doctrina social cristiana - Ordo Socialis
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valores. La era técnico-industrial ha impulsado el progreso económico sin miramientos y lo ha<br />
dejado propagarse como un cáncer. Las órdenes de los benedictinos y de los cistercienses en<br />
la Edad Media cultivaron sin embargo la tierra con una orientación completamente distinta.<br />
"Someter la tierra" quiere decir: "Haced de la tierra un lugar a la medida de la dignidad<br />
humana". El reproche que se hace al cristianismo según el cual éste, al proclamar que el ser<br />
humano ha de someter la tierra, ha abierto la puerta a la técnica para infestar el medio<br />
ambiente, es insostenible.<br />
El ser humano no debe hacer todo lo que puede hacer175. Esto se pone de manifiesto sobre<br />
todo en el ámbito de la energía nuclear. El Papa Pío XII exhortó a los responsables de la<br />
ciencia, de la economía y de la política, "a apoyar con todo su poder los esfuerzos orientados<br />
a utilizar esa energía para las necesidades humanas en proporciones adecuadas"176. Sin<br />
ánimo de renuncia ese fin no se conseguirá. A propósito de la automazación, la cual va<br />
ganando importancia tanto en el proceso de producción como en las administraciones y<br />
oficinas, hay que pararse a considerar los efectos que ésta produce sobre el trabajo. Por<br />
supuesto que sólo se adaptan a la automación aquellos procesos laborales que consisten en<br />
una repetición uniforme y continua, y que pueden ser registrados en fórmulas y gráficos. Para<br />
ello se utilizan sobre todo reguladores y controles electrónicos que vigilan autónomamente<br />
tanto los procesos de trabajo como la cantidad y calidad de producción. De este modo han<br />
nacido en muchas industrias unidades autómatas de producción, es decir, bandas<br />
transportadoras que se regulan a sí mismas ocupadas y servidas por aparatos y no por<br />
personas. Precisamente por obra de la automación parece iniciarse un cambio como no podía<br />
preverse tan sólo unos decenios atrás. En efecto, la automación puede crear ciertos supuestos<br />
que facilitan al trabajador lograr una ética profesional y laboral dentro de la sociedad<br />
industrial desarrollada. Gracias a la automación el trabajo se hace más humano, hasta el punto<br />
que se puede hablar de una "recalificación", ya que las acciones monótonas pueden ser<br />
hechas por máquinas. La profecía de Marx de que la fábrica automática eliminaría totalmente<br />
al obrero especializado ha resultado falsa. Al contrario, se necesitan obreros especializados<br />
para la producción de los complicados aparatos automáticos, para la vigilancia y puesta a<br />
punto de sus mecanismos y, no en último término, para su reparación. El trabajo humano se<br />
desplaza cada vez más de la zona del acabado a la zona de preparación y control.<br />
A ello se añade que la persona de hoy no ve ya en las máquinas y aparatos a enemigos suyos,<br />
como era muchas veces el caso hace cien años. Se ha acostumbrado a tratar con la técnica<br />
desde niño y se enfrenta a ella con cierta indiferencia, que no significa despreocupación. La<br />
técnica no le parece ni terrible ni molesta, especialmente cuando las máquinas y aparatos<br />
automáticos son perfectos en su género y realmente modernos.<br />
Sin embargo, los responsables del Estado y del desarrollo económico deberían observar el<br />
ámbito de la microelectrónica y dirigirlo, el cual -como teme el "Club de Roma" en su<br />
informe [...], no sólo viene a liberar a la persona del trabajo sucio y duro, sino que cada vez<br />
más va a suplantar toda la actividad humana, hasta el punto de llegar a una época de tiempo<br />
libre "total" y, con ello, a una vida vacía y aburrida.<br />
3. En la organización económica no ocupa el primer término el capital invertido, sino el ser<br />
humano, como enseña el Concilio Vaticano II: "En las empresas económicas son personas las<br />
175 Ver J. Höffner, "Der technische Fortschritt und das Heil des Menschen", en: J. Höffner, Gesellschaftspolitik<br />
aus christlicher Weltverantwortung, 139-158; J. Höffner, "Sittliche Probleme der Automation", Ibd, 193-200. J.<br />
Höffner, Mensch und Natur im technischer Zeitalter. Ed. Deutschen Bischofskonferenz. Bonn. 1980.<br />
176 Pío XII, 14. 4. 1957 (UG 6408).<br />
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