J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .
J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .
J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
encargó quando los envió por el Mundo> una fue iesta 'ocurrir<br />
en quanto pudiesen al consuelo de los. enfermos, (i) Y por u ! timo<br />
, hechos cargo que en doctrina de N. Sr. Jeâu^Ch risto, el de-,<br />
xar de hacerles bien equivale al obrar mal, (2) resolvamos á usar<br />
con ellos de misericordia-, estimulados del poderoso motivo , que<br />
asi las criaturas como nuestro Amabilísimo Criador nos han dado<br />
, y nos dan con sus exemplos : Non te figeât visitare infir-•<br />
• mum.. Compadezcámonos de esos nuestros pobres hermanos, y<br />
aprendamos en ellos á compadecernos de nosotros mismos, porque<br />
tenemos mayor derecho que los extraños á nuestra propia<br />
misericordia. Permitidme que, antes de pasar á la segunda Parte<br />
os diga algo sobre esto en la siguiente<br />
M O R A L I D A D .<br />
§. ìli.<br />
IH<br />
.1 1] hombre nacido de la muger , dice el Sto. Job > es todo ocupado<br />
, y poseído de multitud grande de miserias en el corto espacio<br />
de su vida ; porque á la manera de una delicada flor, que<br />
apenas nace , quando luego se marchita , ó al modo del aparente<br />
cuerpo de una sombra , que prontamente se muda ¿ asi él nun-?<br />
ca permanece en un mismo estado de felicidad * ó de algún bien<br />
en el cuerpo , ni en el alma. (3) Esta miseria , que mirada en<br />
el próximo , es el motivo, y el objeto de nuestra misericordia,<br />
lo debe igualmente ser quando en nosotros mismos la consideramos<br />
-, porque no es verdadera aquella misericordia, que atendiendo<br />
á remediar las agenas miserias se olvida de las propias»<br />
(4) Por esto nos manda el Señor > que tratando de agradarle,<br />
tengamos misericordia de nuestra propia alma : Miserere animae<br />
tuce , placens Beo. (5) Con esta misericordia debemos ocurrir al<br />
remedio de nuestras espirituales dolencias , y procurarnos la espiritual<br />
salud que nos ha de hacer dichosos.<br />
I, Nunca será bueno para otro el que parà sí no lo es b nos<br />
di-<br />
(1) Math. 10.8. (2) Marc. 3. 4. O) Job. 14. i. (4) S.<br />
Bonavent. Biet. Salut, tit. z. cap. 7. in fin. (5) Eccli. 30. 24.