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La Cuaresma
en mi vida
Hasta hace poco, el tiempo
de Cuaresma, que ni sabía su
nombre, era una época como de
tristeza, pues la gente decía mucho
eso de “que el Señor iba a morir”.
No era una época de muchas ilusiones,
como la Navidad, que de
ésta sí que me enteraba bien y por
todos lados, sobre todo por los
anuncios de juguetes en la tele.
Desde hace poco, he podido
conocer el significado de la verdadera
Cuaresma y, la verdad, no
sé dónde puede estar la tristeza o la
desilusión. Para mí, como cristiana,
es uno de los mejores momentos
y el más representativo de la
cristiandad. Los cristianos no creemos
en un Dios muerto, agonizante
o triste, sino en un Dios vivo, alegre
y que resucita, venciendo a la
muerte. Sólo Dios puede vencer a
la muerte. Cristo venció a la muerte,
así lo creo y nadie me ha podido
demostrar lo contrario, por eso
yo creo que Jesucristo es el Hijo de
Dios, el mismo Dios hecho hombre.
Bueno, todo esto va más
allá de lo que yo, como joven estudiante
de ESO, puedo entender,
por eso aprovecho este tiempo para
acercarme un poco más a Jesús, a
Dios. Intento rezar más, hablar un
poco más con Dios, acercarme a él.
En eso encuentro consuelo, esperanza,
ayuda, compañía, bienestar
y todas esas sensaciones que hacen
a una sentirse a gusto en la vida y
con la vida.
Aparte de lo que todos
conocemos como Semana Santa
(procesiones y demás) hay tres celebraciones
en la iglesia católica
que a mí me encantan. Una es la
Adoración a la Cruz, símbolo del
fin de la esclavitud del hombre,
aunque no lo entendemos o no nos
damos cuenta y seguimos siendo
esclavos del qué dirán, de que te
quieran, del dinero, de las ropas de
marca, de que tus amigos te tengan
en cuenta, etc.. Porque es verdad,
Jesús con su muerte te quiere liberar
de todas esas tonterías que tan
importantes nos parecen, pero que
a la HORA DE LA VERDAD podemos
comprobar que no tienen
importancia. Otra celebración es el
Lavatorio de Pies, donde recordamos
que Jesucristo, aunque Rey,
Hijo de Dios, se puso como el último,
como el criado de la casa, a
servir a sus discípulos. También
ahora me doy cuenta de por qué,
para mí, mis padres son los reyes
de mi casa: porque lo dan todo por
mí. Me doy cuenta de que están a
mi servicio y por amor, no por
obligación. Qué bonito es el significado
de la palabra amor. Y la tercera
celebración, la que más me
gusta, es la misa de resurrección.
Dura toda la noche y no me duermo,
pues estoy a la espera de que
el Señor resucite. Creo que es un
momento tan importante para un
cristiano que no puede perdérselo.
Si no me gusta perderme un cumpleaños,
es decir, la celebración
del día que nací, cómo me va a
gustar perderme la celebración más
importante para el cristiano: Jesús,
para que lo sepas, está VIVO y la
madrugada del Sábado Santo, al
alba del Domingo de Ramos, los
que creemos, celebramos un año
más que Jesús no está muerto, sino
que resucitó y está entre nosotros.
La verdad es que lo tienes delante,
y no lo ves. Incluso cuando te miras
al espejo, tienes a Jesucristo
delante, y no lo ves. Bueno, pues
por el bien de todos, es bueno que
empieces a verle.
Feliz Cuaresma a todos.
Pepi Ferrera (3º ESO C)
EMANA SANTA
Para
María del Amor
Una cofradía y hermanos
Se encontraban en la calle,
Para sacar a la más bella,
Hasta las estrellas.
El fajín en la cintura,
El costal en la cabeza,
Preparadas para salir
Hacia lo más alto con Ella.
Al golpe del martillo,
Las cargadoras dispuestas,
Esperando la señal
Para sacarla a la puerta.
Los penitentes andando,
Con las velas,
Para alumbrar la carita
Que más se venera.
En la calle Paso
La mecían,
Parecía la reina
De mi Andalucía.
Las costaleras sueñan
Con más fuerza
En poder llevar a la más bella
A la puerta de la iglesia.
En el porche de la iglesia
Un Ave María
Para que esta despedida
Se haga con más alegría.
María José Álvarez Suárez
(3º ESO B)
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