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Angiocardiografía

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REHABILITACIÓN CARDÍACA, LA FORMA FÍSICA DEL ADULTO Y LAS PRUEBAS DE ESFUERZO<br />

<strong>Angiocardiografía</strong><br />

92<br />

muestra para biopsia con frecuencia permite administrar tratamientos más específicos<br />

a los pacientes con la función cardíaca muy deteriorada.<br />

La angiocardiografía se practica con frecuencia durante los estudios de cateterismo<br />

de las cavidades cardíacas derechas e izquierdas. El procedimiento consiste en<br />

practicar una inyección selectiva de un tinte radiopaco en las cavidades cardíacas y<br />

los vasos sanguíneos para visualizar los distintos segmentos del sistema cardiovascular.<br />

Las imágenes radiográficas se analizan mediante técnicas cineangiográficas o<br />

angiografía con película radiográfica cortada. Los estudios de las cavidades derechas<br />

se emprenden para detectar ciertas anomalías congénitas y para evaluar la circulación<br />

pulmonar. Las anomalías del tracto de flujo de salida del ventrículo derecho y la válvula<br />

pulmonar se visualizan con facilidad con esta técnica. La angiografía del ventrículo<br />

izquierdo se lleva a cabo para cuantificar el grado de regurgitación mitral y evaluar<br />

la función del ventrículo izquierdo. Las anomalías globales y segmentarias del movimiento<br />

de las paredes del ventrículo izquierdo se evalúan con esta técnica. Con la<br />

angiografía de la raíz de la aorta se evalúan las anomalías de la válvula aórtica y la aorta<br />

ascendente.<br />

El angiograma coronario es la prueba definitiva para diagnosticar y cuantificar la<br />

gravedad de la aterosclerosis coronaria. El propósito de la angiografía coronaria,<br />

según una reciente obra de la American Heart Association (AHA) y el American College<br />

of Cardiology (ACC) (4), es «definir la anatomía de las arterias coronarias cuando se<br />

requiere dicha información para el tratamiento del paciente». Además, «esta definición<br />

anatómica comprende la evaluación de la presencia, extensión y gravedad de la<br />

enfermedad aterosclerótica obstructiva de la arteria coronaria, el tamaño de la arteria<br />

coronaria, el flujo colateral coronario, la formación de trombos, las obstrucciones<br />

dinámicas (espasmo coronario) o anomalías congénitas de la arteria coronaria» (4).<br />

En esta técnica se introducen catéteres arteriales en las arterias coronarias derecha<br />

e izquierda para visualizar selectivamente distintos segmentos de la circulación<br />

coronaria (35). Se obtienen imágenes cineangiográficas múltiples de las principales<br />

arterias coronarias mediante inyecciones de un tinte radiopaco. En pacientes sometidos<br />

a cirugía de derivación aortocoronaria también pueden visualizarse los injertos de<br />

la vena safena. Los angiogramas del ventrículo izquierdo se practican rutinariamente<br />

junto con estudios de la arteria coronaria para evaluar la función del ventrículo<br />

izquierdo.<br />

La angiografía coronaria es la técnica «preferida» por los cardiólogos que practican<br />

técnicas invasivas. Con mayor frecuencia este procedimiento se realiza para detectar<br />

lesiones corregibles quirúrgicamente o para identificar lesiones que pueden dilatarse<br />

mediante técnicas de angioplastia con catéter. En ocasiones se realiza un angiograma<br />

para evaluar a personas asintomáticas que tienen un ECG en reposo o de esfuerzo<br />

anormal. Además, los pacientes a los que se estudia para una posible cirugía valvular<br />

cardíacas a menudo son sometidos a estudios de angiografía coronaria para identificar<br />

a quienes necesitan cirugía de derivación aortocoronaria durante la cirugía valvular.<br />

La labor de la AHA/ACC ha definido con rigor y ha publicado las pautas de la<br />

angiografía coronaria basadas en el consenso de expertos en el campo (4).<br />

La interpretación de la angiografía coronaria requiere una evaluación sistemática<br />

de cada arteria coronaria. Las lesiones significativas suelen definirse como aquellas<br />

que cierran al menos el 70-75% del diámetro luminal. La extensión de los daños se<br />

determina con el número de vasos con lesiones significativas; p. ej., enfermedad de<br />

uno, dos o tres vasos. Una lesión del 50% o más del tronco principal de la coronaria se


Duración 3 a 5 minutos, hasta 15 minutos.<br />

Factores desencadenantes Durante un esfuerzo, trastorno emocional, cuando hace frío, esfuerzo<br />

después de las comidas.<br />

Factores que lo alivian En los 3 a 5 minutos siguientes a reposo o nitroglicerina sublingual.<br />

Por el contrario, la angina de pecho atípica se define como un síndrome clínico que<br />

de algún modo sugiere la presencia de angina de pecho, pero carece de uno o dos de<br />

los rasgos típicos enumerados en la tabla 3.8. Los síntomas de la angina atípica se<br />

asocian con un aumento de la posibilidad de enfermedad coronaria, pero con menor<br />

grado de certeza que en el caso de la angina típica. Una situación frecuente en la que<br />

se manifiestan estos síntomas es durante un espasmo coronario superpuesto a una<br />

lesión aterosclerótica obstructiva (angina mixta). Otra forma de angina atípica está causada<br />

por espasmo coronario sin presencia de aterosclerosis (angina primaria). La angina<br />

causada por un espasmo se produce en reposo y a menudo se asocia con elevación<br />

transitoria del segmento ST. Este síndrome anginoso a veces se denomina angina<br />

variante o angina de Prinzmetal (9, 10).<br />

Finalmente, el dolor torácico no anginoso comprende síntomas que carecen de<br />

tres o más de los elementos del cuadro clínico clásico descrito en la tabla 3.8 y es muy<br />

poco probable que estén causados por una cardiopatía isquémica. Otras causas de<br />

dolor torácico aparecen en la tabla 3.7 y tienen que tenerse en cuenta y realizar el<br />

diagnóstico diferencial apropiado.<br />

Diamond y Forrester (11) han publicado datos para hombres y mujeres de distintas<br />

edades calculando la probabilidad de una posible enfermedad coronaria en pacientes<br />

que presentan angina típica, angina atípica y dolor torácico no anginoso. Estas probabilidades<br />

se basan en los síntomas enumerados en la tabla 3.9 y pueden utilizarse<br />

como probabilidades previas a los tests de los distintos procedimientos diagnósticos<br />

no invasivos, como la prueba ECG de esfuerzo (capítulo 5).<br />

TABLA 3.9. Probabilidad de cardiopatía coronaria atendiendo a los síntomas a<br />

Malestar Angina Angina<br />

Edad (años) no anginoso atípica típica<br />

Varones<br />

35-44 0,11 0,45 0,81<br />

45-54 0,21 0,60 0,91<br />

55-64 0,28 0,69 0,94<br />

65-74 0,28 0,70 0,94<br />

Mujeres<br />

35-44 0,03 0,16 0,45<br />

45-54 0,07 0,32 0,68<br />

55-64 0,13 0,47 0,84<br />

65-74 0,17 0,54 0,95<br />

a De Diamond GA, Forrester JS. N Engl J Med 1979; 300: 1350-1359.<br />

VALORACIÓN Y TRATAMIENTO CARDIOVASCULARES<br />

63


REHABILITACIÓN CARDÍACA, LA FORMA FÍSICA DEL ADULTO Y LAS PRUEBAS DE ESFUERZO<br />

98<br />

Aumentar la dosis<br />

del fármaco.<br />

Algoritmo del tratamiento JNC-V<br />

Modificaciones del estilo de vida<br />

Reducción del peso.<br />

Moderación en el consumo de alcohol.<br />

Programa de ejercicio.<br />

Reducción del consumo de sal.<br />

Dejar de fumar.<br />

Respuesta inadecuada<br />

Continúan las modificaciones del estilo de vida<br />

Selección inicial de un solo fármaco: diuréticos o<br />

bloqueadores β.<br />

Alternativas eficaces: bloqueadores α1, inhibidores de la ECA,<br />

bloqueadores α-β y antagonistas del calcio.<br />

Respuesta inadecuada<br />

Sustituir por otro<br />

fármaco.<br />

Respuesta inadecuada<br />

Añadir un segundo o tercer agente y/o diurético<br />

si no se ha prescrito todavía.<br />

Añadir un segundo<br />

fármaco de una clase<br />

diferente.<br />

FIGURA 3.19. Algoritmo del tratamiento<br />

JNC-V.<br />

(Adaptado de Bethesda, MD.<br />

Cholesterol blood pressure update.<br />

Vol. 5. Citizens For Public Action on<br />

Blood Pressure and Cholesterol, enero<br />

1993.)<br />

aunque son bastante más caros que los diuréticos y bloqueadores β. Actúan bloqueando<br />

la formación de la angiotensina II, un potente vasoconstrictor, con lo que provocan<br />

vasodilatación y reducción de la aldosterona circulante. Finalmente, los antagonistas<br />

del calcio (p. ej., diltiacem, verapamilo, nifedipina), expuestos anteriormente<br />

para el tratamiento de los síndromes isquémicos, son antihipertensivos eficaces por<br />

su capacidad de relajación del músculo liso. Pero, a diferencia de los diuréticos y bloqueadores<br />

β, estos fármacos alternativos no han demostrado que reduzcan la morbilidad<br />

y mortalidad cardiovasculares en ensayos clínicos controlados (42).<br />

Si no se consigue un control adecuado de la tensión arterial con un tratamiento<br />

farmacológico de un solo fármaco, debe seguirse el algoritmo mostrado en la figura<br />

3.19. Las opciones consisten en aumentar la dosis, sustituirla por otro fármaco o añadir<br />

un segundo agente de otra clase. Debe reforzarse el interés por reestructurar el<br />

estilo de vida. Añadir un tercer agente pocas veces es necesario para el tratamiento de<br />

una hipertensión refractaria grave. En ocasiones, lo indicado es un detallado diagnóstico<br />

diferencial de causas secundarias de la hipertensión (p. ej., un tumor endocrino,<br />

estenosis de la arteria renal) en una hipertensión que no responda a los tratamientos


REHABILITACIÓN CARDÍACA, LA FORMA FÍSICA DEL ADULTO Y LAS PRUEBAS DE ESFUERZO<br />

0,1<br />

mV<br />

TABLA 3.12. «Método» de interpretación del ECG<br />

(Nota. Este «método» es el recomendado para la lectura de todos los ECG de 12 derivaciones. Es aconsejable<br />

seguir un método estándar para no pasar por alto anomalías sutiles, algunas de las cuales tienen<br />

importantes implicaciones clínicas. Las seis secciones principales del «método» deben seguir en el<br />

orden que presentamos a continuación.)<br />

A. Mediciones (por lo general hechas con las derivaciones del plano frontal):<br />

1. Frecuencia cardíaca (auricular y ventricular, si son distintas). Amplitud normal: 50-90 lat/min.<br />

2. Intervalo PR (del inicio de P al inicio del complejo QRS). Amplitud normal: 0,12-0,20 seg (120-200<br />

mseg).<br />

74<br />

Voltaje<br />

Tiempo<br />

0,2 seg.<br />

0,04 seg.<br />

0,1 mV<br />

Complejo QRS<br />

Intervalo RR<br />

Onda T<br />

Onda P Segmento ST Onda U<br />

PR QRS<br />

QT<br />

FIGURA 3.8. Formato y terminología de<br />

un ECG estándar. La velocidad de<br />

movimiento del papel es 25 mm/seg, y<br />

la calibración de 1mV equivale a<br />

10 mm.<br />

FIGURA 3.9. ECG<br />

normal de 12<br />

derivaciones.

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