La secta de los estranguladores : radionovela

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08.05.2013 Views

* La secta de los estranguladores Martín: eso no se sabe, señorita. Hay gente muy rara…en un castillo irlandés, conocí yo a un monstruo de dos cabezas que tenía los más extraordinarios caprichos… Control: cortina rápida. Narrador: Al caer la noche, la casa signada por el dedo fúnebre de la tragedia parece entumecida por el letargo que dejan los grandes golpes morales. Cuando Alí Ben y su ayudante Cantalapiedra se disponen a abandonar la mansión… Control: golpe musical violento. Pasos que se acercan (H). Gonzalo: (apartado). Profesor Alí Ben, por favor. Alí Ben: A su disposición, señor Gonzalo. Gonzalo: ¿Piensa usted retirarse? Alí Ben: sí, amigo. Mi ayudante y yo nos preparamos para abandonar la mansión. Gonzalo: No lo haga usted, por favor. He preparado habitaciones para us tedes… la señorita Ligia, nueva ama de esta casa, al ser consultada por mí, aceptó muy complacida el que los invitásemos a permanecer en esta residencia… Alí Ben: Muy agradecido, señor Gonzalo, pero… Gonzalo: Recuerde, recuerde, este es el lugar en donde ocurrió el siniestro acontecimiento… Alí Ben: ¿Y? Gonzalo: Y aquí está en mejores condiciones para adelantar su investigación… porque presumo que la continuará adelantando, ¿verdad? Alí Ben: Acaso sí, hijo mío…no puedo olvidar que el señor ezcurdia vino a mí, en demanda de consejo y protección, que, por desgracia y contra mi voluntad, no pude proporcionarle… Gonzalo: No se haga inculpaciones, profesor… Alí Ben: No me las hago, señor Gonzalo, aunque no puedo negar que fui impotente para detener el curso de los acontecimientos… Martín: ¡Caracoles marinos! Yo sí creo que el profesor fue el culpable. ¿Qué detective es ese que deja asesinar a su cliente, como quién dice en la punta de sus narices? * 58

* Alberto Upegui Benítez Alí Ben: Y de las tuyas, hijo mío…no lo olvides… Martín: Ajá…pues no lo niego, pero… Alí Ben: ¿Pero qué, hijo mío? Martín: Pero usted era el director de la investigación, y debió haber sabido que esos tongs rodeaban al joven ezcurdia y que… Alí Ben: Continúa… Martín: …y que ese ed-Jam era un tong, un fanático y un hombre de mucho cuidado… Alí Ben: tienes toda la razón, hijo mío. No puedo negarlo. Gonzalo: Vamos, vamos, señores…creo que deben ustedes acompañarme y tomar posesión de sus habitaciones… Alí Ben: Aceptado, señor Gonzalo. Y, casi contra mi voluntad, continuaré adelante la investigación, cumpliendo así el compromiso que creo tengo contraído con el señor ezcurdia, asesinado… Control: pasos de varias personas. Gonzalo: Aquí tienen ustedes, distinguidos señores: este cuarto será el del profesor y el de más allá el del señor Cantalapiedra… Martín: ¿Quiénes ocupan estas habitaciones vecinas? Gonzalo: La señorita Ligia está instalada en el que sigue al del profesor…en el otro, estoy yo, a las órdenes de ustedes. Alí Ben: Y los criados, ¿dónde tienen sus habitaciones? Gonzalo: en el piso superior, profesor. sidarta, ed-Jam, fritz…todos duermen allí. Alí Ben: Perfectamente. Nos instalaremos. Ha sido usted muy amable señor Gonzalo… Gonzalo: ¿Alguna otra cosa que pudiera hacer por ustedes, señores amigos? Alí Ben: No lo creo, señor Gonzalo, muchas gracias… Gonzalo: Pueden ustedes llamarme en el mismo instante en que requieran algo. estoy para servirles… Alí Ben: Muchas gracias, de nuevo, señor Gonzalo. Control: cortina corta. * 59

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<strong>La</strong> <strong>secta</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>estranguladores</strong><br />

Martín: eso no se sabe, señorita. Hay gente muy rara…en un castillo irlandés,<br />

conocí yo a un monstruo <strong>de</strong> dos cabezas que tenía <strong>los</strong> más extraordinarios<br />

caprichos…<br />

Control: cortina rápida.<br />

Narrador: Al caer la noche, la casa signada por el <strong>de</strong>do fúnebre <strong>de</strong> la<br />

tragedia parece entumecida por el letargo que <strong>de</strong>jan <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s golpes<br />

morales. Cuando Alí Ben y su ayudante Cantalapiedra se disponen a<br />

abandonar la mansión…<br />

Control: golpe musical violento. Pasos que se acercan (H).<br />

Gonzalo: (apartado). Profesor Alí Ben, por favor.<br />

Alí Ben: A su disposición, señor Gonzalo.<br />

Gonzalo: ¿Piensa usted retirarse?<br />

Alí Ben: sí, amigo. Mi ayudante y yo nos preparamos para abandonar la<br />

mansión.<br />

Gonzalo: No lo haga usted, por favor. He preparado habitaciones para us te<strong>de</strong>s…<br />

la señorita Ligia, nueva ama <strong>de</strong> esta casa, al ser consultada por mí, aceptó muy<br />

complacida el que <strong>los</strong> invitásemos a permanecer en esta resi<strong>de</strong>ncia…<br />

Alí Ben: Muy agra<strong>de</strong>cido, señor Gonzalo, pero…<br />

Gonzalo: Recuer<strong>de</strong>, recuer<strong>de</strong>, este es el lugar en don<strong>de</strong> ocurrió el siniestro<br />

acontecimiento…<br />

Alí Ben: ¿Y?<br />

Gonzalo: Y aquí está en mejores condiciones para a<strong>de</strong>lantar su investigación…<br />

porque presumo que la continuará a<strong>de</strong>lantando, ¿verdad?<br />

Alí Ben: Acaso sí, hijo mío…no puedo olvidar que el señor ezcurdia vino a mí,<br />

en <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> consejo y protección, que, por <strong>de</strong>sgracia y contra mi voluntad,<br />

no pu<strong>de</strong> proporcionarle…<br />

Gonzalo: No se haga inculpaciones, profesor…<br />

Alí Ben: No me las hago, señor Gonzalo, aunque no puedo negar que fui<br />

impotente para <strong>de</strong>tener el curso <strong>de</strong> <strong>los</strong> acontecimientos…<br />

Martín: ¡Caracoles marinos! Yo sí creo que el profesor fue el culpable. ¿Qué<br />

<strong>de</strong>tective es ese que <strong>de</strong>ja asesinar a su cliente, como quién dice en la punta <strong>de</strong><br />

sus narices?<br />

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