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1 SOCIEDAD CIVIL, ETICA Y PERIODISMO ... - Museu da Vida

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la importancia de la ética está en función con el perjuicio o con la magnitud del perjuicio<br />

que se ocasiona al no respetarla.<br />

Ética y periodismo:<br />

“ Cuando entramos en el campo de la ética periodística 2 nos adentramos en un terreno<br />

cenagoso de especulaciones filosóficas, donde brumas aterradoras de juicios flotan sobre el<br />

pantano. A pesar de la inseguri<strong>da</strong>d que crea el carecer de una superficie sóli<strong>da</strong> donde<br />

apoyar el pie y de la visibili<strong>da</strong>d escasa, no existe razón para desistir de la jorna<strong>da</strong>. De<br />

hecho, es una jorna<strong>da</strong> que vale la pena emprender, porque plantea el problema de la<br />

morali<strong>da</strong>d de la persona: obliga al periodista, como entre otros a considerar sus principios<br />

básicos, sus valores, sus obligaciones consigo mismo y para con los demás. Lo fuerza a<br />

decidir por sí mismo cómo quiere vivir, cómo manejar sus asuntos periodísticos, cómo<br />

pensar a cerca de sí mismo y de los demás, como pensará, actuará y reaccionará ante las<br />

personas, y las cuestiones que lo rodean.”, reconocía en 1982 Jhon Merrill en La Prensa y<br />

la Ética.<br />

No es fácil ponerse de acuerdo acerca de lo que resulta ético, ni en periodismo ni en<br />

ningún orden de la vi<strong>da</strong>. Porque el hombre se encuentra, en ver<strong>da</strong>d, a mitad de camino.<br />

El hombre está hoy muy alejado de la guari<strong>da</strong> de la selva, con sus instintos innatos<br />

embotados y con su libre voluntad no del todo desarrolla<strong>da</strong> como para reemplazar a sus<br />

instintos. Se está volviendo demasiado sabio como para obedecer siempre a los instintos y<br />

al deseo, y aún es demasiado débil como para imponerse siempre a sus dictados.<br />

El hombre no se salva, como los animales, cumpliendo la ley de su propio ser, que es el<br />

instinto. Un pez no trata de salir a tierra firme. Un hornero no intenta cavar una cueva. Un<br />

cocodrilo no na<strong>da</strong> en la Antárti<strong>da</strong>.<br />

Pero el hombre es capaz de cualquier desatino. Por eso, sólo encuentra salvación cuando su<br />

propio ser vive en armonía con Dios, con la naturaleza y con los otros hombres. De<br />

contrario, se condena a la anomia y la desesperanza.<br />

El único refugio para el hombre es responder a un código ético, que no tiene fuerza<br />

coercitiva ni se dicta de una sola vez y para siempre. Se impone la persuasión y la<br />

constancia en el deber, con la educación y el ejemplo, en todos los niveles de conducción:<br />

el familiar, el social y el político.<br />

La finali<strong>da</strong>d de la ética es el deber, el deber para consigo mismo o para con los demás. Es<br />

primariamente individual o personal, aún cuando se refiere a las obligaciones y deberes<br />

para con otros. La cuali<strong>da</strong>d de la vi<strong>da</strong> humana se relaciona tanto con la sole<strong>da</strong>d como con la<br />

sociabili<strong>da</strong>d. Hacemos el bien y el mal mediante nuestras acciones en aquella parte de<br />

nuestra vi<strong>da</strong> en la que reaccionamos y respondemos a otras personas. Esta duali<strong>da</strong>d de la<br />

2 Merrill, John y Barney, Ralph: La prensa y la éitica. Editorial Universitaria de Buenos Aires. 1981<br />

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