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El hombre que ha vendido su alma al diablo, según la tradición pierde así su sombra, lo que significa que no perteneciéndose ya, no existe en cuanto ser espiritual, en cuanto alma”. 66 Schneider comenta que el simbolismo ha cumplido un papel fundamental en el psicoanálisis. Tanto en la formación de síntomas como en los sueños, los mitos, el folclore, o la religión. Y reconoce que Freud le dio importancia a la simbolización como operación mental. Asegura a su vez que la lectura de símbolos es también un aspecto esencial de la interpretación en las artes. El diccionario de los símbolos de Jean Chevalier define la sombra como la propia imagen de las cosas fugitivas, irreales y cambiantes. 67 Y no podríamos hablar de simbolismo e inconsciente sin mencionar a Carl Gustav Jung, siendo que la sombra es uno de los términos más usados por Jung para la parte psíquica humana. La parte obscura y reprimida del ego humano. Jung diferencia los símbolos “naturales” de “los culturales” los primeros asociándolos a los que se derivan de los contenidos inconscientes de la psique y por lo tanto variables y los segundos para expresar –verdades eternas. Son integrales de nuestra constitución mental, y vitales en la formación de la sociedad humana. Se reprimen y se sumergen en el inconsciente. Se vuelven una sombra. Señaló que la sombra lanzada por la mente consciente del individuo contiene los aspectos escondidos, reprimidos y desfavorables de la personalidad. Pero advierte que esa obscuridad no es exactamente del todo lo contrario al ego consciente. Así como el ego contiene actitudes destructivas o 66 CHEVALIER, Jean, GHEERBRANT, Alain. Diccionario de los símbolos. Barcelona: Herder, 1986. pág. 955. 67 Ídem. pág. 956. 75
desfavorables, la sombra tiene buenas cualidades: instintos normales e impulsos creadores. “La sombra no es el total de la personalidad inconsciente. Representa cualidades y atributos desconocidos o poco conocidos del ego, así como aspectos que en su mayoría pertenecen a la esfera personal y que también podrían ser conscientes. En algunos aspectos, la sombra también puede constar de factores colectivos que se entroncan fuera de la vida personal del individuo”. 68 Menciona que cuando un individuo ve claramente aspectos negativos en los demás es un reflejo o proyección de las cualidades e impulsos que niega en sí mismo. La sombra también se muestra con frecuencia en un acto impensado o impulsivo. Antes de que se tenga tiempo de pensarlo. Y está expuesta a contagios colectivos en mucha mayor medida de lo que lo está la personalidad consciente. Jung cree que depende de nosotros que la sombra se convierta en nuestro amigo o nuestro enemigo, haciéndonos conscientes de que la sombra se hace hostil sólo cuando es desdeñada o mal comprendida. “Si la figura de la sombra contiene fuerzas valiosas y vitales, tiene que ser asimiladas a experiencias efectivas y no reprimidas. Corresponde al ego renunciar a su orgullo y fatuidad y vivir conforme a lo que parece obscuro, pero que en realidad puede no serlo”. 69 Bachelard nos explica esta terrible confrontación de la sombra, citando un poema de Henri Michaux “El espacio, pero no pueden ustedes concebir ese 68 JUNG, Carl Gustav. El hombre y sus símbolos. Barcelona, Buenos Aires, México: PAIDOS, 1995. pág.168 69 Ídem. pág.175 76
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desfavorables, la sombra tiene buenas cualidades: instintos normales e<br />
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“La sombra no es el total de la personalidad inconsciente. Representa<br />
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como aspectos que en su mayoría pertenecen a la esfera personal y<br />
que también podrían ser conscientes. En algunos aspectos, la sombra<br />
también puede constar de factores colectivos que se entroncan fuera<br />
de la vida personal del individuo”. 68<br />
Menciona que cuando un individuo ve claramente aspectos negativos en los<br />
demás es un reflejo o proyección de las cualidades e impulsos que niega en<br />
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La sombra también se muestra con frecuencia en un acto impensado o<br />
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Jung cree que depende de nosotros que la sombra se convierta en nuestro<br />
amigo o nuestro enemigo, haciéndonos conscientes de que la sombra se<br />
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al ego renunciar a su orgullo y fatuidad y vivir conforme a lo que<br />
parece obscuro, pero que en realidad puede no serlo”. 69<br />
Bachelard nos explica esta terrible confrontación de la sombra, citando un<br />
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PAIDOS, 1995. pág.168<br />
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