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Untitled - José María Álvarez

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5 de Octubre - Sábado - San petersburgo<br />

AL OTRO LADO DEL ESPEJO<br />

Anoche escribí de una tirada un poema para LAPIDARIO 14 ,<br />

sobre una joven en el Parque.<br />

Hoy contraté el coche de Constantino –50$ por toda la jornada<br />

(una fortuna para él)– y hemos ido a visitar Tsárkoie Selo<br />

y Pavlovsk. El viaje ya es una «iniciación», pues transcurre por<br />

bosques cuya belleza es imposible reflejar aquí. Todos los tonos<br />

imaginables de amarillo, mixturado de un rojizo caldero y<br />

de oro. El día además, por primera vez –porque hemos disfrutado<br />

de un tiempo infrecuente, sin excesivo frío y una luz maravillosa–<br />

ha sido lluvioso, lo que conviene a estos parajes.<br />

Tsárkoie Selo es un hermosísimo palacio, que me gusta más<br />

por fuera que en su interior, demasiado «exuberante» para mi<br />

gusto. Me ha hecho evocar muy apasionadamente todo lo que<br />

sucedío aquí: imaginaba a las Grandes Duquesas, tan bellas,<br />

corriendo por estos parques; la soledad y la impotencia de Nicolás,<br />

ese mundo irreal en que se sumió, hasta el desastre final.<br />

A Rasputin, con ojos incendiados, entrando a todos los dormitorios<br />

arrastrando su verga descomunal.<br />

Me ha gustado más, Pavlovsk. Pavlovsk sí es un Arte a mi<br />

medida. Los parques son más suntuosos, hasta casi lo insoportable<br />

por su belleza –esa insoportable belleza que veía Rilke (cuyo<br />

rastro, por cierto, he buscado por San Petersburgo)–, y el Palacio<br />

es perfecto.<br />

Tanto en Tsárkoie Selo como en Pavlovsk he visto dos escenas<br />

patéticas –con un fondo perdido en la grandeza de los<br />

viejos días, pero lindando en lo grotesco–: había dos bandas de<br />

músicos, con muy antiguos uniformes, unos, y más o menos<br />

de la época soviética los otros, pero raidos, mugrientos; también<br />

la edad de los músicos iba de los cincuenta para arriba,<br />

menos uno o dos, que eran jóvenes, y resultaban más patéticos<br />

aún. Tocaban para los visitantes, bajo la lluvia, esperando algu-<br />

14 LAPIDARIO XXXVII.<br />

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