Partain Evangelio de Lucas - David Cox
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niño es un <strong>de</strong>chado … <strong>de</strong> afectos tiernos, <strong>de</strong> confianza, humildad, docilidad, sencillez, prontitud para<br />
creer y obe<strong>de</strong>cer … Orígenes sugiere la prontitud <strong>de</strong>l niño para <strong>de</strong>jar el pesar, el temor y el enojo, y<br />
su <strong>de</strong>scuido <strong>de</strong> las distinciones sociales entre sus compañeros” (JAB). Otra cualidad que se <strong>de</strong>be<br />
imitar es que el niño <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> enteramente <strong>de</strong> sus padres. “El niño, <strong>de</strong> naturaleza, es humil<strong>de</strong> en<br />
relación con las personas mayores” (ATR).<br />
Mat. 18:4, “Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino <strong>de</strong> los<br />
cielos”. La pregunta fue, “¿Quién es el mayor en el reino <strong>de</strong> los cielos?” y Jesús contesta, “cualquiera<br />
que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino <strong>de</strong> los cielos”. “Siguiendo los pasos <strong>de</strong> su<br />
maestro quien se humilló a sí mismo (Fil. 2:5-8), el discípulo <strong>de</strong>be tener humildad en mente, palabras<br />
y hechos (Fil. 2:2)” (JPL). Mat. 5:3, los pobres en espíritu son los humil<strong>de</strong>s que reconocen que<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor están en bancarrota espiritual y muy necesitados <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> Dios. El que se<br />
humille al nivel <strong>de</strong>l niño en su relación con otros es el mayor en el reino. Véanse también Fil. 2:3;<br />
Rom. 12:10.<br />
Es importante recordar que los apóstoles que disputaban sobre la cuestión <strong>de</strong> quién sería el<br />
mayor aprendieron la lección que Jesús les enseñó y con toda humildad sirvieron al Señor y sus<br />
discípulos, <strong>de</strong>dicando y aun sacrificando su vida por la causa <strong>de</strong> Cristo. Es interesante observar que<br />
el apóstol Juan escribió el evangelio según Juan sin mencionar su propio nombre; más bien, él habló<br />
<strong>de</strong> Juan el bautizador como si no hubiera otro Juan (HF).<br />
Algunos ejemplos sobresalientes <strong>de</strong> la humildad son los siguientes: (1) el centurión, 8:5-13; (2) la<br />
mujer cananea, 15:21-28; (3) la mujer pecadora que lavó los pies <strong>de</strong> Jesús (Luc. 7:36-50); (4) María,<br />
cuando ungió a Jesús (Mar. 14:3-9).<br />
9:48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; -- El niño<br />
es el tipo <strong>de</strong>l discípulo. Jesús se refiere a sus discípulos, porque son humil<strong>de</strong>s como niños. Varios<br />
textos hablan <strong>de</strong> cómo fueron recibidos los “niños” (discípulos humil<strong>de</strong>s) <strong>de</strong>l Señor: Hech. 21:17;<br />
Rom. 14:1; Hech. 28:14,15; Gál. 4:14; Col. 4:10.<br />
-- y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; (10:16; Mat. 10:40; Jn. 13:20)<br />
porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más gran<strong>de</strong>. -- 10:16, “El que a<br />
vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros <strong>de</strong>secha, a mí me <strong>de</strong>secha; y el que me <strong>de</strong>secha a<br />
mí, <strong>de</strong>secha al que me envió”; Juan 13:20. Los que recibieron a los apóstoles y otros discípulos<br />
enviados por Cristo a predicar recibieron a Cristo y al Padre. Recibir significa darles hospedaje y<br />
escucharles. El que recibe al representante <strong>de</strong> una persona eminente recibe a la persona eminente.<br />
¡Qué pensamiento más alentador para los apóstoles <strong>de</strong> que ellos serían i<strong>de</strong>ntificados con Jesús<br />
como Jesús estaba i<strong>de</strong>ntificado con el Padre!<br />
El que persiga al discípulo <strong>de</strong> Cristo persigue a Cristo. Hech. 9:4, “Saulo, Saulo, ¿por qué me<br />
persigues?” ¿Cuándo persiguió Saulo a Jesús? Hech. 9:1, “Saulo, respirando aún amenazas y<br />
muerte contra los discípulos <strong>de</strong>l Señor”.<br />
9:49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera<br />
<strong>de</strong>monios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. 50 Jesús le dijo:<br />
No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. – Mar. 9:38-40 es<br />
texto paralelo. La siguiente cita es <strong>de</strong>l comentario <strong>de</strong> Bill H. Reeves: “Parece que Juan relata este<br />
suceso en vista <strong>de</strong> lo que Jesús acabó <strong>de</strong> enseñar sobre el recibir a otros.. En lugar <strong>de</strong> recibir a esa<br />
persona, los doce apóstoles le prohibían (estorbaban), porque no era <strong>de</strong> su compañía particular.<br />
“Esta persona no sencillamente reclamaba echar fuera <strong>de</strong>monios, sino en realidad lo hacía,<br />
como lo indica el versículo siguiente. Jesús había comisionado a otros a salir a obrar milagros (Luc.<br />
10:1, 9) que no eran <strong>de</strong> los doce apóstoles. La persona referida en este caso seguramente había<br />
sido investida <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r (compárese Luc. 24:49) para echar fuera <strong>de</strong>monios. (Nadie podía hacer tal<br />
cosa <strong>de</strong> por sí). Los doce sentían celos a ver a uno que no era <strong>de</strong> su grupo haciendo lo que podían<br />
hacer ellos solamente por haber sido <strong>de</strong>legado po<strong>de</strong>r sobrenatural.<br />
“Este pasaje ha sido abusado por sectarios para afirmar que hay cristianos en diversas iglesias<br />
<strong>de</strong>nominacionales y que en lugar <strong>de</strong> prohibir algunos a otros, más bien <strong>de</strong>be cada cual <strong>de</strong>jar que los<br />
<strong>de</strong>más vayan al cielo ‘por su propio camino’. ¡Pero este pasaje no justifica el <strong>de</strong>nominacionalismo!