La secta de los estranguladores : radionovela

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08.05.2013 Views

* La secta de los estranguladores Alí Ben: No te olvides, hijo mío, de que la verdad es muy escurridiza… Martín: Ahora bien, profesor, ¿por qué no interrogamos a los demás habitantes de la casa? Alí Ben: Me parece molesto ahora, hijo mío…deben estar dormidos, en su mayoría… además, sus respuestas serían tan peregrinas y poco convincentes como las de ed-Jam… Martín: en fin, jefe, usted sabrá mejor lo que se hace… Control: cortina corta. Martín: Ahora, por la mañana, y reconfortados por el excelente desayuno, me parece que es el momento aconsejable para iniciar algunos interrogatorios…¿No le parece, jefe? Alí Ben: Has dicho bien, hijo mío…te ruego que vayas en busca del señor Gonzalo, a quien quiero formular algunas preguntas… Martín: Con mucho gusto, profesor… Control: pasos, una persona, que se alejan. Poco después regresan dos (H). Gonzalo: Muy buenos días, querido profesor Alí Ben…¿Durmió usted bien anoche? Alí Ben: No muy bien, hijo mío… Gonzalo: ¿eh? ¿Qué le aconteció? ¿Qué perturbó su sueño? Alí Ben: Lo perturbó cierto misterioso espía que se dedicó a escuchar las conversaciones privadas que yo sostenía con mi secretario… Gonzalo: ¿Conversaciones privadas? Alí Ben: sí, analizaba el caso ocurrido aquí, con mi ayudante. Gonzalo: No salgo de mi estupor, no salgo. ¿espía, dice? ¿espía? Alí Ben: si así puede llamarse al que escuchaba detrás de las puertas… Gonzalo: ¿Y bien? Alí Ben: Quisiera que usted me informara si anoche notó algo anormal… Gonzalo: ¿Anoche? Oh, no, profesor: desde que llegué a mis habitaciones, después de una ronda de inspección por el piso bajo y de llevarles a ustedes a sus cuartos, caí como un trompo en mi lecho. * 72

* Alberto Upegui Benítez Alí Ben: ¿se durmió usted instantáneamente? Gonzalo: sí, señor profesor… Alí Ben: ¿Acostumbra usted tomar alguna bebida antes de recogerse, por las noches, señor Gonzalo? Gonzalo: sí, profesor…es mi costumbre tomar un poco de té… Alí Ben: interesante, interesantísimo, sumamente interesante… Martín: ¡Caracoles marinos! ¡Ya caigo! ¡Ya caigo! Alí Ben: Un poco de calma, Martín…Veamos, señor Gonzalo, ¿luego de dormirse no sintió usted siquiera nuestros pasos apresurados por el pasillo, en frente de su habitación? Gonzalo: Pues no los sentí, profesor…esa es la verdad… Alí Ben: Parece que anoche, a pesar del nerviosismo natural que debía haber sembrado aquí la tragedia de que esta casa fue víctima, todo el mundo durmió con un sueño sereno… Gonzalo: Oh, no muy sereno, profesor, ya que tuve pesadillas y aún en la mañana me levanté somnoliento y molido… Alí Ben: ¿somnoliento y molido? ¿Cómo así? Gonzalo: Como si me hubiesen propinado anoche una paliza… Martín: ¡Caracoles marinos! ¿O como si le hubiesen a usted suministrado un narcótico, verdad, señor Gonzalo? Gonzalo: eh, ya que lo dice…acaso fue una impresión semejante… Alí Ben: ¿Quién prepara su té todas las noches, señor Gonzalo? Gonzalo: fritz, naturalmente, profesor…¡es el cocinero! Alí Ben: Curioso, curiosísimo…¿Y acaso prepara o separa él mismo el vaso de leche, según entiendo, que toma ed-Jam todas las noches? Gonzalo: sí, profesor, naturalmente… Alí Ben: interesante, interesantísimo… Martín: Creo que deberíamos haber empezado el interrogatorio con el famoso cocinero… sus crímenes anteriores y ahora esto… ¡Caracoles marinos, es muy raro! * 73

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<strong>La</strong> <strong>secta</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>estranguladores</strong><br />

Alí Ben: No te olvi<strong>de</strong>s, hijo mío, <strong>de</strong> que la verdad es muy escurridiza…<br />

Martín: Ahora bien, profesor, ¿por qué no interrogamos a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más habitantes<br />

<strong>de</strong> la casa?<br />

Alí Ben: Me parece molesto ahora, hijo mío…<strong>de</strong>ben estar dormidos, en su<br />

mayoría… a<strong>de</strong>más, sus respuestas serían tan peregrinas y poco convincentes<br />

como las <strong>de</strong> ed-Jam…<br />

Martín: en fin, jefe, usted sabrá mejor lo que se hace…<br />

Control: cortina corta.<br />

Martín: Ahora, por la mañana, y reconfortados por el excelente <strong>de</strong>sayuno, me<br />

parece que es el momento aconsejable para iniciar algunos interrogatorios…¿No<br />

le parece, jefe?<br />

Alí Ben: Has dicho bien, hijo mío…te ruego que vayas en busca <strong>de</strong>l señor<br />

Gonzalo, a quien quiero formular algunas preguntas…<br />

Martín: Con mucho gusto, profesor…<br />

Control: pasos, una persona, que se alejan. Poco <strong>de</strong>spués regresan dos (H).<br />

Gonzalo: Muy buenos días, querido profesor Alí Ben…¿Durmió usted bien<br />

anoche?<br />

Alí Ben: No muy bien, hijo mío…<br />

Gonzalo: ¿eh? ¿Qué le aconteció? ¿Qué perturbó su sueño?<br />

Alí Ben: Lo perturbó cierto misterioso espía que se <strong>de</strong>dicó a escuchar las<br />

conversaciones privadas que yo sostenía con mi secretario…<br />

Gonzalo: ¿Conversaciones privadas?<br />

Alí Ben: sí, analizaba el caso ocurrido aquí, con mi ayudante.<br />

Gonzalo: No salgo <strong>de</strong> mi estupor, no salgo. ¿espía, dice? ¿espía?<br />

Alí Ben: si así pue<strong>de</strong> llamarse al que escuchaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las puertas…<br />

Gonzalo: ¿Y bien?<br />

Alí Ben: Quisiera que usted me informara si anoche notó algo anormal…<br />

Gonzalo: ¿Anoche? Oh, no, profesor: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que llegué a mis habitaciones,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una ronda <strong>de</strong> inspección por el piso bajo y <strong>de</strong> llevarles a uste<strong>de</strong>s a<br />

sus cuartos, caí como un trompo en mi lecho.<br />

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