la integración trialista de la naturaleza y las influencias humanas ...
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130 MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI ISBN 978-950-673-942-3 crisis de posiciones básicas de la religiosidad cristiana. Hay una “plusmodelación” fáctica y conceptual del contrato y una correspon-diente “minusmodelación” de la familia 82 . Los despliegues familiares son calificados en sentidos contractuales y se rechazan los familiares tradicio-nales. Los papeles en la familia y la “naturalidad” de los sexos se han ido debilitando. Si se construye la economía con libertad, lo mismo puede suceder con la familia. Todavía durante la Modernidad, la búsqueda de la capitalización necesitó una disci-plina de Eros que contribuía a mantener la familia heterosexual. Esto ocurrió, por ejemplo, durante la época victoriana. Sin embargo, las mujeres fueron obteniendo, a ritmo acelerado, beneficios que debilitaban el modelo patriarcal, muy vinculado a la heterosexualidad. Una doble moral, que sostenía las virtudes hogareñas y en el margen el adulterio masculino y la prostitución femenina, fue cavando su propia destrucción. Eros se fue liberando y, debilitada la referencia al “más allá”, ya no hay motivo para someterlo a una “correcta” solución de Tanatos; se abandonó el temor al “pecado sexual”. El despliegue mayor de las sociedades de consumo y la distinción entre las relaciones de pareja y la reproducción contribuyeron a una nueva organiza-ción social que admite más la homosexualidad y puede prescindir de la reproducción genital y en pareja. La menor necesidad de seres humanos para la producción e incluso el consumo, sobre todo cuando http://www.centrodefilosofia.org.ar/DyRenMJ/DyRenMJ4.pdf
DISTRIBUCIONES Y REPARTOS EN EL MUNDO JURÍDICO ISBN 978-950-673-942-3 éste es más calificado que cuantificado, ha contribuido a atenuar el reproche a la homo-sexualidad. Ya a fines del siglo XIX se acuñó el término “homosexual” en un camino de rechazo de las expresiones peyorativas anteriores 83 . En pocos años del siglo XX la homosexualidad recorrió el sendero de degeneración, perversión, enfermedad, opción sexual y homoafectividad. Las referencias de reproducción unitaria a Zeus y Jahvé e incluso el papel de María expresa-ban los deseos inconscientes que hoy se concretan en la familia monoparental. La elección permanente significa también amplia elección familiar. Conviven diversos modelos de familia. Partícipes de una cultura marítima y comercial, hoy navegamos y negociamos la composición familiar, el sexo y la reproducción. El comercio contribuyó desde los comienzos a la modificación de la realidad, como la que en gran medida pretendemos en la familia. La presión social de superficie y “unidimensional” permite muy diversas y sorprendentes soluciones familiares. A título de ejemplos: uno de los temas en debate es la locación de vientres y otro la comercialización del patrimonio genético. La trama de derechos humanos, a nuestro entender derivación selectiva de los derechos del hombre, ha logrado despliegues internacionales 84 que viabilizaron la “igualdad” matrimonial 85 . La familia, que fue durante muchos siglos bastión del “ser”, se http://www.centrodefilosofia.org.ar/DyRenMJ/DyRenMJ4.pdf 131
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MIGUEL ÁNGEL CIURO CALDANI<br />
ISBN 978-950-673-942-3<br />
crisis <strong>de</strong> posiciones básicas <strong>de</strong> <strong>la</strong> religiosidad<br />
cristiana. Hay una “plusmo<strong>de</strong><strong>la</strong>ción” fáctica y<br />
conceptual <strong>de</strong>l contrato y una correspon-diente<br />
“minusmo<strong>de</strong><strong>la</strong>ción” <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia 82 . Los <strong>de</strong>spliegues<br />
familiares son calificados en sentidos contractuales y<br />
se rechazan los familiares tradicio-nales.<br />
Los papeles en <strong>la</strong> familia y <strong>la</strong> “naturalidad” <strong>de</strong><br />
los sexos se han ido <strong>de</strong>bilitando. Si se construye <strong>la</strong><br />
economía con libertad, lo mismo pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r con<br />
<strong>la</strong> familia. Todavía durante <strong>la</strong> Mo<strong>de</strong>rnidad, <strong>la</strong><br />
búsqueda <strong>de</strong> <strong>la</strong> capitalización necesitó una disci-plina<br />
<strong>de</strong> Eros que contribuía a mantener <strong>la</strong> familia<br />
heterosexual. Esto ocurrió, por ejemplo, durante <strong>la</strong><br />
época victoriana. Sin embargo, <strong>la</strong>s mujeres fueron<br />
obteniendo, a ritmo acelerado, beneficios que<br />
<strong>de</strong>bilitaban el mo<strong>de</strong>lo patriarcal, muy vincu<strong>la</strong>do a <strong>la</strong><br />
heterosexualidad. Una doble moral, que sostenía <strong>la</strong>s<br />
virtu<strong>de</strong>s hogareñas y en el margen el adulterio<br />
masculino y <strong>la</strong> prostitución femenina, fue cavando su<br />
propia <strong>de</strong>strucción. Eros se fue liberando y, <strong>de</strong>bilitada<br />
<strong>la</strong> referencia al “más allá”, ya no hay motivo para<br />
someterlo a una “correcta” solución <strong>de</strong> Tanatos; se<br />
abandonó el temor al “pecado sexual”. El <strong>de</strong>spliegue<br />
mayor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> consumo y <strong>la</strong> distinción<br />
entre <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> pareja y <strong>la</strong> reproducción<br />
contribuyeron a una nueva organiza-ción social que<br />
admite más <strong>la</strong> homosexualidad y pue<strong>de</strong> prescindir <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> reproducción genital y en pareja.<br />
La menor necesidad <strong>de</strong> seres humanos para <strong>la</strong><br />
producción e incluso el consumo, sobre todo cuando<br />
http://www.centro<strong>de</strong>filosofia.org.ar/DyRenMJ/DyRenMJ4.pdf