doctrina social cristiana - Ordo Socialis
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en desarrollo, son un escándalo que exige remedio, y no sólo en forma de limosnas o de<br />
crítica <strong>social</strong>, sino también en forma de un nuevo orden <strong>social</strong> acorde a los principios de la<br />
Doctrina Social Cristiana. La lucha dura y apasionada contra la pobreza, el hambre, la<br />
enfermedad, la miseria y la necesidad, es un deber cristiano. La resignación prematura no<br />
sería un abandono cristiano a la voluntad de Dios, sino un quietismo fatalista, que acarrearía a<br />
la fe <strong>cristiana</strong> el reproche de ser "opio del pueblo".<br />
e) Que la Doctrina Social Cristiana es "un elemento integrador de la <strong>doctrina</strong> <strong>cristiana</strong> sobre la<br />
persona " [MM 222] se sigue en último término de la encarnación de Cristo. Cuando el Verbo<br />
de Dios asumió "una naturaleza humana real, entró también en la vida histórica y <strong>social</strong> de la<br />
humanidad", de forma que un cristiano que dejara baldías "las fuerzas ordenadoras de la fe<br />
para la vida pública" traicionaría al Dios-Hombre. Debido a la encarnación de Cristo, la<br />
Iglesia es "el principio vital de la sociedad humana"4. Las contraposiciones "Iglesia y<br />
Mundo", "Iglesia y Estado", "Gracia y Naturaleza", "Fe y Razón" tienen necesariamente su<br />
razón de ser, pero no deben entenderse como si la Iglesia estuviera al margen del mundo.<br />
Iglesia y mundo se compenetran. La Iglesia no mantiene un diálogo con el mundo como si<br />
ella estuviera en la periferia, sino que se halla presente salvíficamente como "levadura" (Mt<br />
13, 33), "sal de la tierra" (Mt 5, 13), "semilla" (Mt 13, 24), "luz del mundo" (Mt 5, 14).<br />
Mediante la epifanía del Señor toda la historia humana se ha insertado en la obra salvadora de<br />
Dios. Magistralmente, aunque de forma negativa, ha expresado San Pablo esta verdad: "Estoy<br />
persuadido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo<br />
futuro, ni las potestades, ni la altura ni la profundidad, ni ninguna otra criatura podrá<br />
separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor" (Rom 8, 38-39). “A través de la<br />
Encarnación, Dios ha dado a la vida humana la dimensión que había concebido para la<br />
persona desde un principio " (RH 1).<br />
[Juan Pablo II subraya continuamente que una sociedad realmente humana sólo se puede<br />
edificar sobre la base de un ethos, que encuentre su más segura fundamentación en la "verdad<br />
trascendente" sobre la persona. "Si no existe una verdad trascendente, con cuya obediencia el<br />
hombre conquista su plena identidad, tampoco existe ningún principio seguro que garantice<br />
relaciones justas entre los hombres". La dignidad de la persona se fundamenta en último<br />
término en que el hombre es "imagen visible del Dios invisible"(CA 44).]<br />
3. Sobre la base de las consideraciones anteriores, la Doctrina Social Cristiana puede definirse<br />
como el conjunto de conocimientos adquiridos por la filosofía <strong>social</strong> (a partir de la naturaleza<br />
humana, de condición esencialmente sociable) y por la teología <strong>social</strong> (a partir del orden<br />
cristiano de la salvación) sobre la esencia y el orden de la sociedad humana, y sobre las<br />
normas y funciones ordenadoras que de ellos se derivan, aplicables a la respectiva situación<br />
histórica.<br />
§ 2 El método de la Doctrina Social Cristiana.<br />
La Doctrina Social Cristiana abarca tanto disciplinas descriptivas como normativas en las que<br />
se sirve de métodos filosóficos y teológicos, aplicados a lo <strong>social</strong>. A la objeción de que la<br />
filosofía <strong>social</strong> no es típicamente "<strong>cristiana</strong>" hay que responder que, por una parte, según la<br />
<strong>doctrina</strong> del Concilio Vaticano II, es tarea de la Iglesia "exponer y enseñar auténticamente la<br />
4 Vid. Pío XII, 17. 8. 1958 (UG 4520)<br />
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