</strong>s y hoy protegía<br />

el peregrinaje <strong>de</strong> la misión religiosa; auxiliado en la propia autoridad <strong>de</strong>l<br />

misionero, cautivado por el promisorio y bello entorno <strong>de</strong>l paisaje, que<br />

era a<strong>de</strong>más a sus ojos <strong>de</strong> militar un sitio estratégico, y entusiasmado<br />

por la aparente reciedumbre <strong>de</strong> sus habitantes dirigió a los nativos un<br />

alentador mensaje, ofreciéndoles cuidados y respaldos.<br />

Les or<strong>de</strong>nó que nunca más <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> habitar ese lugar, y obteniendo<br />

juramento <strong>de</strong> ellos, les hizo solemne promesa <strong>de</strong> que en a<strong>de</strong>lante sería<br />

reconocido y protegido por el Rey <strong>de</strong> España, procediendo enseguida a<br />

darle nombre cristiano al poblado, fundando así, lo que acordó junto con<br />

los misioneros en llamar La Santísima Trinidad <strong>de</strong>l Pitiquín.<br />

Así <strong>de</strong> sencillo nació el <strong>Pitic</strong>, justo al lado <strong>de</strong>l río que le dio la vida así<br />

como su nombre. <strong>El</strong> recuerdo <strong>de</strong> estos ojos y el reporte escrito que hizo<br />

el militar <strong>de</strong>l hecho, y que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> siglos rescató hace poco para estas<br />

tierras Don Juan Antonio Ruibal Corella, ilustre varón, gran historiador y<br />

perdido enamorado <strong>de</strong> Sonora, son lo único que existe; lo <strong>de</strong>más es sólo<br />

ilusión.<br />

La mañana <strong>de</strong>l suceso era tranquila. <strong>El</strong> sol brillante irradiaba un calor<br />

que anunciaba con claridad la inclemencia <strong>de</strong>l verano que se avecinaba.<br />

Yo en aquel entonces empezaba a adquirir la costumbre <strong>de</strong> observar a<br />

los hombres y pu<strong>de</strong> advertir el temple estoico <strong>de</strong>l barbado militar, que<br />

proyectaba en sus ojos claros, ventanas <strong>de</strong> un rostro curtido y la certeza<br />

<strong>de</strong> estar cumpliendo con una misión para la que había sido elegido por<br />

el cielo.<br />

(Continuará en el próximo número)<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

EXPERIENCIAS IMBORRABLES DE LA NIÑEZ<br />

Faltaban más <strong>de</strong> 10 días para dar inicio a nuestras vacaciones gran<strong>de</strong>s en la escuela y ya<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces nos reuníamos a planear lo que íbamos a hacer durante los días que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

hacía rato esperábamos. En la tapiecita chapita <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Cabezón Martínez haciendo un<br />

semicírculo, encaramados en un montón <strong>de</strong> arena, nos encontrábamos una chamuchina <strong>de</strong><br />

plebes <strong>de</strong>l barrio: <strong>El</strong> Gortárez, <strong>El</strong> “Lichón” Duarte, Pepe el “Sahuarón” López, Roberto “<strong>El</strong><br />

Negro” Félix, Manuel “Colorado” Ruiz, Astolfo “Mocho” Morales, Luis “Rábano” Pérez,<br />

“<strong>El</strong> Pelucas” Moreno, Alberto “Rabietas” Palacios, Luis “Pecoso” Vega, Gustavo “Tobozo”<br />

Ruelas, Roberto “Tatete” Villa, Marco Antonio Alvarado, Pedro “Bizarro” López, Luis<br />

“Huilochi” Rodríguez, y un montón más <strong>de</strong> los que casi ya no me acuerdo y que como no<br />

eran muy, muy <strong>de</strong> la plebe, se me olvidaron.<br />

Para empezar, lo primero que haríamos sería ir <strong>de</strong> cacería con hules hacia los cerritos atrás<br />

<strong>de</strong> la Colonia <strong>Pitic</strong>, y el que matara más cachoras, huicos, porogüis, chananitas, cachorones,<br />

perritas, salamanquesas, se ganaba el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> dirigir la próxima cacería hacia el arroyo<br />

pegado al cerco <strong>de</strong> la Aviación, allá rumbo al norte, don<strong>de</strong> había conejos y liebres. Para<br />

tumbar liebres y conejos teníamos que habilitarnos <strong>de</strong> plomitos que únicamente allá por<br />

los terrenos <strong>de</strong> la cementera conseguíamos <strong>de</strong> a montón. Lo anterior implicaba que primero<br />

iríamos para el rumbo <strong>de</strong> la Sauceda don<strong>de</strong> se localizaba la Cementera; así que a<strong>de</strong>lantamos<br />

los planes y así lo hicimos, el segundo día <strong>de</strong> las vacaciones sería para allegarnos “parque”,<br />

la piedra común no les hacia nada a los conejos, salvo que le diéramos en la frente (nunca<br />

cazamos algún ejemplar). Lo más gran<strong>de</strong> y peligroso que capturamos fue una víbora <strong>de</strong><br />

cascabel que cayó víctima <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 40 “piedrazos” que le atinamos a la cabeza.<br />

Total, empezaron las vacaciones y por “angas o mangas” algunos <strong>de</strong> nosotros no logramos<br />

escapar a la vigilancia materna y el primer día nos lo pasamos comiendo naranjas agrias<br />

cortadas en la Colonia <strong>Pitic</strong>, en don<strong>de</strong> abundaban. Nos sentábamos al pie <strong>de</strong> una barda <strong>de</strong><br />

adobe muy gruesa y le seguíamos la rotación al sol, moviéndonos poco a poco, siguiendo<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

la sombrita.<br />

Por fin se hizo la excursión, (vagancia neta) hacia los confines <strong>de</strong> la Presa Abelardo L. Rodríguez,<br />

por lo que nos surtimos <strong>de</strong> cuerdas y anzuelitos, y algunos muy optimistas opinaron<br />

que no <strong>de</strong>beríamos llevar “lonchi” ya que los pescados que sacáramos los asaríamos a la<br />

orilla <strong>de</strong> las aguas (que entonces sí había) <strong>de</strong> la Presa. Pero se impuso el pesimismo <strong>de</strong> los<br />

que opinaron que teníamos que llevar algo para comer, porque si nos fallaba la pesca ¿qué<br />

íbamos a comer? Total que nos compramos tres sardinas ovaladas, un poco <strong>de</strong> queso, cebolla<br />

y unos chilitos jalapeños, dos paquetes <strong>de</strong> galletas saladas y ahí te vamos, atravesando los<br />

cerros <strong>de</strong>l “Cerotal” al final <strong>de</strong> la calle Nuevo León, atrás <strong>de</strong> la 5 <strong>de</strong> Mayo y cayendo al<br />

Ranchito para enseguida subir el bordo <strong>de</strong> la Presa y <strong>de</strong>sesperados por ser los primeros que<br />

pescáramos algo, lanzamos la cuerda y los anzuelos al agua; las inclemencias <strong>de</strong>l sol canicular<br />

nos hacía lo que el viento a Juárez, renegridos y sudorosos sin cachuchas ni sombreros<br />

que nos protegieran un poco, pero eso nos valía gorro, felices vivíamos la gran aventura <strong>de</strong><br />

pescar.<br />

Allá por las tres o cuatro <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> el hambre nos hizo voltear insistentemente hacia la<br />

provisión que llevábamos y nomás alguien dijo que tenía hambre, y en friega a “preparar”las<br />

sardinas que acompañadas <strong>de</strong> las escasas galletas, nos sabían a gloria y con gran satisfacción<br />

engullíamos <strong>de</strong> prisa antes que nos ganaran los <strong>de</strong>más.<br />

No faltó el grito <strong>de</strong> “al agua patos” <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los chavalos, que <strong>de</strong>spojándose <strong>de</strong> la ropa, se<br />

lanzó a las turbias aguas <strong>de</strong> la Presa y frenéticamente empezó a nadar (dar <strong>de</strong> manotazos)<br />

a diestra y siniestra. Pocos sabían nadar salvo los que tenían orígenes allá <strong>de</strong> por rumbos<br />

<strong>de</strong> la sierra y que forzosamente aprendieron a nadar en las aguas <strong>de</strong> los ríos y arroyos que<br />

abundaban.<br />

Al poco rato <strong>de</strong> estar chapoteando en el agua, nos dimos cuenta que el “Nolo” se hundió y<br />

no había salido, por lo que la alarma rápidamente cundió y en friega nos pusimos a rastrearlo<br />

sin éxito; habían transcurrido sólo 2 ó 3 minutos cuando alguien lo pepenó <strong>de</strong> los cabellos<br />

y con la ayuda <strong>de</strong> otros dos más lo sacaron a la orilla. <strong>El</strong> “Nolo” no daba trazas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />

respirar y faltos <strong>de</strong>l aprendizaje en proporcionar respiración artificial, le aplastábamos el<br />

estómago, con lo que logramos que expulsara un poco <strong>de</strong>l agua que se había tragado y así<br />

que casi a rastras lo subimos al bordo <strong>de</strong> la presa, pidiendo auxilio, un auxilio que tardó<br />

mucho en llegar en la presencia <strong>de</strong> una “charanguita” <strong>de</strong> un señor carpintero <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong>l<br />

Ranchito, el Sr, Cuevas, que nos pidió que lo subiéramos a su “automóvil” y rápidamente<br />

a la vertiginosa velocidad <strong>de</strong> 30 Km. por hora, atravesamos la ciudad, pero no llegamos al<br />

Hospital con nuestro amigo vivo, por los trabajos <strong>de</strong>l Blvd. Rodríguez, en ésa época en construcción,<br />

tuvimos una <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 20 minutos, fatales quizá, porque fue allí cuando<br />

nos dimos cuenta que “<strong>El</strong> Nolo” ya no vivía.<br />

También en nuestra niñez vivimos experiencias que nos marcaron para siempre, la muerte<br />

<strong>de</strong>l “Nolo” jamás será borrada <strong>de</strong> nuestras memorias y fue una <strong>de</strong> las primeras vivencias que<br />

forjaron poco a poco la madurez necesaria para pasar <strong>de</strong> la irresponsable niñez a la gama <strong>de</strong><br />

sucesos que nos cincelan el carácter y nos preparan para la lucha diaria en el futuro.<br />

Aquella noche <strong>de</strong>l día que el “Nolo” falleció, víctima, según los médicos que dieron fe <strong>de</strong><br />

su muerte, <strong>de</strong> una congestión alimenticia por el hecho <strong>de</strong> lanzarse al agua recién comido,<br />

pero yo creo más que se enredó en algún matorral <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> la presa, o quién sabe, pero<br />

lo real es que un amigo se nos fue producto <strong>de</strong> la vagancia y sed <strong>de</strong> aventura <strong>de</strong> unos niños,<br />

que necesitábamos vivir una experiencia para normar nuestro <strong>de</strong>ambular por esta vida. No<br />

digo con esto que ya no volvimos a “vagar”, pero siempre nos acompañaba el fatal suceso<br />

<strong>de</strong>l “Nolo”.<br />

En casa <strong>de</strong>l “Nolo”, su familia no alcanzaba consuelo, su madre se aferraba al cajón que<br />

contenía los restos <strong>de</strong> su hijo, maldiciendo en todas direcciones y principalmente a la bola<br />

<strong>de</strong> “vagos” que lo habían sacado <strong>de</strong>l trabajo para llevarlo a la vagancia y a su muerte; sus<br />

palabras nos caían como hierro fundido y nos hacían sentirnos culpables <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l<br />

compañero, que efectivamente a su escasa edad, como había aprendido inglés haciendo<br />

labores <strong>de</strong> “caddy” en el campo <strong>de</strong> golf, trabajaba en el motel que estaba a la orilla <strong>de</strong> la<br />

carretera Internacional y hasta allí fuimos a sonsacarlo, por lo que nosotros en cierta forma<br />

nos sentíamos culpables <strong>de</strong> que el “Nolo“, ese día aciago, nos acompañara en nuestra loca<br />

aventura.<br />

Por lo general los recuerdos siempre son dulces, sobre todo los que correspon<strong>de</strong>n a nuestra<br />

niñez, pero en el caso <strong>de</strong> la plebe <strong>de</strong>l barrio, hasta la fecha y transcurridos más <strong>de</strong> 50 años,<br />

aún retumban en los oídos <strong>de</strong> los que aún vivimos los gritos acusatorios <strong>de</strong> Doña María,<br />

que con su índice nos señalaba, culpándonos <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su hijo.<br />

<strong>Junio</strong> <strong>de</strong> 1993…<br />

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5


6 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

En el diario <strong>de</strong><br />

Agustín <strong>de</strong> Iturbi<strong>de</strong><br />

hay una nota<br />

fechada el 14 <strong>de</strong><br />

junio dirigida a don<br />

Anastasio Brizuela,<br />

don<strong>de</strong> se asienta:<br />

“Hermosillo,<br />

asiento Ramblés 400<br />

hombres, 150 armas<br />

largas”.<br />

La visita prometida<br />

por don José María<br />

Liceaga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1812,<br />

en la que les exigía<br />

a sus subalternos<br />

poner or<strong>de</strong>n entre sus tropas, seguramente se efectuó en 1814,<br />

porque el 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1814 don José María González Hermosillo,<br />

brigadier <strong>de</strong> los Ejércitos Americanos y comandante general <strong>de</strong> la<br />

Provincia <strong>de</strong> la Nueva Galicia, dictó un Bando sobre Pasaportes,<br />

Indultos y Penas a los infractores, que a la letra dice:<br />

Don José María González Hermosillo, Brigadier <strong>de</strong> Ejércitos<br />

Americanos y Comandante General <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> la Nueva<br />

Galicia por su majestad el Supremo Congreso Nacional etcétera.<br />

Como el hombre nada pue<strong>de</strong>, atenido sólo a sus débiles fuerzas,<br />

necesita que el Señor le dispense su protección; en todos casos,<br />

la causa común, la causa <strong>de</strong> la nación americana, la causa santa,<br />

razonable en sus principios, buena en sus fines, fundada toda en<br />

po<strong>de</strong>rosísimas razones <strong>de</strong> religión, <strong>de</strong> naturaleza y <strong>de</strong> política <strong>de</strong><br />

Estado; y que con tan <strong>de</strong>bida justicia sostienen nuestras armas, no<br />

prevalecerá sin que el Omnipotente extienda sobre nosotros sus<br />

influjos y con su brazo fuerte, nos proteja, lo hará este Señor pero<br />

GONZALEZ HERMOSILLO VIII<br />

ignaCio Lagarda Lagarda<br />

es necesario merecerlo. Los medios <strong>de</strong>ben ser lícitos, cuando los<br />

fines son justos. Defen<strong>de</strong>r la religión, y atentarla, cometiendo<br />

excesos criminales es contradicción manifiesta. Clamar por la<br />

libertad civil, y oprimir al inocente, se compa<strong>de</strong>cerá mal querer<br />

hacer bajar <strong>de</strong>l trono, los tiranos que con <strong>de</strong>spotismo gobiernan,<br />

y no obe<strong>de</strong>cer los legítimos superiores, que con justicia y<br />

mo<strong>de</strong>ración rigen el Estado; en un grosero atrevimiento. Como<br />

morada <strong>de</strong>l Eterno, <strong>de</strong>be venerarse; los ministros <strong>de</strong>l altar<br />

<strong>de</strong>ben respetarse; las autorida<strong>de</strong>s legítimamente constituidas,<br />

<strong>de</strong>ben obe<strong>de</strong>cerse, y <strong>de</strong>ben ampararse los hijos <strong>de</strong> la patria, aún<br />

aquellos que habiendo servido para su <strong>de</strong>strucción militando<br />

bajo las tiranas ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>l déspota, <strong>de</strong>sengañados <strong>de</strong> su<br />

error, o cansados <strong>de</strong> sufrir el <strong>de</strong>spotismo se <strong>de</strong>sertan, y vienen<br />

a ampararse <strong>de</strong> nosotros; principios son ciertos y muy ciertos<br />

que nadie los ignora, pero que a pesar <strong>de</strong> este convencimiento,<br />

muchos no lo ejecutan.<br />

Escandalosamente abusando <strong>de</strong> algún puesto honroso que sus<br />

superiores les han conferido, y ha pretexto <strong>de</strong> militares (sin<br />

acordarse <strong>de</strong> que son los que principalmente están constituidos<br />

para la conservación <strong>de</strong>l buen or<strong>de</strong>n) se burlan <strong>de</strong> las ór<strong>de</strong>nes<br />

<strong>de</strong> los jefes, dañan los infelices in<strong>de</strong>fensos hasta el extremo<br />

<strong>de</strong> atropellar cuando cometen sus atentados, documentos <strong>de</strong><br />

seguridad, que los que gobiernan han dado a algunos buenos<br />

ciudadanos, en <strong>de</strong>sprecio manifiesto <strong>de</strong> la justicia y <strong>de</strong> las<br />

potesta<strong>de</strong>s, para corregir pues tamañas y tan escandalosas<br />

infracciones, <strong>de</strong> las leyes que por las continuas quejas, no pue<strong>de</strong>n<br />

ya disimularse, y en cumplimiento <strong>de</strong> las repetidas ór<strong>de</strong>nes<br />

superiores <strong>de</strong>terminadas sobre la materia, he acordado mandar<br />

se observen inviolablemente los artículos siguientes:<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

LA FIESTA<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

Des<strong>de</strong> muchos días antes <strong>de</strong>l cumpleaños <strong>de</strong>l chamaco, en la familia se comentaba casi a<br />

diario la fiesta que le estaban preparando y a la que se esperaba que asistiera toda la familia.<br />

La tía “Chabela” le había prometido a la mamá <strong>de</strong>l “buqui” que ella le iba regalar<br />

el “keki” (pastel), con todo y sus velitas <strong>de</strong> aniversario. Doña “Mariquita” la vecina <strong>de</strong><br />

enseguida le estaba fabricando una “piñata”, con una olla <strong>de</strong> barro y adornada formando<br />

un caballito. <strong>El</strong> tío Pedro ya le tenía un par <strong>de</strong> pistolas <strong>de</strong> “triquis” (petardos), con<br />

todo y su funda; en fin ya todo estaba listo.<br />

<strong>El</strong> día <strong>de</strong> la fiesta, toda la “bucada” <strong>de</strong> la familia y la <strong>de</strong>l barrio, pasó lista <strong>de</strong> presente y<br />

todos y cada uno <strong>de</strong> ellos le dieron <strong>de</strong> palos a la piñata que terminó hecha trizas y jaloneada,<br />

en la pelea franca por los muchos dulces que contenía; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> juguetitos <strong>de</strong><br />

“sololoy” (celuloi<strong>de</strong>); serpentinas, confeti, chiflos, espantasuegras y algunas pelotitas<br />

<strong>de</strong> goma.<br />

Aquellas “piñatas” <strong>de</strong> los cuarentas, en que nos atiborrábamos <strong>de</strong> keki y refrescos <strong>de</strong><br />

“chía”, “pamita”, “cebada”, “horchata” o “Jamaica”, y a veces una sodita <strong>de</strong> crema<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong> Carreón, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la consabida bolsa <strong>de</strong> dulces <strong>de</strong> papelito o corrientes,<br />

mazapanes, cacahuates, naranjas, y a veces hasta cañutos <strong>de</strong> caña y tejocotes; en mis recuerdos<br />

“las piñatas” ocupan un lugar muy especial, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que fueron las mejores<br />

<strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> afecto que recibimos <strong>de</strong> nuestros mayores , (cuando menos yo); y<br />

hoy a la distancia que nos marca el tiempo son parte primordial <strong>de</strong> la cauda <strong>de</strong> buenos<br />

momentos que me tocaron vivir y disfrutar, ignorando los sinsabores que afortunadamente<br />

no marcaban huella.<br />

Todos esperábamos las piñatas <strong>de</strong> los Rendón, una familia que nos llegó <strong>de</strong> Nogales y<br />

que vino a cambiar las celebraciones <strong>de</strong> mi barrio, los cumpleaños <strong>de</strong> la “chavalada”<br />

antes <strong>de</strong> los Rendón, pasaban <strong>de</strong>sapercibidos y únicamente recibíamos agasajos cuando<br />

hacíamos la Primera Comunión, que el Padre <strong>de</strong> la Iglesia se encargaba <strong>de</strong> festejarnos<br />

con una rebanada <strong>de</strong> keki y chocolate calientito. Con el paso <strong>de</strong>l tiempo el ejemplo cundió<br />

y las mamás <strong>de</strong>l rumbo iniciaron una franca competencia para hacerle su fiesta al<br />

chamaco y a cual más, se lucián y nosotros fuimos los gananciosos.<br />

Nuestra niñez, fue <strong>de</strong>masiado tranquila en festivida<strong>de</strong>s y salvo la llegada <strong>de</strong> Santaclós,<br />

no había más fiestas para los niños, no se celebraba el Día <strong>de</strong>l Niño, mucho menos “Los<br />

Santos Reyes”, costumbre <strong>de</strong>l Sur que todavía no nos alcanzaba. En Navidad las niñas<br />

recibían sus juegos <strong>de</strong> trastecitos, su monito <strong>de</strong> “sololoy”, sus juegos <strong>de</strong> “pin-yecs” y su<br />

cuerda para saltar y párale <strong>de</strong> contar. Nosotros cuando bien nos iba: un carrito <strong>de</strong> lámina<br />

pintado con colores brillantes, una pelota <strong>de</strong> esponja, un trompo pico <strong>de</strong> garza, muy<br />

“carrascaloso” y por supuesto una corneta <strong>de</strong> lámina.<br />

Que sencillos nuestros satisfactores para divertirnos, simples y económicos, la época<br />

<strong>de</strong> la guerra y la postguerra nos trajo una escasez galopante y nosotros los niños “sufrimos”<br />

por tan magros recursos <strong>de</strong> nuestros padres. Crecimos en una barriada muy<br />

pobre, pero eso nos valía lo que se le “unta al queso”, vista a la distancia esta situa-<br />

ción nos hacía lo que el “viento a Juárez”, simple y<br />

sencillamente ignorábamos que éramos pobres; no<br />

conocíamos <strong>de</strong> beneficios favorables, placenteros o<br />

comodida<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas.<br />

Seguido mis hijos curiosos me preguntan cómo<br />

fue posible que sobreviviéramos a esas épocas tan<br />

difíciles, fácil y sencillo, ignorábamos que existieran<br />

comodida<strong>de</strong>s como las que en la actualidad<br />

gozan, y no nomás en estos tiempos, a partir <strong>de</strong><br />

los años cincuentas se inició el cambio radical que<br />

significan: la estufa <strong>de</strong> gas, el refrigerador, el aire<br />

acondicionado, el teléfono, la televisión y la cauda<br />

<strong>de</strong> inventos que han traído a la juventud, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> la agradable estancia, muchas cosas negativas:<br />

gordura y sus <strong>de</strong>rivados, mala alimentación, falta <strong>de</strong> sociabilidad (los vecinos no se conocen,<br />

se encierran), poco a poco la niñez <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> correr, jugar al aire libre y andar <strong>de</strong>scalzos<br />

en comunión directa con la naturaleza, subiendo a los árboles y mojándonos con la lluvia,<br />

comiendo frutas naturales (péchitas, guamúchiles, naranjas agrias, limones, verdolagas,<br />

quelites, berros, etc. etc.), creando anticuerpos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que comíamos poca carne, muy<br />

“<strong>de</strong> vez en cuando”, menos productos enlatados y mucho menos refrescos embotellados<br />

que son el flagelo <strong>de</strong> la niñez, sobre todo las “colas”.<br />

Se asombran al saber que nos tocó ir a la escuela con la “pata a raiz”, <strong>de</strong>scalzos, en tiempo<br />

<strong>de</strong> frío y <strong>de</strong> calor, sobre todo en tiempo <strong>de</strong> calor en que no era muy usual cubrirse la cabeza<br />

con una gorra, ahora hay para golf, beis, futbol <strong>de</strong> los dos soccer y americano, pocos tenían<br />

bicicleta, no nos llevaban a la escuela en carro, hacíamos el recorrido a pata y no nos sucedía<br />

nada, nos juntábamos en bola los que vivíamos para el mismo rumbo y entre juego y juego,<br />

broma y broma, felices retornábamos a la casa, listos para volver por la tar<strong>de</strong> y también los<br />

sábados.<br />

Los fines <strong>de</strong> semana se <strong>de</strong>slizaban con una calma y tranquilidad sin mucha variantes, excepto<br />

que el sábado teníamos que asistir a la doctrina, el domingo a misa y ya más gran<strong>de</strong>citos<br />

al esperado Matineé, al Noriega o <strong>de</strong>spués al Sonora. Ya empezaba la edad <strong>de</strong> la<br />

“punzada” y las niñas superaban la etapa <strong>de</strong> “feas y repugnantes” por la <strong>de</strong> “angelicales y<br />

hermosas”, se transformaban y pasaban a ser la inspiración <strong>de</strong> cartitas llenas <strong>de</strong> caramelo<br />

<strong>de</strong> bolita y melosas frases <strong>de</strong> amor, llenando páginas y páginas <strong>de</strong> los cua<strong>de</strong>rnos con sus<br />

iniciales y pensamientos <strong>de</strong>dicados a la chica <strong>de</strong> los sueños que invariablemente a cada<br />

semana se cambiaba, ya que cambiar <strong>de</strong> novia era como cambiar <strong>de</strong> camisa, aun cuando<br />

cambiar <strong>de</strong> camisa no fuera tan frecuente.<br />

“Sin zafo ni zarafo, ni pa´rriba ni´pá´bajo”, créanme que jamás cambiaría mi niñez por la <strong>de</strong><br />

un niño <strong>de</strong> estos tiempos, fui dolorosamente feliz y agradablemente niño, puedo <strong>de</strong>cir con<br />

satisfacción que pertenezco a la clase privilegiada <strong>de</strong> los nacidos en los treintas y que afortunadamente<br />

todavía sobrevive y que doblemente gozo, ya que viví una hermosa época y<br />

digo doblemente, porque al recordarla, <strong>de</strong> alguna manera vuelvo a vivirla. ¡¡Salud!! sesentones<br />

y setentones, son uste<strong>de</strong>s una especie en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparición que necesitamos seguir<br />

recordando, porque es el alimento que nos mantiene activos y productivos, aun cuando<br />

nuestras fuerzas mermen y seamos eternos clientes <strong>de</strong> las farmacias y mantengamos la<br />

economía <strong>de</strong> los médicos y hospitales. G r a c i a s…<br />

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8 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

PADRES Y MAESTROS<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

En el mes que transcurre, hemos homenajeado y recordado a las MADRES y a los<br />

MAESTROS, y jamás podremos pagar la enorme <strong>de</strong>uda que hemos contraído con<br />

estos dos personajes, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los inicios <strong>de</strong> la humanidad tomaron carta <strong>de</strong> naturalización<br />

en nuestras vidas.<br />

Comúnmente se dice que la “educación se mama”, efectivamente, es en el hogar<br />

en don<strong>de</strong> adquirimos el mo<strong>de</strong>lo a seguir en nuestro comportamiento para enfrentar<br />

los vaivenes <strong>de</strong> la vida, son nuestras madres quienes nos forman el carácter y nos<br />

preparan para la brega diaria; son <strong>de</strong>svelos, <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> horas y horas y que sin<br />

escatimar ningún tipo <strong>de</strong> recursos nos <strong>de</strong>dican, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día que somos concebidos<br />

hasta el final <strong>de</strong> nuestra existencia.<br />

La labor <strong>de</strong> nuestras madres en cierta forma opaca la tarea que <strong>de</strong>sempeña el PA-<br />

DRE y no se trata <strong>de</strong> comparar <strong>de</strong> ninguna manera, ni polemizar la importancia <strong>de</strong><br />

las tareas que <strong>de</strong>sempeña cada uno <strong>de</strong> estos personajes, la educación nos la otorgan<br />

y se comparten ambos en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> labor tan extenuante, pero que con el<br />

paso <strong>de</strong>l tiempo es a la MADRE a quien le otorgamos un poquito más <strong>de</strong> reconocimiento<br />

en sus labores <strong>de</strong> educación, principalmente en nuestra fase <strong>de</strong> niños.<br />

Posteriormente los MAESTROS toman la estafeta y continúan con las labores educativas<br />

y <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> los infantes, posteriormente puertos y finalmente adultos;<br />

son quienes se encargan <strong>de</strong> prolongar la necesaria preparación para po<strong>de</strong>r realizarnos<br />

en lo futuro y también <strong>de</strong> formarnos un carácter. Muy usual en las primarias<br />

el que nuestros maestros se encargaran <strong>de</strong> cultivar el cariño por nuestras madres,<br />

tal vez, primeros en reconocer la enorme labor <strong>de</strong>sarrollada por esos seres, que sin<br />

pensarlo serían capaces <strong>de</strong> dar la vida por sus hijos.<br />

Con mucho agrado y con un <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> nostalgia, me remonto a esos días anteriores al<br />

día <strong>de</strong> las MADRES, todos los días le <strong>de</strong>dicábamos horas a elaborar los “trabajos<br />

manuales” con que íbamos a obsequiar en su día a nuestras mamacitas: Cortineros,<br />

portarretratos, pensamientos enmarcados, tablas para picar verdura, percheros, recogedores<br />

<strong>de</strong> basura, figuras elaboradas con “abatelenguas”, con semillas <strong>de</strong> maíz,<br />

frijol o pastas <strong>de</strong> harina, que complementábamos con juegos <strong>de</strong> picheles y vasos,<br />

dulceras, termos para el café, juegos <strong>de</strong> vajillas <strong>de</strong> peltre, ollas, utensilios varios<br />

<strong>de</strong> cocina y en fin, una serie <strong>de</strong> artefactos que en realidad sólo servían como satisfactores<br />

en las labores propias <strong>de</strong>l hogar en que las MADRES eran duchas y que<br />

únicamente servían para que ellas llevaran a cabo las tareas propias <strong>de</strong> la casa. No<br />

sé por qué razón no le dábamos importancia a otro tipo <strong>de</strong> satisfactores: un perfume,<br />

ropa, dinero, zapatos; no, puras cosas que utilizaban en sus trabajos en la<br />

casa, ah y a<strong>de</strong>más ese día se juntaba toda la “chamuchina”, la casa se convertía en<br />

una romería a la que acudían: hijos, esposas <strong>de</strong> los hijos, nietos, hermanos y toda<br />

la parentela <strong>de</strong> la madre y <strong>de</strong>l padre, hasta los parientes políticos hacían acto <strong>de</strong><br />

presencia para disfrutar el Día <strong>de</strong> la Madre, quien para el caso había cocinado para<br />

su “agasajo” y que al final <strong>de</strong>l día extenuada, <strong>de</strong> cocinar y servir a todos y cada uno<br />

<strong>de</strong> los comensales, todavía tenía que “lidiar” con el marido, a quien se le habían<br />

pasado las “cucharadas” y se resistía a acostarse; pero también, lavar y secar toda la<br />

vajilla utilizada, ollas, platos, cucharas, tazas, vasos,etc., y a<strong>de</strong>más barrer y trapear<br />

la casa, que había sido objeto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado uso <strong>de</strong> la “tropa <strong>de</strong> ocupación”, que<br />

cariñosamente se había dado cita para “celebrar” el Día <strong>de</strong> la Madre.<br />

Cualquier parecido con la realidad es solamente una coinci<strong>de</strong>ncia, porque no creo<br />

que todavía se dé el caso (añil); y con certidumbre pronunciar el “Madre, sólo hay<br />

una”, sí porque una segunda no aguantaría.<br />

Actualmente celebramos el Día <strong>de</strong>l MAESTRO, manifestándole nuestro agra<strong>de</strong>cimiento<br />

con una cordial y sincera felicitación y por supuesto recordándoles por “sécula<br />

seculorum”, pero difícilmente se lo <strong>de</strong>mostramos cuando acudimos en calidad<br />

<strong>de</strong> alumnos, en esa fase y en muchas ocasiones sentíamos al MAESTRO como el<br />

ogro que nos exigía y a diario nos obligaba a la tarea, en esos momentos no teníamos la<br />

capacidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r enten<strong>de</strong>r la enorme labor que tenían en sus espaldas, la encomiable<br />

responsabilidad <strong>de</strong> entregar ciudadanos útiles y capaces <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r subsistir a través <strong>de</strong><br />

la vida que nos esperaba.<br />

Yo también formé parte <strong>de</strong> las tropas <strong>de</strong> ocupación en mi casa y también odié en algunos<br />

casos a mis maestros, pero hoy al final <strong>de</strong> la carretera que me lleva a mi <strong>de</strong>stino, hago<br />

un alto y mirando el espejo retrovisor <strong>de</strong> mi vida, hago un acto <strong>de</strong> contrición, pero no me<br />

<strong>de</strong>slindo <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong> que en su momento fui actor. Hago votos porque las generaciones<br />

presentes y las futuras también, entiendan y comprendan las labores que les tocó<br />

<strong>de</strong>sempeñar a las MADRES y a los MAESTROS <strong>de</strong> todo el mundo y corrijamos el rumbo,<br />

reconociendo en vida a esos personajes que con el tiempo les rendimos pleitesía cuando<br />

fatalmente ya no están presentes en este mundo. G R A C I A S.-<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

HISTORIA DE UN HOTEL<br />

Tiene una mirada bondadosa y una sonrisa que refleja el alma. Es una dama hermosillense<br />

que ha sido testigo <strong>de</strong>l transcurrir <strong>de</strong> más <strong>de</strong> nueve décadas. <strong>El</strong> solo hecho <strong>de</strong><br />

pronunciar su nombre acarrea un torrente <strong>de</strong> simpatías. <strong>El</strong>la es doña TERESA NORIEGA<br />

GARCIA VDA. DE ARIAS.<br />

Doña “Tere” como cariñosamente se le conoce en Hermosillo, es <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> la pareja<br />

conformada por Don Alfredo G. Noriega y doña <strong>El</strong>vira García <strong>de</strong> Noriega. Sus hermanos<br />

fueron Alfredo, María y <strong>El</strong>vira.<br />

La madre <strong>de</strong> doña Tere, doña <strong>El</strong>vira, fue una mujer dinámica y empren<strong>de</strong>dora, cualida<strong>de</strong>s<br />

extraordinariamente a<strong>de</strong>lantadas para su época. A principios <strong>de</strong>l siglo XX no era común<br />

que una mujer interviniera en los negocios: terrenos reservados exclusivamente a los<br />

varones. Doña <strong>El</strong>vira García <strong>de</strong> Noriega, adquirió en 1922 el Hotel Cohen, propiedad<br />

que recibió “como pago <strong>de</strong> una <strong>de</strong>uda”. La misma hospe<strong>de</strong>ría que rentó y administró <strong>de</strong><br />

1891 a 1922, don Marcos Marck Cohen. Para enten<strong>de</strong>r plenamente lo que hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l<br />

hotel, hay que recurrir a la tradición oral <strong>de</strong> la familia Noriega García, como la cuenta su<br />

propia hija, doña Tere.<br />

En la sala con doña Tere<br />

Sentada en un mullido sillón, en su espacio, en la sala <strong>de</strong> su bella casa, doña Tere nos<br />

cuenta que su padre, Alfredo G. Noriega fue dueño <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los campos pioneros <strong>de</strong> la<br />

costa <strong>de</strong> Hermosillo a finales <strong>de</strong>l XIX. En el campo San Fernando se cultivaba con éxito<br />

el trigo, la cebada, el frijol y el algodón. Debemos recordar que por aquellos años México<br />

era consi<strong>de</strong>rado como el “Cuerno <strong>de</strong> la Abundancia”.<br />

Con cientos <strong>de</strong> peones, San Fernando era autosuficiente, como lo eran muchos <strong>de</strong> los<br />

campos agrícolas y haciendas en México. Doña Tere afirma: “allí se or<strong>de</strong>ñaba leche, con<br />

la que se hacían unos quesos muy sabrosos, había también una bien montada curtiduría,<br />

en don<strong>de</strong> a los trabajadores se les hacían sus ”tehuas”. En el campo había alimentos para<br />

todos, esa era la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> mi padre. San Fernando contaba con todos los servicios <strong>de</strong> una<br />

comunidad. Para llegar al campo, ubicado a 65 kilómetros <strong>de</strong> Hermosillo, había que salir<br />

<strong>de</strong> madrugada y llegar al crepúsculo.<br />

Aunque San Fernando es el nombre oficial <strong>de</strong>l campo agrícola, todos en la Costa <strong>de</strong> Hermosillo<br />

lo conocen como Campo “La Máquina”, pues cuenta doña Tere que había una<br />

colosal máquina, parecida en dimensiones a una locomotora -que extraía agua <strong>de</strong> su pozo-<br />

. <strong>El</strong> monumental aparato hacía tal “estruendo” que era imposible ignorarlo: la máquina<br />

se escuchaba día y noche a una legua <strong>de</strong> distancia. Según recuerda Gerardo Dyck Feher,<br />

vecino <strong>de</strong>l campo “<strong>El</strong> Kilowatt”, aquel aparato era un Fairbancks Morse <strong>de</strong> 3 pistones<br />

cuyas dimensiones <strong>de</strong> cada uno, eran las <strong>de</strong> un motor <strong>de</strong> Volkswagen.<br />

Es <strong>de</strong> justicia mencionar que el agua <strong>de</strong>l pozo “La Máquina” irrigó por primera vez los<br />

fecundos sembradíos <strong>de</strong> la costa hermosillense.<br />

<strong>El</strong> Ataque <strong>de</strong> los Yaquis a La Máquina<br />

Trotaba con algunos tropiezos el año <strong>de</strong> 1916. Eran tiempos violentos en nuestro país,<br />

en que Sonora no era la excepción. La tribu Yaqui que había sido cruelmente hostigada<br />

durante el porfiriato, asolaba las poblaciones sonorenses y sus campos agrícolas... Los<br />

periódicos <strong>de</strong> la época <strong>de</strong>stacaban la siguiente noticia: “Las tropas fe<strong>de</strong>rales, <strong>de</strong>staca<br />

mentadas en Víchame, ametrallan a un grupo <strong>de</strong> pascolas, matando a 60 yaquis, hombres,<br />

mujeres y niños, provocando una nueva rebelión indígena”.<br />

<strong>El</strong> campo “La Máquina” fue presa <strong>de</strong> la furia <strong>de</strong> la tribu. La actitud <strong>de</strong> doña Tere adquiere<br />

un matiz <strong>de</strong> tristeza: “Durante el ataque, mi padre se atrincheró en la casa gran<strong>de</strong>. Los<br />

Yaquis capturaron al mayordomo y amenazado <strong>de</strong> muerte, lo orillaron a la traición”:<br />

“Ábrame don Alfredo, soy yo”. Al abrir la puerta, el dueño <strong>de</strong> La Máquina cayó abatido<br />

por las balas. <strong>El</strong> Gral. <strong>de</strong> Brigada, Eduardo García Carmelo, hermano <strong>de</strong> doña <strong>El</strong>vira,<br />

tuvo información previa <strong>de</strong>l amago <strong>de</strong> los Yaquis y envió a un piquete <strong>de</strong> soldados a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

La Máquina. Desafortunadamente, el joven oficial al mando, atemorizado por la<br />

fiereza <strong>de</strong> los Yaquis, or<strong>de</strong>nó a sus soldados guarecerse en el campo vecino a La Máquina:<br />

el Campo San Carlos, propiedad <strong>de</strong> don Jesús Huerta. En el cruento asalto murieron don<br />

Alfredo G. Noriega y ocho <strong>de</strong> sus trabajadores. Ante el <strong>de</strong>sacato, el cobar<strong>de</strong> militar fue<br />

pasado por las armas. La memoria <strong>de</strong> las familias sonorenses registra cruentos ataques <strong>de</strong><br />

los Yaquis como el que sufrió la familia Torres en su rancho gana<strong>de</strong>ro “Las Calaveras”, o<br />

el que la tribu perpetró en la hacienda “<strong>El</strong> Molino <strong>de</strong> Camou”.<br />

Doña <strong>El</strong>vira, que en el momento <strong>de</strong>l ataque se encontraba con sus hijos en la Capital <strong>de</strong><br />

Por: FRANCO BECERRA B. Y G.<br />

LOS RECUERDOS DE UNA DAMA HERMOSILLENSE<br />

Sonora, con gran entereza or<strong>de</strong>nó que su marido y sus trabajadores fueran velados, todos<br />

juntos, en la sala <strong>de</strong> su resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Hermosillo. Ante ese hecho inusitado que extrañó a<br />

sus allegados, doña <strong>El</strong>vira sentenció: “Si en vida estuvieron con él, en la muerte también”.<br />

Doña <strong>El</strong>vira García <strong>de</strong> Noriega al enviudar, <strong>de</strong>cidió partir en tren rumbo a Nogales y <strong>de</strong><br />

ahí a Los Ángeles, California, don<strong>de</strong> sus hijos estudiaron el idioma inglés en una estancia<br />

<strong>de</strong> tres años. Doña Tere, entonces una niña <strong>de</strong> tiernos cuatro años activa el recuerdo:<br />

“Nogales era ya una ciudad hecha y <strong>de</strong>recha, mientras que Tucson era apenas una Villa.”<br />

Álvaro Obregón visita a doña <strong>El</strong>vira<br />

La familia Noriega regresó a Hermosillo en 1919; Aún la efervescencia <strong>de</strong> la Revolución<br />

Mexicana bullía por doquier. <strong>El</strong> Hotel Cohen, años antes ya había sido la se<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

reuniones militares encabezadas por el entonces Coronel Álvaro Obregón Salido, cuya<br />

foto tenemos como testimonio en este libro. Durante la estancia <strong>de</strong> la familia Noriega<br />

en los Estados Unidos, doña <strong>El</strong>vira autorizó que su casa fuera ocupada algunos días por<br />

Obregón. Debemos apuntar que la familia Noriega, como muchas otras a lo largo <strong>de</strong>l<br />

país, fue afectada en su economía por las diferentes facciones revolucionarias en pugna.<br />

La familia recibió bilimbiques como pago a diversas transacciones comerciales. Como<br />

uste<strong>de</strong>s saben y si no, para eso estamos, para contárselo, los bilimbiques eran papel moneda<br />

que emitían las fuerzas militares durante la revolución, moneda que únicamente valía<br />

mientras su emisor ejercía el po<strong>de</strong>r y la autoridad en una región.<br />

Una mañana <strong>de</strong> verano hermosillense, doña Tere recuerda que vio llegar a su casa al General<br />

invicto <strong>de</strong> la Revolución; su porte gallardo la impresionó. <strong>El</strong> General Obregón fue<br />

recibido en la sala don<strong>de</strong> se le sirvió una refrescante limonada. Doña <strong>El</strong>vira le preguntó<br />

con la gentileza propia <strong>de</strong>l anfitrión: Sr. General ¿A qué <strong>de</strong>bemos el honor <strong>de</strong> su visita?”.<br />

“Primero que nada, doña <strong>El</strong>vira, para agra<strong>de</strong>cerle su hospitalidad, pasé unos días muy<br />

confortables en ésta su bella casa. Al lado <strong>de</strong> la frondosa bugambilia que tiene usted en el<br />

corral, pasé agradables momentos leyendo”.<br />

<strong>El</strong>ocuente como era Obregón, no dio tiempo más que para que Doña <strong>El</strong>vira asintiera y<br />

continuó: “Por otro lado, sabemos que su familia fue afectada por la Revolución; tengo<br />

información que usted recibió bilimbiques por una cantidad consi<strong>de</strong>rable” “Así es, General,<br />

así es”. <strong>El</strong> militar le dió un profundo trago a su limonada y prosiguió: “Pues bien,<br />

mi estimada señora, tengo la autorización <strong>de</strong>l señor presi<strong>de</strong>nte don Venustiano Carranza,<br />

para reintegrar a su familia la cantidad afectada”. Obregón, orgulloso se atusó el bigote.<br />

Doña <strong>El</strong>vira, que se abanicaba suavemente respondió con diplomacia: “General, le agra<strong>de</strong>zco<br />

a usted y al presi<strong>de</strong>nte Carranza esta <strong>de</strong>ferencia mostrada para mi familia, pero<br />

mire, afortunadamente, yo no sufrí el dolor <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r un hijo en la Revolución, como muchas<br />

madres mexicanas. Por ello, consi<strong>de</strong>re usted “aquel asunto” saldado y, tómelo como<br />

una mo<strong>de</strong>sta aportación <strong>de</strong> mi familia a la Revolución”. ¿Desea usted otro vaso <strong>de</strong> limonada…<br />

General?”. “Nos la tomamos doña <strong>El</strong>vira, nos la tomamos. No faltaba más”.<br />

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10 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

DISTINGUIDAS PERSONALIDA<br />

D I R E C T O R I O<br />

S O N O R A ( 1 9 5 7 )<br />

A NUESTROS LECTORES:<br />

Des<strong>de</strong> hace algún tiempo, hemos tenido la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que un Directorio<br />

Anual <strong>de</strong> las diversas activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro Estado, pue<strong>de</strong> ser muy<br />

útil, a todos los que intervienen en la marcha <strong>de</strong> su vida.<br />

<strong>El</strong> presente número, no es más que un principio, naturalmente<br />

<strong>de</strong>scordinado, incompleto y plagado <strong>de</strong> errores, pero <strong>de</strong> todas<br />

maneras es la base, para perfeccionarlo y enriquecerlo cada año<br />

hasta lograr el objetivo, <strong>de</strong> que el DIRECTORIO “SONORA”, DE<br />

VALORES HUMANOS, CIVICOS Y MATERIALES, llegue a ser un<br />

escaparate <strong>de</strong> nuestra entidad.¨Presentamos nuestro respeto y nuestro<br />

reconocimiento tanto a las Autorida<strong>de</strong>s, como a organizaciones,<br />

empresas y personas, que con su patrocinio, están haciendo posible<br />

nuestro propósito.<br />

EL DIRECTOR<br />

JOSE ABRAHAM MENDIVIL<br />

GARMENDIA 22 NORTE APARTADO 388<br />

HERMOSILLO, SONORA, MEXICO<br />

Agustín F. Morales Estrella<br />

Hermosillo, Sonora.- Nació en Ures,<br />

Sonora, el 16 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1899.<br />

En el mismo lugar hizo sus estudios y<br />

su primer trabajo lo <strong>de</strong>sempeñó en los<br />

Estados Unidos, regresándose a los 17<br />

años a Ures, para hacerse cargo <strong>de</strong> su<br />

familia, por haber fallecido su señor<br />

padre.<br />

En 1924 contrajo nupcias con Laura<br />

Morales, y <strong>de</strong>l matrimonio han nacido<br />

María <strong>de</strong>l Carmen (fallecida), Alberto<br />

y Agustín.<br />

Fue secretario particular <strong>de</strong>l general<br />

Miguel Piña, cuando éste fue subsecretario<br />

<strong>de</strong> Guerra y Marina. En<br />

1935, en compañía <strong>de</strong> sus hermanos,<br />

compraron “<strong>El</strong> Mercado Alemán”,<br />

convirtiéndose posteriormente en la firma MORALES HERMANOS,<br />

negocio que hasta la fecha tiene, y también se <strong>de</strong>dica a negocios <strong>de</strong><br />

agricultura y gana<strong>de</strong>ría.<br />

Es miembro <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Comercio, <strong>de</strong> la Unión Gana<strong>de</strong>ra Regional<br />

<strong>de</strong> Sonora y <strong>de</strong>l Casino <strong>de</strong> Hermosillo. En la vida cívica fue<br />

electo Diputado y representó al Distrito <strong>de</strong> Ures en el Congreso local,<br />

<strong>de</strong> 1949 a 1952.<br />

Juan Pedro Camou<br />

Benito Quintana-Hermosillo, Sonora.<br />

Nació en Hermosillo, Sonora, el día 3<br />

<strong>de</strong> <strong>Junio</strong> <strong>de</strong> 1899. Hizo sus estudios primarios<br />

en Hermosillo, continuándolos<br />

en México y posteriormente en Los<br />

Angeles California. Siendo gana<strong>de</strong>ro<br />

<strong>de</strong> abolengo, ha <strong>de</strong>dicado a esa industria<br />

toda su vida y en la actualidad su<br />

rancho <strong>de</strong>nominado EL CARRIZO es<br />

uno <strong>de</strong> los mejor atendidos y en don<strong>de</strong><br />

se ha logrado la mejor superación<br />

en la cría <strong>de</strong> ganado principalmente <strong>de</strong><br />

la raza Hereford <strong>de</strong> registro pues han<br />

competido con los mejores <strong>de</strong>l país.<br />

Fue socio fundador y miembro <strong>de</strong>l<br />

Consejo <strong>de</strong> la Cámara Gana<strong>de</strong>ra, que<br />

fue el pie veterano <strong>de</strong> la actual Unión<br />

Gana<strong>de</strong>ra Regional <strong>de</strong> Sonora, institución<br />

<strong>de</strong> la que también es socio fundador y fue Presi<strong>de</strong>nte. Es vocal<br />

<strong>de</strong>l Banco Gana<strong>de</strong>ro. Fue Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Crédito Gana<strong>de</strong>ro y Agrícola<br />

y fue fundador <strong>de</strong> la importante firma comercial Super Autos, que ya<br />

<strong>de</strong> hecho les pasó a sus hijos.<br />

Alejandro Romo S.<br />

Hermosillo, Sonora, en el año <strong>de</strong> 1913.<br />

Hizo sus estudios en Hermosillo, en la escuela <strong>de</strong>l Profr. Heriberto<br />

Aja. Al terminar sus estudios empezó a trabajar como empleado<br />

<strong>de</strong> la firma Tapia Hermanos.<br />

Posteriormente fue empleado <strong>de</strong> la<br />

Administración <strong>de</strong> Correos <strong>de</strong> Hermosillo,<br />

pasando <strong>de</strong> allí a trabajar<br />

como empleado <strong>de</strong> Morales Hermanos,<br />

S.A.<br />

En 1934 se in<strong>de</strong>pendizó, instalando<br />

el negocio CASA ROMO que ocupa<br />

el flamante edificio que hace esquina<br />

en Matamoros y Plutarco <strong>El</strong>ías<br />

Calles, cuyo comercio se ha visto<br />

aumentado en papelería, joyería,<br />

artículos eléctricos y <strong>de</strong> regalos;<br />

que sigue manejando personalmente<br />

con una <strong>de</strong>cisión que lo ha conducido<br />

el éxito.<br />

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Hermosillo, Son., <strong>Junio</strong> <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

DES DE LA VIDA SONORENSE<br />

Lic. <strong>El</strong>ías Salazar Maldonado<br />

Obregón 135, Hermosillo, Sonora.<br />

Nació en Hermosillo, Sonora, el 27 <strong>de</strong><br />

noviembre <strong>de</strong> 1935. Parte <strong>de</strong> sus estudios<br />

<strong>de</strong> primaria, los hizo en San Pablo<br />

<strong>de</strong> Aconchi, terminándolos en Cumpas<br />

don<strong>de</strong> también inició la Secundaria,<br />

que luego continuó en la Universidad<br />

<strong>de</strong> Sonora y en la Autónoma <strong>de</strong><br />

México, hasta titularse como abogado<br />

el 27 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1961. Al recibirse<br />

se vino a Hermosillo instalando su<br />

bufete, que actualmente atien<strong>de</strong> en el<br />

número 136 <strong>de</strong> la calle Obregón, <strong>de</strong>spachos<br />

6, 7 y 8.<br />

Des<strong>de</strong> el 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1967 es Notario<br />

Público Número 46. Es miembro <strong>de</strong> la Barra Sonorense <strong>de</strong> Abogados.<br />

Del Colegio <strong>de</strong> Notarios Locales, <strong>de</strong>l Casino <strong>de</strong> Hermosillo.<br />

Des<strong>de</strong> que era estudiante es miembro <strong>de</strong>l PRI, en cuyo seno ha <strong>de</strong>sempeñado<br />

entre otras las siguientes comisiones: Representante personal<br />

<strong>de</strong>l Dip. Guillermo Molina Reyes; Delegado General en el Estado.<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité Seccional Núm. 37, Jefe <strong>de</strong> Relaciones Públicas<br />

en el Comité Pro Faustino Félix y actualmente es Diputado Suplente<br />

por el Distrito <strong>de</strong> Arizpe. También es miembro <strong>de</strong> la Unión Gana<strong>de</strong>ra<br />

Regional <strong>de</strong> Sonora.<br />

Mayor Francisco Luken Aguilar<br />

Dr. Paliza y Marsella-Hermosillo, Sonora.<br />

Nació en Nogales, el 18 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1916. En la escuela Comercial<br />

<strong>de</strong>l Profr. Heriberto Aja, en Hermosillo, Sonora, hizo sus estudios.<br />

Posteriormente ingresó al Colegio Militar, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> salió con el grado<br />

<strong>de</strong> Sub-Teniente y durante doce años estuvo en filas en algunos lugares<br />

<strong>de</strong> la República, entre otros Puebla, Oaxaca, Veracruz y Sonora.<br />

Fue Jefe <strong>de</strong> Ayudantes <strong>de</strong>l Gobernador sonorense don Abelardo L.<br />

Rodríguez y <strong>de</strong>spués por algún tiempo<br />

trabajó con él, como encargado<br />

<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> sus negocios. Después<br />

seguidamente, fue Jefe <strong>de</strong> la Policía<br />

Municipal en Mexicali, en Tijuana y<br />

en Hermosillo, respectivamente. En<br />

el actual gobierno <strong>de</strong>l Estado ha prestado<br />

sus servicios, primero como jefe<br />

<strong>de</strong> la Sección Administrativa en la<br />

Dirección <strong>de</strong> Obras Públicas, siendo<br />

posteriormente nombrado por el C.<br />

Gobernador, Jefe <strong>de</strong> la Policía Judicial<br />

<strong>de</strong>l Estado, puesto que actualmente<br />

<strong>de</strong>sempeña.<br />

Jesús Rojo Padilla<br />

Hermosillo, Sonora.- Nació en Hermosillo,<br />

Sonora, en el año <strong>de</strong> 1914.<br />

Sus estudios los hizo en la Escuela<br />

No. 3 <strong>de</strong>l mismo lugar don<strong>de</strong> terminó<br />

primaria; y los <strong>de</strong> Comercial en la<br />

Escuela particular <strong>de</strong>l Profr. Heriberto<br />

Aja.<br />

Su primer trabajo fue en la construcción<br />

<strong>de</strong> la carretera, <strong>de</strong>sempeñando<br />

el puesto <strong>de</strong> sobre-estante en el año<br />

<strong>de</strong> 1934.<br />

Después se <strong>de</strong>dicó al comercio en el<br />

ramo <strong>de</strong> Abarrotes y actualmente es<br />

propietario <strong>de</strong>l puesto <strong>de</strong> mariscos<br />

ubicado en el costado Sur <strong>de</strong>l Mercado<br />

Municipal <strong>de</strong> Hermosillo y que se<br />

<strong>de</strong>nomina <strong>El</strong> Puerto <strong>de</strong> Guaymas.<br />

Rojo fue <strong>de</strong> los primeros introductores <strong>de</strong> mariscos <strong>de</strong>l puerto <strong>de</strong><br />

Kino a esta ciudad, por allá en el año <strong>de</strong> 1935, en que todavía no había<br />

carretera.<br />

Héctor Molina Padilla<br />

<strong>Pitic</strong> 905 Hermosillo, Sonora.<br />

Nació en Huépac, Sonora, el 21 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1934. Estudió parte <strong>de</strong> la<br />

primaria en el mismo lugar, y la concluyó en Hermosillo y en la Uni-Son,<br />

cursó la Preparatoria, Comercio y Administración y Derecho. Des<strong>de</strong> los<br />

14 años empezó a trabajar en la Agencia RCA Víctor, como Encargado<br />

<strong>de</strong>l Aseo, y en la misma empresa fue ascendido mientras estudiaba. Debido<br />

a su esfuerzo y empeño, actualmente es Gerente General <strong>de</strong> VAL-<br />

CO, S.A. con sucursales en Ciudad Obregón y Culiacán. Des<strong>de</strong> que se<br />

inició en la vida política ha pertenecido al PRI, y fue ferviente partidario<br />

durante la campaña que llevó a la gubernatura <strong>de</strong>l Estado al Lic. Luis<br />

Encinas. Es activo militante <strong>de</strong> la CNOP, a través <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> Propietarios<br />

<strong>de</strong> Sinfonolas, don<strong>de</strong> es Secretario<br />

General Interino. De 1964-67 fue Diputado<br />

Suplente por Arizpe. Es miembro<br />

<strong>de</strong> la Junta para el Progreso y Bienestar<br />

<strong>de</strong>l Municipio <strong>de</strong> Huépac, y siempre ha<br />

estado ligado a los pueblos <strong>de</strong> esa región.<br />

En viaje <strong>de</strong> estudios comisionado<br />

por Telefunken, visitó Alemania, Suiza<br />

y Francia, en 1966. Es miembro <strong>de</strong> la<br />

Cámara <strong>de</strong> Comercio y <strong>de</strong>l Casino <strong>de</strong><br />

Hermosillo. En calidad <strong>de</strong> invitado ha<br />

estado en el Club <strong>de</strong> Leones. Ha formado<br />

parte <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> visionarios jóvenes<br />

empresarios que tienen un campo<br />

<strong>de</strong> experimentación con un acuario.<br />

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11


12 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

HOTEL SUITES KINO<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

En el año <strong>de</strong> 1824 se inició la prosperidad para Guaymas, fue habilitado como<br />

Puerto <strong>de</strong> Altura, siendo incluido en su ruta por las embarcaciones que hacían<br />

ruta comercial, don<strong>de</strong> llegaban a hacer el cambio <strong>de</strong> efectos comerciales por el<br />

valioso polvo en oro que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lejano Durango y Alamos comercializaban los<br />

viejos mineros. Tal prosperidad obligó a nuestras autorida<strong>de</strong>s a mejorar las comunicaciones<br />

terrestres, sobre todo el camino <strong>de</strong> Guaymas al Presidio <strong>de</strong> <strong>El</strong> <strong>Pitic</strong>,<br />

inexplicablemente <strong>de</strong>signado en 1828 con el nombre <strong>de</strong> Hermosillo.<br />

La distancia <strong>de</strong> 38 leguas <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sierto ardiente y estéril, terreno a veces poblado<br />

por algunos arbustos secos y característicos <strong>de</strong> la región, se cubría en 36 a<br />

40 horas, en que se recorría el camino real <strong>de</strong> Guaymas al antiguo Presidio <strong>de</strong> <strong>El</strong><br />

<strong>Pitic</strong>, una real aventura en la que a veces se corría el riesgo <strong>de</strong> encontrarse con<br />

una partida <strong>de</strong> Seris. <strong>El</strong> camino era áspero y difícil y los trenes <strong>de</strong> carretones,<br />

arrieros y las caballerías transitaban por una brecha con mil disgustos y penalida<strong>de</strong>s,<br />

pero necesarísimo por el movimiento marítimo <strong>de</strong> Guaymas, que cada<br />

día florecía más, haciéndose necesaria la tan importante ruta.<br />

Las distancias que recorrían las diligencias y los lugares en que se encontraban<br />

los puestos <strong>de</strong> reabastecimiento, <strong>de</strong>scanso y la remuda <strong>de</strong> bestias, se repartía en<br />

6 puntos, a saber:<br />

Guaymas a Noche Buena 9 leguas,<br />

Noche Buena a La Cieneguita 8 leguas,<br />

La Cieneguita a <strong>El</strong> Pocito 5 leguas,<br />

<strong>El</strong> Pocito a La Palma 3 leguas,<br />

La Palma a La Poza 7 leguas y <strong>de</strong><br />

La Poza a Hermosillo 6 leguas.<br />

Con las mejoras a este camino se obtuvieron beneficios <strong>de</strong> mucha importancia,<br />

sobre todo en la región agrícola <strong>de</strong> Hermosillo; los agricultores y productores<br />

<strong>de</strong> harina <strong>de</strong> Guaymas y Hermosillo estuvieron en posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> colocar sus<br />

productos, mediante la exportación hacia puertos <strong>de</strong>l Pacífico Norte, alcanzando<br />

en algunas ocasiones el puerto <strong>de</strong> San Francisco.<br />

Todo lo anterior obligó al gobierno a dar ór<strong>de</strong>nes para que se realizaran mejoras<br />

a las vías <strong>de</strong> comunicación en sus respectivos distritos, como lo revela una circular<br />

enviada a dichas autorida<strong>de</strong>s en don<strong>de</strong> se manifiesta claramente el objetivo a<br />

lograr con tales obras:<br />

“Siendo las vías <strong>de</strong> tránsito uno <strong>de</strong> los principales elementos <strong>de</strong> prosperidad<br />

pública por que facilitan no sólo las transacciones mercantiles sino las exportaciones<br />

<strong>de</strong> un punto a otro <strong>de</strong> los productos agrícolas e industriales, el gobierno<br />

recomienda a Uste<strong>de</strong>s se tome el mayor empeño en que todos los caminos<br />

que crucen el Distrito <strong>de</strong> su mando, que<strong>de</strong>n compuestos en el menor tiempo<br />

posible”.<br />

Ciertamente el ejemplo fue seguido en otras poblaciones, como en la Villa <strong>de</strong><br />

Rayón, don<strong>de</strong> los vecinos, con ayuda <strong>de</strong>l gobierno, arreglaron el camino hacia<br />

Magdalena, facilitando la venta <strong>de</strong> sus cosechas en el vecino Arizona.<br />

Con las mejoras a las vías <strong>de</strong> comunicación, no solo los agricultores se beneficiaron,<br />

también los comerciantes se vieron altamente favorecidos y para<br />

tener una i<strong>de</strong>a, el Puerto tenía tres mil trescientos sesenta y dos habitantes, <strong>de</strong><br />

los cuales ciento seis se <strong>de</strong>dicaban al comercio. Embarcaciones <strong>de</strong> todo tipo<br />

atracaban en la bahía, acelerando el movimiento comercial que obligaron a<br />

los comerciantes <strong>de</strong> Guaymas a convertirse en los principales promotores <strong>de</strong><br />

las primeras líneas <strong>de</strong> diligencias. <strong>El</strong> Sr. José U. Sandoval cubría la ruta <strong>de</strong><br />

Guaymas a Hermosillo y solicitó al gobierno central una extensión hasta la<br />

población <strong>de</strong> Ures y la exclusividad en su explotación. Posteriormente otro<br />

comerciante porteño, Don Francisco Aguilar, organizó una nueva empresa <strong>de</strong><br />

diligencias para cubrir la ruta <strong>de</strong> Guaymas a Ures pasando por Hermosillo,<br />

con la diligencia llamada “La Guaymeña”, todos los lunes salía <strong>de</strong>l puerto<br />

a las cuatro <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong> la fonda “<strong>El</strong> Aguila Roja”, <strong>de</strong>spachada por don<br />

Luis Campuzano. Después <strong>de</strong> un viaje <strong>de</strong> treinta y seis a cuarenta horas, llegaba<br />

a Hermosillo al tendajón “<strong>El</strong> Siglo XIX”, continuando el miércoles rumbo a<br />

Ures, don<strong>de</strong> llegaba el mismo día.<br />

Cuando mencionamos el tendajón “Siglo XIX” nos estamos refiriendo precisamente<br />

al negocio que fundó el Sr. Carlos E. Hale, quien fungía como Cónsul<br />

estadouni<strong>de</strong>nse y que también se <strong>de</strong>senvolvía en el negocio <strong>de</strong> los transportes<br />

con carrozas en diferentes rutas y mesones en los que alojaba a las personas<br />

que viajaban, que en Diciembre <strong>de</strong> 1862 solicitó al Honorable Ayuntamiento el<br />

permiso necesario para dar principio a la construcción, permiso que curiosamente<br />

fue firmado por el Sr: Juan <strong>de</strong> Dios Castro y por el Sr. Francisco García<br />

Noriega, bisabuelo <strong>de</strong>l Sr. Armando Benard Noriega, actual propietario <strong>de</strong>l<br />

inmueble y que en ese tiempo no tenia nada que ver con el negocio <strong>de</strong> hoteles,<br />

sólo firma como funcionario <strong>de</strong>l Ayuntamiento permiso para la construcción<br />

<strong>de</strong>l edificio que actualmente conocemos como Hotel Kino, uno <strong>de</strong> los edificios<br />

que forman parte <strong>de</strong> la parte bella que aún nos queda <strong>de</strong>l Hermosillo que ha<br />

ido <strong>de</strong>sapareciendo.<br />

En el mes <strong>de</strong> Septiembre, precisamente el día 5 <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1861, Don Facundo<br />

González vendió al Sr. Manuel Ïñigo un terreno al pie <strong>de</strong>l Cerro <strong>de</strong> la Campana,<br />

situado en la Calle Hidalgo 22, terreno que al año siguiente, o sea en 1862,<br />

vendió al Sr. Carlos E. Hale, que mediante permiso <strong>de</strong>l Honorable Ayuntamiento<br />

dio principio a la construcción.<br />

<strong>El</strong> Sr. Hale explotó el giro <strong>de</strong> tendajón en general <strong>de</strong>nominado “Siglo XIX”<br />

hasta el año <strong>de</strong> 1891 en que vendió el 4 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1891 la finca a Napoleón<br />

Graff que a los dos días, o sea el 20 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong>l mismo año vendió<br />

al Sr. Bernardo H. Lacarra.<br />

<strong>El</strong> Sr. Bernardo Lacarra al siguiente mes también vendió al Sr. Antonio García,<br />

quien a su vez rentó al Sr. Don Marcos Marck Cohen, convirtiéndose en Administrador<br />

<strong>de</strong>l GRAN HOTEL y HOTEL COHEN, giro y nombre que sostuvo<br />

hasta 1922 en que vendió el edificio a <strong>El</strong>vira García Vda. De Noriega, aun<br />

cuando el Sr. Cohen siguió administrando.<br />

Para el año <strong>de</strong> 1930 el edificio propiedad <strong>de</strong> Doña <strong>El</strong>vira G. <strong>de</strong> Noriega fue rentado<br />

al matrimonio <strong>de</strong> Don Felipe León y Doña María León, quienes durante<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

HOTEL kinO...<br />

nueve años manejaron el giro <strong>de</strong> hotel, bajo el nombre <strong>de</strong> HOTEL MODERNO.<br />

Doña <strong>El</strong>vira G. Vda. De Noriega ven<strong>de</strong> a <strong>El</strong>vira Noriega <strong>de</strong> Benard y el 9 <strong>de</strong><br />

Enero <strong>de</strong> 1939 nace con el nombre <strong>de</strong> HOTEL KINO.-<br />

EL MESON “EL SIGLO XIX” 1863 A 1891<br />

GRAN HOTEL 1891 A 1900<br />

HOTEL COHEN 1900 A 1922<br />

HOTEL MODERNO 1923 A 1939<br />

HOTEL KINO 1939 A 1994<br />

HOTEL SUITES KINO 1994 A ………<br />

A gran<strong>de</strong>s rasgos esta es una cronología muy particular <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los negocios<br />

más antiguos <strong>de</strong> nuestra ciudad y cuando afirmo uno <strong>de</strong> los más antiguos, me<br />

estoy refiriendo precisamente al más antiguo, sobre todo en la rama <strong>de</strong> la hospe<strong>de</strong>ría<br />

y que a través <strong>de</strong> los años se ha mantenido otorgando un servicio inmejorable,<br />

en que se ha cuidado al máximo todo tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>talles, que hacen la estancia<br />

<strong>de</strong> sus clientes sentirse aún mejor que en su casa y en algunos casos en sus<br />

habitaciones encuentran las comodida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> una casa familiar, así como<br />

una oficina en don<strong>de</strong> se ha procurado facilitar al usuario hasta las instalaciones<br />

apropiadas para discapacitados.<br />

En la actualidad el hotel está pasando por un periodo <strong>de</strong> remozamiento general<br />

<strong>de</strong> manos <strong>de</strong> un Arquitecto, que <strong>de</strong> acuerdo con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l Ing. Armando Benard<br />

Noriega e hijo Armando Benard Jiménez, está llevando a cabo un cambio <strong>de</strong><br />

imagen en don<strong>de</strong> se combinará lo colonial antiguo con lo mo<strong>de</strong>rno y funcional.<br />

<strong>El</strong> cliente repetitivo jamás encontrará lo mismo, siempre a la vanguardia en la<br />

industria hotelera Don Armando Benard ha convertido el hotel en un edificio en<br />

don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n apreciar piezas dignas <strong>de</strong> museo, su afición <strong>de</strong> coleccionista lo<br />

ha llevado a erigir nichos en don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n apreciar piezas con una antigüedad<br />

<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 200 y 300 años, allí se encuentran lo mismo máquinas <strong>de</strong> escribir,<br />

bombillas eléctricas en perfecto estado, plumas, utensilios varios, reproductores<br />

<strong>de</strong> discos, teléfonos, radios, y un etcétera muy largo que ameritan una visita.<br />

Su afición a la música le da el merecido titulo <strong>de</strong> melómano y el mayor coleccionista<br />

<strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> equipos reproductores <strong>de</strong> sonido, que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pianola<br />

manual <strong>de</strong> rollos hasta los mo<strong>de</strong>rnísimos reproductores <strong>de</strong> CD y DVD. Sus discos<br />

abarcan anaqueles interminables en don<strong>de</strong> se localiza música <strong>de</strong> orquestas,<br />

grupos, cantantes en todos los géneros musicales, que han convertido su casa<br />

hogar en un lugar para sibaritas <strong>de</strong> la música, con una puerta amplia, gran<strong>de</strong> y<br />

siempre abierta para los <strong>de</strong>gustantes <strong>de</strong>l canto y la música en general.<br />

<strong>El</strong> edificio <strong>de</strong>l Hotel Suites Kino ha sido objeto <strong>de</strong> remo<strong>de</strong>laciones, respetando<br />

siempre el acabado original, cambios que le han costado a su propietario infinidad<br />

<strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s para llevarlas a cabo, el escollo burocrático le ha frenado en<br />

todas las ocasiones en que <strong>de</strong>sea llevar a cabo algún cambio. Está ro<strong>de</strong>ado por<br />

viejas edificaciones en que poco a poco se ha ido perdiendo el entorno, se están<br />

cayendo víctimas <strong>de</strong> la indolencia, son edificaciones que podían ser rescatadas y<br />

convertirlas en espacios útiles y si no existieran gentes preocupadas por conservar<br />

la esencia <strong>de</strong>l viejo Hermosillo, como la familia Benard, tar<strong>de</strong> que temprano<br />

serán contados con los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> la mano las huellas <strong>de</strong>l pueblo chiquito y sencillo<br />

que nos heredaron nuestros antepasados.<br />

En el Hotel Suites Kino con sólo traspasar su mo<strong>de</strong>rna puerta, se siente y se respira<br />

la cómoda elegancia <strong>de</strong> lo Colonial, en una rara combinación con lo mo<strong>de</strong>rno,<br />

que hacen que surja a nuestra vista y sobre todo a nuestro pensamiento la magia<br />

<strong>de</strong> lo eterno y lo elegante, con un gusto muy especial, en que nos trasportamos<br />

<strong>de</strong> inmediato a esas épocas ya pasadas que nos siguen embriagando con su sabor<br />

especial y único. Gracias.<br />

Fernando Andra<strong>de</strong> Domínguez<br />

H. Rangel Lugo #139 esq. con 5 <strong>de</strong> Febrero,<br />

Barrio 5 <strong>de</strong> Mayo.- Tel. 2-172804, 2-156460, (21)738122<br />

HERMOSILLO DEL PITIC, SONORA, MEXICO.<br />

andra<strong>de</strong>_nando@yahoo.com<br />

Galería <strong>de</strong> fotos antiguas<br />

bombera <strong>de</strong> 1948.<br />

señoritas HermosiLLenses Posando en eL Cerro <strong>de</strong> La CamPana a fines <strong>de</strong>L sigLo<br />

XiX o PrinCiPios <strong>de</strong>L sigLo XX.<br />

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13


14 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

CRÓNICA DE LA COLONIA VILLA<br />

SAN IGNACIO EN LA COSTA DE HERMOSILLO<br />

Primero conquistaron las entrañas <strong>de</strong> la tierra, luego dominaron el <strong>de</strong>sierto<br />

Martín Durazo Rivera<br />

Primero conquistaron<br />

las<br />

entrañas <strong>de</strong> la<br />

tierra, luego<br />

dominaron el<br />

<strong>de</strong>sierto. Siempre<br />

hemos oído<br />

hablar <strong>de</strong> los<br />

“agrotitanes”<br />

<strong>de</strong> la Costa,<br />

en referencia a<br />

aquellos hombres<br />

que con<br />

tenacidad y esfuerzoconquistaron<br />

el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong>l poniente <strong>de</strong> Hermosillo, convirtiéndolo en uno <strong>de</strong> los<br />

emporios agrícolas más importantes <strong>de</strong> México, no sólo por su producción<br />

agrícola, sino<br />

también por las aportaciones que han hecho en sus investigaciones e<br />

innovaciones para el combate <strong>de</strong> la hambruna mundial, a través <strong>de</strong><br />

organismos como el Centro <strong>de</strong> Investigaciones Agrícolas <strong>de</strong>l Noroeste<br />

(CIANO), que logró el mejoramiento <strong>de</strong> las semillas y el aumento <strong>de</strong> la<br />

producción agrícola y alimentaria.<br />

A las nuevas generaciones<br />

nos resulta familiar<br />

ver esos extensos campos<br />

cubiertos <strong>de</strong> trigo,<br />

frijol, algodón, naranja,<br />

nuez, maíz, garbanzo,<br />

ajonjolí y hortalizas<br />

diversas, pero pocos<br />

fuimos testigos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> esa gran<br />

bendición nacional que<br />

ha sido hasta la fecha la<br />

región agrícola Costa<br />

<strong>de</strong> Hermosillo, y en especial<br />

el área conocida<br />

como “Colonia Mineros<br />

<strong>de</strong> Pilares”.<br />

ORÍGENES DE LA RE-<br />

GIÓN AGRÍCOLA DE<br />

LA COSTA DE HER-<br />

MOSILLO<br />

Los señores Ignacio<br />

María Encinas y Pascual<br />

Encinas, originarios<br />

<strong>de</strong>l Valle <strong>de</strong> Tacupeto,<br />

<strong>de</strong> Sahuaripa, se trasladaron<br />

<strong>de</strong> este pueblo<br />

a la región <strong>de</strong>sértica<br />

en territorio seri, al<br />

oeste <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Hermosillo,<br />

en la <strong>de</strong>nominada selva virgen <strong>de</strong><br />

Kess-quenex (lugar <strong>de</strong> tésotas), y fundaron<br />

en 1844 la primera hacienda agrícola y gana<strong>de</strong>ra<br />

<strong>de</strong> la Costa <strong>de</strong> Hermosillo, a la que<br />

llamaron San Francisco <strong>de</strong> la Costa Rica.<br />

Cuenta don Roberto Thompson, yerno <strong>de</strong><br />

don Pascual Encinas, que su suegro le dijo<br />

que cuando llegaron al punto <strong>de</strong> asentamiento,<br />

él <strong>de</strong>claró: “Aquí es don<strong>de</strong>, y con<br />

el favor <strong>de</strong> Dios, formaremos la hacienda<br />

que un día se convertirá en el centro<br />

<strong>de</strong> una región agrícola próspera y <strong>de</strong> renombre;<br />

a nosotros nos toco dar el primer<br />

pujido ...pongámonos en obra.” Y allí empezaron<br />

la excavación <strong>de</strong>l primer pozo <strong>de</strong><br />

la Costa. En batalla constante contra la belicosa<br />

tribu seri y las adversas condiciones<br />

<strong>de</strong> la zona, convirtieron aquella hacienda<br />

en una <strong>de</strong> las más ricas y avanzadas <strong>de</strong> la<br />

región, llegando a ser <strong>de</strong> los principales exportadores <strong>de</strong> algodón, frijol, harina<br />

<strong>de</strong> trigo, maíz y otros productos agrícolas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ganado a los Esta-<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

dos Unidos. Don Pascual formó una<br />

ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ranchos en toda la región<br />

y abrió más tierras al cultivo. Allí se<br />

criaban miles <strong>de</strong> becerros y<br />

muchos potrillos. Construyó un<br />

molino <strong>de</strong> harina movido por agua,<br />

y le aumentaba la potencia con un<br />

avanzado motor a vapor. Explotó<br />

caleras en el <strong>de</strong>sierto, y los indios<br />

fabricaban cal y se la vendían<br />

a él mismo. También salinas junto al<br />

mar. Recolectaban jojoba e higuerilla,<br />

cultivaba tabaco y curtía pieles<br />

para los diferentes implementos <strong>de</strong><br />

las labores <strong>de</strong> la hacienda y los ranchos.<br />

Incluso 1<br />

experimentó con el cultivo <strong>de</strong> un arbusto<br />

que producía granos <strong>de</strong> café.<br />

Tenía un tren <strong>de</strong> carretas tirado por<br />

caballos en los que transportaba sus<br />

productos a Tucson, Arizona. Don<br />

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15<br />

Pascual nació en 1796, vivió todo el siglo<br />

XIX y murió en 1903. Le tocó vivir en tres<br />

siglos iferentes. Vaya longevidad <strong>de</strong> este<br />

hombre. Todo esto sucedía a mediados <strong>de</strong>l<br />

siglo XIX, y se prolongó hasta entrado el<br />

siglo XX. Hoy las ruinas <strong>de</strong> esta hacienda,<br />

así como el pozo original, todavía se pue<strong>de</strong>n<br />

apreciar<br />

por los rumbos <strong>de</strong> la Calle 0 Norte.<br />

Poco <strong>de</strong>spués llegaron más tenaces agricultores<br />

a trabajar las tierras <strong>de</strong> lo que con<br />

el tiempo se convertiría en el Distrito <strong>de</strong><br />

Riego no. 51 <strong>de</strong> la Costa <strong>de</strong> Hermosillo. Al<br />

igual que don Pascual Encinas, un grupo<br />

<strong>de</strong> agricultores <strong>de</strong> origen italiano inició labores<br />

pioneras en otras partes <strong>de</strong> la Costa,<br />

abriendo nuevas tierras al cultivo, y exhibiendo extraordinarias oportunida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> aprovechamiento agrícola. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1945 iniciaron<br />

las perforaciones <strong>de</strong>l primer pozo con bomba para extracción <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l<br />

manto acuífero subterráneo <strong>de</strong> la Costa. <strong>El</strong>los fueron los señores Herminio<br />

Ciscomani, Tomás Ciscomani, Valentín Cecco y Alberto Giotonini.<br />

Pero aún quedaba un área sin explotar en la región más cercana a la costa,<br />

rumbo a Bahía Kino. Un área <strong>de</strong>sértica semejante a la que encontró don Pascual,<br />

y en la que se hallaba uno que otro rancho en las partes más remotas.<br />

Pasaron 100 años <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> los primeros pioneros a la Costa para<br />

que una nueva generación <strong>de</strong> agricultores hiciera su arribo a esa zona. Todo<br />

ello producto <strong>de</strong> especiales circunstancias que <strong>de</strong>rivaron en la apertura <strong>de</strong><br />

nuevas tierras al cultivo, y la formación <strong>de</strong> una especial casta <strong>de</strong> colonos<br />

agrícolas: Los ex-mineros <strong>de</strong> Pilares.<br />

“PARÓ PILARES”<br />

La conclusión <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial había provocado el <strong>de</strong>splome<br />

<strong>de</strong> los precios <strong>de</strong>l cobre y otros metales, por lo cual la mina <strong>de</strong> Pilares <strong>de</strong><br />

Nacozari <strong>de</strong> la Moctezuma Copper Company cerró sus operaciones. Para los<br />

pilareños la expresión común para esto es “paró Pilares”. <strong>El</strong> gobierno se vio<br />

en la necesidad <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r el masivo y repentino <strong>de</strong>sempleo, y aprovechó<br />

la oportunidad para colonizar el área <strong>de</strong>spoblada <strong>de</strong> Hermosillo cercana al<br />

mar. Había algunos campos agrícolas en esa zona, pero no en todas partes<br />

se podían abrir nuevas tierras al cultivo. Esto porque la Ley <strong>de</strong> Colonización<br />

<strong>de</strong> 1947 era tajante en el sentido <strong>de</strong> que se <strong>de</strong>bían respetar las propieda<strong>de</strong>s<br />

reexistentes en un Distrito <strong>de</strong> Colonización <strong>de</strong> nueva creación, que en este<br />

caso era la zona más fértil y rica en agua <strong>de</strong> la Costa, la cual permaneció en<br />

manos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s agricultores privados. Para 1949 se había autorizado la


16 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

perforación y equipamiento <strong>de</strong> unos 500 pozos profundos. La autorización<br />

ya estaba, ahora faltaban los recursos para iniciar operaciones.<br />

DESMONTE Y COLONIZACIÓN DE LA ZONA “MINEROS DE PILARES”<br />

A finales <strong>de</strong> 1948, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 170 ex-mineros <strong>de</strong> Pilares obtuvieron la posesión<br />

<strong>de</strong> 5000 hectáreas remotas y completamente enmontadas al poniente<br />

<strong>de</strong> lo que hoy es la Calle 28 Sur, a unos cuantos kilómetros <strong>de</strong> la carretera a<br />

Bahía Kino. <strong>El</strong> área estaba llena <strong>de</strong> mezquite, palo fierro, sahuaro, biznaga,<br />

palo ver<strong>de</strong>, y toda clase <strong>de</strong> planta típica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto sonorense. Allí iniciaron<br />

la Colonia Mineros <strong>de</strong> Pilares (la Pilares) como centro <strong>de</strong> operaciones y<br />

colonización <strong>de</strong>l área. Muchos <strong>de</strong> estos ex-mineros habían estado trabajando<br />

en Hermosillo emporalmente, así que no se asentaron todos a la vez. Entre<br />

los trabajos en que participaron en Hermosillo está la construcción <strong>de</strong>l Blvd.<br />

Rodríguez, incluyendo la plantación <strong>de</strong> los yucatecos que hoy sombrean dicho<br />

boulevard, así como el excavado y embovedado <strong>de</strong>l canal <strong>de</strong> riego para<br />

el Parque Ma<strong>de</strong>ro. Algunos venían con mentalidad <strong>de</strong> clase alta <strong>de</strong> Pilares,<br />

y el agreste terreno aunado a la soledad y a la distancia <strong>de</strong> Hermosillo, los<br />

hicieron <strong>de</strong>sistir y retornaron a la vida urbana; así que solos o con familia,<br />

unos cuantos tenaces y esforzados colonos se establecieron allí. Construyeron<br />

casas a base <strong>de</strong> horcones y varas <strong>de</strong> ocotillo, en virtud <strong>de</strong> que planeaban<br />

permanecer allí por poco tiempo. Otros llegaron y se cobijaron en gallineros,<br />

adaptándolos para una estancia breve en ese lugar en lo que les asignaban<br />

su terreno. Entre ellos venían don Vicente Durazo Ríos e Ignacia Llánez<br />

Ruiz, abuelos <strong>de</strong> quien esto escribe y padres <strong>de</strong> don Quirino Durazo Llánez,<br />

quien es el último sobreviviente <strong>de</strong> los colonos que fundaron la Colonia Villa<br />

San Ignacio, y expositor <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los hechos que narramos a continuación.<br />

Dice don Quirino Durazo que paulatinamente comenzaron a establecerse<br />

más colonos en la Pilares, y conforme se formaban grupos <strong>de</strong> 12, se entregaban<br />

recursos crediticios para la perforación y equipamiento <strong>de</strong>l pozo a<br />

perforar, y a la colonia le iban asignando el nombre por or<strong>de</strong>n numérico; así<br />

surgió el 1, el 2, el 3 y el 4. Para que la máquina llegara al lugar <strong>de</strong> perforación<br />

en cada pozo, ellos tenían que abrir brecha a punta <strong>de</strong> hacha y machete<br />

por en medio <strong>de</strong>l monte; no había maquinaria ni tampoco recursos para rentarla,<br />

menos para comprarla.<br />

En 1951, una vez establecidos estos campos, el presi<strong>de</strong>nte Miguel Alemán<br />

autorizó recursos para más pozos y se abrió brecha en el monte hasta el área<br />

don<strong>de</strong> estaría el siguiente campo a colonizar.<br />

Ya no se le asignó número sino que se <strong>de</strong>cidió llamarlo Colonia Villa San<br />

Ignacio en honor al patrono <strong>de</strong> Óputo, pero algunos <strong>de</strong>cían que en reali-<br />

dad había sido propuesto por don Vicente Durazo en honor a mi magran<strong>de</strong><br />

(abuela) Nacha, su esposa, ya que la amaba muchísimo. ¡Ése sí es amor!<br />

Miren que <strong>de</strong>dicarle todo un campo a su esposa.<br />

Los colonos vivían en la Pilares o el campo 4, y diariamente se trasladaban al<br />

área <strong>de</strong> 300 hectáreas asignadas para <strong>de</strong>smontarlas en lo que sería San Ignacio.<br />

Aunque estaban en medio <strong>de</strong> la nada, existían tres ranchos que servían<br />

como refugio en caso <strong>de</strong> emergencia; uno era el ranchito Bella Vista, otro<br />

San Nicolás y otro <strong>El</strong> Abanico, los cuales tenían ya varios años en funcionamiento<br />

en estas aisladas regiones. En <strong>El</strong> Abanico se había construido una<br />

casa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra estilo americano por un buscador <strong>de</strong> tesoros que provenía<br />

<strong>de</strong> ese país. Nunca encontró el tesoro, pero la casa sigue en pie hasta hoy, y<br />

ese campo sigue en operaciones. Años <strong>de</strong>spués uno <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong><br />

<strong>El</strong> Abanico <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong>l lugar, y al tiempo reapareció con carro <strong>de</strong>l año<br />

y resi<strong>de</strong>ncia en la colonia <strong>Pitic</strong> <strong>de</strong> Hermosillo. Se rumoraba que encontró el<br />

tesoro, lo cual él mismo afirmó posteriormente.<br />

Mi pagran<strong>de</strong> (abuelo) Vicente Durazo era el velador <strong>de</strong> los terrenos que se<br />

estaban <strong>de</strong>smontando y vivía en una ramada <strong>de</strong> horcones con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

ocotillo. Colonos e hijos que podían hacerlo se presentaban cada día con<br />

hacha, palas, picos y machetes al <strong>de</strong>smonte. Los colonos no tenían ingresos<br />

para su sustento, así que conforme iban <strong>de</strong>smontando, juntaban la leña y<br />

la entregaban a los leñeros a cambio <strong>de</strong> alimento; no querían dinero. Pero<br />

como para tratar con los leñeros tenían que esperar a que éstos vinieran a<br />

Hermosillo y vendieran la leña, unas 20 horas <strong>de</strong> ida y vuelta porque no<br />

había carretera sino terracería y brechas, los colonos solicitaron al presi<strong>de</strong>nte<br />

Miguel Alemán que les ayudara para ser ellos los propios transportistas y<br />

ven<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la leña que recolectaban. <strong>El</strong> presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República les<br />

proporcionó un troque para ello, y entonces sí agilizaron el transporte y venta<br />

<strong>de</strong> la leña producto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte. Esto les permitió tener recursos para<br />

sostener a sus familias en lo que <strong>de</strong>smontaban palmo a palmo las hectáreas<br />

que les correspondían.<br />

Las labores <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte continuaban a mano, sin maquinaria alguna, pero<br />

el entusiasmo por lo que iban a obtener era tan gran<strong>de</strong> que no se cansaban, y<br />

cuando por las tar<strong>de</strong>s volvían al Campo 4 ó a la Pilares, agarraban los guantes<br />

<strong>de</strong> beisbol y seguían jugando hasta que el cuerpo aguantara.<br />

Cuando hacían el <strong>de</strong>smonte apartaban la leña para venta, y <strong>de</strong>jaban las ramas<br />

amontonadas, y cuando <strong>de</strong>rribaban un sahuaro, quedaban las varas regadas<br />

en el sitio; todo esto con el fin <strong>de</strong> quemarlas posteriormente. Luego<br />

se hacían las fogatas, y la lepada hacía garrochas <strong>de</strong> raíz <strong>de</strong> mezquite, y<br />

saltaban sobre la fogata. Si no lograban cruzar, caían en las brasas o en las<br />

espinas. Uno <strong>de</strong> ellos no alcanzó a cruzar, y se le llenó ya se imagina don<strong>de</strong><br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

<strong>de</strong> espinas. Sus papás lo embicharon, y lo comenzaron a <strong>de</strong>sespinar <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, mientras él lanzaba aullidos <strong>de</strong> dolor.<br />

Los colonos originales <strong>de</strong> la Colonia Villa San Ignacio fueron don Vicente<br />

Durazo, Ignacio Bennett, José Amor Bartolini, Manuel Garfel, Eduardo Grijalva,<br />

Lino Jáuregui, Timoteo Moreno, Vicente Urías, Santiago Durazo, Raúl<br />

González, Guillermo González y Rafael Martínez. Unos procedían <strong>de</strong> Óputo<br />

(Villa Hidalgo), otros <strong>de</strong> Cumpas, otros <strong>de</strong> Granados y otros <strong>de</strong> Nacozari.<br />

Pero por razones económicas habían coincidido en el mineral <strong>de</strong> Pilares. Así<br />

que todos ellos consi<strong>de</strong>ran a “La Pilareña” <strong>de</strong> don Silvestre Rodríguez, una<br />

especie <strong>de</strong> himno nacional. Cuando “paró Pilares” se establecieron en Villa<br />

San Ignacio. Esto provocó a su vez que familiares <strong>de</strong> los socios se trasladaran<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sus distintos pueblos <strong>de</strong> origen a este campo. Bennett y Martínez<br />

sólo duraron unos años en la Colonia, y luego traspasaron sus <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

pozo. Ignacio Bennett vendió su <strong>de</strong>recho a la Sociedad, y Rafael Martínez a<br />

Ramón Ángel Bennett, quien posteriormente vendió su <strong>de</strong>recho a Apolonio<br />

Jáuregui. Ignacio Bennett radicó en Hermosillo, y se constituyó en uno <strong>de</strong><br />

los pioneros <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> transporte público <strong>de</strong> la ciudad, junto con sus<br />

hijos Ramón Ángel, Julián, Lupita y María Jesús. Iniciaron con la “pericas”,<br />

y luego pasaron a los “ruleteros”.<br />

¿QUIÉN FUNDÓ EL POBLADO MIGUEL ALEMÁN (LA “12”)?<br />

Entre paréntesis señalamos que un hermano <strong>de</strong> don Ignacio, Francisco Bennett<br />

y su esposa Guadalupe Durazo, hermana <strong>de</strong> don Vicente, originarios<br />

<strong>de</strong> Óputo, fueron <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong> lo que hoy es el Poblado Miguel<br />

Alemán, junto con el sr. Oloño, “el Sordo” Arroyo, y Cipriano y Magdalena<br />

Murrieta. Mi tío Francisco y su familia vivían y trabajaban en la Colonia Villa<br />

San Ignacio, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laborar en otros campos agrícolas, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />

1961 <strong>de</strong>cidieron trasladarse y probar fortuna en la confluencia <strong>de</strong> la Calle<br />

12 y carretera a Kino, con un comedor en el que atendían a los trabajadores<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>spepitadora Volkart, la “petroquímica”, don<strong>de</strong> surtían amoníaco y<br />

fertilizantes, y una gasolinera. <strong>El</strong> comedor <strong>de</strong> láminas <strong>de</strong> cartón estaba en la<br />

cuneta <strong>de</strong> la carretera a Kino, y ellos vivían contiguamente. La hija mayor <strong>de</strong><br />

mis tíos, María Jesús Bennett Durazo, se encargaba <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong> chuchulucos<br />

en la obra <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> lo que sería la clínica <strong>de</strong>l IMSS. Aparte<br />

<strong>de</strong> estas 4 ó 5 familias, nadie más vivía allí, ya que los trabajadores <strong>de</strong> las<br />

empresas <strong>de</strong> este crucero iban y venían diariamente a sus campos. En el<br />

restaurant “Los Arbolitos” y “OK” mpezaron a aten<strong>de</strong>r a los troqueros que<br />

venían <strong>de</strong> los distintos rincones <strong>de</strong> la Costa hacia Hermosillo, así como a los<br />

albañiles <strong>de</strong> la clínica <strong>de</strong>l IMSS y a los trabajadores <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spepitadora, <strong>de</strong><br />

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17<br />

la petroquímica y <strong>de</strong> la gasolinera que se acababan <strong>de</strong> instalar también allí.<br />

<strong>El</strong> señor Oloño atendía el restaurant “OK” y mis tíos “Los Arbolitos”. Nunca<br />

se imaginaron en lo que se convertiría esos humil<strong>de</strong>s puestos <strong>de</strong> alimentos<br />

a más <strong>de</strong> 50 años <strong>de</strong> distancia. Hoy es una comunidad con más <strong>de</strong> treinta<br />

mil habitantes llamada Poblado Miguel Alemán, fundado oficialmente en<br />

1964, con humil<strong>de</strong>s orígenes en mis tíos y sus 4 vecinos en 1962. Para los<br />

que vivíamos en la Costa sigue siendo “la 12”. Estos pilareños eran tenaces y<br />

pioneros, y merecen un reconocimiento a su esfuerzo y tenacidad.<br />

POBLACIÓN DE VILLA SAN IGNACIO<br />

Volviendo a Villa San Ignacio, mientras la perforadora trabajaba para sacar<br />

muestras para los químicos y geólogos <strong>de</strong>l terreno don<strong>de</strong> se ubicaría el<br />

pozo, los colonos continuaban su labor <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte. Cuando se perforó el<br />

pozo se reunieron los colonos con sus familias alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la perforadora<br />

para ver qué suce<strong>de</strong>ría. Se llenaron <strong>de</strong> asombro cuando <strong>de</strong> repente surgió<br />

por primera vez <strong>de</strong> las entrañas <strong>de</strong> la tierra el chorro <strong>de</strong> agua que daba inicio<br />

a las operaciones agrícolas en San Ignacio. Los primeros días salían chorros<br />

<strong>de</strong> lodo, pero luego el agua salió clara y limpia. Era todo un espectáculo ver<br />

cómo se elevaba aquel po<strong>de</strong>roso chorro hasta unos 15 ó 20 metros sobre el<br />

suelo. Los operadores <strong>de</strong> la perforadora no hallaban la manera <strong>de</strong> alejar a la<br />

gente <strong>de</strong>l pozo y <strong>de</strong> la maquinaria por el regocijo que sentían estas familias<br />

<strong>de</strong> ver realizados uno <strong>de</strong> sus más añorados sueños. Los colonos había excavado<br />

a pico y pala los canales y acequias que conducirían a los diferentes<br />

cuadros <strong>de</strong> siembra el preciado líquido, y ahora el agua podía fluir libremente<br />

a través <strong>de</strong> unos 15 km <strong>de</strong> canales.<br />

Una vez confirmada la existencia <strong>de</strong> mantos freáticos susceptibles <strong>de</strong> extracción<br />

<strong>de</strong> agua a gran escala, inició la instalación <strong>de</strong> la bomba extractora<br />

<strong>de</strong> pozo profundo. Este primer pozo funcionaba con un motor diesel. Dio<br />

inicio también la construcción <strong>de</strong> casas en esta Colonia. En los campos que<br />

les precedieron, los trazos <strong>de</strong>l área poblacional eran irregulares, quedando<br />

las casas don<strong>de</strong> mejor convenía a los colonos; pero en Villa San Ignacio <strong>de</strong>cidieron<br />

trazar una calle y poner las casas una frente a la otra, en terrenos <strong>de</strong><br />

unos 1000 m2, en los cuales cada colono construyó inicialmente su ramada<br />

con horcones y pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ocotillo. Iban por el ocotillo hasta cerca <strong>de</strong> Kino,<br />

don<strong>de</strong> abundaba, y lo usaban para las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las ramadas y para los<br />

cercos divisorios <strong>de</strong>l terreno. Era tan fértil el suelo virgen, que el ocotillo <strong>de</strong><br />

los cercos rever<strong>de</strong>cía y floreaba, dándoles un aspecto alegre y vivo. Después<br />

construyeron casas con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adobes y techos <strong>de</strong> lámina o petates recubiertos<br />

con “tierra muerta”; forestaron sus lotes con pinos, eucaliptos, sau-


18 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

ces y árboles frutales <strong>de</strong> limón, naranja, mora, toronja, guayaba, uva, higo,<br />

mandarina, granada, nopal y huerto familiar. Aún no había suministro <strong>de</strong><br />

energía eléctrica, por lo cual la iluminación era con cachimbas <strong>de</strong> carburo y<br />

lámparas <strong>de</strong> <strong>de</strong>stilado.<br />

Conforme crecía la colonia, construyeron casas para los trabajadores, y poco<br />

<strong>de</strong>spués tramitaron la construcción <strong>de</strong> la Escuela Rudimental Mixta Profra.<br />

Concepción Bórquez, en la cual dieron clases los profesores Antonio Hentchel<br />

y Francisco Tánori Durazo; Tánori llegó a ser diputado en el Congreso<br />

local, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> diversas funciones en los gobiernos estatal y municipal.<br />

La escuela comenzó en unos cuartos <strong>de</strong> adobe, pero <strong>de</strong>spués, bajo la administración<br />

<strong>de</strong>l gobernardor Álvaro Obregón Tapia, se construyó una con láminas<br />

<strong>de</strong> asbesto, y se le añadió una muy mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> bloque <strong>de</strong> cemento y<br />

ventanales ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fibra <strong>de</strong> vidrio con motivos educativos <strong>de</strong> flora, fauna,<br />

geografía, historia y anatomía. Posteriormente se hizo una cancha, la cual<br />

tenía canastas para basquetbol, ya que los pilareños presumen <strong>de</strong> que en<br />

Pilares fue don<strong>de</strong> se jugó por primera vez este <strong>de</strong>porte en México, por lo que<br />

eran muy aficionados a él. San Ignacio contaba con su propio tanichi (tienda<br />

<strong>de</strong> abarrotes) y, por supuesto, la cantina, atendida por don Gonzalo González.<br />

<strong>El</strong> tanichi era propiedad <strong>de</strong> mi padre Quirino Durazo, quien procuraba<br />

mantenerlo surtido regularmente, y era atendido por mi madre María Luisa<br />

Rivera, al mismo tiempo que lidiaba a los seis hijos que tenían.<br />

Acostumbrados estos colonos a las comodida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Pilares, pronto construyeron<br />

una pila elevada para suministro <strong>de</strong> agua por tubería a las casas <strong>de</strong>l<br />

triglicéridos<br />

campo. <strong>El</strong> agua abundaba y ellos pensaban que sería para siempre; ésta se<br />

distribuía originalmente por medio <strong>de</strong> acequias hasta cada cuadro <strong>de</strong> siembra,<br />

y cuando ya se cumplía el tiempo <strong>de</strong> riego, se abría cada cuadro para<br />

que se rodara a las cunetas y bajíos. Era un <strong>de</strong>spilfarro <strong>de</strong>l recurso, por lo<br />

que el consejo <strong>de</strong> algunos viejos <strong>de</strong>l lugar era: “cui<strong>de</strong>n el agua, muchachos,<br />

<strong>de</strong>spués la van a <strong>de</strong>sear”.<br />

Al abrir las últimas tierras <strong>de</strong> las 5000 hectáreas concedidas por el <strong>de</strong>creto<br />

presi<strong>de</strong>ncial, Luis Quiroz, propietario privado <strong>de</strong>l vecino campo San Nicolás,<br />

se anexó una franja <strong>de</strong> tierra contigua a la Colonia Villa San Ignacio. <strong>El</strong><br />

terreno quedaba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> la “Mineros <strong>de</strong> Pilares”, pero el señor<br />

Quiroz se negaba a entregarlo. Las socieda<strong>de</strong>s que integraban la Pilares,<br />

ya con ciertos recursos económicos a su disposición, acordaron presentar<br />

<strong>de</strong>manda ante las autorida<strong>de</strong>s para la recuperación <strong>de</strong> ese terreno. Don Luis<br />

Quiroz se <strong>de</strong>fendió legalmente, y como estaba relacionado con Emilio Portes<br />

Gil, nada menos que el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, pues adivinen a quién<br />

favoreció la sentencia. Así es, a don Luis Quiroz. Contra eso nada más se podía<br />

hacer, pero en el ínterin <strong>de</strong>l pleito, hubo fuertes roces y hasta balaceras,<br />

a grado tal que mi pa’gran<strong>de</strong> Vicente Durazo y don Raúl González fueron<br />

apresados y recluidos, acusados <strong>de</strong> disparar contra maquinaria <strong>de</strong> don Luis.<br />

Esto sí sucedió, pero no lo habían hecho ellos sino un certero tirador llamado<br />

don Félix, quien le voló el escape a un tractor como a trescientos metros<br />

<strong>de</strong> distancia, lo cual asustó mucho a los trabajadores, quienes fueron con el<br />

reporte. Poco <strong>de</strong>spués los liberaron por falta <strong>de</strong> pruebas, pero ellos nunca<br />

echaron <strong>de</strong> cabeza a don Félix a pesar <strong>de</strong>l riesgo que corrieron. Después <strong>de</strong><br />

estos sucesos, el ejército tuvo que resguardar el área para evitar mayores<br />

enfrentamientos.<br />

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Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

crónicA DE LA cOLOniA viLLA DE SAn ignAciO...<br />

Paralelamente al establecimiento <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> población, los recursos crediticios<br />

para siembra comenzaron a llegar. La mayoría <strong>de</strong> estos ex-mineros<br />

habían sido también rancheros y campesinos en sus pueblos <strong>de</strong> origen, así<br />

que no los tomó por sorpresa la labor agrícola. Tenían asesores <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l<br />

Banco <strong>de</strong> Crédito Agrícola, pero éstos no estaban muy capacitados para ello,<br />

por lo cual recurrieron a su creatividad para sacar a<strong>de</strong>lante las siembras y<br />

las cosechas. Los recursos disponibles para maquinaria y transporte se les<br />

liberaron, y compraron su primer tractor, un Oliver, una trilladora Massey<br />

Harris, y un troque Chevrolet para el transporte <strong>de</strong> las cosechas. No había<br />

carreteras, así que trasladaban sus cosechas a los almacenes y <strong>de</strong>spepitadoras<br />

en Hermosillo a través <strong>de</strong> las brechas y caminos existentes, y si se<br />

encontraban un arroyo crecido, hasta allí llegaban, hasta que menguaba para<br />

po<strong>de</strong>r continuar.<br />

Al principio <strong>de</strong> las operaciones agrícolas, los colonos y sus hijos eran los que<br />

llevaban a cabo todas las activida<strong>de</strong>s. Pero con la liquidación <strong>de</strong> las primeras<br />

cosechas comenzaron a hacerse <strong>de</strong> más y mejor maquinaria, y a<strong>de</strong>más<br />

comenzaron a contratar campesinos para las distintas labores <strong>de</strong>l campo.<br />

Uno <strong>de</strong> los primeros en incorporarse como trabajador fue don Mariano Ríos<br />

Durazo; también Antonio y Felipe Jáuregui, don Rafael Moreno y sus hijos<br />

el “Mácachi” y el “Pachuli” Moreno, don Mo<strong>de</strong>sto y Felícitas Tanóri y sus<br />

hijos, Manuel “el Tanino” Tánori, etc. Eran pocos trabajadores porque la ley<br />

fe<strong>de</strong>ral tenía extrañas restricciones en cuanto a los Distritos <strong>de</strong> Colonización.<br />

La Ley <strong>de</strong> Crédito Agrícola <strong>de</strong> 1942 establecía que “los beneficiarios <strong>de</strong>l<br />

crédito oficial <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> trabajar la tierra personalmente, y que no podían<br />

tener mas <strong>de</strong> cinco trabajadores asalariados permanentes.” Pero había incongruencias<br />

entre las diferentes leyes y reglamentos agrícolas. Por ejemplo, la<br />

ley <strong>de</strong> 1955, que abrogaba la <strong>de</strong> 1942, añadía a esto la exigencia <strong>de</strong> que los<br />

colonos <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> trabajar la tierra en común. Para los colonos <strong>de</strong> la Costa,<br />

esto significaba que ellos <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> vivir cerca <strong>de</strong> sus cosechas, construir un<br />

poblado y aten<strong>de</strong>r sus campos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí.<br />

Por otro lado, la reglamentación <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Colonización <strong>de</strong> 1947 prohibía<br />

la construcción <strong>de</strong> viviendas en tierras <strong>de</strong>stinadas al cultivo. Aquello era una<br />

capirotada. La legislación fe<strong>de</strong>ral era imprecisa en cuanto a la creación <strong>de</strong><br />

poblados en los Distritos <strong>de</strong> Colonización. Esta misma Ley para nada menciona<br />

el acomodo <strong>de</strong> campesinos sin tierra en los distritos <strong>de</strong> colonización.<br />

En cambio, el Acuerdo Presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1948, que reservaba<br />

para fines <strong>de</strong> colonización los terrenos <strong>de</strong> la Costa <strong>de</strong> Hermosillo, mencionaba<br />

en su “Consi<strong>de</strong>rando Segundo” que “podían establecerse un gran número<br />

<strong>de</strong> campesinos carentes <strong>de</strong> tierras y que <strong>de</strong>searan <strong>de</strong>dicarse a las labores<br />

<strong>de</strong>l campo”. ¿A quién hacerle caso?<br />

Para mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1950, ya la comunidad <strong>de</strong> la Colonia Villa San<br />

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19<br />

Ignacio estaba establecida, y se iniciaba una época <strong>de</strong> bonanza económica.<br />

Los colonos resi<strong>de</strong>ntes en el Campo 4 y la Pilares empezaron a trasladarse a<br />

San Ignacio. Algunos se trasladaban a pie con sus pocos bienes a cuestas, y<br />

otros, cuando ya tuvieron el primer tractor Oliver, le colocaban un tablón en<br />

el jalón y allí se subían las familias y sus bienes. Se las ingeniaban para todo.<br />

LOS “BELLAVISTAS”<br />

Iniciaba labores también la Colonia Bella Vista a dos kilómetros al poniente.<br />

La distancia no era casual, sino porque la reglamentación exigía un mínimo<br />

<strong>de</strong> dos kilómetros entre pozo y pozo, esto para evitar el abatimiento prematuro<br />

<strong>de</strong> los mantos freáticos. En esta Colonia se establecieron otro grupo <strong>de</strong><br />

socios pilareños como Isidro Durazo, hermano <strong>de</strong> Santiago y Quirino, hijo<br />

también <strong>de</strong> don Vicente Durazo, “el Güero” y “el Zurdo” Ortega, el Beto y el<br />

Heri Velázquez, Santiago Ríos, Benjamín Navarro, Manuel Moreno y otros.<br />

Aquí “recaló” el “Kachi” Rivera, un trabajador que inició en las labores <strong>de</strong><br />

riego y terminó como mayordomo <strong>de</strong>l campo. Él era una persona muy querida<br />

por los “bellavistas” (Éstos eran los gentilicios que usaban para i<strong>de</strong>ntificar<br />

a los habitantes <strong>de</strong> los distintos campos: “sanignacios”, “abanicos”,<br />

“aconchis”, “sanalfonsos”; no se quebraban mucho la cabeza con eso). “<strong>El</strong><br />

Kachi” se distinguía por su siempre franca, alegre y muy amplia sonrisa,<br />

actitud servicial y como empleado responsable. Ya en funciones <strong>de</strong> mayordomo<br />

tenía que vigilar las siembras en las 300 hectáreas en los distintos cuadros,<br />

y a fin <strong>de</strong> agilizar el paso por los canales construían puentes sobre éstos<br />

cada kilómetro aproximadamente. Pero no era suficiente para el “Kachi”,<br />

aun así estaban muy retirado el cruce; entonces ponía el pickup perpendicular<br />

al canal y agarraba aviada, y lo saltaba al terreno que quería llegar. Esto<br />

hacía que se dañaran las bisagras <strong>de</strong> las puertas, aparte <strong>de</strong> otras cosas, y<br />

para solucionar lo <strong>de</strong> las puertas, recurría primero al tradicional gancho <strong>de</strong><br />

varilla, pero si se seguían abriendo con los brincos, simplemente soldaba las<br />

puertas.<br />

Punto. Yo creo que <strong>de</strong> aquí sacaron sus peripecias los “Duke’s <strong>de</strong> Hazard” y<br />

“McGiver”, los <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> TV. Cosas curiosas que hacían.<br />

En los 50’s surgió la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una unión <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s, la cual se concretó<br />

con la creación <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> Colonos Agrícolas <strong>de</strong> la Costa <strong>de</strong> Hermosillo,<br />

que llegó ser uno <strong>de</strong> los emporios agrícolas más po<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> México. Esta<br />

unión servía para la adquisición <strong>de</strong> avíos para la siembra así como para la<br />

obtención <strong>de</strong> créditos con los bancos para la compra <strong>de</strong> maquinaria y otros<br />

implementos agrícolas. Como Unión <strong>de</strong> Colonos pronto prosperaron y empezaron<br />

a adquirir o construir sus propios almacenes, <strong>de</strong>spepitadoras <strong>de</strong> algodón,<br />

camiones para el transporte <strong>de</strong> granos, y “batangas” para transporte<br />

(Continuará)


20 Hermosillo, Son., junio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />

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