doctrina social cristiana - Ordo Socialis
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defensores de la “teología de la liberación”. Tampoco las más ambiciosas reformas <strong>social</strong>es<br />
son capaces de borrar la nostalgia humana de una vida duradera, de permanente felicidad y de<br />
amor no finito; pues el mortal "es ilimitado en sus deseos y está llamado a una vida superior"<br />
(GS 10). No hay salida alguna en este mundo de la finitud y limitación de la criatura humana<br />
hacia el país de la libertad definitiva y eterna. Pero precisamente la esperanza en lo venidero<br />
es para los cristianos el mayor estímulo en su compromiso <strong>social</strong> y político al servicio de la<br />
libertad de los hijos de Dios.<br />
[La encíclica "Sollicitudo rei <strong>social</strong>is" se ocupa minuciosamente de la cuestión de cuál es la<br />
específica aportación de la Iglesia al desarrollo de los pueblos. Junto a las ya citadas<br />
posiciones ético-<strong>social</strong>es son importantes las siguientes afirmaciones: (1) Juan Pablo II cita la<br />
imagen de un "ingenuo optimismo mecanicista" (SRS 27), según el cual el desarrollo de los<br />
pueblos sería un problema soluble simplemente desde la economía y la técnica. Frente a esto,<br />
propone su tesis fundamental sobre el desarrollo ético: "un desarrollo que no comprenda la<br />
dimensión cultural, trascendente y religiosa de las personas y de la sociedad" (SRS 46), no<br />
alcanzará el fin del "desarrollo económico". Los irrenunciables avances de las ciencias y su<br />
aplicación a la técnica, la economía y la política sólo ayudarán "al verdadero desarrollo<br />
humano", si están "guiados por una fundamentación ética". La fundamentación más segura la<br />
ve el Papa en "la voluntad de Dios (...), único y verdadero sostén de una ética absolutamente<br />
vinculante" (SRS 38). Dicho de otra manera: sin "decisiones esencialmente morales" (SRS<br />
35) que influyan "en el plano de la conducta de los seres humanos, considerados como<br />
personas responsables" (SRS 35), no se conseguirá una sociedad responsable. (2) Un aspecto<br />
importante de la aportación de la Iglesia descansa en el ámbito de la motivación de las<br />
personas. El cristiano sabe del mal en el ser humano. Sin embargo, a pesar de toda la mala<br />
experiencia no debe resignarse: "Quien quisiera renunciar a la tarea, difícil pero apasionante,<br />
de elevar la suerte de toda y de todas las personas, bajo el pretexto del peso de la lucha y del<br />
esfuerzo incesante de superación, o incluso por la experiencia de la derrota y del retorno al<br />
punto de partida, faltaría a la voluntad de Dios creador" (SRS 30). La Iglesia tiene, a pesar de<br />
todo el mal del mundo, "confianza en la criatura humana"; puesto que en ella "hay suficientes<br />
cualidades y energías y hay una bondad fundamental, por ser imagen de su Creador, puesta<br />
bajo el influjo redentor de Cristo, ‘cercano a todo ser humano’, y porque la acción eficaz del<br />
Espíritu Santo ‘llena la tierra’ (Sab 1, 7)". Por eso "no se justifican ni la desesperación, ni el<br />
pesimismo, ni la pasividad". El ser humano puede "en el ámbito de la problemática del<br />
subdesarrollo pecar también por temor, por indecisión y, en el fondo, por cobardía" (SRS<br />
47)".]<br />
4. En muchos países en desarrollo se encuentra la Iglesia con el anti-evangelio marxista, el<br />
cual anuncia a todos los pueblos el evangelio intramundano de la sociedad sin clases. Es<br />
sorprendente que muchos pueblos, que con razón están orgullosos de su cultura y su historia,<br />
acepten acríticamente, sin reflexionar, el materialismo dialéctico, el cual es un producto típico<br />
del pensamiento europeo, cayendo de ese modo presa de un neocolonialismo ideológico.<br />
[En el último párrafo de su manual hace hincapié Josef Höffner en el "anti-evangelio<br />
marxista", al que se enfrenta la Iglesia en muchos países en vías de desarrollo. Un año<br />
después de la publicación de la última edición de este libro, polemizó críticamente en un<br />
discurso ante la Conferencia Episcopal Alemana, sobre la aplicación del "análisis marxista"<br />
en muchas de las tesis de la teología de la liberación. La encíclica "Sollicitudo rei <strong>social</strong>is"<br />
subraya "los valores positivos, aunque también los fallos y los peligros que están asociados a<br />
esta forma de trabajo y reflexión teológica", tal como "el Magisterio de la Iglesia" lo mostró<br />
en la instrucción "Libertatis nuntius" (6. 8. 1984) y "Libertatis conscientia" (22. 4. 1986) (SRS<br />
46). No cabe ninguna duda de que "la aportación fundamental" de la Iglesia a la "solución del<br />
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