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Ruidos y susurros de las vanguardias - Medialab Prado

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Cuando me presentaron a Kandinsky, también se habló <strong>de</strong> Schönberg. Pero lo que yo no sabía era<br />

que ambos hombres habían tenido hacía poco un dramático y conmovedor intercambio <strong>de</strong><br />

correspon<strong>de</strong>ncia, que enturbiaba momentáneamente su amistad. En la Escuela Superior <strong>de</strong><br />

Música <strong>de</strong> Weimar había llegado el momento <strong>de</strong> realizar cambios. El director, Bruno Hinze-<br />

Reinhold, un importante pianista, estaba cansado <strong>de</strong> su puesto. Estaban buscando un sucesor.<br />

Kandinsky había propuesto a Schönberg y se dirigió a él por carta el 15 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1923. En la<br />

literatura escrita acerca <strong>de</strong> Schönberg se ha afirmado <strong>de</strong> forma incorrecta que Kandinsky quería<br />

atar al compositor a la Bauhaus, don<strong>de</strong>, según sus estatutos, no había enseñanza musical.<br />

Schönberg había oído <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sconfiada Alma Mahler (por aquel entonces, señora Gropius) que<br />

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Kandinsky era antisemita . El 20 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1923 contestó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Mödling rechazando la oferta:<br />

“He oído que también Kandinsky sólo ve el mal en <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> los judíos y en <strong>las</strong> ma<strong>las</strong><br />

acciones sólo ve lo judío y por eso pierdo la esperanza <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rnos. Era un sueño. Somos dos<br />

personas diferentes. Definitivamente”. Kandinsky respondió dignamente y con rechazo.<br />

Schönberg continuó con el intercambio <strong>de</strong> opiniones en una famosa carta, realmente profética,<br />

pero siguió rechazando la oferta.<br />

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Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales obras <strong>de</strong> Schönberg, el melodrama “Pierrot Lunaire” tuvo lugar en un concierto en el que colaboró la Bauhaus en 1922 en Weimar .<br />

Parte <strong>de</strong> esta obra son los inquietantes passacaglia “Noche”, “Oración a Pierrot”, “Robo”, “La misa roja”, el famoso y rápido como una visión “La cancion<br />

<strong>de</strong>l patíbulo” y “Decapitación”. El refinado reparto <strong>de</strong> Schönberg para ocho instrumentos (flauta o flautín, clarinete o clarinete bajo, violín o viola,<br />

violonchelo y piano) presenta junto con la rítmica y en la melodía <strong>de</strong>l lenguaje fijada voz <strong>de</strong> la escala <strong>de</strong> colores una música <strong>de</strong> cámara que cambia <strong>de</strong><br />

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pieza a pieza. “Pierrot Lunaire” es, con razón, la obra tipo <strong>de</strong>l Expresionismo musical <strong>de</strong> 1912 .<br />

Pronto advertí cuántos grupos opuestos había en la Bauhaus (ver Abb.1). Es cierto que no había separación entre maestros y estudiantes. Todo el<br />

mundo se sentaba junto, vivían todos <strong>de</strong> la misma manutención, muy escasa, y discutían en la comida sobre todas <strong>las</strong> preguntas, que cautivaban los<br />

ánimos y a veces los ponía a punto <strong>de</strong> ebullición. Estaban los constructivistas, los matadores <strong>de</strong>l cuadrdo rojo y el círculo azul, junto a ellos los<br />

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expresionistas, cubistas y dadaístas . Algunos eran partidarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> enseñanzas Mazdaznan <strong>de</strong> la Antigua Persia, importadas <strong>de</strong> América; no tocaban<br />

la carne, vivían <strong>de</strong> manzanas y piñones y se untaban con aceite <strong>de</strong> oliva. De mí querían saber qué había nuevo en la música. Les hablaba <strong>de</strong> Erik Satie y<br />

<strong>de</strong> los jóvenes franceses cercanos a Satie y Jean Cocteau, <strong>de</strong> Darius Milhaud, Francis Poulenc y George Auric, <strong>de</strong>l interés por el jazz que también<br />

compartía Igor Strawinsky. Entre mis más recientes impresiones berlinesas contaban los conciertos <strong>de</strong>l pianista futurista americano George Antheil, que<br />

había causado admiración en los círculos <strong>de</strong>l Novembergruppe. Todos habían oído hablar ya <strong>de</strong> la música do<strong>de</strong>cafónica y yo tuve que contarles lo que<br />

sabía. Erwin Ratz representaba, naturalmente, la rígida técnica <strong>de</strong> Schönberg y no quería saber nada <strong>de</strong> la tropical enseñanza do<strong>de</strong>cafónica <strong>de</strong> Hauer.<br />

Tras la primera comida juntos, me fui con Kurt Schmidt a su estudio. Allí pu<strong>de</strong> ver construcciones <strong>de</strong> la altura <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> cartón, alambre, lienzo y<br />

ma<strong>de</strong>ra, todas con <strong>las</strong> formas geométricas básicas: círculos, triángulos, cuadrados, rectángulos, trapecios y, por supuesto, en los colores primarios,<br />

amarillo, rojo y azul. Schmidt se colgó un cuadrado rojo, lo sujetó con una correa <strong>de</strong> cuero <strong>de</strong> tal manera que <strong>de</strong>sapareció tras él. Lo mismo hicieron dos<br />

<strong>de</strong> sus colaboradores con un círculo y un triángulo. Entonces bailaron estas extrañas figuras geométricas, tras <strong>las</strong> cuales se ocultaban sus invisibles<br />

portadores, un corro fantasmagórico. Junto a la pared había un viejo piano. No estaba afinado y sonaba <strong>de</strong> una forma muy <strong>de</strong>sagradable. Improvisé un<br />

par <strong>de</strong> acor<strong>de</strong>s y cortantes ritmos. Las figuras <strong>de</strong> cartón reaccionaron inmediatamente. Se improvisó un baile abstracto <strong>de</strong> un cuadrado, un círculo y un<br />

triángulo. Tras, quizás, un cuarto <strong>de</strong> hora, Kurt Schmidt <strong>de</strong>jó su cuadrado, con dificultad para respirar, pero muy satisfecho. Yo, <strong>de</strong> forma instintiva, había<br />

adivinado y llevado a cabo lo que él se había imaginado y <strong>de</strong> lo que tenía una vaga i<strong>de</strong>a: una primitiva música <strong>de</strong> acompañamiento que se correspondía<br />

con <strong>las</strong> formas geométricas básicas. En la armonía sólo estaba formada por trítonos enca<strong>de</strong>nados, en la melodía, por bordones <strong>de</strong> música popular, en el<br />

ritmo, por elementos <strong>de</strong> baile y marchas. Traté al piano al modo <strong>de</strong> George Antheil, con explosiones en fortissimo y veloces glissandos por todo el teclado.<br />

Des<strong>de</strong> ese momento se ensayó todos los días, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mañana hasta la noche, primero en el estudio <strong>de</strong> Schmidt, <strong>de</strong>spués en una sala más gran<strong>de</strong>. Yo<br />

apuntaba <strong>las</strong> piezas improvisadas para violín y piano, Lonny Ribbentrop trabajaba aplicadamente con nosotros. Tras dos o tres semanas habíamos<br />

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terminado el programa <strong>de</strong>l Ballet Mecánico o <strong>de</strong>l Cabaret Mecánico, en el que se introdujo .<br />

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Oskar Schlemmer, Paul y Lily Klee musizieren, 1924

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