J E S U S , MARIA, Y JOSEPH. D. C A R L O S I V .

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14. ^ sitados. Sí, Hermanos mio?, la necesidad, y el buen exemplo otros son dos motivos poderosos para que seamos misericordiosos co LÌ nuestros pobres enfermos, y para que conozcamos la excelencia de esta misericordia. §. T. ue cosa mas santa, mas sublime » ni mas necesaria que el Sacrificio , con que damos á Dios el culto , el honor , y la alabanza que debemos ? El era, aun hablando de los antiguos, lo mas santo, y sagrado de la Religion-, asi por lo que representaba«, como por lo que contenían: era lo mas sublime , por el objeto, ' y el fin para que estaba dispuesto ; y era lo mas necesario, no solo respecto de su institución , que siempre fue de derecho divino, y natural , mas también respecto de nuestra indigencia , porque sin él ni el Mundo existiría , ni habría en él otra cosa que confu^ sion , y desorden. ¿ Veis todo esto ? Pues inferid ya quanta será la excelencia de la misericordia con los pobres enfermos , quando el mismo Señor , para evidenciárnosla, nos dice , que quiere la antepongamos en la práctica aun al santo Sacrificio : lo quiere así, 1 porque 110 obstante que es éste mas noble, y excelente por razón de su objeto , que es el mismo Dios , se le prefiere, y antepone aquella , ya por el precepto de la caridad , que asi lo manda, y ya por la indigencia del enfermo, que asi lo exige. (2) Estas son las dos cosas , ó principios de que, se deduce la necesidad dé ' su práctica. 1. Llevad los unos las cargas de los otros, decía S. Pablo, y cumpliréis de ese modo la Ley de N. S. jesu-Christo. (í) Esta TÍO es otra que la -caridad , singularmente con el próximo ; cuyo amor, y beneficencia lo llama especial precepto suyo , (3) asegurándonos que ésta es la señal por donde todos conocerán que somos sus discípulos. (4) Por estas cargas se entienden entre otros trabajos del próximo sus enfermedades , y dolencias , y se nos manda que en ellas los aliviemos del modo que podamos : Infirmitatum mutuarum pondera fer te , ea vicissim tolerando, eis compa- ri) Tirino Comment, in Osee. 6. 6. (2) Galat. 6. 2. (3) Joan. 15. 12, (4) Joan. 13. 3S-

ÏC fatiendo, (i) El precepto que de esta obra de misericòrdia nos impone la caridad en. la substancia ,. y. en sus circunstancias á todos nos obliga. i. Divino , y natural es este precepto de que os hablo,, porque no es menos la fuerza de esta obligación , ni- de inferior entidad su mandato. La misma naturaleza nos está enseñando de continuo , y aun algo nos inclina á esta misericordia; (z) la que no siendo otra cosa que una cierta enfermedad , ò padecer del ánimo , ocasionado del conocimiento de las agenas miserias , (3) se nos dá á entender en eso mismo, que siéndonos estos sentimientos naturales , tenemos como sellada en nuestras entrañas esta ley. Faltándonos esto , parece que estamos demás en el Mundo , que somos indignos del nombre de racionales , y que no merecemos vivir entre los hombres. (4) ¿No habéis observado, lo que sucede á nuestro cuerpo? Acordaos que quando padece algún dolor cualquiera de sus miembros, •todos los demás se compadecen, ($) de tal suerte, que no solo eonajrren del modo que les es posible á su remedio, mas también en cierta manera participan de su penalidad, por la union que entre; sí tienen ; y asi es cierto que quando nos duele la cabeza , todos los demás miembros nos duelen. ¿ Y qué somos nosotros en el Pueblo Christiano sino el Cuerpo místico de Christo , en el que , á semejanza del cuerpo material , somos los unos miembros, ó porciones délos otros, formando un todo tan uno en sí, y tan unido con Christo su Cabeza, que precisamente habernos de sentir , y compadecernos de los agencs males,, si con él nos mantenemos unidos? Por esto , ademas de no desatender en= el enfermo su dolencia , debemos contristarnos de ella , no menos que de nuestra propia salud nos alegramos ; y esto en tanto grado , que estemos persuadidos á que nuestra corporal,. y espiritual salud pende de- que en esta humanidad , y misericordia los tratemos,. (6) Ved aquí por que decía el Apos- ____ toi (O Al api de in cap. 6. Epist. ad Galat. . O) / o an. Chrysost. Homil. 33. ad Popul. Antiochena (3) Aurifcdtn... SAentiar. torn. z. verbo Misericordia. (4) £ Joan. Chiysos,. Horn. 34. ad Popul. Antiochen. ad med;,. es). i' Cor. 12. 26. (6) S.. Gregor. Nudane. ukiÂUpr,.

ÏC<br />

fatiendo, (i) El precepto que de esta obra de misericòrdia nos<br />

impone la caridad en. la substancia ,. y. en sus circunstancias á<br />

todos nos obliga.<br />

i. Divino , y natural es este precepto de que os hablo,,<br />

porque no es menos la fuerza de esta obligación , ni- de inferior<br />

entidad su mandato. La misma naturaleza nos está enseñando<br />

de continuo , y aun algo nos inclina á esta misericordia;<br />

(z) la que no siendo otra cosa que una cierta enfermedad , ò<br />

padecer del ánimo , ocasionado del conocimiento de las agenas<br />

miserias , (3) se nos dá á entender en eso mismo, que<br />

siéndonos estos sentimientos naturales , tenemos como sellada en<br />

nuestras entrañas esta ley. Faltándonos esto , parece que estamos<br />

demás en el Mundo , que somos indignos del nombre de<br />

racionales , y que no merecemos vivir entre los hombres. (4)<br />

¿No habéis observado, lo que sucede á nuestro cuerpo? Acordaos<br />

que quando padece algún dolor cualquiera de sus miembros,<br />

•todos los demás se compadecen, ($) de tal suerte, que no solo<br />

eonajrren del modo que les es posible á su remedio, mas también<br />

en cierta manera participan de su penalidad, por la union<br />

que entre; sí tienen ; y asi es cierto que quando nos duele la<br />

cabeza , todos los demás miembros nos duelen. ¿ Y qué somos<br />

nosotros en el Pueblo Christiano sino el Cuerpo místico de<br />

Christo , en el que , á semejanza del cuerpo material , somos<br />

los unos miembros, ó porciones délos otros, formando un todo<br />

tan uno en sí, y tan unido con Christo su Cabeza, que precisamente<br />

habernos de sentir , y compadecernos de los agencs<br />

males,, si con él nos mantenemos unidos? Por esto , ademas de<br />

no desatender en= el enfermo su dolencia , debemos contristarnos<br />

de ella , no menos que de nuestra propia salud nos alegramos ; y<br />

esto en tanto grado , que estemos persuadidos á que nuestra corporal,.<br />

y espiritual salud pende de- que en esta humanidad , y<br />

misericordia los tratemos,. (6) Ved aquí por que decía el Apos-<br />

____ toi<br />

(O Al api de in cap. 6. Epist. ad Galat.<br />

. O) / o an. Chrysost. Homil. 33. ad Popul. Antiochena<br />

(3) Aurifcdtn... SAentiar. torn. z. verbo Misericordia.<br />

(4) £ Joan. Chiysos,. Horn. 34. ad Popul. Antiochen. ad med;,.<br />

es). i' Cor. 12. 26. (6) S.. Gregor. Nudane. ukiÂUpr,.

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