J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .
J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V . J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .
do perecer en su miseria á los que nos dieron el ser? (i) «¡ Y quai sería , si compadeciéndonos de las a gen as miserias , solo de las nuestras nos olvidásemos ? Eso, sería lo sumo , y la mayor de todas nuestras miserias: Quid. mìserìùs mìsero-, non miserante sili ipsit diré con. el citado P. S.. Agustín, (z) En efecto , la misericordia que no empieza por el remedio de la propia necesidad; espiritual , invierte el orden de la caridad , y de la misma misericordia, y es lo sumo de la indolencia , y de la infelicidad. ¡A.h. qué enfermedad tan, peligrosa, e irremediable es, la de aquella alma, que gravada de culpas , llagada con. sus recaídas, y encancerada con su obstinación,, inutiliza los medios, de su, santificación, y hace que pierdan en ella, su eficacia las medicinas que el Médico Celestial para su curación le dexó confeccionadas !, Vulnus , livort & plaga tumens , non est circumligata, nec curata medic amine, neque fot a oleo. (3) ¿ Qué son los Santos Sacramentos, las gracias , los auxilios,, la predicación, los libros santos, y toda la multitud de rae-, dios que nuestro Amabilísimo Redentor nos ha dexado á los fieles; en su Iglesia,, sino otras tantas medicinas, con que sanemos de nuestros, males,, y consigamos, la salud, y vida de la gracia para poder salvarnos?, ¿ Y qué se infiere de. su inutilidad en nosotros, sino, el infeliz estado en que nos. hallamos,. y el formidable castigo del temible desamparo de Dios ,, que por tanta insensibilidad: nos amenaza? Sí, amados Hermanos, mi os,, justo, es que desampare la Divina Gracia ai que 110 quiso aprovecharse de ella para su, remedio.. Seamos misericordiosos con nosotros mismos: en ía eficacia de esta solicitud, y en la de procurar también la espiri- • tuai salud ,
mos :• Indie abo tibí, ó homo , quid sit honum , Dominus; requit at à te : Utique facer ejudicium , diligere misericordiam,, & solicitum ambulare cum Deo tuo. (i) Entonces podremos estar ciertos de que usamos esta misericordia con nosotros mismos,, quando al modo de un enfermo procuremos con ardor nuestra espiritual salud., y quando á la similitud de un convaleciente nos ; conservemos en el mayor arreglo de costumbres.. i. Tan amable le es à. los hombres la vida,; y l'a salud , que no dudan dar por ella todo su caudal , todo quanto tienen , y aun el perder algunos miembros, y porciones de su. cuerpo. (2) Tan común es esto que ademas de les exemplares- que en la Emorroisa del Evangelio , y en otros nos ré fie re la Sagrada Historia , son repetidos los que con freqüencia en nosotros mismos, y en otros muchos advertimos- Ah! ¿Y hacemos lo propio, ó procuramos con igual actividad la salud de nuestras almas ? ¿ Qué esmeros,, qué solicitudes, ó qué extraordinarias diligencias habernos practicado con este fin ?. Nosotros , que tal vez habremos emprendido con suma incomodidad largos viages, trillado, asperísimos caminos , atravesado los, mares no sin evidente riesgo de la vida,, tomado bebidas amarguísimas ,.. sufrido dolorosas insiciones , padecido incomparables molestias , y expendido sumas considerables por conseguir la salud, adelantar la hacienda , ó llevar adelante alguna, tema, ¿podremos presentar .en el Tribunal de Dios Otras tantas pruebas; del verdadero; deseo de nuestra salvación ? O por lo menos ¿podremos lisonjearnos que Ta habremos pedidoal Señor con la eficacia: que la Cananea el remedio de su hija; el Centurion la salud de su siervo; y Bartimeo el ciego de Jericó la vista de que carecía ? ¿ Acaso para el logro • de esta espiritual salud se nos pide tanto trabajo material ,, tanta fatiga, ó gastos tan exorbitantes como para la: temporal ? ¿No es cierto, diré con el P. S. Gerónimo , que no se nos manda que caminemos hasta el Occidene,t ni que naveguemos hacia, el Oriente para procurarla ? (3) ) No lo> esv, añadiré con la expresión, del mismo Dios- en el Deuteronomio , que quanto para esto, nos,manda,, ni está. tan. distante de* no- CO Mich. 6. 2.== Vide Tirin. hic. (2) Job. 2. 4. ==- Calmet* & Tiriti, hic, (3) S. Hieron. Com ment.Jn cap. & Mauiu
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conservemos en el mayor arreglo de costumbres..<br />
i. Tan amable le es à. los hombres la vida,; y l'a salud , que<br />
no dudan dar por ella todo su caudal , todo quanto tienen , y aun<br />
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repetidos los que con freqüencia en nosotros mismos, y en otros<br />
muchos advertimos- Ah! ¿Y hacemos lo propio, ó procuramos<br />
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con este fin ?. Nosotros , que tal vez habremos emprendido<br />
con suma incomodidad largos viages, trillado, asperísimos caminos<br />
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Otras tantas pruebas; del verdadero; deseo de nuestra salvación ?<br />
O por lo menos ¿podremos lisonjearnos que Ta habremos pedidoal<br />
Señor con la eficacia: que la Cananea el remedio de su hija;<br />
el Centurion la salud de su siervo; y Bartimeo el ciego de Jericó<br />
la vista de que carecía ?<br />
¿ Acaso para el logro • de esta espiritual salud se nos pide<br />
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, que no se nos manda que caminemos hasta el Occidene,t<br />
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, que quanto para esto, nos,manda,, ni está. tan. distante de*<br />
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