08.05.2013 Views

doctrina social cristiana - Ordo Socialis

doctrina social cristiana - Ordo Socialis

doctrina social cristiana - Ordo Socialis

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Tercera tesis: hay bienes "cuya aceptación o concesión condicionales está [...] obligada por el<br />

ordenamiento divino de paz", bienes cuya lesión por parte de un Estado agresivo suponen un<br />

"atentado a la majestad de Dios". Esos bienes son "de tal importancia para la convivencia<br />

humana, que su defensa frente al ataque injusto está plenamente justificada, sin lugar a<br />

dudas"331. No se trata aquí de bienes de cualquier estilo como serían, por ejemplo,<br />

reivindicaciones territoriales, sino de los bienes más altos de un pueblo: el derecho a la vida, a<br />

la justicia, a la libertad de conciencia y de religión, y de otros similares.<br />

Cuarta tesis: cuando un pueblo es invadido por otro Estado y -por ejemplo desde ideologías<br />

dictatoriales- es expropiado de sus más altos bienes -del derecho a la vida, de la libertad de<br />

conciencia y de religión, etc.- impone [...] "la solidaridad de la familia de los pueblos" el no<br />

jugar a ser un "puro espectador" con una "neutralidad sin sentimientos", sino el venir en ayuda<br />

del pueblo amenazado332. Recuérdense en este contexto las sanciones.<br />

Quinta tesis: "Mientras la persona siga siendo aquel ser débil, inseguro e incluso malo, como<br />

se muestra frecuentemente, desgraciadamente seguirán siendo necesarias las armas<br />

defensivas"333. El Concilio Vaticano II ha aclarado que: "Mientras exista peligro de guerra y<br />

no haya ninguna autoridad internacional competente que esté investida de los medios<br />

correspondientes, no se le puede denegar a un gobierno el derecho a una defensa éticamente<br />

permitida, una vez que se hayan agotado todas las posibilidades de un arreglo pacífico" (GS<br />

79).<br />

Aceptar como justas guerras que se realizan al servicio de determinadas ideologías, supone<br />

una grave amenaza para la paz. "De nuestra parte", dice Lenin, una guerra es "legítima y<br />

justa", pues se lleva a cabo "en favor del <strong>social</strong>ismo, para la liberación de otros pueblos de la<br />

burguesía". Sería un gran servicio para la paz el que los estados del mundo marxista<br />

declarasen que este legado de Lenin no está ya hoy vigente. Tampoco sirve a la actitud<br />

pacífica el que se enseñe a los escolares el arte militar, una medida que también se remonta a<br />

Lenin. La madre comunista -explicaba él- le dirá a su hijo:" Serás pronto mayor, se te dará el<br />

fusil. Tómalo y aprende bien todo lo militar". El desarme sería un "error fundamental", pues<br />

los <strong>social</strong>istas no podrían "ser nunca enemigos de las guerras revolucionarias"334. [...].<br />

Sexta tesis: aunque muchos consideran el crecimiento armamentístico como "el medio más<br />

eficaz "para asegurar una cierta paz entre los pueblos", la carrera armamentística es un peligro<br />

extraordinariamente grave para la humanidad y, en vista de las enormes sumas que engulle,<br />

un daño insoportable a los pobres (GS 81). Por ello, el Papa Juan XXIII ha exigido "que se<br />

pare la carrera armamentística general; que además, las armas ya disponibles en los diferentes<br />

estados, disminuyan por ambas partes y al mismo tiempo; que se prohíban las armas atómicas;<br />

y que, finalmente, todos lleguen, sobre la base de acuerdos, a un correspondiente desarme,<br />

con control eficaz recíproco" (PT 112).<br />

A pesar de estas admoniciones y llamadas de atención, la carrera armamentística continúa.<br />

Todos los estados hablan de paz, y todos los estados se rearman. "Hasta hace poco", como<br />

explicaba Juan Pablo II ante la UNESCO, en París el 2 de Junio de 1980, "se ha dicho aún que<br />

331Pío XII, 24. 12. 1948 (UG 4152, 4154), 3. 10. 1953, 19. 10. 1953.<br />

332Pío XII, 24. 12. 1948 (UG 4152).<br />

333Pablo VI, Discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York el 4 de Octubre de 1965, en:<br />

Dienst am Frieden, loc. cit. 52-59, aquí 57.<br />

334W. I. Lenin, Ausgewählte Werke. I. loc. cit. 876, [...] 881.<br />

153

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!