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Partain Evangelio de Lucas - David Cox

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exponer la hipocresía y malicia <strong>de</strong> los fariseos. Su fingida admiración <strong>de</strong> Jesús era hipocresía, y su<br />

fingida lealtad a César (Jn. 19:15) también era hipocresía.<br />

En varias ocasiones Jesús <strong>de</strong>mostró su omnisciencia al manifestar que El sabía los<br />

pensamientos <strong>de</strong> la gente (Mateo 9:4; 12:25; 22:18; Luc. 5:22; 11:17); por eso, estaban sin excusa<br />

estos que llegaron a Jesús fingiendo la piedad y proponiendo una pregunta tan capciosa.<br />

20:24 Mostradme la moneda. – -- la moneda romana <strong>de</strong> plata con la cual se paga el impuesto<br />

romano. Mar. 12:15, “Traedme la moneda para que la vea”; o más bien, para que ellos se fijaran en<br />

ella, porque esa misma moneda llevaba prueba irrefutable <strong>de</strong> lo que Jesús iba a <strong>de</strong>cir en ese<br />

momento. Jesús, el perfecto Maestro, otra vez les dio una lección objetiva. Compárense Mat. 18:2;<br />

21:19; Jn. 13:5, etc.<br />

-- ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César. 25<br />

Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es <strong>de</strong> César, y a Dios lo que es <strong>de</strong> Dios. -- La<br />

palabra “dar” es “APODIDOMI … entregar <strong>de</strong> vuelta, <strong>de</strong>volver , pagar lo que se <strong>de</strong>be”. El dinero que<br />

usaban los judíos era <strong>de</strong> César; por lo tanto, <strong>de</strong>berían <strong>de</strong>volvérselo. Sin embargo, la imagen <strong>de</strong> Dios<br />

está grabada en nosotros mismos (Gén. 1:26, 27) y, por lo tanto, <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>volver nuestra vida a El<br />

(ver. 37). Estaba grabada en la moneda la imagen <strong>de</strong> la cabeza <strong>de</strong> César, y la inscripción <strong>de</strong>cía,<br />

“Tiberio César, el hijo Augusto <strong>de</strong>l Augusto Divino”. Los fariseos no querían ni siquiera mencionar la<br />

inscripción tan odiosa a los judíos, porque proclamaba la divinidad <strong>de</strong>l emperador. La respuesta <strong>de</strong><br />

Jesús quiere <strong>de</strong>cir que “había <strong>de</strong> negarle la honra divina que el emperador pretend`´ia merecer y que<br />

sólo es <strong>de</strong>bida a Dios … el emperador <strong>de</strong>be recibir lo que le es <strong>de</strong>bido, no <strong>de</strong>be recibir más que eso;<br />

eso es, no <strong>de</strong>be recibir el honor divino que preten<strong>de</strong>. Al mismo tiempo, Dios <strong>de</strong>be recibir toda la<br />

gloria y el honor” (GH).<br />

La moneda con su inscripción daba prueba <strong>de</strong> que el gobierno romano estaba establecido en<br />

esa tierra. Los judíos usaban la moneda romana, y aceptaban los beneficios ofrecidos por el<br />

gobierno romano, pero no querían pagar el impuesto. Lo que Jesús les dijo implicaba que si los<br />

judíos usaban el dinero <strong>de</strong> César, era justo que pagaran el impuesto a César, pero agrega que<br />

<strong>de</strong>bemos dar a Dios lo que es <strong>de</strong> Dios, afirmando así la soberanía absoluta <strong>de</strong> Dios. (A<strong>de</strong>más, la<br />

practica <strong>de</strong> <strong>de</strong>volver a Dios lo que es <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong>struye la idolatría).<br />

Esta enseñanza se explica más ampliamente en Rom. 13:1-7 y 1 Ped. 2:13-17. El gobierno civil<br />

ha recibido la autoridad que tiene <strong>de</strong> Dios, Jn. 19:11. Los “testigos” <strong>de</strong>l Atalaya enseñan que no se<br />

pue<strong>de</strong> saludar la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> su patria, pero en esto como en muchas otras cosas <strong>de</strong>muestran su<br />

rebelión contra la palabra <strong>de</strong> Dios. El único problema para la conciencia <strong>de</strong>l cristiano sería que el<br />

gobierno exigiera algo que contradijera la voluntad <strong>de</strong> Dios y en ese caso el cristiano tiene que ser<br />

fiel a Dios, cueste lo que cueste (Hech. 4:19; 5:29).<br />

No había, pues, ningún dilema para Jesús. La primera parte <strong>de</strong> su respuesta agradó a los<br />

herodianos y la última parte <strong>de</strong> su respuesta agradó a los judíos.<br />

20:26 Y no pudieron sorpren<strong>de</strong>rle en palabra alguna <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l pueblo, sino que<br />

maravillados <strong>de</strong> su respuesta, callaron. – Se maravillaron <strong>de</strong> que Jesús <strong>de</strong>scubriera<br />

inmediatamente la trampa <strong>de</strong> ellos, <strong>de</strong> que escapara tan fácilmente <strong>de</strong>l supuesto dilema propuesto<br />

por ellos, <strong>de</strong> que no promoviera la revolución contra los romanos aunque El mismo pensaba<br />

establecer su reino, y <strong>de</strong> que El no fuera afectado por la lisonjería. Seguramente en ese momento se<br />

acabó la esperanza <strong>de</strong> muchos judíos <strong>de</strong> que Cristo fuera el Mesías militar tan <strong>de</strong>seado.<br />

20:27 Llegando entonces algunos <strong>de</strong> los saduceos, los cuales niegan haber resurrección,<br />

-- Hech. 23, “8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu”. Des<strong>de</strong><br />

luego, si <strong>de</strong>cían que no hay espíritu, tampoco habría ángeles (Heb. 1:14) y no habría necesidad <strong>de</strong> la<br />

resurrección <strong>de</strong>l cuerpo, porque en la resurrección los cuerpos se unen con sus espíritus. Sin<br />

embargo, las Escrituras enseñan claramente que el espíritu existe (Ex. 3:6; Ecl. 12:7; Zac. 12:1; 1<br />

Tes. 5:23; Sant. 2:26, etc.).<br />

-- le preguntaron, 28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano <strong>de</strong> alguno<br />

muriere teniendo mujer, y no <strong>de</strong>jare hijos, que su hermano se case con ella, y levante<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia a su hermano. (Deut. 25:5) 29 Hubo, pues, siete hermanos; -- “dos maridos<br />

hubieran sido suficientes para <strong>de</strong>mostrar el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los saduceos. Pero siete hacen que la

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