Versión completa en pdf - IES La Arboleda

Una vida dedicada a la enseñanza
Manuel Barbosa
Breve
biografía:
A u n q u e
n a c i ó e n
Gibraleón, vino
a vivir a Lepe
con siete años,
por lo que se
considera un
lepero más. Tras
aprobar las
oposiciones en
el año 66,
t r a b a j ó e n
d i v e r s o s
lugares – la
campaña de
alfabetización,
Huelva, Niebla,
Palos de la
Frontera– hasta
comenzar a trabajar en Lepe en el año 80.
¿Qué le motivó a dedicarse al mundo de la docencia?
En principio no podía estudiar otra carrera porque
en aquellos momentos para las familias de clase media
era difícil –económicamente hablando– irse a estudiar
fuera, y magisterio era una de las pocas carreras que se
podían estudiar por libre aquí en Lepe y a final de curso ir
a hacer un examen a Huelva.
¿Cómo han cambiado los métodos de enseñanza durante
estos años?
Los métodos de enseñanza van cambiando a
medida que se van promulgando nuevas leyes. Antes
había que ceñirse más al libro, no existía la evaluación
continua, por ejemplo; pero en realidad luego los
profesores sí seguíamos la trayectoria de nuestros
alumnos y al final de curso valorábamos su progreso,
igual que ahora, aunque la evaluación continua no
estuviese reconocida.
¿Qué opina de la juventud de hoy en día?
La juventud de hoy en día tiene valores muy
positivos. Yo lo único que le achaco es que la juventud
actual tiene mucha menos disciplina que en otras épocas.
Hoy la juventud confunde la libertad con el libertinaje, lo
cual no quiere decir que todos los chicos sean iguales; los
hay buenos, los hay malos. Pero sinceramente creo que el
mayor problema que tiene se basa en la falta de
disciplina.
¿En qué se diferencia de la juventud de cuando comenzó
NTREVISTA
a impartir clases?
Eran otros tiempos y las cosas han cambiado.
Tienen menos disciplina, como ya he dicho. Además,
antes los niños no veían tanto la televisión y se
entretenían con otras cosas. Era otra época y otra
sociedad.
¿Prefiere a los alumnos de antes o a los de ahora?
Después de la experiencia que tengo de cuarenta
años dando clase, prefiero a los de antes por muchas
razones. Antiguamente el profesor era respetado mucho
más que ahora. Era don Manuel, y ese respeto propiciaba
que estuviesen más callados y atentos en las clases.
¿Qué cree que necesita el sistema educativo para ser
totalmente útil?
En primer lugar, necesita más implicación por
parte de los padres y que tomen conciencia de que
siempre deben completar la labor que hacemos los
maestros en el instituto. También se necesita más
implicación por parte de la administración y que no sea
tan cicatera en los medios que utiliza, que haya más
dinero para educación, que invertir en educación es
invertir en el futuro.
¿Cuáles son los mejores momentos que se lleva de su
labor docente?
Lo mejor que me llevo de mi labor docente es
cuando, después de un año dando clase, veo que los
chavales han aprendido y todas las explicaciones que he
dado y todo el trabajo no han caído en saco roto, sino que
se ha aprovechado. Sin lugar a dudas, lo mejor es la
satisfacción del trabajo bien hecho.
¿Y los peores?
Los peores siempre han sido la insatisfacción de
no llegar a ciertos alumnos que se cierran y no te lo
permiten. Y esos alumnos no responden y no se
comportan como deben, por ello tienes que castigarlos a
copiar o a venir una tarde, o bien tienes que llamar a sus
padres.
Haciendo balance, ¿se siente satisfecho con el trabajo
realizado y volvería a repetir sin pensarlo?
Yo me siento satisfecho con el trabajo que he
realizado y no me arrepiento: volvería a la misma
profesión, que es la que tengo.
Damos las gracias a nuestros tres
entrevistados, no sólo por habernos dedicado su
tiempo para la realización de las entrevistas, sino
también por todo el tiempo que han dedicado a
educar a las personas que se han convertido o se
convertirán en los hombres y mujeres del
mañana. Muchas Gracias.
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