La secta de los estranguladores : radionovela
La secta de los estranguladores : radionovela
La secta de los estranguladores : radionovela
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Alí Ben: ¿Y qué quieres, hijo mío?<br />
*<br />
<strong>La</strong> <strong>secta</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>estranguladores</strong><br />
Martín: ¡Por lo menos <strong>de</strong>bería ir con él! ¡Ahora resulta con que, en verdad, le<br />
han robado un par <strong>de</strong> zapatos y continúa la serie <strong>de</strong> embustes!<br />
Alí Ben: ¿Lo crees así?<br />
Martín: ¡Claro! ¡Ahora, con <strong>de</strong>cirnos que <strong>de</strong>saparecieron sus zapatos, todo<br />
queda arreglado! ¡Que ingenuidad la suya, querido jefe!<br />
Control: pasos que se acercan (H).<br />
Gonzalo: tenía usted razón, querido amigo Alí Ben, han <strong>de</strong>saparecido mis<br />
zapatos <strong>de</strong> color café…¿Quién podría haber<strong>los</strong> tomado?<br />
Alí Ben: ¡Ajam…! es algo curioso, curiosísimo, sumamente curioso…<br />
Martín: ¡Aquí lo único importante y real es mi herida! sepan uste<strong>de</strong>s que estoy<br />
cansado <strong>de</strong> tantas mentiras y tantos robos y tantas falsas apariencias. ¡Con el<br />
permiso <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s, voy a morir tranquilamente a mi habitación!<br />
Gonzalo: ¿A morir?<br />
Martín: ¡Claro! ¡Yo estoy agonizando! No sé si el profesor le contó que me<br />
atravesaron el pecho <strong>de</strong> más <strong>de</strong> cinco balazos…¡Y hasta creo que conozco al<br />
señor asesino!<br />
Gonzalo: ¿Qué quiere <strong>de</strong>cir?<br />
Martín: Que el asesino bien pue<strong>de</strong> ser usted, querido señor Gonzalo. ¡Yo no<br />
guardo agua en la boca!<br />
Gonzalo: eh, ¿qué dice? ¿está <strong>de</strong>lirando?<br />
Alí Ben: Ojalá clausuren <strong>de</strong> una vez por todas una discusión que carece <strong>de</strong><br />
objeto. Vamos, Martín, necesito tratarte a<strong>de</strong>cuadamente ese rasguño…que no<br />
otra cosa es tu herida, la famosa herida que te tiene agonizando.<br />
Martín: ¡Así es la vida! ¡Mientras más heroico es uno menos le entien<strong>de</strong>n!<br />
Control: cortina musical corta.<br />
Alí Ben: Muy bien. Ya está. No es nada grave, te repito, un rozamiento <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> tejidos superficiales <strong>de</strong>l pecho. empero, <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir que estuviste a dos<br />
centímetros <strong>de</strong> la muerte.<br />
Martín: Gracias por la curación, querido jefe. Y respecto a la muerte, le digo<br />
que la he <strong>de</strong>safiado tantas veces que no le tengo el más mínimo miedo. ¡Usted<br />
lo ha visto!<br />
*<br />
132