08.05.2013 Views

Versión completa en pdf - IES La Arboleda

Versión completa en pdf - IES La Arboleda

Versión completa en pdf - IES La Arboleda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

11-M<br />

Desde nuestra Guerra Civil,<br />

España no había vivido un episodio<br />

tan sangri<strong>en</strong>to ni cruel como el de<br />

ayer. <strong>La</strong> transición democrática consiguió<br />

<strong>en</strong> un increíble período de tres<br />

años pasar de un régim<strong>en</strong> dictatorial<br />

unipersonal a una democracia parlam<strong>en</strong>taria<br />

con las garantías propias del<br />

estado de derecho. Los españoles estamos<br />

orgullosos de ese cambio drástico<br />

experim<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el último cuarto<br />

de siglo, de manera ponderada y<br />

pacífica. Aunque la herida del terrorismo<br />

nos golpee y nos atorm<strong>en</strong>te de<br />

manera reiterada.<br />

Y ese torm<strong>en</strong>to no ti<strong>en</strong>e forma<br />

ni color, esa guerra no ti<strong>en</strong>e principio<br />

o fin. El terrorismo no termina<br />

<strong>en</strong> la muerte de las victimas; continúa<br />

<strong>en</strong> la angustia inextinguible de los<br />

que sobreviv<strong>en</strong>, ya sean de un país u<br />

otro, de una religión u otra, de una<br />

raza u otra. Ayer oí a un periodista<br />

relatar que más que el horror de los<br />

cadáveres mutilados, tirados como<br />

trapos <strong>en</strong>tre la herrumbre retorcida,<br />

más que los rostros desfigurados, o la<br />

aterradora carnicería de miembros<br />

amputados o quemados, más que todo<br />

eso, le había impresionado el fr<strong>en</strong>ético<br />

sonido de los teléfonos móviles,<br />

que hablaban de angustia trasmutada<br />

<strong>en</strong> melodías personalizadas, jugando<br />

<strong>en</strong>tre sil<strong>en</strong>cios de muerte. Los familiares<br />

querían p<strong>en</strong>sar que algui<strong>en</strong> descolgaría<br />

y daría fin a la pesadilla.<br />

Los trabajadores madrileños<br />

no merecían esto. <strong>La</strong>s amas de casa<br />

que se desplazaban al c<strong>en</strong>tro de la<br />

ciudad, acompañadas por sus hijos,<br />

no merecían esto. Los estudiantes que<br />

iban al instituto o a la universidad, o<br />

los desempleados que s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te<br />

iban a la capital a buscar trabajo, o<br />

aquellos que iban al médico, o a visitar<br />

a un familiar, o a cualquier maldita<br />

cosa sin urg<strong>en</strong>cia que hacer <strong>en</strong> un<br />

día cualquiera, a una hora cualquiera,<br />

ni más importante ni mejor que otra,<br />

ni casual ni premeditada, todos ellos<br />

no merecían esto.<br />

El horror que ha quedado<br />

pr<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> nuestras retinas y no se<br />

CTUALIDAD<br />

Comunicado leído por el profesor Agustín Rodríguez Carmona<br />

marchará, igual persistirá <strong>en</strong> el recuerdo<br />

de los trabajadores que no llegaron<br />

a su puesto de trabajo, <strong>en</strong> los<br />

libros que no serán leídos, <strong>en</strong> los<br />

apuntes que quedaron esparci-<br />

dos, igual <strong>en</strong> los familiares que no<br />

recibirán visita, igual <strong>en</strong> los desempleados<br />

que no <strong>completa</strong>rán sus débiles<br />

sueños de prosperidad imaginada.<br />

Hoy todos somos viajeros de esos<br />

tr<strong>en</strong>es cargados de g<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cilla que<br />

no <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de de grandes y altisonantes<br />

conceptos, y que se id<strong>en</strong>tifica con palabras<br />

simples que se expresan <strong>en</strong><br />

simples términos.<br />

NO AL TERRORISMO<br />

NO A LA GUERRA<br />

SOLIDARIDAD EN PAZ<br />

CONCORDIA EN PAZ<br />

IGUALDAD EN PAZ<br />

LIBERTAD EN PAZ<br />

El único estallido que los españoles<br />

queremos oír es el estallido de la paz.<br />

5

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!