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doctrina social cristiana - Ordo Socialis

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Una economía de mercado no ordenada jurídicamente, por así decir, salvaje y libre de valores,<br />

es negada en la encíclica. Por otra parte la "papel del Estado en el sector de la economía" es<br />

representado de modo diferenciado. En último término, lo importante es la afirmación de<br />

principio: "La actividad económica, en particular la economía de mercado, no puede<br />

desenvolverse en medio de un vacío institucional, jurídico y político. Por el contrario, supone<br />

una seguridad que garantiza la libertad individual y la propiedad, además de un sistema<br />

monetario estable y servicios públicos eficientes". Aquí reside "la tarea fundamental del<br />

Estado" (CA 48).<br />

Junto a los mencionados fines clásicos de la economía <strong>social</strong> de mercado menciona el Papa<br />

como tarea añadida la responsabilidad ecológica de todas las acciones económicas, y la<br />

exigencia ética en el intercambio de bienes a nivel de economía mundial para todos los<br />

pueblos: "Es deber del Estado proveer la defensa y tutela de los bienes colectivos, como son<br />

el ambiente natural y el ambiente humano, cuya salvaguardia no puede estar asegurada por los<br />

simples mecanismos del mercado. Así como en tiempos del viejo capitalismo el Estado tenía<br />

el deber de defender los derechos fundamentales del trabajo, así ahora, con el nuevo<br />

capitalismo, el Estado y la sociedad tienen el deber de defender los bienes colectivos que,<br />

entre otras cosas, constituyen el único marco dentro del cual es posible para cada uno<br />

conseguir legítimamente sus fines individuales" (CA 40).<br />

Justamente en este punto nos encontramos con "un nuevo límite del mercado: existen<br />

necesidades colectivas y cualitativas que no pueden ser satisfechas mediante sus mecanismos;<br />

hay exigencias humanas importantes que escapan a su lógica; hay bienes que, por su<br />

naturaleza, no se pueden ni se deben vender o comprar. Ciertamente, los mecanismos de<br />

mercado ofrecen ventajas seguras; ayudan, entre otras cosas, a utilizar mejor los recursos;<br />

favorecen el intercambio de los productos y, sobre todo, dan la primacía a la voluntad y a las<br />

preferencias de la persona que, en el contrato, se confrontan con las de otras personas. No<br />

obstante, conllevan el riesgo de una 'idolatría' del mercado, que ignora la existencia de bienes<br />

que, por su naturaleza, no son ni pueden ser simples mercancías" (CA 40) Con estas<br />

importantes distinciones, la teoría de una economía de mercado <strong>social</strong>mente orientada<br />

profundiza de modo considerable en su fundamentación antropológica y en el alcance de su<br />

aplicación. Desde las reflexiones de Pío XI en la "Quadragesimo anno" (1931) es ésta la<br />

puntualización más importante del "magisterio <strong>social</strong>" de la Iglesia en relación al orden<br />

económico].<br />

§ 2. El orden <strong>social</strong>ista de la economía<br />

Del mismo modo que el paleoliberalismo piensa sobre el orden económico de modo distinto<br />

que el neoliberalismo, también se distinguen esencialmente las ideas que tiene el <strong>social</strong>ismo<br />

comunista-colectivista del mundo oriental sobre el sentido y función del orden económico, de<br />

las del <strong>social</strong>ismo liberal-democrático del mundo occidental.<br />

1. En la <strong>doctrina</strong> sobre el orden de la economía, tal como es defendida por el <strong>social</strong>ismo<br />

comunista-colectivista, pueden distinguirse dos puntos capitales:<br />

a) En la órbita del materialismo histórico-sociológico, fundado por Karl Marx, el <strong>social</strong>ismo<br />

comunista-colectivista defiende la tesis de que todo ordenamiento económico está<br />

determinado, por una parte, por el respectivo grado de dominio técnico de las fuerzas<br />

naturales, condicionando, por otra, la "superestructura ideológica" (derecho, filosofía, arte,<br />

religión, etc.). Es célebre el texto "clásico" del prólogo de la obra de Marx Crítica de la<br />

economía política (1859): "En la manifestación <strong>social</strong> de su vida las personas entran en<br />

determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción<br />

que corresponden a un determinado grado de desarrollo de sus fuerzas materiales. El conjunto<br />

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