LIPOMATOSIS PÉLVICA: CAUSA DE ESTALLIDO VESICAL
LIPOMATOSIS PÉLVICA: CAUSA DE ESTALLIDO VESICAL
LIPOMATOSIS PÉLVICA: CAUSA DE ESTALLIDO VESICAL
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NNOOTTAA CCLLÍÍNNIICCAA<br />
ACTAS UROLÓGICAS ESPAÑOLAS SEPTIEMBRE 2001<br />
<strong>LIPOMATOSIS</strong> <strong>PÉLVICA</strong>: <strong>CAUSA</strong> <strong>DE</strong><br />
<strong>ESTALLIDO</strong> <strong>VESICAL</strong><br />
M. DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ, J.E. CAMACHO GONZÁLEZ,<br />
A. PALACIOS MARTÍNEZ, J.M. GONZÁLEZ MONTAÑO,<br />
R. QUINTERO RODRÍGUEZ, R. IBÁÑEZ SUÁREZ<br />
Servicio de Urología. Hospital de Jerez. Jerez de la Frontera. Cádiz.<br />
PALABRAS CLAVE:<br />
Lipomatosis pélvica. Rotura vesical. Cistitis glandular.<br />
KEY WORDS:<br />
Pelvic lipomatosis. Bladder rupture. Cystitis glandularis.<br />
Actas Urol Esp. 25 (8): 592-595, 2001<br />
RESUMEN<br />
Presentamos un caso de lipomatosis pélvica en un paciente que consultó por dolor lumbar derecho<br />
y síndrome miccional. Antes de completar pruebas diagnósticas el paciente sufrió traumatismo<br />
abdominal que obligó a laparotomía de urgencias, encontrándonos con gran masa retropúbica con<br />
estallido vesical y pared engrosada a expensas de grasa perivesical. El diagnóstico anatomopatológico<br />
fue de lipomatosis pélvica. Presentamos este caso clínico por ser una entidad rara en la literatura<br />
y por lo inusual de su presentación como estallido vesical tras traumatismo leve.<br />
ABSTRACT<br />
We have a case of pelvic lipomatosis in a patient suffering from right flank pain and urinary syndrome.<br />
Before completing the diagnostic test, abdominal traumatism forced to perform a laparotomy<br />
of emergency. We found a great deal of retropubic mass with bladder rupture and thickened walls caused<br />
by perivesical fat. The anatomopathological diagnosis was pelvis lipomatosis. This is an unusual<br />
case of bladder rupture after slight traumatism.<br />
La lipomatosis pélvica se caracteriza por la presencia<br />
de tejido adiposo o fibroadiposo no<br />
encapsulado, con infiltrados inflamatorios, dispuesto<br />
alrededor de la vejiga y recto deformándolos1<br />
. Engles la descubrió en 19592 , siendo Fogg y<br />
Smith3 posteriormente quienes la describieron<br />
como sobrecrecimiento del tejido graso normal<br />
limitado a los espacios perivesical y perirrectal. Se<br />
trata de una patología benigna de origen desconocido4-6<br />
con predominio en el varón7 y en la raza<br />
negra8 presentando exceso de peso en muchos de<br />
los casos3 .<br />
Presentamos este caso por su infrecuente aparición<br />
en la literatura y por lo novedoso de su debut<br />
592<br />
con estallido vesical en relación a pequeño traumatismo<br />
abdominal, que no creemos que de<br />
haberse tratado de una vejiga normal hubiera<br />
desembocado en dicho cuadro. No hemos encontrado<br />
en la literatura asociación previa de lipomatosis<br />
pélvica y rotura vesical.<br />
CASO CLÍNICO<br />
Paciente varón de 55 años con antecedentes<br />
personales de artrosis, hernia de hiato, episodio<br />
de hemorragia digestiva alta, accidente isquémico<br />
transitorio y hábito enólico que nos fue remitido<br />
por dolor en fosa renal derecha asociado a síndrome<br />
miccional y síntomas vegetativos. En la
exploración física se objetivó cierto dolor a la palpación<br />
de fosa renal derecha sin otros hallazgos<br />
de interés. Las pruebas analíticas (hemograma,<br />
bioquímica, estudio de coagulación, sedimento,<br />
cultivo y citología en orina) resultaron normales.<br />
En la ecografía abdominal se observó ureterohidronefrosis<br />
derecha, resto sin hallazgos. En la<br />
urografía intravenosa (Figs. 1 y 2) se confirmaron<br />
los hallazgos ecográficos, destacando una compresión<br />
extrínseca de la vejiga que la desplazaba<br />
de forma ánterocraneal. Se solicitó TAC (Figs. 3 y<br />
4) que reveló hidronefrosis derecha con masa<br />
homogénea de densidad grasa que ocupaba espacio<br />
perivesical, sospechándose en ese momento la<br />
posibilidad de que se tratara de un cuadro de lipomatosis<br />
pélvica. Posteriormente el paciente, y tras<br />
un cuadro que él refiere como “expulsión de arenillas”<br />
quedó asintomático. Se realizó cistoscopia<br />
encontrando importante edema y bullas en mucosa<br />
vesical con signos de vejiga de lucha, cuello<br />
vesical visiblemente cerrado y uretra prostática<br />
elongada. Se tomaron biopsias de pared vesical y<br />
FIGURA 1<br />
<strong>LIPOMATOSIS</strong> <strong>PÉLVICA</strong>: <strong>CAUSA</strong> <strong>DE</strong> <strong>ESTALLIDO</strong> <strong>VESICAL</strong><br />
593<br />
FIGURA 2<br />
próstata siendo el resultado de anatomía patológica<br />
de discretos cambios inflamatorios en pared vesical<br />
y próstata normal. Semanas después el paciente<br />
ingresó de urgencias en nuestro hospital por cuadro<br />
de abdomen agudo tras sufrir caída accidental<br />
de escasa magnitud, realizándose ecografía de<br />
urgencias se evidenció liquido libre intraperitoneal.<br />
El paciente fue sometido a laparotomía urgente<br />
encontrándonos gran masa retropúbica con estallido<br />
vesical y resto de pared engrosada a expensas de<br />
grasa perivesical. Se realizó cierre de pared vesical<br />
con resección parcial de tejido fibroadiposo tomando<br />
biopsia de tejido. La exéresis resultó especialmente<br />
difícil al no encontrar planos de liberación<br />
entre el tejido fibroadiposo y la vejiga, con gran cantidad<br />
de tejido graso y fibroso que la circundaba,<br />
envolviéndola y desplazándola. El informe anatomopatológico<br />
fue de lipomatosis pélvica.<br />
La evolución clínica del paciente ha sido favorable,<br />
con posteriores controles analíticos de la<br />
función renal con resultado de normalidad y controles<br />
ecográficos en los que se aprecia persistencia<br />
de cierto grado de uréterohidronefrosis derecha,<br />
que por el momento no ha ido en progresión.
FIGURA 3<br />
M. DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ, J.E. CAMACHO GONZÁLEZ, A. PALACIOS MARTÍNEZ, Y COLS.<br />
DISCUSIÓN<br />
La lipomatosis pélvica es una entidad de etiología<br />
desconocida descrita por vez primera por<br />
Engels en 1959 2 , siendo su incidencia rara en todo<br />
el mundo aunque hay autores 9 que la consideran<br />
superior a la documentada en la literatura. Puede<br />
estar en relación con enfermedades como la lipodistrofia<br />
mesentérica de Whippe, enfermedad de<br />
Webber-Christian 7 y enfermedad de Dercum 10 .<br />
Aunque parece tratarse de una patología benigna,<br />
en un 75% de los casos se asocia a cistitis glandular<br />
5 , lesión premaligna que en ocasiones evoluciona<br />
a adenocarcinoma de vejiga 11 . Así mismo se<br />
describe un síndrome constituido por lipomatosis<br />
pélvica, ectopia renal cruzada y translocación de<br />
los cromosomas 1 y 6 12 .<br />
Clínicamente la mayoría de los pacientes presentan<br />
síntomas inespecíficos del tracto urinario<br />
inferior tales como polaquiuria, disuria o dolor<br />
suprapúbico, pero son leves en proporción a las<br />
594<br />
importantes alteraciones que se observan a nivel<br />
de uretra prostática y base vesical al realizar estudio<br />
cistoscópico 13 ; sin embargo es más infrecuente<br />
la asociación a sintomatología gastrointestinal<br />
14 . En la literatura aparecen casos de lipomatosis<br />
pélvica asociados a obstrucción ureteral,<br />
edema de miembros inferiores por compresión linfática<br />
u obstrucción de vena cava inferior o vena<br />
ilíaca externa 15,16 . No hemos encontrado ningún<br />
caso publicado de estallido vesical en relación con<br />
lipomatosis pélvica.<br />
En lo que se refiere a la exploración física existen<br />
pocos datos reveladores, tan sólo encontramos<br />
en la mayoría de los casos presencia de masa<br />
retropúbica y elevación prostática mediante tacto<br />
rectal, hay autores que destacan la alta incidencia<br />
de hipertensión arterial en estos pacientes 17 ,<br />
también pueden aparecer datos clínicos de insuficiencia<br />
renal en caso de obstrucción ureteral.<br />
El diagnóstico se realiza por las técnicas de<br />
imagen, destacando la tomografía axial computa-<br />
FIGURA 4
izada como la más útil para confirmar dicha entidad<br />
7,18 . Mediante TAC observamos la presencia de<br />
una masa homogénea con bajo coeficiente de atenuación<br />
que ocupa los espacios perivesical y perirrectal.<br />
La resonancia nuclear magnética no ha<br />
demostrado ser superior a la TAC en el diagnóstico<br />
de la lipomatosis pélvica, aunque parece que<br />
permite definir mejor la distorsión anatómica 9 . La<br />
ecografía tiene menos importancia en el diagnóstico<br />
inicial, si bien es útil para identificar el grado<br />
de hidronefrosis renal y controlar la evolución de<br />
ésta. Con la urografía intravenosa podemos<br />
encontrar dilatación ureteral y desplazamiento de<br />
los mismos con grado variable de repercusión<br />
renal 19 . La vejiga habitualmente está elevada y<br />
comprimida lateralmente con “imagen en pera”.<br />
El tratamiento médico (control de dieta, antibióticos,<br />
radioterapia...) es inefectivo. La laparotomía<br />
exploradora con exéresis de la mayor parte del<br />
tejido fibroadiposo es lo ideal, pero esto puede<br />
resultar complicado por el alto grado de fibrosis y<br />
la dificultad para encontrar planos de disección y<br />
así conseguir la liberación de los órganos pélvicos.<br />
Sí parece indicado en casos de obstrucción ureteral<br />
importante la extirpación del mayor contenido<br />
graso posible con ureterolisis 20 . En 1996 21 se propuso<br />
la lipectomía mediante ultrasonidos resultando<br />
bastante alentadora en aquel momento,<br />
pero en estos años tampoco parece haber cubierto<br />
todas las expectativas.<br />
Desde el punto de vista urológico, interesa tener<br />
presente la posibilidad de obstrucción ureteral con<br />
la consiguiente repercusión sobre la función renal<br />
y la frecuente asociación con cistitis glandular con<br />
posibilidad de desarrollar adenocarcinoma vesical.<br />
Parece necesario por tanto una estrecha vigilancia<br />
de la función renal con controles analíticos y urográficos.<br />
Así mismo un seguimiento cistoscópico<br />
especialmente en enfermos jóvenes, con toma de<br />
biopsia de lesiones sospechosas.<br />
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<strong>LIPOMATOSIS</strong> <strong>PÉLVICA</strong>: <strong>CAUSA</strong> <strong>DE</strong> <strong>ESTALLIDO</strong> <strong>VESICAL</strong><br />
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(Trabajo recibido el 16 enero de 2001)