La secta de los estranguladores : radionovela
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Alí Ben: ¡O <strong>de</strong> sidarta!<br />
*<br />
<strong>La</strong> <strong>secta</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>estranguladores</strong><br />
Martín: ¡exactamente! ¡Corramos, profesor, corramos! ¡según nos dijo el señor<br />
Gonzalo, <strong>los</strong> criados ocupan las habitaciones <strong>de</strong>l piso superior!<br />
Alí Ben: sí, vamos…<br />
Control: pasos apresurados –dos hombres–. Mixer.<br />
Martín: ¡Caracoles marinos! ¡exijámosle una explicación bien clara! ¡esto ya<br />
pasa <strong>de</strong> morado oscuro!<br />
Alí Ben: es verdad, hijo mío…<br />
Martín: ¿Cuál será, precisamente, la habitación <strong>de</strong> ed-Jam?<br />
Alí Ben: No importa mucho.<br />
Martín: ¿Cómo que no importa mucho? ¿Qué quiere usted <strong>de</strong>cir?<br />
Alí Ben: Quiero <strong>de</strong>cir que, <strong>de</strong> todos modos, va a ser necesario interpelar a toda<br />
la servidumbre.<br />
Martín: ¿Por qué a toda la servidumbre? Los zapatos son, indudablemente<br />
<strong>los</strong> <strong>de</strong> ed-Jam. Aunque <strong>los</strong> <strong>de</strong> sidarta pudieron ser parecidos, no me inclino a<br />
pensar que las huellas pudieron ser suyas…<br />
Alí Ben: ¿Quién lo sabe, hijo mío? Aunque <strong>de</strong>bo confesarte que me gustaría<br />
dar, inicialmente, con la habitación <strong>de</strong> ed-Jam…<br />
Martín: entonces, ¿por qué no le preguntamos al señor Gonzalo, cuya<br />
habitación, en nuestro piso, conocemos bien?<br />
Alí Ben: Hijo mío: es mejor realizar las investigaciones por nuestra propia<br />
cuenta, procurando molestar lo menos posible a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más habitantes <strong>de</strong> la casa…<br />
Martín: está bien, profesor: ¡usted siempre tiene la razón…! (pausa).<br />
¿Golpeamos la puerta?<br />
Alí Ben: Bueno, hijo mío: veamos a quién correspon<strong>de</strong> esta habitación.<br />
Control: cesan pasos. Golpes a una puerta.<br />
Martín: (llamando). Por favor, ábranos, ábranos. Necesitamos hablarle…<br />
Alí Ben: Oh, parece que el posible habitante <strong>de</strong> esta pieza duerme a pierna<br />
suelta. Vuelve a llamar, Martín.<br />
Martín: sí, profesor, volveré a llamar porque, o el tipo está narcotizado, o<br />
simplemente finge dormir…<br />
*<br />
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