NAVARRO-ARENDINE IRAI.pdf - RiuNet

El individuo comienza a experimentar la soledad cuando más libertad tiene,
careciendo de una conciencia plena del sentido de identidad. Con las
aseveraciones de Bauman sabemos que la libertad existe como una relación
social, que deviene del capitalismo y su forma de desapego a las tradiciones
individuales. Y que la búsqueda de libertad por medio del aislamiento,
huyendo de las presiones sociales es una utopía.
Sabemos que la sensación de soledad se incrementa desde el proceso
psicológico de individuación, cuando se descubre el individuo mismo como
un ente disociado. La combinación de la soledad moral y la física es la que
se traduce en esa angustia. Son los vínculos sociales entonces los que dan
la sensación de pertenencia, pero entonces la búsqueda de esa cualidad
conlleva en muchos casos la adaptación de ciertos patrones de conducta y
sacrificios de autenticidad para permanecer dentro. Sin la plena realización
de nuestro propio yo, la libertad pierde cualidades benéficas.
La importancia de la opinión pública como un juzgado que interpreta nuestros
actos y delibera el deber ser es una de las razones comunes por las cuales
el individuo se aísle o se oculte en la aprobación de sus actos. Tales efectos
gestan en el inconsciente la necesidad de actuar de forma totalmente
contraria, dando así el incremento de nuestra sombra.
La sombra como concepto, intuye dicotomías y ya sea en interpretación de
Robert Bly o Jung comprende los aspectos que el individuo lleva consigo en
el inconsciente, aspectos obscuros que poseen las cargas de la
desaprobación.
En ejemplos como los que hemos citado de los escritores Barrie y Stevenson
se proyecta esta necesidad del desprendimiento de ese carácter contrario
con el que se debería lidiar mucho más armónicamente, antes de que (como
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