Ruidos y susurros de las vanguardias - Medialab Prado
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permitió realizar su “revolución” lingüística y artística bajo este mo<strong>de</strong>lo indiferenciado. Concretamente en Berlín, artistas como Johannes Baa<strong>de</strong>r, Raoul<br />
Hausmann, George Grosz o Hannah Höch siguieron casi a pies juntil<strong>las</strong> la mentalidad antinómica friedlaen<strong>de</strong>riana para <strong>de</strong>svelar <strong>las</strong> contradicciones <strong>de</strong>l<br />
mundo con su crítica política.<br />
La influencia <strong>de</strong> Friedlaen<strong>de</strong>r sobre Baa<strong>de</strong>r se <strong>de</strong>ja notar a primera vista en la postura “anarco-endiosada” que ambos mantuvieron. Friedlaen<strong>de</strong>r ya<br />
había dado una charla, en 1913 en Der Sturm, titulada: Präsentismus. Re<strong>de</strong> <strong>de</strong>s Erdkaisers an die Menschen [Präsentismus. Discurso <strong>de</strong>l emperador <strong>de</strong>l<br />
mundo a los hombres]. Esta actitud fue emulada por Baa<strong>de</strong>r para convertirse en la figura ácrata <strong>de</strong>l Oberdada [jefe dadá supremo], mientras que<br />
Hausmann adoptó muchos <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> vista friedlaen<strong>de</strong>rianos, llegando incluso a tomar como referencia la palabra Präsentismus para<br />
transformarla en un concepto antidadaísta en 1920.<br />
Según Raoul Hausmann, el dadaísmo “pone en práctica la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> todo el ser con todas sus contradicciones y <strong>de</strong>ja traslucir, tras un velo <strong>de</strong> risa e<br />
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ironía, lo mágico inexplicable que no se pue<strong>de</strong> domeñar.” Des<strong>de</strong> esta filosofía, el dadaísmo berlinés logrará equilibrar <strong>las</strong> polarida<strong>de</strong>s a través <strong>de</strong> un<br />
juego <strong>de</strong> ambivalencias que <strong>de</strong>semboca en el escándalo, la burla y la provocación.<br />
Los dadaístas critican y parodian los aspectos y acontecimientos más pregnantes <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong> la vida cotidiana: el sangriento <strong>de</strong>rrocamiento <strong>de</strong>l<br />
espartaquismo; la nueva República; <strong>las</strong> revueltas callejeras; el Berlín <strong>de</strong> la propaganda y los profetas; la industria <strong>de</strong> los nuevos medios; <strong>las</strong> prostitutas; o<br />
el crimen y el asesinato organizados. La tragedia misma <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rrumbamiento <strong>de</strong> la cultura se transforma en algo grotesco; algo <strong>de</strong> lo que se pue<strong>de</strong><br />
apren<strong>de</strong>r observando, riendo y transformando en algo diferente.<br />
LA PRIMERA FERIA DADÁ INTERNACIONAL, celebrada en Berlín durante el verano <strong>de</strong> 1920 -con un total <strong>de</strong><br />
174 obras <strong>de</strong> 27 artistas <strong>de</strong> Zurich, Colonia, París, Renania, Dres<strong>de</strong>, y el Club Dadá <strong>de</strong> Berlín- supuso la<br />
culminación y expansión <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l espíritu bufo dadaísta. “Dadá es política, tómense uste<strong>de</strong>s en serio a<br />
dadá.” “Abajo la espiritualidad burguesa”, rezan algunos <strong>de</strong> los carteles propagandísticos pegados en <strong>las</strong><br />
pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la sala junto a los cuadros y esculturas, sin jerarquía alguna. Al mismo tiempo, un soldado prusiano<br />
con máscara <strong>de</strong> cerdo -obra <strong>de</strong> Rudolf Schlichter y John Heartfield- nos sorpren<strong>de</strong> colgado <strong>de</strong>l techo como una<br />
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visión grotesca <strong>de</strong>l Arcángel Gabriel. Aquí la máscara, al igual que ocurre en el teatro grotesco <strong>de</strong> Ivan Goll , tiene<br />
la función <strong>de</strong> <strong>de</strong>svelar y hacer público lo que se escon<strong>de</strong> tras <strong>las</strong> engañosas apariencias <strong>de</strong> la realidad: se trata <strong>de</strong><br />
una forma <strong>de</strong> “hacer ver” más allá <strong>de</strong> la pura visibilidad algo muy recurrente en todos los dadaístas.<br />
Primera Feria Dadá Internacional, 1920.<br />
La sátira y lo grotesco -como método escéptico y provocativo- se transmuta en arma contra el po<strong>de</strong>r, proclamando la muerte <strong>de</strong> todo, hasta <strong>de</strong>l propio<br />
arte. Al mismo tiempo, los gran<strong>de</strong>s per<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la historia: el protésico, el <strong>de</strong>forme, el “diferente”…, triunfan a manos <strong>de</strong> los maestros Otto Dix, George<br />
Grosz o Hannah Höch, que los convierten en caricaturas y marionetas <strong>de</strong> la nueva historia <strong>de</strong> la mecanización.<br />
El grotesco arsenal <strong>de</strong> tipos humanos <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Weimar es presentado por George Grosz en sus cuadros <strong>de</strong> prostitutas, mutilados <strong>de</strong> guerra,<br />
políticos, militares y mezquinos burgueses caricaturizados como autómatas, <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> alma. Hannah Höch, la única mujer que participó en la<br />
Primera Feria Dadá Internacional, mostró, entre otras obras, sus Dada Puppen [Muñecas dadá], unas figuril<strong>las</strong> <strong>de</strong> trapo con ojos y pechos saltones y<br />
extrañas narices que preconizan, junto a sus primeros fotomontajes, la férrea crítica <strong>de</strong> género que surcará todo su trabajo hasta su muerte.<br />
Se recuerda a los dadaístas berlineses, entre otras cosas, por haber inventado el fotomontaje: un mo<strong>de</strong>lo paradigmático <strong>de</strong> simultaneidad constructiva<br />
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que aprovecharon, en palabras <strong>de</strong> Grosz, “para <strong>de</strong>cir con imágenes aquello que los censores no nos hubieran permitido <strong>de</strong>cir con palabras.”<br />
La fotografía, con su po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Objektersatz [sustituto <strong>de</strong>l objeto], ayudó a los dadaístas a lanzar sus ataques políticos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> permitirles configurar<br />
su “imaginario grotesco” a partir <strong>de</strong> documentos e imágenes <strong>de</strong> la época: cabezas <strong>de</strong>formadas; fragmentos recombinados en nuevas unida<strong>de</strong>s<br />
anagramáticas; formas disonantes mezcladas con textos, convertidas todas el<strong>las</strong> en i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s fulminadas por el nuevo método político-satírico con el<br />
que hostigar “el espíritu <strong>de</strong> Weimar”.<br />
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