doctrina social cristiana - Ordo Socialis
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SECCIÓN CUARTA: EL ESTADO<br />
Preliminares<br />
El filósofo de la religión y de la cultura Ernst Troeltsch (1865-1923) cuenta la profunda<br />
impresión que en sus tiempos produjeron sobre él y los demás estudiantes las lecciones<br />
berlinesas del temperamental Heinrich von Treitschke (1834-1896). La política, había dicho<br />
Treitschke, no se ocupa de la moral, sino de los “misterios del arte de construir el poder, de<br />
asegurarlo y de expandirlo”. “¡Cómo nos latía a nosotros, jóvenes estudiantes, el corazón,<br />
cuando Heinrich von Treitschke con su ardiente retórica describía así el Estado y vertía burlas<br />
poco delicadas sobre los <strong>doctrina</strong>rios éticos y jurídicos!”282. En 1943, unos cuantos<br />
estudiantes de Múnich, los hermanos Scholl y su círculo, fueron ejecutados, junto con dos<br />
profesores suyos, por haberse manifestado contra el Estado nacional<strong>social</strong>ista por motivos de<br />
conciencia moral.<br />
La relación de la persona con el Estado, en cuanto encarnación del poder, ha estado siempre<br />
cargada de tensiones. Por eso se comprende que la cuestión del Estado y de su esencia haya<br />
desempeñado desde el principio, un papel importante dentro del pensamiento cristiano.<br />
El término “estado” aparece por vez primera a comienzos del siglo XVI en los Estados<br />
renacentistas del norte de Italia para denominar las comunidades políticas, pero después se<br />
hace familiar en todos los idiomas europeos. Más antiguo y de acentos más sentimentales es<br />
el término “nación”, que se refiere al pueblo arraigado en unas tradiciones heredadas y<br />
portador de un ideal cultural particular. En el siglo XIII, Tomás de Aquino llamó a la<br />
cristiandad occidental grandis natio283. En alemán “Vaterland” (lirealmente “país de los<br />
padres”) significa: patria común, estirpe, lengua, cultura e historia. El amor a la patria fue<br />
manipulado perjudicialmente por el nacional<strong>social</strong>ismo y cayó en descrédito. Durante muchos<br />
años estaba casi prohibido hablar de la patria. Al amor a la patria sustituyó la censura de la<br />
patria. Debería pasar un tiempo para volver a traer a la memoria el mensaje cristiano de la<br />
relación entre el ciudano y la patria. El Concilio Vaticano II habla de un “amor a la patria<br />
magnánimo y fiel” (GS 75). El amor a la patria no es un simple sentimiento, no es un<br />
chauvinismo. Es más que obediencia y lealtad. Es participación activa en el bien y en el dolor<br />
de un pueblo, integrado en el amor a todos los pueblos, es decir, abierto “sin estrechez<br />
espiritual” a “toda la familia humana” (GS 75).<br />
Con el fin de investigar la idea moral del Estado, la Doctrina Social Cristiana estudia las<br />
cuestiones del origen y el fin del Estado, del poder político y de las formas del Estado y de la<br />
especial relación del cristiano y de la Iglesia con el Estado.<br />
CAPÍTULO PRIMERO: ORIGEN Y SENTIDO DEL ESTADO<br />
§ 1. Multiplicidad de interpretaciones<br />
1. Origen y sentido del Estado según la interpretación teocrática. La superioridad del poder<br />
del Estado ha inducido siempre, como enseña la Historia, a ver en el Estado algo divino, de<br />
forma que pueden distinguirse dos formas de pensamiento político teocrático:<br />
282 .E. Troeltsch, Politische Ethik und Christentum. Berlín, 1904, 5 y ss.<br />
283 Tomás de Aquino, Opusc. 57.<br />
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