doctrina social cristiana - Ordo Socialis
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3. Desde el punto de vista teológico-social, es la incorporación al cuerpo de Cristo el más íntimo principio de unidad de los humanos entre sí y con el Dios trinitario. Dios, uno en tres personas, ha creado al ser humano a su imagen y semejanza, de lo que se puede concluir "que la sociabilidad de Dios se refleja en la sociabilidad humana"9. También en la oración de Cristo al Padre, "que todos sean uno (...) como nosotros somos uno" (Jn 17, 20-22), se vislumbra, como enseña el Concilio Vaticano II, una semejanza "entre la unión de las personas divinas y la unión de los hijos de Dios en la verdad y en el amor" (GS 24). Tomás de Aquino apuntó que la semejanza del hombre con el Dios trinitario brilla especialmente en el lenguaje (como imagen del logos) y en el amor (como imagen del Espíritu Santo). En la creación carente de racionalidad habría solamente una huella (vestigium) de la Trinidad, pero en el hombre estaría su "imagen" (imago): "en las criaturas racionales que están dotadas de entendimiento y voluntad se encuentra la representación de la Trinidad, en la forma de la imagen, en tanto que poseen el Verbo concebido y el desbordante amor"10. § 3. Las Fuerzas Comunitarias del ser Humano Las fuerzas que arrastran instintivamente a la persona hacia la sociedad -instinto sexual, instinto de imitación, instinto de prestigio, instinto de lucha, instinto de juego, etc.- no bastan para formar vínculos e instituciones sociales duraderas, aunque tienen también su importancia en unión con otras fuerzas espirituales. A la larga, tampoco el simple criticar y dialogar unen. Actúan comunitariamente sobre todo dos energías espirituales: la disposición para la sucesión y el amor. La disposición para la sucesión, tal como la determina, por ejemplo, la relación de los hijos con los padres y de los discípulos con el maestro, no es una huida a la responsabilidad ajena, sino decisión personal. Supone unión de intenciones y disposiciones de ánimo, y frecuentemente va unida al amor. No se trata aquí del amor que abusa egoístamente de los demás y les trata como un bien de consumo, sino del amor en cuanto actitud valiosa que se realiza en el estar dispuesto a sacrificarse por el prójimo y por la comunidad. 2. Debido a la unión espiritual de las personas entre sí, éstas son capaces de practicar virtudes sociales (amor al prójimo, fidelidad, veracidad, justicia, obediencia) y de estructurar ámbitos culturales que un individuo no podría crear por sí solo (arte, ciencia, economía, etc.): "Vemos aquí (...) valores ontológicos y también morales que quedan absolutamente fuera del alcance de individuos solos y que incluso el mismo poder creador de Dios únicamente pudo atribuir y hacer accesibles a las instituciones sociales"11. 3. Destacado mediador del intercambio espiritual es el lenguaje, por el que participamos - dentro de cada sociedad vinculada por el mismo idioma materno- en el "proceso de verbalizar el mundo"12 El lenguaje crea comunidad, sobre todo cuando las personas no se limitan a hablar sobre algo, sino cuando se declaran a sí mismas en la palabra (por ejemplo, en el sí del matrimonio, en el adsum de la ordenación sacerdotal). De las personas que están unidas en el amor decimos que se comprenden, que hablan el mismo idioma. La Sagrada Escritura narra 9 H. de Lubac, Catholicisme. Aspects sociaux du dogme, cit. por G. Thils, Théologie et Réalité sociale. Tournai/Paris, 1952, 259. 10 Tomás de Aquino, S. th. I 45, 7. 11 O. v. Nell-Breuning, "Zur christlichen Gesellschaftslehre". Wörterbuch der Politik, t. I., Friburgo de Brisgovia, 1947, p. 44. 12 J. L. Weisgerber, Die Grenzen der Schrift. Colonia/Opladen, 1955, 10. 18
que la comunidad original de los seres humanos fue destruida por la confusión de lenguas de Babel (Gen 11, 1-9) y que la comunidad de los redimidos por Cristo encontró nueva expresión en el milagro del don de lenguas del día de Pentecostés (Act 2, 1-11). El asombroso desarrollo de los modernos medios de comunicación ha llevado precisamente a que hoy apenas se pueda valorar suficiente la importancia de la "palabra" y de la "imagen" en la formación de la opinión pública. El influjo de unos miles de comunicadores en los puestos claves de la prensa, la radio y la televisión, es en muchos casos mayor que el poder de los parlamentos y, desgraciadamente, con frecuencia destructivo e irresponsable. Joachim Besser dice de la televisión alemana: "El hecho de que cincuenta millones de personas tarde tras tarde sólo se ocupen de lo que un par de cientos ha elegido para ellas, genera un conformismo mental único en la historia"13. "Conformismo mental " es lo mismo que uniformidad y minoría de edad. A eso se añade que la ininterrumpida inundación de sensaciones e informaciones desvaloriza cada vez más el lenguaje, a través de los mass media, y no deja espacio para el recogimiento y el silencio. El lenguaje de muchos medios de comunicación, que apenas se dirige a la razón, sino más bien y con mayor intensidad al sentimiento (son significativos los vocablos: emocional, afectado, sugestivo, patético, drástico, chocante, dramático), lleva a una inflación y reducción de la lengua materna. Preguntado Confucio (†479 a. d. C. ) sobre qué es lo primero que haría si se le otorgara el poder político, respondió: "Mejoraría el lenguaje, pues cuando no se habla con propiedad no concuerda lo que se dice con lo que se piensa. No se debe tolerar la arbitrariedad en las palabras". Expresión de esta adulteración del lenguaje son los grandes titulares convertidos en bandera de una ideología y en medios de propaganda. El lenguaje está siendo sustituido y violentado de muchas maneras por una sofística que destruye la verdad. Hay una literatura sin duda "hecha" con ingenio, y que sin embargo es miserable y de poco valor. La esperanza de que, a través de la gran cantidad de información y de las innumerables conferencias y diálogos, las personas llegaran a comprenderse mejor a sí mismas y a entender el sentido de lo social, no se ha verificado. Por el contrario, la sensación de la ininteligibilidad del mundo se ha vuelto más intensa. También hay más gente que vive aislada de toda relación con los otros; gente que habla en monólogos y se encapsula. "Nadie conoce al otro, cada uno está solo", dice Hermann Hesse. CAPÍTULO 2: COMUNIDAD, SOCIEDAD, MASIFICACIÓN § 1. Comunidad y sociedad 1. Sociedad significa -en sentido amplio- cualquier forma de unión duradera entre personas que tratan de realizar en común un valor (un fin). Así entendida, sociedad es conceptualmente lo mismo que comunidad y, etimológicamente, ambos términos expresan lo mismo en alemán, ya que también ambos (Gesellschaft y Gemeinschaft) comienzan y terminan con el prefijo y el sufijo colectivos Ge y –schaft respectivamente; y además, gemein significa lo mismo que sell (alemán medieval, sal; anglosajón, seli): lo común, unificador, social. La doctrina social católica usa también ambas expresiones como sinónimas, ajustándose en ello al texto latino de las encíclicas sociales de los Papas, que llaman societas a cualquier formación social, ya se 13 J. Besser, en: Welt der Arbeit, 18. 5. 1973. 19
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El asombroso desarrollo de los modernos medios de comunicación ha llevado precisamente a<br />
que hoy apenas se pueda valorar suficiente la importancia de la "palabra" y de la "imagen" en<br />
la formación de la opinión pública. El influjo de unos miles de comunicadores en los puestos<br />
claves de la prensa, la radio y la televisión, es en muchos casos mayor que el poder de los<br />
parlamentos y, desgraciadamente, con frecuencia destructivo e irresponsable. Joachim Besser<br />
dice de la televisión alemana: "El hecho de que cincuenta millones de personas tarde tras<br />
tarde sólo se ocupen de lo que un par de cientos ha elegido para ellas, genera un conformismo<br />
mental único en la historia"13. "Conformismo mental " es lo mismo que uniformidad y<br />
minoría de edad. A eso se añade que la ininterrumpida inundación de sensaciones e<br />
informaciones desvaloriza cada vez más el lenguaje, a través de los mass media, y no deja<br />
espacio para el recogimiento y el silencio.<br />
El lenguaje de muchos medios de comunicación, que apenas se dirige a la razón, sino más<br />
bien y con mayor intensidad al sentimiento (son significativos los vocablos: emocional,<br />
afectado, sugestivo, patético, drástico, chocante, dramático), lleva a una inflación y reducción<br />
de la lengua materna. Preguntado Confucio (†479 a. d. C. ) sobre qué es lo primero que haría<br />
si se le otorgara el poder político, respondió: "Mejoraría el lenguaje, pues cuando no se habla<br />
con propiedad no concuerda lo que se dice con lo que se piensa. No se debe tolerar la<br />
arbitrariedad en las palabras". Expresión de esta adulteración del lenguaje son los grandes<br />
titulares convertidos en bandera de una ideología y en medios de propaganda. El lenguaje está<br />
siendo sustituido y violentado de muchas maneras por una sofística que destruye la verdad.<br />
Hay una literatura sin duda "hecha" con ingenio, y que sin embargo es miserable y de poco<br />
valor.<br />
La esperanza de que, a través de la gran cantidad de información y de las innumerables<br />
conferencias y diálogos, las personas llegaran a comprenderse mejor a sí mismas y a entender<br />
el sentido de lo <strong>social</strong>, no se ha verificado. Por el contrario, la sensación de la ininteligibilidad<br />
del mundo se ha vuelto más intensa. También hay más gente que vive aislada de toda relación<br />
con los otros; gente que habla en monólogos y se encapsula. "Nadie conoce al otro, cada uno<br />
está solo", dice Hermann Hesse.<br />
CAPÍTULO 2: COMUNIDAD, SOCIEDAD, MASIFICACIÓN<br />
§ 1. Comunidad y sociedad<br />
1. Sociedad significa -en sentido amplio- cualquier forma de unión duradera entre personas<br />
que tratan de realizar en común un valor (un fin). Así entendida, sociedad es conceptualmente<br />
lo mismo que comunidad y, etimológicamente, ambos términos expresan lo mismo en alemán,<br />
ya que también ambos (Gesellschaft y Gemeinschaft) comienzan y terminan con el prefijo y<br />
el sufijo colectivos Ge y –schaft respectivamente; y además, gemein significa lo mismo que<br />
sell (alemán medieval, sal; anglosajón, seli): lo común, unificador, <strong>social</strong>. La <strong>doctrina</strong> <strong>social</strong><br />
católica usa también ambas expresiones como sinónimas, ajustándose en ello al texto latino de<br />
las encíclicas <strong>social</strong>es de los Papas, que llaman societas a cualquier formación <strong>social</strong>, ya se<br />
13 J. Besser, en: Welt der Arbeit, 18. 5. 1973.<br />
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