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salvemos los últimos bosques intactos de cariló - Tu eco Lógica

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

SALVEMOS LOS ÚLTIMOS<br />

BOSQUES INTACTOS DE CARILÓ<br />

DOCUMENTO TÉCNICO VOLUNTARIO DE CONSULTA<br />

SOBRE LA BIODIVERSIDAD, EL AMBIENTE Y LAS<br />

AMENAZAS ECOLÓGICAS QUE YA HOY ENFRENTA LA<br />

NATURALEZA DE CARILÓ Y SU ENTORNO INMEDIATO<br />

Prof. Alberto A. De Magistris (*)<br />

Octubre <strong>de</strong> 2010<br />

PARTE 2. FLORA, FAUNA Y OTROS ASPECTOS DE LA<br />

BIODIVERSIDAD Y LA ECOLOGÍA<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010


“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

PARTE 2. FLORA, FAUNA Y OTROS ASPECTOS DE LA<br />

BIODIVERSIDAD Y LA ECOLOGÍA<br />

2.1. VEGETACIÓN ESPONTÁNEA O SILVESTRE<br />

2.1.1. Rasgos botánicos generales <strong>de</strong> Cariló<br />

El bosque implantado <strong>de</strong> Cariló posee rasgos propios que no se repiten en otras<br />

forestaciones <strong>de</strong> la región. Se trata <strong>de</strong> una plantación mixta, con predominio <strong>de</strong> coníferas<br />

originarias <strong>de</strong> Europa, Norteamérica y Asia. Debido a ciertas características propias <strong>de</strong>l lugar,<br />

tales como el trazado <strong>de</strong> las plantaciones, la constitución <strong>de</strong> las arenas, las tierras circundantes,<br />

etc., este bosque compone una unidad <strong>eco</strong>lógico-paisajística difícil <strong>de</strong> hallar en la costa atlántica<br />

bonaerense. Sabemos que las plantaciones originales, realizadas bajo la dirección <strong>de</strong> Don Héctor<br />

Manuel Guerrero y posteriormente su hijo Héctor Eduardo, contaron con una gran diversidad <strong>de</strong><br />

especies, aunque sólo una porción <strong>de</strong> estas logró adaptarse a las características <strong>eco</strong>lógicas <strong>de</strong>l<br />

área. Actualmente, la forestación intacta abarca –según las fuentes- entre 850 y 1.100 hectáreas.<br />

A esta superficie se suman unas 600 has. urbanizadas. La mayor parte <strong>de</strong> la superficie está<br />

implantada por especies <strong>de</strong> pinos (familia Pináceas) y cipreses (familia Cupresáceas). En este<br />

capítulo, <strong>de</strong>scribimos <strong>los</strong> aspectos principales <strong>de</strong> la composición botánica.<br />

Figura 28. Espectacular telón ver<strong>de</strong> existente aún en la Reserva Cariló. En este enclave localizado conviven unas<br />

10 especies <strong>de</strong> árboles y arbustos introducidos con más <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> especies herbáceas y sub-arbustivas<br />

autóctonas, propias <strong>de</strong> las dunas.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Los Pinos: marítimo (Pinus pinaster), piñonero (P. pinea), <strong>de</strong> Aleppo (P. halepensis) e<br />

insigne (P. radiata) conforman la masa arbórea principal y se regeneran naturalmente, mientras<br />

que el Pino elliottii (P. elliottii), Pino negro japonés (P. thunbergii), Pino escocés (P. sylvestris),<br />

Cedro (Cedrus <strong>de</strong>odara) y Abeto <strong>de</strong> Douglas (Pseudotsuga menziesii) están limitados a ciertos<br />

sectores o representados por escasos ejemplares.<br />

En cuanto a <strong>los</strong> Cipreses y <strong>de</strong>más Cupresáceas, se encuentran difundidos el Ciprés<br />

común o mediterráneo (Cupressus sempervirens), Ciprés lambertiana (C. macrocarpa), Ciprés<br />

mexicano (C. lusitanica) y Ciprés <strong>de</strong> Arizona (C. arizonica). Especies como el Ciprés péndulo<br />

(C. funebris), Enebro común (Juniperus communis), Enebro <strong>de</strong> Virginia (J. virginiana) y <strong>Tu</strong>ya<br />

(Thuja orientalis) son menos frecuentes. A su vez, quienes observen <strong>de</strong>tenidamente notarán que<br />

<strong>los</strong> cipreses ofrecen una gama muy variada <strong>de</strong> formas, colores, texturas y aromas, aspectos<br />

típicos atribuidos a la notable variabilidad <strong>de</strong> estas coníferas, cuando crecen en condiciones<br />

marítimas y/o se hibridan entre especies, aspecto éste que será explicado más a<strong>de</strong>lante.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figura 29. Cono o piña <strong>de</strong> Pino<br />

marítimo sobre el suelo arenoso<br />

colonizado por musgos, en una<br />

<strong>de</strong>presión húmeda <strong>de</strong>l bosque.<br />

Cabe <strong>de</strong>stacar que en <strong>los</strong> sectores resi<strong>de</strong>nciales se cultivan a<strong>de</strong>más numerosas especies<br />

<strong>de</strong> coníferas <strong>de</strong> uso ornamental como <strong>los</strong> Cipreses falsos (Chamaecyparis spp.), varios Juníperos<br />

(Juniperus spp.), el Libocedro (Calocedrus <strong>de</strong>currens), así como integrantes <strong>de</strong> otras tres<br />

familias <strong>de</strong> las coníferas como el Sugi o Cedro japonés (Cryptomeria japonica - Taxodiáceas),<br />

el Tejo (Taxus baccata - Taxáceas) y el Pino Brasil (Araucaria angustifolia - Araucariáceas).<br />

Los árboles <strong>de</strong> hoja ancha, también nativos <strong>de</strong> otros continentes, están distribuidos <strong>de</strong><br />

modo disperso en toda la superficie <strong>de</strong>l bosque y pertenecen a familias variadas. Hay especies<br />

caducifolias y perennifolias. La línea <strong>de</strong> dunas frente al mar está implantada con <strong>los</strong> resistentes<br />

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Tamariscos (Tamarix gallica). Tierra a <strong>de</strong>ntro – o más bien “arena a<strong>de</strong>ntro”- siguen la Acacia<br />

trinervis (Acacia longifolia) -la cual aporta su floración amarilla hacia fines <strong>de</strong>l invierno-, el<br />

Álamo gris (Populus canescens) y el Siemprever<strong>de</strong> (Myoporum laetum). Alejándose más <strong>de</strong>l<br />

mar, existen otras clases <strong>de</strong> acacia como la Acacia negra (Acacia melanoxylon) –no confundir a<br />

ésta con la Acacia negra <strong>de</strong>l género Gleditsia (Acacia <strong>de</strong> Espinas)-, la Acacia retino<strong>de</strong>s (A.<br />

retino<strong>de</strong>s), la Acacia <strong>de</strong> hojas largas (A. saligna) y el Aromo (A. <strong>de</strong>albata), así como ciertos<br />

tipos <strong>de</strong> Álamo, Sauce y Eucalipto (ejs.: Populus cana<strong>de</strong>nsis, Salix alba y Eucalyptus globulus,<br />

respectivamente). El Árbol <strong>de</strong>l cielo (Ailanthus altissima), Roble <strong>de</strong> Eslavonia (Quercus robur),<br />

Granado (Punica granatum), Retama (Spartium junceum), Laurel (Laurus nobilis) y Paraíso<br />

(Melia azedarach) están presentes sólo en algunos sitios.<br />

Figura 30. Los grupos <strong>de</strong>nsos <strong>de</strong> Pino piñonero constituyen un rasgo muy particular en <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> <strong>de</strong> la Reserva.<br />

Sus piñas contienen semillas cuyo embrión es comestible. Es común hallar plantines originados espontáneamente<br />

en estos sitios. No obstante la acentuada sombra que proyectan estos ejemplares casi centenarios, algunas especies<br />

herbáceas y arbustivas están adaptadas a vivir bajo su dosel.<br />

Otros arbustos euro-asiáticos encontraron en el bosque <strong>de</strong> Cariló condiciones favorables<br />

para su crecimiento y fructificación. Los más característicos son el Cotoneaster (Cotoneaster<br />

dielsiana) y el Espino rojo (Pyracantha angustifolia), cuyos frutos sirven, a<strong>de</strong>más, como<br />

alimento a las aves locales y otros miembros <strong>de</strong> la fauna. Como especie particular, se encuentra<br />

la Yerba <strong>de</strong> la perdiz (Margyricarpus pinnatus), <strong>de</strong> la familia Rosáceas. Se trata <strong>de</strong> un<br />

subarbusto semileñoso y rastrero, cuyo nombre genérico alu<strong>de</strong> al aspecto <strong>de</strong> perla <strong>de</strong> sus frutos.<br />

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En la Argentina crece, por ejemplo, en la costa atlántica <strong>de</strong> Buenos Aires, en Chascomús, en las<br />

sierras <strong>de</strong> Lihué-Calel (La Pampa), sierras <strong>de</strong> Comechingones (Córdoba) y en sectores <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

<strong>bosques</strong> andino-patagónicos <strong>de</strong> Neuquén, Río Negro y Chubut. Es una <strong>de</strong> las pocas especies<br />

autóctonas que poseen un rango <strong>eco</strong>lógico tan amplio en el sentido este-oeste. Otros integrantes<br />

<strong>de</strong> la flora autóctona subsisten en <strong>los</strong> bajos inter-dunares cubiertos <strong>de</strong> Corta<strong>de</strong>ras (Corta<strong>de</strong>ria<br />

selloana), Juncos (Juncus acutus) y hierbas pigmeas. Ciertos árboles bajos o arbustos nativos <strong>de</strong><br />

la zona, persisten en forma aislada en esos bajos húmedos. El<strong>los</strong> son el Tala (Celtis spinosa), 4-5<br />

especies <strong>de</strong> Chilcas (Baccharis spp.) y Tessaria absinthioi<strong>de</strong>s.<br />

Relevamientos florísticos, inventarios <strong>de</strong> fauna y estudios botánicos particulares en<br />

especies leñosas se llevaron a cabo a partir <strong>de</strong> las observaciones <strong>de</strong> campo y laboratorio hechas<br />

durante largo tiempo, con la finalidad <strong>de</strong> aportar herramientas útiles al conocimiento y la<br />

protección <strong>de</strong> <strong>los</strong> recursos biológicos <strong>de</strong>l lugar. Asimismo, durante <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> 10 años se ha<br />

logrado documentar, a través <strong>de</strong> la fotografía, numerosos y variados aspectos <strong>de</strong>l bosque que se<br />

encuentran en proceso <strong>de</strong> compaginación para ser incluidos en una publicación ilustrada en<br />

color.<br />

2.1.2. Características <strong>de</strong>l sector resi<strong>de</strong>ncial-comercial y algunas ten<strong>de</strong>ncias observadas<br />

El conocimiento <strong>de</strong> la vegetación <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado espacio ver<strong>de</strong> constituye la base<br />

para alcanzar un manejo <strong>eco</strong>lógico y ambiental a<strong>de</strong>cuado. Este capítulo se refiere a <strong>los</strong><br />

caracteres <strong>de</strong> la vegetación <strong>de</strong> la porción habitada <strong>de</strong> Cariló.<br />

Figuras 31 y 32. Ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> la fisonomía general típica <strong>de</strong> las calles y viviendas, y su interacción con <strong>los</strong> <strong>bosques</strong><br />

en el sector urbanizado <strong>de</strong> Cariló (área <strong>de</strong> media <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> lotes edificados).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Como sabemos, Cariló compren<strong>de</strong> dos áreas con rasgos propios más o menos <strong>de</strong>finidos:<br />

la parte Resi<strong>de</strong>ncial o Casco Urbano, que incluye también el centro comercial y la zona hotelera;<br />

y la Reserva, la cual hoy está lamentablemente sometida a las amenazas <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong><br />

subdivisión y loteo. El sector habitado es conocido por todo resi<strong>de</strong>nte o visitante <strong>de</strong>l lugar y está<br />

comprendido entre la playa, la calle Sequoia (límite con Valeria <strong>de</strong>l Mar) y las calles Constancia<br />

y Zorzal. Ocupa la porción norte y este <strong>de</strong>l predio, y posee viviendas, un trazado casi único <strong>de</strong><br />

calles, una red <strong>de</strong> servicios domiciliarios y espacios para activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>portivas y <strong>de</strong> playa,<br />

incluidos bajo la Ley 12.009 <strong>de</strong> Paisaje Protegido Cariló (Paisaje Protegido <strong>de</strong> Interés<br />

Provincial).<br />

El otro sector posee un frente marítimo <strong>de</strong> 1,7 Km y otro que linda con la ruta<br />

interbalnearia y <strong>los</strong> campos anegables más orientales <strong>de</strong> la llanura pampeana, <strong>de</strong> 5 Km <strong>de</strong> largo.<br />

Hacia el sudoeste se fun<strong>de</strong> con las dunas vivas que marcan el límite con el partido <strong>de</strong> Villa<br />

Gesell. Para el área resi<strong>de</strong>ncial, la Reserva constituye –siempre y cuando se mantenga en su<br />

estado prístino- tanto una protección física contra <strong>los</strong> vientos y el ruido, como un lugar <strong>de</strong><br />

incalculable valor biológico y ambiental. Cuenta con sen<strong>de</strong>ros para cabalgatas y otras<br />

activida<strong>de</strong>s, pero se <strong>de</strong>duce que no existe un Plan <strong>de</strong> Manejo ambiental-educativo específico y<br />

regular Su vegetación es tratada aparte. Hoy queda esperar que se <strong>de</strong>je sin efecto un programa<br />

<strong>de</strong> nuevos loteos que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, fragmentarían la belleza original y la funcionalidad<br />

ambiental.<br />

Observando en <strong>de</strong>talle las características <strong>de</strong>l bosque sobre el terreno mismo es posible<br />

advertir que ciertos criterios en el patrón <strong>de</strong> plantación se repiten en ambos sectores<br />

mencionados más arriba. De acuerdo con las especies arbóreas presentes, es posible notar<br />

a<strong>de</strong>más, sub-zonificaciones que siguen características vinculadas a aspectos urbanísticos,<br />

exposición a <strong>los</strong> vientos, topografía <strong>de</strong> las dunas, proximidad al mar y época <strong>de</strong> plantación, entre<br />

otras.<br />

El área resi<strong>de</strong>ncial se caracteriza por la existencia <strong>de</strong> una masa forestal original con<br />

<strong>de</strong>nsida<strong>de</strong>s variables según sector (árboles por hectárea), r<strong>eco</strong>rtada por la presencia <strong>de</strong> calles y<br />

viviendas. Predominan <strong>los</strong> pinos Pinaster e Insigne al norte y el Insigne y Piñonero hacia el sur.<br />

El índice <strong>de</strong> diversidad <strong>de</strong> plantas se incrementa aquí constantemente, <strong>de</strong>bido a la introducción<br />

<strong>de</strong> nuevas especies <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>corativo en <strong>los</strong> jardines, aunque esto también implica la reducción<br />

<strong>de</strong> la biomasa arbórea original. La belleza conjunta que produce una unidad equilibrada <strong>de</strong><br />

viviendas y vegetación contribuye al atractivo <strong>de</strong> Cariló. Pero el aspecto general <strong>de</strong>l área<br />

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manifiesta una dinámica visual y <strong>de</strong> la vegetación que se modifica a través <strong>de</strong>l tiempo: el<br />

aumento <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> casas por manzana es proporcional a la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l escenario o<br />

telón ver<strong>de</strong> <strong>de</strong> fondo, en general atribuido a la gran cantidad <strong>de</strong> ejemplares extraídos y por la<br />

poda <strong>de</strong> <strong>los</strong> remanentes. Así, el bosque original va quedando progresivamente relegado sólo a la<br />

parte central <strong>de</strong> las manzanas, cuando no ha sido eliminado totalmente. En <strong>los</strong> lotes<br />

<strong>de</strong>shabitados, el Pino marítimo (Pinus pinaster) coloniza <strong>los</strong> espacios abiertos gracias a la<br />

germinación espontánea <strong>de</strong> sus semillas. Con menor intensidad, lo hace también el Pino<br />

piñonero (P. pinea) y el Pino insigne (P. radiata). Por su parte, <strong>los</strong> atractivos y aromáticos<br />

Cipreses (Cupressus spp.), no tan abundantes como <strong>los</strong> pinos, se propagan por sí mismos sólo en<br />

<strong>de</strong>terminados sitios, generalmente a corta distancia <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles semilleros. Pero la renovación<br />

<strong>de</strong>l arbolado en <strong>los</strong> lotes edificados <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> únicamente <strong>de</strong> la plantación <strong>de</strong> ejemplares nuevos o<br />

<strong>de</strong> permitir el crecimiento <strong>de</strong> algún renoval natural.<br />

Figuras 33, 34 y 35. Una <strong>de</strong> las operaciones <strong>de</strong> poda más notorias y grotescas, muy difundidas en toda el área, que<br />

consiste quitar todas la ramas laterales <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos, ver<strong>de</strong>s o secas, <strong>de</strong> modo que las copas quedan visualmente<br />

suspendidas en lo alto <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos, cual mástiles bamboleantes.<br />

Algunas activida<strong>de</strong>s, tales como la extracción <strong>de</strong> árboles típicos o individuos únicos en<br />

<strong>los</strong> terrenos que serán edificados, <strong>de</strong>notan una ten<strong>de</strong>ncia capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>spojar el predio <strong>de</strong> su<br />

carácter genuino, nativo o agreste. Es común notar que el área resi<strong>de</strong>ncial exhibe en su mayor<br />

parte un <strong>de</strong>smedido protagonismo <strong>de</strong> lo arquitectónico sobre lo natural, hecho que pue<strong>de</strong><br />

contraponerse al espíritu original <strong>de</strong> Cariló. Tareas difundidas en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> tiempos como la<br />

poda ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> las ramas laterales <strong>de</strong> pinos y cipreses creciendo en <strong>los</strong> jardines, o la<br />

eliminación <strong>de</strong>l sotobosque en terrenos lindantes aún <strong>de</strong>socupados, están conduciendo<br />

paulatinamente a algo así como una concepción <strong>de</strong> bosque estrictamente pulcro y sometido. Los<br />

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árboles intensamente podados, con su copa en lo alto, quedan más sensibles al efecto <strong>de</strong><br />

ban<strong>de</strong>ra, es <strong>de</strong>cir, que la eliminación <strong>de</strong> las ramas basales ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sequilibra el balance<br />

dinámico que el árbol logró durante años, creciendo expuesto a <strong>los</strong> factores ambientales.<br />

A<strong>de</strong>más, en <strong>los</strong> cortes, la superficie <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra ver<strong>de</strong> expuesta reduce la estabilidad fisiológica y<br />

sanitaria <strong>de</strong>l árbol, obligándolo a resinar en exceso a fin <strong>de</strong> cubrir las heridas. Pero esta<br />

operación implica, sobre todo, un impacto visual enorme. Relegados finalmente a esa silueta,<br />

resta pensar que en muchas obras <strong>de</strong> arquitectura, <strong>los</strong> árboles <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lote son consi<strong>de</strong>rados<br />

como un mal necesario. Estas son algunas evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> que el énfasis y atención <strong>de</strong>be ser<br />

dirigida hacia ciertas acciones puntuales que, al difundirse en toda el área, pue<strong>de</strong>n tener efectos<br />

in<strong>de</strong>seables en el corto y mediano plazo.<br />

Figuras 36 a 39. Cronología fotográfica a interva<strong>los</strong> variables <strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la masa arbórea <strong>de</strong> un lado <strong>de</strong>l<br />

centro comercial original <strong>de</strong> Cariló sobre la Av. Divisa<strong>de</strong>ro. Vista en 1993; para el año 2000 varios pinos <strong>de</strong>l grupo<br />

original habían sido ya extraídos a <strong>los</strong> fines presuntos <strong>de</strong> ampliar el área construida; abajo: el mismo sector en 2005<br />

y en 2009.<br />

Es oportuno también dirigir la mirada hacia la línea <strong>de</strong> las dunas costeras, las cuales<br />

implantadas con Tamariscos (Tamarix gallica), Acacias (Acacia longifolia), pastos como<br />

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Ammophila, Spartina y Panicum o suculentas como la Garra <strong>de</strong> león (Mesembryanthemum<br />

edule), cumplen un rol fundamental en la fijación <strong>de</strong> la arena y como mo<strong>de</strong>radores <strong>de</strong> la acción<br />

perjudicial <strong>de</strong> la brisa marina salada y erosiva. En Cariló, la barrera costera <strong>de</strong> dunas estaba<br />

relativamente intacta hasta hace pocos años, cuando se inició la etapa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo edilicio<br />

hotelero. Para no per<strong>de</strong>r ni el aspecto prístino ni la funcionalidad <strong>de</strong> la franja <strong>de</strong> arena es preciso<br />

mirar hacia atrás, relacionar e imaginar <strong>los</strong> posibles efectos futuros. Los ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong><br />

consecuencias negativas en la <strong>eco</strong>logía <strong>de</strong> las playas son abundantes en otras localida<strong>de</strong>s vecinas<br />

<strong>de</strong> la costa atlántica y también ya son evi<strong>de</strong>ntes en la localidad que nos ocupa.<br />

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Figura 40. Una vista que<br />

refleja el grado <strong>de</strong><br />

intervención actual sobre la<br />

matriz forestal original, en<br />

<strong>los</strong> lotes que son sometidos<br />

a edificación. Aunque el<br />

porcentaje <strong>de</strong> lotes<br />

edificados oscila en el 50 %<br />

<strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l loteo, las<br />

consecuencias son notorias<br />

<strong>de</strong>bido al gran espacio<br />

<strong>de</strong>spejado requerido en las<br />

construcciones actuales.<br />

Figuras 41 y 42. Rotundo “antes y <strong>de</strong>spués” en la calle Roble. La imagen <strong>de</strong> la izquierda muestra el aspecto <strong>de</strong>l<br />

entorno <strong>de</strong> la calle Roble (cabecera nor<strong>de</strong>ste <strong>de</strong> Cariló) hacia 1992. A la <strong>de</strong>recha, el mismo sector luego <strong>de</strong>l año<br />

2000, don<strong>de</strong> se constata que, para su edificación, <strong>los</strong> lotes han sido <strong>de</strong>spojados <strong>de</strong> casi la totalidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles<br />

existentes, en este caso Cipreses y Pinos negros japoneses.<br />

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Hoy, cierta puja entre naturaleza y <strong>de</strong>sarrollo –<strong>de</strong>sarrollo quizás insustentable- envuelve<br />

<strong>los</strong> pensamientos y opiniones <strong>de</strong> <strong>los</strong> habitantes <strong>de</strong> este paraje ver<strong>de</strong>, cuya coexistencia con un<br />

bosque sorpren<strong>de</strong>nte se forjó ce<strong>los</strong>amente durante las últimas décadas. Cabe r<strong>eco</strong>rdar que en la<br />

difusión y publicidad corriente <strong>de</strong> Cariló nadie duda en recurrir a la mención <strong>de</strong>l bosque, el<br />

ver<strong>de</strong>, <strong>los</strong> pinos o la naturaleza. Pero tal actitud es coherente sólo si va <strong>de</strong> la mano con el<br />

cuidado <strong>de</strong> ese bien natural llamado “Árbol”.<br />

2.1. 3. Descripción <strong>de</strong> la Reserva<br />

Al caminar tan sólo algunos metros <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la forestación circunscripta<br />

tradicionalmente como Reserva Forestal <strong>de</strong> Cariló rápidamente se nos pone <strong>de</strong> manifiesto el<br />

potencial biológico que yace latente en las dunas <strong>de</strong> la costa bonaerense. Aquí, don<strong>de</strong> el<br />

movimiento constante <strong>de</strong> las arenas imposibilitaba el establecimiento <strong>de</strong> cualquier vegetal no<br />

adaptado a la vecindad marítima, hace unos 90 años la voluntad y visión <strong>de</strong> un hombre y sus<br />

seguidores se conjugaron con un complejo sistema biológico que actualmente conforma, <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> ciertos límites, una sucesión secundaria o neo-<strong>eco</strong>sistema capaz <strong>de</strong> sostenerse a futuro casi<br />

sin intervención <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l hombre.<br />

Figura 43. Una <strong>de</strong> las vistas en el corazón <strong>de</strong> la Reserva, don<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> <strong>de</strong> Pinus pinaster <strong>de</strong> unos 50 años <strong>de</strong><br />

edad dominan el paisaje, con una <strong>de</strong>nsa alfombra herbácea <strong>de</strong> pastos autóctonos y hierbas acompañantes.<br />

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A<strong>de</strong>más, luego <strong>de</strong> un necesario ejercicio <strong>de</strong> reflexión acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos aspectos <strong>de</strong>l<br />

cuidado <strong>de</strong> la naturaleza, hoy sabemos que es absolutamente clave y oportuno conservar, al<br />

menos, la porción remanente <strong>de</strong> las dunas prístinas y <strong>de</strong> transición, lo cual otorga equilibrio<br />

ambiental al ejemplo <strong>de</strong> trabajo y tenacidad que se nos presenta en Cariló.<br />

Sólo algunos largos y sinuosos sen<strong>de</strong>ros han permitido hasta el presente efectuar<br />

travesías a pie o a caballo, presuntamente bajo cronogramas poco regulares, aunque también es<br />

escenario para quienes ingresan con motos y cuatricic<strong>los</strong>, cuya <strong>de</strong>smedida agresividad mecánica<br />

provocan <strong>de</strong>sgarrantes impactos sobre la flora y la fauna. Siempre que se cuente con<br />

autorización, será posible caminar por lugares que otros pies no tocaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primera<br />

plantación, hace varias décadas. La Reserva constituye un respaldo escénico para el área<br />

resi<strong>de</strong>ncial, a la cual le otorga individualidad y estabilidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l paisaje.<br />

La diversidad total <strong>de</strong> coníferas <strong>de</strong> la Reserva, las cuales conforman la mayor parte <strong>de</strong> la<br />

vegetación arbórea, alcanza las 20 especies. Una notable regeneración natural se observa para el<br />

Pino marítimo (Pinus pinaster). El resto <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> ese género se reproduce en<br />

condiciones más acotadas <strong>de</strong> humedad y luz. Existen sólo tres ejemplares conocidos hasta el<br />

momento <strong>de</strong> Abeto <strong>de</strong> Douglas (Pseudotsuga manziesii) y pocos árboles pequeños <strong>de</strong> Araucaria<br />

(Araucaria angustifolia). Arbustos como el Enebro (Juniperus communis) se propagan<br />

profusamente gracias a la dispersión <strong>de</strong> sus pequeñas piñas carnosas, labor que queda a cargo <strong>de</strong><br />

las aves.<br />

Figura 44. Espectacular aspecto <strong>de</strong> la base “multitronco” <strong>de</strong> un ejemplar <strong>de</strong> Cupressus macrocarpa (lambertiana).<br />

Derecha: conos serotinos 12 años <strong>de</strong> edad presentes en el mismo ejemplar.<br />

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Un rasgo peculiar <strong>de</strong> esta forestación consiste en la diversidad morfológica que se<br />

observa en <strong>los</strong> cipreses (Cupressus). Aunque crecen unas 8 especies i<strong>de</strong>ntificadas, muchísimos<br />

individuos <strong>de</strong> Cupressus macrocarpa, C. arizonica y C. lusitanica muestran una amplia<br />

variedad <strong>de</strong> arquitecturas <strong>de</strong> la copa, tipos <strong>de</strong> fructificación (conos), texturas <strong>de</strong>l follaje, colores<br />

y aromas. Esta gama <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s lleva la diversidad a más <strong>de</strong> 50 varieda<strong>de</strong>s distintas. Esos<br />

individuos, cuya polinización cruzada es exitosa gracias a su cercanía genética, dan origen, a su<br />

vez, a nuevas variantes morfológicas en su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia.<br />

Se han hallado ejemplares <strong>de</strong> C. macrocarpa (Ciprés lambertiana) que mantienen sus<br />

conos o estróbi<strong>los</strong> cerrados y vivos durante muchos años hasta que, oportunamente, se abren en<br />

años con extremo calor. El fenómeno se <strong>de</strong>nomina serotinia. Pruebas <strong>de</strong> germinación <strong>de</strong> sus<br />

semillas <strong>de</strong>mostraron que las mismas pue<strong>de</strong>n permanecer vivas y germinar aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />

estado casi 15 años <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esos conos fijos a las ramas <strong>de</strong>l árbol. Se trata <strong>de</strong> una adaptación<br />

<strong>eco</strong>lógica <strong>de</strong> la especie como respuesta a la ocurrencia <strong>de</strong> incendios naturales en sus <strong>eco</strong>sistemas<br />

<strong>de</strong> origen. Las semillas, que en otros árboles caen al suelo justo al madurar, quedando a merced<br />

<strong>de</strong>l fuego, en esta especie permanecen en la copa <strong>de</strong>l árbol, constituyendo un banco <strong>de</strong> semillas<br />

a largo plazo.<br />

Figuras 45 y 46. Los bajos con Corta<strong>de</strong>ras son muy comunes en el bosque. Se trata <strong>de</strong> micro-ambientes que<br />

conservan una diversidad particular, fruto <strong>de</strong> la interacción entre las especies autóctonas y las introducidas. Una<br />

especie abundante en la cabecera <strong>de</strong> la Reserva más cercana a <strong>los</strong> bañados <strong>de</strong> <strong>los</strong> campos aledaños a la Ruta 11 es la<br />

“Cola <strong>de</strong> caballo” o “Lejía <strong>de</strong> platero” (Equisetum sp.) una planta primitiva emparentada más con <strong>los</strong> helechos que<br />

con las plantas con flor.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Ciertos sectores <strong>de</strong>l bosque ofrecen condiciones para la nidificación <strong>de</strong> la silenciosa<br />

Lechuza <strong>de</strong> campanario (Tyto alba), la cual, junto a otras rapaces tales como el Halconcito<br />

colorado (Falco sparverius), mantiene en equilibrio la población <strong>de</strong> pequeños roedores. Estas,<br />

así como, muchas otras historias biológicas están presentes en la Reserva <strong>de</strong> Cariló. La<br />

vegetación herbácea natural <strong>de</strong> la zona persiste en algunas cuencas o bajos intermedanosos, o<br />

bien en <strong>los</strong> numerosos claros <strong>de</strong>l bosque. Allí se hallan el Junco (Juncus acutus), junco dorado<br />

(Androtrichum montevi<strong>de</strong>nse), Marcela (Achyrocline satureioi<strong>de</strong>s), la gramínea Botriochloa<br />

laguroi<strong>de</strong>s y la particular Yerba <strong>de</strong> la perdiz (Margyricarpus pinnatus) ya mencionada. En días<br />

calurosos y húmedos es posible escuchar el crepitar <strong>de</strong> las hojas contráctiles <strong>de</strong> la corta<strong>de</strong>ra<br />

(Corta<strong>de</strong>ria selloana).<br />

Sobre las áreas <strong>de</strong> transición con <strong>los</strong> pajonales, en las húmedas <strong>de</strong>presiones existentes<br />

entre las dunas y el bosque aún sobrevive -hacia un extremo <strong>de</strong> la Reserva- una población<br />

relictual <strong>de</strong> Buddleja thyrsoi<strong>de</strong>s, un arbusto autóctono <strong>de</strong> ramas <strong>de</strong>lgadas y hojas discolores y<br />

velludas, <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> las Buddlejáceas (antes clasificada como Loganiáceas). Los<br />

ejemplares fueron hallados por el autor en enero <strong>de</strong> 2009, y se trata <strong>de</strong> una primicia botánica<br />

para esta zona <strong>de</strong> las dunas, dado que en la bibliografía sobre la vegetación local no existe<br />

mención previa <strong>de</strong> su existencia. A<strong>de</strong>más, es relevante mencionar que son muy escasos <strong>los</strong><br />

ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> plantas arbustivas nativas fuera <strong>de</strong> <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> <strong>los</strong> vecinos talares situados en <strong>los</strong><br />

albardones existentes a cierta distancia <strong>de</strong> las dunas; todo lo cual incrementa el valor <strong>de</strong>l área<br />

como corredor biológico.<br />

Figuras 47 y 48. Una “Culebra sapera” <strong>de</strong> 65 cm <strong>de</strong> longitud sorprendida durante una r<strong>eco</strong>rrida <strong>de</strong> inventario,<br />

mientras se asoleaba en un angosto sen<strong>de</strong>ro entre <strong>los</strong> pinares <strong>de</strong> la Reserva. Un Taguató se muestra posado sobre la<br />

rama lateral <strong>de</strong> un Pino marítimo, al acecho <strong>de</strong> algún roedor.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Queda muy claro pues que cualquier intervención humana que <strong>de</strong>sconozca este dato<br />

tiene altas probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> borrar para siempre esa especie <strong>de</strong> la zona, y <strong>de</strong> ahí que resulte<br />

necesario estar seguros <strong>de</strong> con qué grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle se efectúan <strong>los</strong> Estudios <strong>de</strong> Impacto<br />

Ambiental. No obstante, <strong>de</strong>bido a la <strong>de</strong>licada red <strong>de</strong> asociaciones entre <strong>los</strong> seres vivos, ningún<br />

emprendimiento inmobiliario en el área podría consi<strong>de</strong>rarse inocuo o amigable con el ambiente.<br />

Los hongos, musgos y líquenes son abundantes sobre la arena, la hojarasca y <strong>los</strong> troncos<br />

en <strong>de</strong>scomposición. Se muestran en su máximo colorido, como es común, durante el otoño o<br />

luego <strong>de</strong> períodos lluviosos. En algunos sectores se observa abundancia <strong>de</strong>l clavel <strong>de</strong>l aire<br />

(Tillandsia aëranthos) -un pariente epífito <strong>de</strong>l ananá-, y ciertos líquenes como la barba <strong>de</strong> viejo<br />

(Usnea) o las especies <strong>de</strong> Parmelia. Estas últimas plantas inferiores que no son parásitas directas<br />

sino que se fijan a la corteza <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles, prefieren ciertos ambientes localizados en don<strong>de</strong> su<br />

proliferación se ve favorecida por <strong>de</strong>terminadas condiciones <strong>de</strong>l sitio. Son capaces <strong>de</strong> originar<br />

un progresivo <strong>de</strong>caimiento en ciertos ejemplares, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> estrés al que esté<br />

sometido previamente el árbol, <strong>de</strong>bido a factores como el ascenso <strong>de</strong> napas salinas, fungosis<br />

radicales, exposición a <strong>los</strong> vientos, sequías estacionales, etc. En contraste, la presencia <strong>de</strong> Usnea<br />

confirma que el aire es limpio y puro, pues el liquen sólo se <strong>de</strong>sarrolla si existen esas<br />

condiciones.<br />

Des<strong>de</strong> <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> vista tanto técnico-forestal como <strong>de</strong> paisajismo, creemos que la<br />

intervención silvícola <strong>de</strong> esta área <strong>de</strong>bería limitarse a las activida<strong>de</strong>s relacionadas a la<br />

prevención <strong>de</strong> incendios o el mantenimiento <strong>de</strong> sendas para <strong>eco</strong>-turismo. Por contraste, la<br />

reciente iniciativa <strong>de</strong> subdivisión y el proceso <strong>de</strong> loteo puesto en marcha han significado, por un<br />

lado, una gran <strong>de</strong>silusión en lo personal para muchos resi<strong>de</strong>ntes y visitantes que conocen,<br />

valoran y asumen con i<strong>de</strong>as y acciones la innegable i<strong>de</strong>ntidad agreste <strong>de</strong> la Reserva. Este bosque<br />

que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera posee una extensión limitada a unos pocos kilómetros a lo largo y a lo ancho<br />

<strong>de</strong> la franja medanosa, cuando es r<strong>eco</strong>rrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su interior no pone límites a la capacidad <strong>de</strong><br />

asombro ante el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> construcción y auto-regulación <strong>de</strong> la naturaleza. Con sus árboles <strong>de</strong><br />

más <strong>de</strong> 80 años y sus jóvenes plántulas recién nacidas, la Reserva <strong>de</strong> Cariló, aunque se<br />

enmarque en una propiedad privada, merece ser tratada como un tesoro viviente a través <strong>de</strong> un<br />

programa <strong>de</strong> preservación y uso franco y abierto <strong>de</strong>l cual puedan ser testigos las generaciones<br />

presentes y futuras, y que asegure, como ya es corriente en otras partes <strong>de</strong>l mundo, su<br />

permanencia en el tiempo como tal.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 49, 50, 51 y 52. Ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> líquenes que habitan el bosque y algunos insectos hallados a la fecha en<br />

Cariló. Líquenes planos (tipo crustáceos) adheridos a la rama <strong>de</strong> un Ciprés, conformando un mosaico <strong>de</strong> colores que<br />

se intensifica <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cada lluvia; el otro tipo <strong>de</strong> líquenes, <strong>los</strong> foliosos y frutico<strong>los</strong>os, proliferan en <strong>los</strong> troncos,<br />

ramas e incluso en las piñas <strong>de</strong> las coníferas. Varias familias <strong>de</strong> insectos están representadas en la Reserva: la<br />

Chicharrita <strong>de</strong> la espuma (Cephissus siccifolius) emana una cobertura espumosa protectora mientras succiona la<br />

sabia <strong>de</strong> algunas Acacias; una especie <strong>de</strong> grillo exhibe llamativos colores en uno <strong>de</strong> sus estados vitales. Esta especie<br />

fue observada sobre un ciprés a escasos metros <strong>de</strong> la Av. Constancia, en la Reserva, don<strong>de</strong> hace muy poco se<br />

instaló un alambrado divisorio interno.<br />

2. 1. 4. Diversidad <strong>de</strong> coníferas: <strong>los</strong> ladril<strong>los</strong> <strong>de</strong>l bosque <strong>de</strong> Cariló<br />

No cabe duda <strong>de</strong> que la vegetación es un aspecto estrechamente vinculado con la<br />

i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Cariló. Junto a las anchas playas y al típico trazado <strong>de</strong> calles, el bosque constituye<br />

la característica más genuina <strong>de</strong>l lugar. Los siguientes datos fueron obtenidos mediante<br />

frecuentes relevamientos y forman parte <strong>de</strong> un inventario florístico, mapa y catálogo fotográfico<br />

en preparación que, por iniciativa particular y voluntaria, preten<strong>de</strong> sumarse a las acciones <strong>de</strong><br />

preservación <strong>de</strong>l ambiente local.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

El bosque -técnicamente una plantación mixta- está compuesto en su mayor parte por<br />

árboles <strong>de</strong>l grupo botánico <strong>de</strong> las coníferas, el cual es relativamente primitivo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la escala<br />

evolutiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> vegetales y contiene especies adaptadas a una amplia variedad <strong>de</strong> ambientes <strong>de</strong><br />

todo el globo. Estas plantas no poseen flores verda<strong>de</strong>ras, sino estructuras reproductivas más<br />

sencillas, que consisten en escamas portando óvu<strong>los</strong> o sacos polínicos, dispuestas<br />

helicoidalmente sobre un eje o raquis central. Las semillas poseen alas poco a muy <strong>de</strong>sarrolladas<br />

que facilitan su dispersión. Los árboles <strong>de</strong> este grupo constan <strong>de</strong> un tronco principal robusto<br />

provisto <strong>de</strong> ramas laterales más <strong>de</strong>lgadas o bien, en ciertas especies, el tallo aparece dividido<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la base. La forma cónica típicamente atribuida a las coníferas es sólo una <strong>de</strong> las siluetas<br />

posibles, puesto que las copas globosas, columnares y aparasoladas son también comunes. Tal<br />

vez, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> caracteres más <strong>de</strong>stacables <strong>de</strong> las coníferas sea su particular aroma resinoso, el<br />

cual otorga al ambiente circundante una marcada y agradable sensación vinculada a lo silvestre.<br />

Figura 53. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 20 especies <strong>de</strong> coníferas conforman la diversidad <strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> plantas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />

Reserva. Se <strong>de</strong>stacan las especies <strong>de</strong> Pinus y Cupressus, aunque también existen Juniperus y Cedrus, y escasas<br />

Araucarias y Pseudotsugas. En la imagen se observan tres Cedros <strong>de</strong>odara <strong>de</strong> baja altura muy cerca <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las<br />

“abras” recientes que lamentablemente <strong>de</strong>muestran el estilo <strong>de</strong> intervención que involucrarían unos nuevos loteos<br />

en el área.<br />

Casi todas las especies <strong>de</strong> coníferas que crecen en Cariló (pinos, cipreses, cedros, abetos,<br />

enebros, etc.) tienen su origen geográfico en regiones <strong>de</strong>l Hemisferio Norte. Son especies<br />

exóticas que han sido elegidas por su capacidad para prosperar en las dunas y en zonas<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

marítimas. Por cierto, estos <strong>bosques</strong> contrastan notablemente con el resto <strong>de</strong>l paisaje pampeano<br />

adyacente, casi carente <strong>de</strong> árboles nativos <strong>de</strong> gran porte, aunque no por ello menos interesante y<br />

digno <strong>de</strong> atención. En la totalidad <strong>de</strong> Cariló (casco urbano y Reserva) crecen aproximadamente<br />

50 especies y varieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> coníferas, algunas <strong>de</strong> las cuales poseen, a su vez, numerosas<br />

varieda<strong>de</strong>s. Sin embargo, sólo 8 <strong>de</strong> estas especies se hallan ampliamente difundidas y se<br />

renuevan naturalmente por medio <strong>de</strong> la germinación <strong>de</strong> sus semillas (pinos y cipreses). Otras,<br />

como las araucarias, tejos o ginkgos, son muy escasas o cultivadas únicamente en <strong>los</strong> numerosos<br />

jardines.<br />

Los pinos propiamente dichos (género Pinus; familia Pináceas) se i<strong>de</strong>ntifican por sus<br />

hojas con forma <strong>de</strong> aguja y fructificaciones femeninas en estróbilo (típicas piñas). Componen la<br />

masa forestal principal, con cuatro especies mayormente difundidas que serán <strong>de</strong>scriptas<br />

<strong>de</strong>talladamente en capítu<strong>los</strong> aparte. Se trata <strong>de</strong> árboles muy resistentes, aptos para la fijación <strong>de</strong><br />

las arenas y relativamente tolerantes a la salinidad <strong>de</strong> la brisa marina. A<strong>de</strong>más, al estado <strong>de</strong><br />

madurez conforman ambientes a<strong>de</strong>cuados para el establecimiento humano y para el cobijo,<br />

alimentación y reproducción <strong>de</strong> la fauna asociada, así como para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<br />

recreativas, educativas y científicas. Aunque aquí constituyen una plantación <strong>de</strong> protección con<br />

carácter permanente, muchos pinos se cultivan en otras regiones para la producción <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<br />

comercial, celu<strong>los</strong>a y resinas.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figura 54. Ejemplar <strong>de</strong> porte<br />

arbustivo <strong>de</strong> “enebro”<br />

(Juniperus communis) <strong>de</strong> unos<br />

18 años <strong>de</strong> edad, originado <strong>de</strong><br />

modo espontáneo a partir <strong>de</strong> las<br />

semillas <strong>de</strong> <strong>los</strong> ejemplares<br />

remanentes <strong>de</strong> la plantación<br />

original. Junto a <strong>los</strong> Cotoneaster<br />

(Rosáceas) compone el<br />

sotobosque típico en la zona <strong>de</strong><br />

la Reserva, adyacente a<br />

Constancia.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Los cipreses (género Cupressus; familia Cupresáceas) están representados por 8 especies<br />

nativas <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte y Eurasia, y siguen a <strong>los</strong> pinos en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> importancia numérica.<br />

Sorpren<strong>de</strong> en el<strong>los</strong> la amplia variedad <strong>de</strong> formas <strong>de</strong> la copa, así como <strong>los</strong> distintos tonos <strong>de</strong><br />

ver<strong>de</strong>, las texturas y <strong>los</strong> perfumes <strong>de</strong>l follaje. Así, mientras <strong>los</strong> pinos integran la masa forestal<br />

básica y brindan el fondo visual, <strong>los</strong> cipreses otorgan un complemento paisajístico y puntos <strong>de</strong><br />

atención, don<strong>de</strong> la mirada se <strong>de</strong>tiene como resultado <strong>de</strong>l contraste óptico. Como fue ya<br />

a<strong>de</strong>lantado previamente, a esta familia botánica pertenece también el punzante Enebro<br />

(Juniperus communis), cuyas fructificaciones azuladas semejantes a bayas forman parte <strong>de</strong> la<br />

cocina mediterránea. En el bosque es posible hallar también ejemplares <strong>de</strong> Cedro <strong>de</strong> Virginia<br />

(Juniperus virginiana) cuya ma<strong>de</strong>ra resulta ser la más apropiada para la fabricación <strong>de</strong> lápices.<br />

Los Libocedros (Calocedrus <strong>de</strong>currens); <strong>Tu</strong>yas o Árboles <strong>de</strong> la vida (Thuja occi<strong>de</strong>ntalis y<br />

Platycladus orientalis); Cipreses <strong>de</strong> Lawson (Chamaecyparis lawsoniana, Ch. pisifera, Ch.<br />

nootkatensis) y el Ciprés <strong>de</strong> Leyland Cupressocyparis leylandii (híbrido artificial logrado en<br />

Europa) se integran a la lista <strong>de</strong> estas coníferas con hojas pequeñas y escamosas, presentes en el<br />

área habitada <strong>de</strong> Cariló.<br />

La Araucaria o Pino Brasil (Araucaria angustifolia) pertenece a la única familia <strong>de</strong><br />

coníferas exclusiva <strong>de</strong>l Hemisferio Sur (Araucariáceas), con miembros en América <strong>de</strong>l Sur y<br />

Oceanía. Posee generalmente un tronco único, copa aparasolada, hojas punzantes y semillas<br />

alargadas marrón dorado. En <strong>los</strong> jardines <strong>de</strong> Cariló, así como en el resto <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s<br />

vecinas, pue<strong>de</strong>n observarse también otras especies <strong>de</strong> este género: el Pino bunya (Araucaria<br />

bidwilli), con piñas <strong>de</strong> hasta 30 centímetros <strong>de</strong> diámetro; el Pino <strong>de</strong> la isla Norfolk (Araucaria<br />

heterophylla), con ramas en estratos; las Araucaria columnaris, cuyos troncos crecen<br />

naturalmente con una ligera inclinación; dos o tres Pehuenes (Araucaria araucana) nativos <strong>de</strong><br />

Neuquén y, como rareza única situada en una esquina <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong> Osten<strong>de</strong>, la <strong>de</strong>stacada<br />

Araucaria heterophylla variedad leopoldii. El Tejo (Taxus baccata; familia Taxáceas) es un<br />

arbusto o arbolito <strong>de</strong> características místicas en la cultura celta que se caracteriza por su follaje<br />

ver<strong>de</strong> oscuro y brillante, y sus semillas ro<strong>de</strong>adas por una cúpula carnosa roja, muy apetecida por<br />

<strong>los</strong> pájaros.<br />

El Ciprés <strong>de</strong> <strong>los</strong> pantanos (Taxodium distichum) y la Criptomeria, Cedro japonés o Sugi<br />

(Cryptomeria japonica) -ambos <strong>de</strong> la familia Taxodiáceas- ofrecen un característico follaje<br />

otoñal color rojo-cobre. La primera <strong>de</strong> estas especies, también llamada ciprés calvo, es una <strong>de</strong><br />

las pocas coníferas cuyas hojas caen durante el otoño, para aparecer nuevamente en la<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

primavera. Aunque en su hábitat natural crece en sitios anegadizos y pantanos, parece adaptarse<br />

bien a la vida en las arenas <strong>de</strong> las dunas, siempre y cuando acceda a una fuente <strong>de</strong> agua<br />

subterránea. A esta familia pertenecen también las altas y longevas Sequoias <strong>de</strong> Norteamérica.<br />

Finalmente, el Ginkgo biloba o Árbol <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuarenta escudos (Ginkgoáceas) es un<br />

carismático árbol chino aún más primitivo que <strong>los</strong> citados previamente, cuyas hojas con forma<br />

<strong>de</strong> abanico caen en el otoño, no sin antes regalar un vivo color amarillo. Su acción fitoterápica<br />

como estimulante <strong>de</strong> la circulación está ampliamente comprobada. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />

paleobotánico, está consi<strong>de</strong>rado un fósil viviente, <strong>de</strong>bido a que ya existía hace 250 millones <strong>de</strong><br />

años, cuando poblaba casi todas las tierras boscosas <strong>de</strong>l planeta. Todas las especies prece<strong>de</strong>ntes<br />

serán <strong>de</strong>talladas e ilustradas más a<strong>de</strong>lante.<br />

2. 1. 5. Principales características <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos<br />

Sin duda, <strong>los</strong> pinos constituyen el símbolo más genuino <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> Cariló. Las<br />

distintas especies que integran este grupo <strong>de</strong> árboles --pertenecientes al género Pinus y al or<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> las coníferas-- fueron elegidas por quienes forestaron el predio, teniendo en cuenta su<br />

adaptación a las condiciones ambientales locales. La finalidad era fijar <strong>de</strong>finitivamente la franja<br />

<strong>de</strong> 2.000 a 3.000 metros <strong>de</strong> anchura <strong>de</strong> arenas móviles y sentar las bases <strong>eco</strong>lógicas para el<br />

establecimiento <strong>de</strong> lo que hoy constituye un sitio muy particular <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l<br />

paisaje.<br />

Se conocen en el mundo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 90 especies <strong>de</strong> pinos, todas originarias <strong>de</strong> regiones<br />

templado-frías a templado-cálidas <strong>de</strong>l Hemisferio Norte. No existen pinos nativos <strong>de</strong> América<br />

<strong>de</strong>l Sur, África ni Australia, aunque en distintas regiones <strong>de</strong> estos continentes se cultivan<br />

docenas <strong>de</strong> esas especies. En el ámbito <strong>de</strong> las ciencias forestales se suele <strong>de</strong>cir que existe un tipo<br />

<strong>de</strong> pino a<strong>de</strong>cuado a cada clima y condición <strong>de</strong>l suelo. Soportan sequía, humedad, insolación,<br />

nieve, pedregosidad, anegamiento e incluso la brisa marítima cargada con sales. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su<br />

importancia <strong>eco</strong>lógica y ambiental, varias especies <strong>de</strong> Pinus proporcionan ma<strong>de</strong>ras industriales<br />

<strong>de</strong> calidad, celu<strong>los</strong>a, resinas y otros productos <strong>de</strong>rivados, por lo cual se utilizan para establecer<br />

forestaciones en casi todos <strong>los</strong> países <strong>de</strong>l globo.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 55 y 56. Distintos <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> la morfología externa <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos. Brote terminal con las estructuras<br />

reproductivas, unos amentos provistos <strong>de</strong> numerosas escamitas portando sacos <strong>de</strong> polen. Por su lado, las yemas<br />

están generalmente protegidas por hojuelas y exudaciones resinosas.<br />

Las hojas aciculares <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos se agrupan en fascícu<strong>los</strong> <strong>de</strong> 2 a 7 acículas, aunque más<br />

frecuentemente se observan <strong>de</strong> a 2 o 3. Sólo Pinus monophylla posee hojas solitarias. Las<br />

acículas pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>lgadas o gruesas, robustas o gráciles, y pue<strong>de</strong>n presentar una variedad <strong>de</strong><br />

tonos <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amarillento al azulado. Los pinos poseen 5 tipos <strong>de</strong> hojas: las que<br />

emergen <strong>de</strong> la semilla al germinar (cotiledones); las hojas juveniles cortas dispuestas sobre el<br />

tallo <strong>de</strong> la planta joven o plantín; las hojas escuamiformes que cubren <strong>los</strong> tal<strong>los</strong> leñosos; las<br />

hojas membranosas que forman el “capuchón” grisáceo en la base <strong>de</strong> <strong>los</strong> fascícu<strong>los</strong> y las<br />

acículas u hojas ver<strong>de</strong>s agrupadas en fascícu<strong>los</strong> que conforman la masa fotosintética. En nuestra<br />

región <strong>los</strong> pinos presentan usualmente dos brotaciones anuales, una en septiembre y otra en<br />

marzo.<br />

Las estructuras reproductivas -equivalentes a flores pero más primitivas-, se hallan<br />

separadas, según su sexo, en el mismo árbol. Así, las femeninas constituyen las conocidas piñas,<br />

conos o estróbi<strong>los</strong> que portan un par <strong>de</strong> óvu<strong>los</strong> –futuras semillas- en cada escama. Por su parte,<br />

las estructuras masculinas, amarillentas a rojizas y menos advertidas, están formadas por<br />

numerosas escamitas portadoras <strong>de</strong> polen que en conjunto forman un “amento”. Cada grano <strong>de</strong><br />

polen posee un par <strong>de</strong> sacos <strong>de</strong> aire que le facilita la dispersión en el aire (polinización<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

anemófila). De modo semejante, las semillas poseen un ala frágil que les permite la<br />

diseminación a cierta distancia, a través <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> “anemocoria”. Todas las partes <strong>de</strong> estos<br />

árboles poseen conductos microscópicos que producen y almacenan resina, una sustancia<br />

viscosa, translúcida, aromática y <strong>de</strong> color ambarino que sirve como medio <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa y<br />

contribuye a perfumar sutilmente el aire. La corteza, generalmente escamosa, pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> color<br />

castaño, pardo o gris, con tonos anaranjados y violáceos. Algunos, como el peculiar y raro Pino<br />

loricato (Pinus leuco<strong>de</strong>rmis), protegido oficialmente en varios Parques Nacionales <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong><br />

Italia, presentan la corteza lisa y blanquecina.<br />

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Figura 57. Durante el verano <strong>de</strong><br />

2008 un incendio se <strong>de</strong>sató sobre<br />

una superficie importante <strong>de</strong> la<br />

Reserva <strong>de</strong> Cariló, presuntamente a<br />

partir <strong>de</strong> un foco <strong>de</strong> fuego iniciado<br />

sobre la ruta 11. Un año <strong>de</strong>spués,<br />

miles <strong>de</strong> plantines tapizaban el suelo<br />

<strong>de</strong>l bosque, en contraste con <strong>los</strong><br />

troncos carbonizados y cubiertos <strong>de</strong><br />

resina.<br />

La forma <strong>de</strong> la copa varía según la especie y la edad <strong>de</strong>l ejemplar. La típica silueta<br />

piramidal <strong>de</strong>l pino constituye uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong> más apreciados por el hombre. Ejemplo <strong>de</strong><br />

esto es el símbolo <strong>de</strong>l cooperativismo. La presencia <strong>de</strong> esta clase <strong>de</strong> árboles parece actuar<br />

positivamente sobre el ánimo <strong>de</strong> las personas, y el aprecio hacia <strong>los</strong> pinos suele ser una<br />

manifestación innata. Es sabido que ya a la edad <strong>de</strong> 2 años <strong>los</strong> niños pue<strong>de</strong>n ser capaces <strong>de</strong><br />

diferenciar un pino entre el resto <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles <strong>de</strong> hoja ancha.<br />

En conjunto, las plantaciones <strong>de</strong> pinos constituyen “pinares” y, aunque en Cariló estos se<br />

originaron por la mano <strong>de</strong>l hombre, es posible apreciar en el<strong>los</strong> ciertas características <strong>de</strong> las<br />

sucesiones vegetales secundarias, con una dinámica propia y una cierta cantidad <strong>de</strong> relaciones<br />

con otras especies vegetales, aves, insectos, artrópodos, hongos, etc. En este ambiente <strong>los</strong> pinos<br />

son <strong>los</strong> seres vivientes dominantes. Un rasgo característico <strong>de</strong> estos sitios es la formación sobre<br />

la superficie <strong>de</strong> la arena <strong>de</strong> una capa <strong>de</strong> hojas o acículas, junto a porciones <strong>de</strong> corteza y pequeñas<br />

ramitas <strong>de</strong>nominada “pinocha”. Esta capa, la cual pue<strong>de</strong> alcanzar en algunos sitios 10 cm o más<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

<strong>de</strong> espesor, ejerce una función primordial para asegurar el retorno <strong>de</strong> nutrientes al suelo, regular<br />

la humedad y mantener una cierta proporción <strong>de</strong> humus.<br />

Figuras 58 y 59. Algunos aspectos y <strong>de</strong>talles morfológicos <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos. Depósitos superficiales <strong>de</strong> resina sobre la<br />

corteza <strong>de</strong> Pinus radiata. Corte longitudinal <strong>de</strong> un estróbilo (piña o cono) <strong>de</strong> Pinus pinea para uso didáctico en<br />

clases universitarias <strong>de</strong> botánica, don<strong>de</strong> es posible constatar el tamaño <strong>de</strong> su semilla y la constitución anatómica <strong>de</strong>l<br />

eje <strong>de</strong> la piña.<br />

A<strong>de</strong>más, en las raíces <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos tiene lugar una asociación simbiótica con algunas<br />

clases <strong>de</strong> hongos que dan por resultado las micorrizas, surgiendo <strong>de</strong> esta unión un beneficio<br />

nutricional mutuo. El hongo obtiene <strong>de</strong>l vegetal sustancias azucaradas que aquel organismo no<br />

produce y, a cambio, facilita a las raíces <strong>de</strong> la conífera la captación <strong>de</strong>l fósforo y otros elementos<br />

<strong>de</strong>l suelo. Estos hongos producen luego, a nivel <strong>de</strong>l suelo, unas típicas fructificaciones con<br />

forma <strong>de</strong> sombrero, que muchas veces resultan comestibles. A través <strong>de</strong> las micorrizas se<br />

establece una red subterránea que pue<strong>de</strong> interconectar las raíces <strong>de</strong> varios árboles. Sin embargo,<br />

muchas especies <strong>de</strong> hongos resultan patógenas para el árbol, al atacar la ma<strong>de</strong>ra, las cortezas y<br />

las hojas. Por suerte, estas patologías se mantienen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos límites y, ante la eventual<br />

muerte <strong>de</strong> un viejo ejemplar, nuevos plantines se regeneran espontáneamente para reemplazar a<br />

<strong>los</strong> árboles dañados o caídos.<br />

Es común po<strong>de</strong>r observar sobre las ramas <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos una notable variedad <strong>de</strong><br />

“líquenes”. Se trata <strong>de</strong> organismos <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong>-grisáceo, semejantes a filamentos ramificados<br />

que cuelgan <strong>de</strong> las ramas, y que consisten en una estrecha asociación entre ciertas especies <strong>de</strong><br />

hongos y algas. Aunque no parasitan directamente al árbol, pue<strong>de</strong>n favorecer en ciertos casos su<br />

gradual <strong>de</strong>caimiento o bien, consi<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> otro modo, se adhieren más profusamente en <strong>los</strong><br />

árboles que ya están <strong>de</strong>bilitados por otras causas. Los líquenes son utilizados por muchas aves<br />

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para la construcción <strong>de</strong> <strong>los</strong> nidos y ciertas clases <strong>de</strong> estos organismos que se reproducen por<br />

esporas prosperan únicamente en ambientes no contaminados. Algunas especies <strong>de</strong> líquenes son<br />

utilizadas para obtener componentes fijadores <strong>de</strong> <strong>los</strong> perfumes <strong>de</strong> calidad.<br />

Para quienes <strong>de</strong>sean i<strong>de</strong>ntificar las distintas especies <strong>de</strong> pinos que habitan en Cariló -una<br />

tarea relativamente sencilla-, a continuación sigue una <strong>de</strong>tallada <strong>de</strong>scripción, a fin <strong>de</strong> incentivar<br />

el conocimiento y cuidado <strong>de</strong>l ambiente circundante. Sin embargo, para aquellas personas cuyo<br />

objetivo es disfrutar en cada travesía <strong>de</strong> esa cuota <strong>de</strong> “encantos <strong>de</strong> la naturaleza por <strong>de</strong>scubrir”<br />

que siempre ofrecen <strong>los</strong> <strong>bosques</strong>, y que no necesitan que su “oikos” se <strong>de</strong>svanezca en pos <strong>de</strong> un<br />

falso ranking numérico, Cariló sigue guardando, al menos por ahora, interesantes secretos <strong>de</strong> la<br />

vida silvestre.<br />

2. 1. 6. Las especies <strong>de</strong> pino que habitan en Cariló<br />

La mayor parte <strong>de</strong>l bosque mixto <strong>de</strong> coníferas <strong>de</strong> Cariló está compuesta por cuatro<br />

especies <strong>de</strong> pinos originarias <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>l Mar Mediterráneo y América <strong>de</strong>l Norte. Otras tres<br />

especies, menos frecuentes, están presentes sólo en lugares localizados. Todas ellas fueron<br />

elegidas por sus características <strong>eco</strong>lógicas particulares. Su plantación se llevó a cabo durante las<br />

distintas campañas que comprendieron la forestación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> las dunas <strong>de</strong> este lugar a<br />

partir <strong>de</strong> 1918. A<strong>de</strong>más, un cierto número <strong>de</strong> nuevos especímenes <strong>de</strong> pino se incorporaron<br />

posteriormente como ejemplares <strong>de</strong>corativos en <strong>los</strong> parques <strong>de</strong>l área resi<strong>de</strong>ncial.<br />

Las principales características botánicas que se tienen en cuenta para i<strong>de</strong>ntificar <strong>los</strong> pinos<br />

son: forma y tamaño <strong>de</strong> <strong>los</strong> conos o estróbi<strong>los</strong> (piñas), y forma, tamaño y agrupación <strong>de</strong> las<br />

acículas (hojas). Asimismo, <strong>los</strong> datos acerca <strong>de</strong>l aspecto <strong>de</strong> la corteza y la forma <strong>de</strong> la copa<br />

complementan las observaciones diagnósticas necesarias.<br />

El pino piñonero (Pinus pinea) es nativo <strong>de</strong> la porción oriental <strong>de</strong> la cuenca <strong>de</strong>l Mar<br />

Mediterráneo y es cultivado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo en Italia y España. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su carácter <strong>de</strong>corativo,<br />

constituye en esos países una alternativa productiva, en virtud <strong>de</strong> sus semillas comestibles<br />

(piñones), que se usan en confitería y en la cocina típica regional. Sus hojas se agrupan <strong>de</strong> a<br />

pares y el estróbilo es globoso y pardo rojizo. A la madurez, éste contiene gran<strong>de</strong>s semillas con<br />

la superficie cubierta <strong>de</strong> una capa pulverulenta color marrón-violáceo y con un ala rudimentaria<br />

que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> fácilmente. La copa es típicamente aparasolada. Soporta bien la brisa marítima<br />

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y en Cariló integra masas puras y bastante <strong>de</strong>nsas, tanto en el área resi<strong>de</strong>ncial como en la<br />

Reserva.<br />

Figuras 60 a 62. Aspecto general y <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> algunas especies <strong>de</strong> Pinus presentes en Cariló.<br />

En Cariló pue<strong>de</strong> alcanzar <strong>los</strong> 25 m <strong>de</strong> altura. En sus primeros años presenta una copa <strong>de</strong><br />

contorno globoso a sub-globoso, para tornarse aparasolada con el tiempo. A la edad adulta<br />

exhibe un <strong>de</strong>srame natural <strong>de</strong> las ramas laterales bajas, carácter que se acentúa en <strong>los</strong><br />

especímenes que crecen a corta distancia entre sí.<br />

El tronco es inconfundible; <strong>los</strong> viejos ejemplares muestran un fuste único recto, o bien<br />

dos o tres troncos principales divididos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cerca <strong>de</strong> la base. En <strong>los</strong> ejemplares <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 60<br />

años el tronco pue<strong>de</strong> medir hasta 1 m o más <strong>de</strong> diámetro. La corteza muestra un patrón <strong>de</strong><br />

fisuras longitudinales y transversales sinuosas, bien notables, que <strong>de</strong>limitan placas alargadas <strong>de</strong><br />

forma poligonal, <strong>de</strong> color castaño grisáceo a castaño rojizo a anaranjado. Estas placas o<br />

porciones <strong>de</strong> “ritidoma” que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l tronco con cierta periodicidad y contienen <strong>los</strong><br />

restos <strong>de</strong> <strong>los</strong> tejidos <strong>de</strong> conducción ya inactivos, alternando con resina y finas capas <strong>de</strong> “súber”<br />

Las hojas o acículas <strong>de</strong> Pinus pinea son <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> claro, poseen entre 7 y 12 cm <strong>de</strong><br />

longitud y se agrupan en fascícu<strong>los</strong> <strong>de</strong> a dos. El estróbilo (piña) es globoso y <strong>de</strong> color castaño a<br />

pardo rojizo. A la madurez, una vez abierta, la piña mi<strong>de</strong> unos 12 cm <strong>de</strong> alto por 12 cm <strong>de</strong><br />

diámetro en la base. Contiene 70 a 80 escamas con dos semillas cada una. Las semillas <strong>de</strong> 20-21<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

mm <strong>de</strong> largo presentan un ala rudimentaria que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> fácilmente y la superficie aparece<br />

cubierta con un capa pulverulenta color marrón violáceo oscuro. Cada semilla aloja en su<br />

interior un “prótalo” comestible que recubre al embrión –llamado piñón en la culinaria- <strong>de</strong> color<br />

blanco crema y sabor <strong>de</strong>licado y agradable, que no obstante <strong>de</strong>be consumirse con mo<strong>de</strong>ración<br />

pues pue<strong>de</strong> causar malestar dado su contenido resinoso.<br />

En la literatura española, como en muchas otras, el pino es consi<strong>de</strong>rado un símbolo <strong>de</strong><br />

vida. “Leñador, no tales el pino, que un hogar hay dormido en su copa. Señora abubilla, señor<br />

gorrión, hermana mía calandria, sobrina <strong>de</strong>l ruiseñor. Aves sin cola, martín-pescador, parado y<br />

triste alcaraván: ¡a volar, pajaritos, al mar!” <strong>de</strong> Rafael Alberti, “A volar” en Antología poética.<br />

Finalmente cabe <strong>de</strong>stacar que el Pino piñonero soporta bien la brisa marítima y en Cariló<br />

integra masas puras y bastante <strong>de</strong>nsas, tanto en el área resi<strong>de</strong>ncial como en las Reservas. Los<br />

<strong>bosques</strong> mejor conservados e <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> esta especie se hallan a ambos lados <strong>de</strong> las Av.<br />

Constancia, entre el mar y Cerezo, casi en coinci<strong>de</strong>ncia con el médano “Altos Ver<strong>de</strong>s”. Un<br />

eventual loteo y urbanización <strong>de</strong> estos terrenos no hará más que fragmentar y <strong>de</strong>gradar estos<br />

<strong>bosques</strong>, con la consecuente alteración <strong>de</strong> su continuidad <strong>eco</strong>lógica, el ingreso <strong>de</strong> otras especies<br />

exóticas, y la típica y chocante intervención <strong>de</strong> poda que suele <strong>de</strong>jar estos árboles como meros<br />

“pa<strong>los</strong>” sosteniendo las copas allá en las alturas.<br />

Figuras 63 y 64. Silueta y <strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l Pino insigne. Derecha: Plantines <strong>de</strong> Pino <strong>de</strong> Aleppo nacidos en la oquedad<br />

<strong>de</strong> un tronco trifurcado en un ejemplar <strong>de</strong> la misma especie, cerca <strong>de</strong>l “camino blanco” <strong>de</strong> la Reserva.<br />

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De la misma región, aunque más hacia el occi<strong>de</strong>nte, proce<strong>de</strong> el pino marítimo, pino<br />

ro<strong>de</strong>no o pino <strong>de</strong> las Landas (Pinus pinaster). Las gruesas y rígidas agujas <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> claro<br />

caracterizan a esta especie, tan difundida en Cariló como la anterior. Los estróbi<strong>los</strong> son gran<strong>de</strong>s<br />

y cónicos, <strong>de</strong> hasta 20 cm <strong>de</strong> longitud. La copa posee forma variable, con gruesas ramas<br />

laterales. Se reproduce fácilmente por semillas y coloniza constantemente nuevos claros, tanto<br />

en sectores <strong>de</strong> bosque como en las dunas parcialmente fijadas <strong>de</strong> las periferias. También es el<br />

pino más abundante en Pinamar, especialmente en <strong>los</strong> terrenos <strong>de</strong> la porción norte.<br />

La tercera especie mediterránea presente es el Pino <strong>de</strong> Aleppo (Pinus halepensis), cuyo<br />

centro <strong>de</strong> distribución natural se halla en el este <strong>de</strong> Europa y Asia Menor. El tronco principal<br />

generalmente se divi<strong>de</strong> en gruesas ramas, cubiertas con una corteza color castaño-grisáceo, <strong>de</strong><br />

textura lisa a ligeramente rugosa. Posee el follaje ver<strong>de</strong> claro y sus pequeñas piñas menores <strong>de</strong><br />

10 cm permanecen adheridas a las ramas por un tiempo prolongado. Las acículas se agrupan <strong>de</strong><br />

a dos. Soporta muy bien la sequía y, en Cariló, casi nunca se encuentra formando grupos<br />

extensos; <strong>de</strong> existir uno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> sería un lugar paradisíaco. Los renuevos <strong>de</strong> esta especie se<br />

observan sólo cerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> ejemplares adultos.<br />

El Pino insigne (Pinus radiata) se caracteriza por su follaje <strong>de</strong>nso y ver<strong>de</strong> oscuro,<br />

compuesto por acículas flexibles, <strong>de</strong> punta roma, agrupadas <strong>de</strong> a dos y tres. Sus estróbi<strong>los</strong> <strong>de</strong><br />

hasta 15 cm <strong>de</strong> largo son asimétricos y se encuentran agrupados sobre las ramas. La corteza es<br />

oscura y posee fisuras anchas y profundas. Se trata <strong>de</strong> un pino originario <strong>de</strong> una limitada área<br />

<strong>de</strong>l este <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte, muy cultivado para la producción <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra industrial en varios<br />

países. Crece mejor a corta distancia <strong>de</strong>l mar y su reproducción espontánea es muy escasa en la<br />

zona. En ciertos sectores <strong>de</strong> Cariló existen ejemplares muy robustos. Tal vez, el Pino insigne sea<br />

la especie más sensible al ataque <strong>de</strong> cochinillas –pequeños insectos chupadores fijos-- y la<br />

mariposita <strong>de</strong>l brote <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos (Evetria buolliana). Este pino es también abundante en Valeria<br />

<strong>de</strong>l Mar y en algunos sectores <strong>de</strong> Pinamar.<br />

Es posible observar otras especies menos difundidas como el pino negro japonés (Pinus<br />

thunbergii), el cual está presente en un área limitada, sobre la cabecera norte <strong>de</strong> la calle<br />

Avutarda (don<strong>de</strong> se <strong>los</strong> ha diezmado casi por completo). Es la especie más resistente a la brisa<br />

salina y presenta estróbi<strong>los</strong> pequeños y llamativos. Sus hojas se agrupan <strong>de</strong> a dos y sus conos<br />

son pequeños, <strong>de</strong> unos 5-6 cm <strong>de</strong> largo. Aunque en su tierra nativa alcanzan consi<strong>de</strong>rables<br />

alturas, <strong>los</strong> ejemplares que aún sobreviven en Cariló poseen porte <strong>de</strong> árbol bajo, con ramas<br />

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<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la base. Merecería más cuidado, ya que en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> años su número <strong>de</strong>creció a causa <strong>de</strong><br />

la construcción y el <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> las especies.<br />

El Pino elliottii (Pinus elliottii) crece únicamente en <strong>los</strong> alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> las calles Zorzal<br />

y Paraíso. El follaje abierto provisto <strong>de</strong> largas acículas color ver<strong>de</strong> brillante caracteriza a esta<br />

especie poco común en la zona, aunque es muy cultivada en el norte <strong>de</strong>l país para la producción<br />

ma<strong>de</strong>rera y <strong>de</strong> celu<strong>los</strong>a. Los conos son semejantes en tamaño y forma a <strong>los</strong> <strong>de</strong>l Pino marítimo,<br />

aunque sus escamas presentan apéndices punzantes. El Pino elliottii, originario <strong>de</strong>l sureste <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

Estados Unidos, es una especie afín al Pinotea (Pinus taeda) cuya formidable y aromática<br />

ma<strong>de</strong>ra fue muy empleada en la construcción <strong>de</strong> edificaciones <strong>de</strong>l siglo pasado y el anterior.<br />

Actualmente, <strong>los</strong> tirantes, tablas y otras piezas obtenidos en <strong>de</strong>moliciones son comúnmente<br />

reciclados para construir muebles. También existen zonas forestadas con Pino ellitottii en<br />

Pinamar.<br />

En algunos sitios <strong>de</strong> la Reserva subsisten, como parte <strong>de</strong>l trazado original <strong>de</strong> la<br />

forestación, ejemplares <strong>de</strong> una variedad <strong>de</strong>l pino silvestre (Pinus sylvestris), característico por el<br />

follaje azulado y la corteza lisa y <strong>de</strong>lgada <strong>de</strong> color canela, constituyendo una <strong>de</strong> las rarezas<br />

botánicas <strong>de</strong>l lugar. Finalmente, el pino negro europeo (Pinus nigra), el pino <strong>de</strong> agujas péndulas<br />

(Pinus patula), originario <strong>de</strong> Méjico, y el pino <strong>de</strong> las Canarias (Pinus canariensis), constituyen<br />

ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> especies poco comunes, no presentes en la plantación original, pero incorporadas<br />

con fines ornamentales en <strong>los</strong> jardines. Junto a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más integrantes <strong>de</strong> la flora local,<br />

contribuyen a crear <strong>los</strong> matices únicos <strong>de</strong> Cariló.<br />

2. 1. 7. Los cipreses <strong>de</strong> Cariló<br />

R<strong>eco</strong>rdamos que ascien<strong>de</strong>n a 20 especies las coníferas más frecuentes en <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> aún<br />

<strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló. Pero esta cifra se incrementa casi al triple si consi<strong>de</strong>ramos el conjunto <strong>de</strong><br />

árboles y arbustos plantados posteriormente en el área habitada. Mientras <strong>los</strong> pinos dan forma a<br />

la matriz boscosa principal, responsable <strong>de</strong>l fondo visual, <strong>los</strong> cipreses otorgan un complemento<br />

paisajístico y puntos <strong>de</strong> atención, don<strong>de</strong> la mirada se <strong>de</strong>tiene ante el efecto <strong>de</strong> contraste.<br />

Los cipreses (Cupressus L.) pertenecen a la familia Cupresáceas y constituyen, junto a<br />

<strong>los</strong> Cedros (Cedrus spp.; Pináceas) el grupo <strong>de</strong> coníferas ornamentales y <strong>de</strong> uso general más<br />

difundido en zonas urbanas, suburbanas y ámbitos rurales <strong>de</strong> todo el país. Los cipreses son<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

árboles siemprever<strong>de</strong>s originarios <strong>de</strong>l hemisferio norte que se caracterizan por su follaje con<br />

diversos tonos <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>, una notable variedad <strong>de</strong> formas o arquitecturas <strong>de</strong> la copa y la<br />

adaptación a diferentes situaciones ambientales. En el mundo se conocen cerca <strong>de</strong> 15 especies y<br />

25 varieda<strong>de</strong>s naturales, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> numerosos cultivares <strong>de</strong> uso ornamental y una multitud <strong>de</strong><br />

híbridos interespecíficos naturales. La ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> ciprés se emplea en construcción, mueblería,<br />

colmenas, postes, y carpintería en general. Se caracteriza por su grano fino, mediana <strong>de</strong>nsidad,<br />

alta resistencia a la putrefacción y una agradable fragancia.<br />

Figura 65. Variedad muy particular <strong>de</strong> Cupressus que es bastante común en distintos sectores <strong>de</strong> la Reserva. Se<br />

caracteriza por sus ramillas filiformes, largas y colgantes, <strong>de</strong> hasta 2-3 metros <strong>de</strong> longitud.<br />

Varias especies <strong>de</strong> Cupressus se utilizan para el arbolado público y en jardines<br />

particulares. Su cultivo está difundido en jardines, plazas, gran<strong>de</strong>s parques, estancias, barrios<br />

cerrados, cortinas perimetrales y banquinas <strong>de</strong> caminos y rutas. Ciertos cipreses son empleados<br />

en la industria <strong>de</strong> la perfumería y la farmacología. A<strong>de</strong>más, muchos ejemplares añosos que<br />

crecen en plazas y junto a iglesias, colegios y otras instituciones resultan emblemáticos, ya que a<br />

su importancia ornamental se agrega un valor histórico o cultural.<br />

Estudios <strong>de</strong> laboratorio realizados en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> 20 años por el autor junto a distintos<br />

colaboradores tuvieron como objetivo cubrir todo el espectro estructural y <strong>de</strong> cultivo <strong>de</strong> las<br />

especies <strong>de</strong> Cupressus más comunes <strong>de</strong> la Argentina, como la estructura <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra, la<br />

anatomía foliar, la estructura <strong>de</strong> plántulas, la germinación <strong>de</strong> semillas y la estructura <strong>de</strong> la<br />

corteza. Parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> materiales analizados en toda esta serie <strong>de</strong> investigaciones procedieron <strong>de</strong><br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

ejemplares <strong>de</strong> ciprés plantados en Cariló y Valeria <strong>de</strong>l Mar. En ciertos casos, se analizó incluso<br />

la naturaleza química <strong>de</strong> <strong>los</strong> sedimentos adheridos a las capas exteriores <strong>de</strong> la corteza.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figura 66.<br />

Detalles<br />

anatómicos<br />

investigados por el<br />

autor a partir <strong>de</strong><br />

muestras <strong>de</strong> follaje<br />

<strong>de</strong> cipreses <strong>de</strong><br />

Cariló y Valeria<br />

<strong>de</strong>l Mar (entre<br />

otras localida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l<br />

país). Los<br />

resultados,<br />

publicados en<br />

distintos artícu<strong>los</strong><br />

científicos en<br />

revistas nacionales<br />

e internacionales,<br />

aportaron datos<br />

inéditos sobre la<br />

estructura <strong>de</strong> estas<br />

coníferas <strong>de</strong><br />

amplio uso en la<br />

Argentina. (ver<br />

bibliografía al<br />

final <strong>de</strong> este<br />

capítulo).<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la morfología botánica, <strong>los</strong> cipreses se caracterizan por<br />

presentar hojas adultas escuamiformes (con forma <strong>de</strong> escama), agrupadas <strong>de</strong> modo compacto<br />

sobre el tallo. Las hojas poseen en su dorso, por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la epi<strong>de</strong>rmis, una glándula que<br />

secreta oleorresina, sustancia viscosa que otorga al follaje <strong>los</strong> apreciados aromas a ciprés, la cual<br />

comúnmente es exudada al exterior en forma <strong>de</strong> una minúscula gota que se torna blanca con el<br />

paso <strong>de</strong>l tiempo. En ciertos casos, la oleorresina y otras sustancias asociadas presentes en el<br />

follaje <strong>de</strong> las distintas especies y varieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cipreses emanan fragancias particulares que<br />

recuerdan <strong>los</strong> aromas <strong>de</strong>l pasto o césped recién cortado, naranja, bergamota, jengibre o tabaco.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figura 67. Distintos aspectos morfológicos <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> ciprés.<br />

Las estructuras reproductivas se ubican por separado; las femeninas son conos o gálbu<strong>los</strong><br />

<strong>de</strong> 0,6 a 6 cm <strong>de</strong> largo (pequeñas piñas) que maduran en dos años y contienen entre 40 y 120<br />

semillas. Las semillas germinan con relativa facilidad y algunas varieda<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong>n propagarse,<br />

a<strong>de</strong>más, a través <strong>de</strong> estacas o injertos. Por su parte, el polen es liberado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pequeñas<br />

escamitas agrupadas formando un “amento” amarillento que se sitúa en <strong>los</strong> extremos <strong>de</strong> las<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

ramitas terminales. Tanto la ma<strong>de</strong>ra como la corteza son aromáticas, aunque sólo la última<br />

posee canales resiníferos.<br />

Figura 68. Esquema que<br />

<strong>de</strong>nota uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> patrones <strong>de</strong><br />

implantación <strong>de</strong>tectados en la<br />

forestación <strong>de</strong> Cariló, don<strong>de</strong> a<br />

menudo se han combinado<br />

pinos y cipreses en la misma<br />

duna o elevación <strong>de</strong>l terreno,<br />

y don<strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses ocupan la<br />

cima o parte superior <strong>de</strong> la<br />

misma a manera <strong>de</strong> anillo. Sus<br />

largas raíces acordonadas son<br />

capaces <strong>de</strong> profundizar y<br />

exten<strong>de</strong>rse hacia <strong>los</strong> laterales,<br />

en busca <strong>de</strong> la humedad<br />

conservada en las capas <strong>de</strong><br />

arena más profundas.<br />

En Cariló <strong>los</strong> cipreses están representados por 8 especies originarias <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l<br />

Norte y Asia. Los Cupressus siguen a <strong>los</strong> Pinus en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> importancia numérica. En general,<br />

<strong>los</strong> cipreses fueron originalmente plantados en grupos, próximos a la parte superior <strong>de</strong> las dunas<br />

más expuestas. En la Reserva aún es posible notar esta llamativa distribución, <strong>de</strong>nominada por<br />

el autor anil<strong>los</strong> <strong>de</strong> ciprés o ciprescimas. En el sector habitado, por su parte, <strong>los</strong> cipreses han<br />

recibido distinto trato: mientras en algunos terrenos fueron respetados e incorporados al diseño<br />

<strong>de</strong> las construcciones, en otros fueron eliminados junto con las acacias previo al inicio <strong>de</strong> obra, o<br />

bien <strong>de</strong>smedidamente podados. Así, el sector situado en la cabecera noroeste <strong>de</strong> Cariló, entre<br />

Valeria <strong>de</strong>l Mar, la playa y las calles Paraíso y Chorlo, don<strong>de</strong> hasta hace unos 15 años existía<br />

una variedad notable <strong>de</strong> cipreses, hoy muestra un aspecto totalmente diferente a la magia agreste<br />

que exhibía entonces.<br />

Algunos cipreses exhiben un follaje sumamente <strong>de</strong>nso, y ramas basales que continúan su<br />

crecimiento a ras <strong>de</strong>l suelo. Así, ciertos ejemplares ofrecen un aspecto <strong>de</strong> cueva, casi fantástico,<br />

con su tronco central a veces cubierto por completo por las ramas más externas. En ocasión <strong>de</strong><br />

una lluvia, uno podría permanecer <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> estos ejemplares y sin mojarse <strong>de</strong> modo completo<br />

durante una hora.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Los Cipreses especie por especie<br />

“Ciprés común o italiano” (Cupressus sempervirens). Es<br />

originario <strong>de</strong> la porción oriental <strong>de</strong> la cuenca <strong>de</strong>l Mar<br />

Mediterráneo, incluyendo las islas griegas y el norte <strong>de</strong><br />

África, don<strong>de</strong> la rara variedad “dupreziana” <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong><br />

Argelia sobrevive hoy al ambiente sahariano con sólo 30<br />

individuos vivos. Esta especie ha acompañado al hombre<br />

durante civilizaciones enteras, tales como la griega o la<br />

romana, aunque en Italia ha sido plantado. Tanto la forma<br />

“stricta” -<strong>de</strong> porte columnar- como la “horizontalis” -con<br />

ramas extendidas horizontalmente- se utilizan para la<br />

forestación rural y en el arbolado urbano. En Cariló se<br />

encuentra plantado <strong>de</strong> modo aislado o en pequeños grupos.<br />

Su follaje ver<strong>de</strong> oscuro contrasta generalmente con el resto<br />

<strong>de</strong> la vegetación. Su ma<strong>de</strong>ra se utiliza en algunas zonas para<br />

la elaboración <strong>de</strong> postes y en carpintería rural. Actualmente<br />

se está utilizando también para la construcción <strong>de</strong> cabañas <strong>de</strong><br />

troncos, para lo cual se recurre a plantaciones hechas para tal<br />

fin. A partir <strong>de</strong>l follaje y <strong>los</strong> conos se obtienen <strong>los</strong> conocidos<br />

aceites esenciales empleados en perfumería y aromaterapia.<br />

Ambas formas botánicas pue<strong>de</strong>n obtenerse a partir <strong>de</strong> la<br />

germinación <strong>de</strong> las semillas <strong>de</strong> un mismo cono o piña. Entre<br />

las varieda<strong>de</strong>s artificiales <strong>de</strong>corativas se encuentra la forma<br />

“aurea” aún poco difundida. (Fig. 69).<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

“Ciprés lambertiana” (Cupressus macrocarpa). Es<br />

originaria <strong>de</strong> una reducida porción <strong>de</strong> costa oceánica en<br />

la Bahía <strong>de</strong> Monterrey, California, EE.UU., don<strong>de</strong> se<br />

halla en regresión y existen unos 200 ejemplares en la<br />

actualidad. Sin embargo, prospera bien en otras partes<br />

<strong>de</strong>l mundo, por cuanto su supervivencia como especie<br />

está asegurada. Se trata <strong>de</strong> un árbol ampliamente<br />

cultivado en regiones <strong>de</strong> toda la Argentina, siendo<br />

incluso uno <strong>de</strong> las pocas especies arbóreas capaces <strong>de</strong><br />

soportar el clima <strong>de</strong> la meseta patagónica. Es común en<br />

establecimientos agropecuarios, parques, jardines y<br />

plazas. En general posee ramas robustas, oblicuamente<br />

extendidas. En la Costa Atlántica Bonaerense es un<br />

típico elemento fijador <strong>de</strong> dunas. Resiste <strong>los</strong> fuertes<br />

vientos pero pue<strong>de</strong> ser sensible al ataque <strong>de</strong> un hongo<br />

patógeno llamado Seiridium cardinale. La variedad<br />

aurea tiene follaje amarillo y se cultiva en parques.<br />

Hemos hallado en Cariló ejemplares <strong>de</strong> C. macrocarpa<br />

que mantienen sus conos cerrados y vivos durante<br />

muchos años hasta que, oportunamente, se abren con el<br />

calor. Las semillas, que en otros árboles caen al suelo<br />

justo al madurar, quedando así a merced <strong>de</strong>l fuego, en<br />

esta especie permanecen en la copa <strong>de</strong>l árbol como un<br />

banco <strong>de</strong> semillas a largo plazo. (Fig. 70).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

“Ciprés mexicano” (Cupressus lusitanica). Se trata <strong>de</strong> una<br />

especie originaria <strong>de</strong> México y muy difundida en climas<br />

templados a templado-cálidos <strong>de</strong> la Argentina. Se pue<strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntificar por sus ramas con cierta ten<strong>de</strong>ncia a curvarse hacia<br />

abajo. Por su lado, <strong>los</strong> conos o estróbi<strong>los</strong> son más pequeños <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong> Cupressus macrocarpa y C. sempervirens, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

presentar prolongaciones agudas en cada escama y una<br />

eflorescencia cerosa blanquecina en su superficie. Este ciprés<br />

conforma un complejo morfológico resultante <strong>de</strong> la<br />

hibridación con otros cipreses (lambertiana y arizónica). De<br />

todos modos, la variedad <strong>de</strong> arquitecturas <strong>de</strong> la copa, la gama<br />

<strong>de</strong> colores y aromas, y <strong>los</strong> distintos colores <strong>de</strong> <strong>los</strong> conos,<br />

resultan interesantes aspectos con valor estético. La variedad<br />

benthamii, se caracteriza por poseer sus ramitas terminales<br />

aplanadas, semejantes a las hojas <strong>de</strong> un helecho. (Fig. 71).<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

“Ciprés <strong>de</strong> Arizona” (Cupressus arizonica). Es<br />

natural <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> México. Presenta buena<br />

resistencia a la sequía y se caracteriza por su follaje<br />

ver<strong>de</strong> claro a azulado. Muchos especímenes<br />

atribuidos a esta especie muestran, sin embargo,<br />

cierta variación morfológica en cuanto al follaje,<br />

conos y corteza. En Cariló, <strong>los</strong> ejemplares <strong>de</strong> esta<br />

especie ofrecen una variedad <strong>de</strong> formas y colores,<br />

apreciables al r<strong>eco</strong>rrer las calles y sen<strong>de</strong>ros. En<br />

primavera, durante la polinización, se cubren <strong>de</strong> un<br />

tono amarillo-dorado. La variedad “glabra” <strong>de</strong> esta<br />

especie (ciprés azul), difundida como árbol<br />

ornamental en parques y plazas, es una <strong>de</strong> las<br />

coníferas predilectas por su follaje azulado. Su<br />

crecimiento anual es notable en sitios con sue<strong>los</strong><br />

fértiles, aunque es sensible al volteo <strong>de</strong>bido a su<br />

pesado follaje y a la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> fuertes vientos. Su<br />

corteza muy resinosa y dispuesta en escamas <strong>de</strong> color<br />

pardo-violáceo brinda otro aspecto <strong>de</strong> interés. (Fig<br />

72).<br />

“Ciprés <strong>de</strong>l Himalaya” (Cupressus toru<strong>los</strong>a). Es una especie nativa <strong>de</strong> India y Nepal, cuya<br />

i<strong>de</strong>ntificación ha sido siempre objeto <strong>de</strong> confusión. Ocurre que en la región geográfica mencionada, e<br />

incluso el suroeste mismo <strong>de</strong> China, existen varias especies <strong>de</strong> ciprés que fueron <strong>de</strong>scriptas<br />

in<strong>de</strong>pendientemente por distintos exploradores botánicos. Esos majestuosos <strong>bosques</strong> sobre la<strong>de</strong>ras<br />

escarpadas albergan una variedad <strong>de</strong> plantas aún bajo estudio. Pero como en otras partes <strong>de</strong>l planeta,<br />

enfrentan las amenazas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo no sustentable. A<strong>de</strong>más, el follaje <strong>de</strong> Cupressus toru<strong>los</strong>a es<br />

péndulo y, por lo tanto, ha sido calificada erróneamente como C. lusitanica. Así, partidas <strong>de</strong> semillas<br />

comercializadas bajo el nombre <strong>de</strong> C. toru<strong>los</strong>a pertenecen en realidad a la segunda especie. Esta<br />

promisoria conífera se encuentra aún solamente en gran<strong>de</strong>s parques públicos y jardines botánicos. El<br />

follaje es ver<strong>de</strong> amarillento a ver<strong>de</strong> musgo, y sus conos son casi esféricos, <strong>de</strong> más o menos 12 milímetros<br />

<strong>de</strong> diámetro. La ma<strong>de</strong>ra aromática y noble es muy apreciada para la elaboración <strong>de</strong> cofres y muebles, y<br />

67


“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

fue muy empleada en la construcción <strong>de</strong> temp<strong>los</strong> en sus regiones <strong>de</strong> origen. En Cariló se halla en pocos<br />

parques <strong>de</strong>l sector urbanizado, siendo posible observar ejemplares jóvenes sobre la calle Paraíso.<br />

“Ciprés péndulo“ (Cupressus funebris). Es originario <strong>de</strong> China<br />

y, aunque actualmente algunos botánicos lo incluyen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

género Chamaecyparis muestra, sin embargo, un<br />

comportamiento <strong>eco</strong>lógico similar al <strong>de</strong> <strong>los</strong> típicos cipreses. A<br />

menudo, el término “funebris”, relacionado con “ciprés<br />

fúnebre”, se aplica erróneamente a C. sempervirens que se<br />

emplea tanto en cementerios y sitios religiosos. Es cada vez más<br />

frecuente como árbol ornamental en jardines privados y<br />

públicos. En Cariló es algo escaso; varios ejemplares se hallan<br />

tanto en la zona urbanizada como en la reserva. Su follaje<br />

péndulo <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> brillante y <strong>los</strong> conos menores a 1<br />

centímetro <strong>de</strong> diámetro son <strong>los</strong> principales rasgos que permiten<br />

i<strong>de</strong>ntificar a esta especie. (Fig. 73).<br />

Es digno <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que para algunas especies <strong>de</strong> Cupressus es posible el cruzamiento y<br />

reproducción espontánea (sin intervención <strong>de</strong>l hombre) en estos <strong>bosques</strong>, dando lugar a un<br />

complejo genotípico en el cual se pue<strong>de</strong>n r<strong>eco</strong>nocer al menos 50 formas diferentes, cada una <strong>de</strong><br />

las cuales exhibe una morfología peculiar.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figura 74. Conjunto <strong>de</strong><br />

cipreses <strong>de</strong> variadas<br />

formas y colores (posible<br />

híbridos entre Cupressus<br />

arizonica, C. macrocarpa<br />

y C. lusitanica) que,<br />

hacia 1994 se<br />

encontraban <strong>intactos</strong> en<br />

la Reserva y bien<br />

adaptados a las<br />

condiciones ambientales<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores<br />

adyacentes a las amplias<br />

banquinas <strong>de</strong> la Ruta 11,<br />

previo a su ensanche.<br />

Así pues, la hibridación es posible gracias a la cercanía genética característica <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

cipreses y a la ausencia <strong>de</strong> barreras naturales (cordones montañosos, <strong>de</strong>siertos, etc.) que en sus<br />

68


“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

regiones <strong>de</strong> origen impi<strong>de</strong>n el acceso <strong>de</strong>l polen <strong>de</strong> especies emparentadas. Sorpren<strong>de</strong> en estos<br />

árboles la amplia variedad <strong>de</strong> arquitecturas <strong>de</strong> la copa, <strong>los</strong> colores y agrupamientos <strong>de</strong> <strong>los</strong> conos,<br />

las texturas <strong>de</strong>l follaje, <strong>los</strong> colores y <strong>los</strong> distintos aromas propios <strong>de</strong> ejemplares que no son<br />

comunes en otras zonas forestadas.<br />

Figuras 75 y 76. Este fabu<strong>los</strong>o ciprés, afín a<br />

la especie Cupressus lusitanica, aunque con<br />

rasgos acentuados <strong>de</strong> follaje péndulo,<br />

integrando así el conjunto <strong>de</strong> varieda<strong>de</strong>s o<br />

híbridos interespecíficos, nunca había sido<br />

intervenido –<strong>de</strong> ahí su ramaje repatante sobre<br />

el suelo- hasta <strong>de</strong>saparecer como resultado <strong>de</strong><br />

la limpieza <strong>de</strong>l lote hacia el año 1999, en la<br />

zona entre Roble y Sequoia.<br />

Figuras 77 a 79. Aspecto general <strong>de</strong>l daño en el follaje <strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses provocado por distintas especies <strong>de</strong> hongos<br />

y la presencia <strong>de</strong> pulgones Cinara cupresi, insectos chupadores que pue<strong>de</strong>n verse favorecidos en épocas <strong>de</strong> mayor<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la enfermedad.<br />

Durante <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> años, en todo el país, se ha registrado en las especies <strong>de</strong> ciprés un<br />

incremento <strong>de</strong> su sensibilidad a una enfermedad <strong>de</strong> origen fúngico que <strong>de</strong>teriora su follaje y que<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

se manifiesta con distinta intensidad según las temporadas. Este fenómeno también fue abordado<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el conjunto <strong>de</strong> estudios en coníferas llevados a<strong>de</strong>lante y difundidos localmente por el<br />

autor. Así, <strong>los</strong> materiales colectados en el Partido <strong>de</strong> Pinamar se sumaron a <strong>los</strong> <strong>de</strong> otros sitios <strong>de</strong>l<br />

país a fin <strong>de</strong> obtener <strong>los</strong> primeros resultados acerca <strong>de</strong> esta afección que posiblemente obe<strong>de</strong>zca,<br />

como circunstancias <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nantes, a factores <strong>de</strong> cambio climático.<br />

Figura 80. Algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

insectos y otros invertebrados que<br />

suelen integrar la microfauna<br />

asociada al follaje <strong>de</strong> <strong>los</strong> Cipreses<br />

<strong>de</strong> Cariló y Valeria <strong>de</strong>l Mar,<br />

especialmente durante aquellas<br />

temporadas en las que estas<br />

especies <strong>de</strong> coníferas se ven más<br />

afectadas por el daño fúngico.<br />

Figura 81. Esquemas <strong>de</strong> dos <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> hongos patógenos hallados en<br />

el follaje afectados <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

Cipreses.<br />

>> Referencias bibliográficas sobre estudios en <strong>los</strong> Cipreses: Anatomía y Morfología: -- De Magistris, A.A.<br />

1997. Anatomía <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> Cupressus cultivadas en la Argentina. Bol. Soc. Argent. Bot. 33 (1-<br />

2): 91-105. -- De Magistris, A.A. y Castro, M.A. 1999a. Anatomía foliar <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> Cupressus<br />

(Cupressaceae) cultivadas en la Argentina. Bol. Soc. Argent. Bot. 34 (1-2): 47-61. -- Castro, M.A. and De Magistris,<br />

A.A. 1999. Ultrastructure of foliar secretory cavity in Cupressus arizonica var. glabra. (Sudw.) Little<br />

(Cupressaceae). Biocell 23 (1): 19-28. -- De Magistris, A.A. y Castro, M.A. 1999b. Anatomía <strong>de</strong> la plántula <strong>de</strong> tres<br />

especies <strong>de</strong> Cupressus L. (Cupressaceae). Darwiniana 37: 199-207. -- De Magistris, A.A., Hashimoto, P.N.,<br />

Masoni, S.L. and Chiesa, A. 2001. Germination of serotinous cone seeds in Cupressus spp. (Cupressaceae). Israel<br />

Journal of Plant Science 49: 253-258. -- De Magistris, A.A. 2003. Anatomía <strong>de</strong> la corteza <strong>de</strong> las Cupressaceae<br />

nativas y cultivadas <strong>de</strong> la Argentina. Tesis Doctoral <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, 305 pp. -- De Magistris,<br />

A.A. y Masoni, S. L. 2004. I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses <strong>de</strong>l género Cupressus y valoración <strong>de</strong> híbridos y biotipos<br />

<strong>de</strong> uso ornamental. II Congreso Nacional <strong>de</strong> Floricultura y Plantas Ornamentales. 26-28 OCT. 2004. Buenos Aires.<br />

Patología en Cipreses: -- De Magistris, A.A.; Sandoval, M.C.; Noelting, M.C.; Urretabizkaya, N. y Allinghi, A.<br />

2003. Estudio <strong>de</strong> una patología extendida en <strong>los</strong> cipreses (Cupressus spp.) cultivados en la Argentina. I Simposio<br />

sobre Arbolado Urbano y Espacios Ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires. 27-28 NOV. 2003. Facultad <strong>de</strong><br />

Agronomía y Ciencias Agroalimentarias. Universidad Nacional <strong>de</strong> Morón. Morón. -- Sandoval, M.C.; De<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Magistris, A.A.; Noelting, M.C. y Urretavizkaya N. Decaimiento y muerte en especies <strong>de</strong> ciprés. Jornadas<br />

Bonaerenses <strong>de</strong> Ciencia y Técnica. La Plata, 25-26 NOV. 2003; -- Sandoval, M.C.; Noelting, M.C. y De Magistris,<br />

A.A. 2003. Comportamiento <strong>de</strong> Cupressus sempervirens y Juniperus sp. (Cupressaceae) a la inoculación con<br />

Dothiorella sp. XXIX Jornadas Argentinas <strong>de</strong> Botánica y XIX Reunión <strong>de</strong> la Sociedad Botánica <strong>de</strong> Chile. 19-21<br />

OCT. 2003. San Luis. Argentina. Bol. Soc. Argent. Bot. 38 (Suplemento).<br />

2. 1. 8. Ciprés: algunas leyendas y las menciones en la Biblia<br />

El Ciprés común o italiano (Cupressus sempervirens) no sólo es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles<br />

cultivados con mayor frecuencia en el arbolado local, sino que resulta también la conífera <strong>de</strong><br />

cultivo ornamental más difundida en el país, en este caso junto al Cedro <strong>de</strong>l Himalaya (Cedrus<br />

<strong>de</strong>odara). Es originario <strong>de</strong> la porción oriental <strong>de</strong> la cuenca <strong>de</strong>l Mar Mediterráneo, incluyendo las<br />

islas griegas y hasta el norte <strong>de</strong> África, don<strong>de</strong> la rara variedad Cupressus sempervirens variedad<br />

dupreziana <strong>de</strong>l macizo <strong>de</strong> Tassilli en el centro <strong>de</strong> Argelia sobrevive al <strong>de</strong>sierto sahariano, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

épocas en que esta región era más húmeda, y don<strong>de</strong> sobreviven menos <strong>de</strong> 50 individuos vivos en<br />

la actualidad.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figura 82.<br />

Espectacular vista <strong>de</strong><br />

un viejo ciprés. A<br />

partir <strong>de</strong> un robusto<br />

tronco principal,<br />

sinuosas ramas<br />

laterales se abren paso<br />

hacia la luz para<br />

culminar en ramillas<br />

más pequeñas con el<br />

follaje ver<strong>de</strong> oscuro.<br />

Tanto la forma “stricta” -<strong>de</strong> porte angosto o columnar- como la “horizontalis” -con<br />

ramas extendidas horizontalmente- se utilizan para la forestación rural y en el arbolado urbano.<br />

71


“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

En Cariló se encuentra plantado <strong>de</strong> modo aislado o en pequeños grupos. Su follaje ver<strong>de</strong> oscuro<br />

contrasta generalmente con el resto <strong>de</strong> la vegetación. Su ma<strong>de</strong>ra se emplea en algunas zonas<br />

para la elaboración <strong>de</strong> postes y en carpintería rural. Actualmente se está utilizando también para<br />

la construcción <strong>de</strong> cabañas <strong>de</strong> troncos, para lo cual se recurre a las plantaciones hechas para tal<br />

fin o a <strong>los</strong> montes existentes en alguna estancia. A partir <strong>de</strong>l follaje y <strong>los</strong> conos se obtienen <strong>los</strong><br />

conocidos aceites esenciales empleados en perfumería y aromaterapia. Ambas formas botánicas<br />

mencionadas más arriba pue<strong>de</strong>n obtenerse a partir <strong>de</strong> la germinación <strong>de</strong> las semillas <strong>de</strong> un<br />

mismo cono o piña, sea cual sea la forma <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong>l cual se cosecha.<br />

Esta especie ha acompañado al hombre durante épocas o civilizaciones enteras, tales<br />

como la griega o la romana. Pero a<strong>de</strong>más, y esta vez junto a otro Cedro, el <strong>de</strong>l Líbano (Cedrus<br />

libani), el Ciprés resulta ser la especie más citada en la Biblia, especialmente en el Antiguo<br />

Testamento. A<strong>de</strong>más son numerosas las leyendas referidas a este árbol emblemático.<br />

Figura 83. La siluetas netas y oscuras <strong>de</strong> varios cipreses <strong>de</strong> la especie Cupressus sempervirens se <strong>de</strong>stacan en<br />

medio <strong>de</strong> un pinar <strong>de</strong> Pinus pinaster en la Reserva. El sotobosque esta dominado por corta<strong>de</strong>ras y botriocloas,<br />

mientras que algunos Cotoneaster componen el estrato arbustivo.<br />

Las principales citas <strong>de</strong>l ciprés en la Biblia –r<strong>eco</strong>piladas por el autor- son: "Haz para ti<br />

un arca <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> ciprés" (Génesis 6, 14); "Hiram, rey <strong>de</strong> Tiro, había proporcionado a<br />

Salomón ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> cedro y <strong>de</strong> ciprés y todo el oro que necesitó." (1 Reyes 9, '11); "Revistió la<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

sala gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> ciprés y la recubrió <strong>de</strong> oro fino, haciendo esculpir en ellas palmas y<br />

ca<strong>de</strong>nillas." (II-Crónicas 3, 5); "Plantaré en el <strong>de</strong>sierto cedros, acacias, arrayanes y olivares.<br />

En la estepa plantaré cipreses, olmos (Viburnos) y alerces". (Isaías 42, 19); "<strong>Tu</strong> casco fue<br />

construido con cipreses <strong>de</strong>l Hermón y, para hacerte un mástil, cortaron un cedro <strong>de</strong>l Líbano."<br />

(Ezequiel 27, 5); "Las vigas <strong>de</strong> nuestra casa son <strong>de</strong> cedro y su techo <strong>de</strong> ciprés" (Cantar 1, 1);<br />

"Cubrió las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la casa al interior con planchas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> cedro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el suelo<br />

hasta las vigas, quedando así todo el interior <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. El suelo lo cubrió con planchas <strong>de</strong><br />

ciprés" (1- Reyes 6, 15); "A la entrada <strong>de</strong>l Lugar Santo puso puertas con postes <strong>de</strong> olivo<br />

silvestre siendo las dos hojas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> ciprés" (1- Reyes 6, 33); "…yo daré cuanto <strong>de</strong>seas<br />

<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> cedro y <strong>de</strong> ciprés. Mis servidores <strong>los</strong> bajarán <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Líbano (monte) hasta el<br />

mar, yo <strong>los</strong> pondré en balsas y <strong>los</strong> llevaré al lugar que me man<strong>de</strong>s" (1- Reyes 5, 9); "Para esto<br />

tuvo que escoger un ciprés o un roble entre <strong>los</strong> árboles <strong>de</strong>l bosque o bien plantó un laurel que<br />

la lluvia hizo crecer" (Isaías 44, 14).<br />

Figuras 84 a 86. Presencia <strong>de</strong>l Ciprés en la pintura y la filatelia. Izquierda: “Chiesa a Cassone”, pintura <strong>de</strong> Gustav<br />

Klimt, don<strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses cobran protagonismo entre las austeras casonas <strong>de</strong> alto ubicadas sobre la pendiente.<br />

Derecha: estampillas <strong>de</strong> Grecia e Italia con Cipreses formando una parte primordial <strong>de</strong>l paisaje turístico e histórico.<br />

El escritor español Ignacio Abella ( 1 ), a partir <strong>de</strong> La Mythologie <strong>de</strong>s Plantes <strong>de</strong> De<br />

Gubernatis, r<strong>eco</strong>pila en su libro La Magia <strong>de</strong> las Plantas que: “Los antiguos pueb<strong>los</strong> iranios<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

veían en la forma <strong>de</strong>l Ciprés, cuya cima puntiaguda se dirige hacia el cielo, el representante<br />

vegetal <strong>de</strong>l fuego regenerador; según el Libro <strong>de</strong> <strong>los</strong> Reyes, el ciprés era el primer árbol <strong>de</strong>l<br />

paraíso iranio. Zaratustra, que lo plantó sobre la tierra, veía en el Ciprés la imagen <strong>de</strong><br />

Ahuramazda mismo; por ello se encontraba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> casi todos <strong>los</strong> temp<strong>los</strong> consagrados al<br />

fuego, en el patio <strong>de</strong>l palacio real y en el centro mismo <strong>de</strong> <strong>los</strong> jardines <strong>de</strong> recreo que intentaban<br />

reproducir, siquiera tímidamente, el recuerdo <strong>de</strong>l paraíso perdido.”<br />

Ya sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mitología, la forestación, la jardinería o el paisajismo, no cabe duda <strong>de</strong><br />

que el Ciprés sigue siendo un elemento <strong>de</strong> interés que nos conecta con la naturaleza y con esas<br />

raíces que <strong>de</strong>bemos recuperar en momentos don<strong>de</strong> el cuidado <strong>de</strong>l ambiente surge como EL tema<br />

actual <strong>de</strong> la humanidad.<br />

2. 1. 9. Hongos en el bosque<br />

En <strong>los</strong> sitios boscosos aún <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló la capa superior <strong>de</strong>l suelo compuesta por un<br />

manto <strong>de</strong> materia orgánica en distinto grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición provee un ambiente i<strong>de</strong>al para<br />

muchas especies <strong>de</strong> hongos. Algunas <strong>de</strong> ellas, incluso, sobreviven también en sitios con menos<br />

cobertura orgánica y hasta sobre la arena expuesta, siempre y cuando existan condiciones<br />

particulares <strong>de</strong> humedad.<br />

Varios tipos <strong>de</strong> hongos son comestibles, aunque es preciso saber que en el lugar existen<br />

también especies con distinto grado <strong>de</strong> toxicidad. Los micólogos Jorge E. Wright<br />

(<strong>de</strong>safortunadamente fallecido) y Edgardo Albertó (uno <strong>de</strong> sus discípu<strong>los</strong>), doctores <strong>de</strong> la<br />

Facultad <strong>de</strong> Ciencias Exactas y Naturales <strong>de</strong> la UBA, son autores <strong>de</strong> la Guía <strong>de</strong> hongos <strong>de</strong> la<br />

región pampeana (Ed. L.O.L.A.), una obra dividida en dos tomos, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>scriben unas<br />

cuantas especies fúngicas presentes en Cariló. Entre estas se <strong>de</strong>stacan, como tóxicas: Lepiota<br />

josserandii, L. cristata; y como comestibles: Tricholoma portentosum y Suillus granulatus.<br />

Para su i<strong>de</strong>ntificación y estudio, <strong>los</strong> hongos suelen dividirse en dos grupos: <strong>los</strong> hongos con<br />

laminillas y <strong>los</strong> hongos sin laminillas. Por otro lado, lo que i<strong>de</strong>ntificamos visualmente como<br />

hongo –que en muchos casos también se <strong>de</strong>nominan “setas”- es sólo el aspecto visible a simple<br />

vista, es <strong>de</strong>cir su cuerpo fructífero o fructificación. Sin embargo, el “cuerpo vegetativo” <strong>de</strong>l<br />

hongo, más <strong>de</strong>sapercibido, consiste <strong>de</strong> un conjunto entramado <strong>de</strong> filamentos o “hifas” llamado<br />

micelio. Este micelio crece en la tierra, la arena o incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>los</strong> árboles,<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

causando en ésta procesos <strong>de</strong> pudrición más o menos extendidos en el tiempo. Así, cada vez que<br />

el “hongo” o cuerpo fructífero sea visible exteriormente, emergiendo <strong>de</strong> una grieta en la corteza<br />

o ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> un árbol o leño caído, es signo <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un entramado interior <strong>de</strong> hifas<br />

que ya ha colonizado la estructura microscópica <strong>de</strong>l hospedante.<br />

Figura 87. Algunos ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> hongos comunes en el suelo arenoso <strong>de</strong>l bosque fotografiados por<br />

el autor. Varios <strong>de</strong> el<strong>los</strong> sólo se encuentran en el sector <strong>de</strong> la Reserva.<br />

Los hongos pue<strong>de</strong>n ser saprófitos, parásitos o micorrícicos. Estos <strong>últimos</strong> son <strong>los</strong> que se<br />

asocian a las raíces <strong>de</strong> las plantas, dando como resultado una simbiosis <strong>de</strong> la cual se ven<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

beneficiados tanto la planta como el hongo. Se estima que este tipo <strong>de</strong> simbiosis está presente en<br />

el 95 % <strong>de</strong> las plantas vasculares superiores, aunque está mejor estudiada en algunas familias,<br />

entre ellas las Pináceas.<br />

El consumo <strong>de</strong> hongos r<strong>eco</strong>lectados en <strong>los</strong> pinares es una tarea habitual para muchos<br />

habitantes <strong>de</strong> la zona. Sin embargo, quienes <strong>de</strong>seen incursionar en esta actividad <strong>de</strong>ben hacerlo<br />

inicialmente junto a una persona con experiencia en el tema y, a<strong>de</strong>más, tener a mano guías <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ntificación como la señalada más arriba, antes <strong>de</strong> consumir alguna especie u ejemplar con<br />

características dudosas. Algunas especies son muy tóxicas, aún cuando se consuma una pequeña<br />

cantidad.<br />

2. 1. 10. Sobre las dunas y las arenas<br />

La localidad <strong>de</strong> Cariló se encuentra establecida sobre acumulaciones <strong>de</strong> arena <strong>de</strong> origen<br />

marítimo comprendidas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la franja <strong>de</strong> dunas <strong>de</strong> la costa bonaerense. Esta franja que se<br />

extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Punta Rasa (Cabo San Antonio) hasta las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Bahía Blanca, posee<br />

un ancho promedio <strong>de</strong> 2 kilómetros y una superficie irregular ondulada, con áreas socavadas y<br />

elevaciones que alcanzan <strong>los</strong> 10 a 12 metros sobre el nivel <strong>de</strong>l mar. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />

técnico, se <strong>de</strong>nominan “dunas” a las elevaciones originadas por el aporte <strong>de</strong> arenas y otras<br />

partículas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mar, mientras que el término “médano” hace referencia particular a <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>pósitos arenosos que se originan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l continente por acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> vientos.<br />

Las dunas no son formaciones fijas; tan pronto como se establecen, empren<strong>de</strong>n un lento<br />

movimiento hacia las tierras interiores. Mientras a<strong>de</strong>lantan, <strong>de</strong>jan libre la costa a la formación <strong>de</strong><br />

nuevas dunas. En su avance, el cual es tanto más rápido cuanto mayor es la duración e<br />

intensidad <strong>de</strong>l viento, las dunas pue<strong>de</strong>n ingresar a <strong>los</strong> campos <strong>de</strong> cultivo y pastoreo, y<br />

<strong>de</strong>positarse sobre edificaciones y obras viales.<br />

La consolidación y fijación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> las arenas que componen este angosto territorio<br />

constituyeron el puntapié inicial para el establecimiento <strong>de</strong> centros poblados en el litoral<br />

marítimo <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Buenos Aires. En Cariló, esta tarea fue cuidadosamente programada<br />

y su éxito pue<strong>de</strong> verificarse hoy a través <strong>de</strong> la belleza paisajística <strong>de</strong>l lugar. Detalles <strong>de</strong> esta<br />

labor, y el nombre y ubicación <strong>de</strong> varios médanos, pue<strong>de</strong>n encontrarse en el valioso libro:<br />

“Cariló: una pasión con historia” <strong>de</strong> Teresa Guerrero.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

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Figura 88. Aspecto <strong>de</strong> la<br />

“cumbre” <strong>de</strong> una duna viva.<br />

Seguido a una copiosa<br />

lluvia, el viento “talla” las<br />

capas superiores aún<br />

ligeramente cohesionadas y<br />

compactadas por el agua.<br />

Se trata <strong>de</strong> un microambiente.<br />

Existen diversas prácticas dirigidas a interrumpir el tránsito <strong>de</strong> las arenas transportadas<br />

por la intensa brisa marina justo en el límite <strong>de</strong> la ribera, <strong>de</strong>limitado este por la línea <strong>de</strong> mareas<br />

máximas absolutas. La formación <strong>de</strong> una “duna litoral “o “antiduna” por medio <strong>de</strong> la<br />

construcción <strong>de</strong> empalizadas con distintos materiales (ramas, paja, etc.) y la implantación <strong>de</strong><br />

vegetales resistentes al ambiente salino imperante asegura, a sotavento <strong>de</strong> la antiduna, el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una vegetación boscosa, una fauna permanente y, por supuesto, el sostenimiento<br />

<strong>de</strong> las diferentes activida<strong>de</strong>s humanas. En realidad, una vez formada la antiduna, las tareas no<br />

cesan jamás en ese sector, pues siempre éste permanecerá expuesto a <strong>los</strong> peligros <strong>de</strong> una<br />

imprevista erosión.<br />

Por lo tanto, el entorno <strong>de</strong> las dunas ofrece innumerables aspectos interesantes y dignos<br />

<strong>de</strong> conocer, que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las características y comportamiento <strong>de</strong> las arenas, hasta las<br />

adaptaciones que han <strong>de</strong>sarrollado muchas especies vegetales para sobrevivir en este ambiente,<br />

como también las estrategias <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos integrantes <strong>de</strong> la fauna. Las arenas <strong>de</strong> la Costa<br />

Atlántica están compuestas principalmente por partículas <strong>de</strong> sílice (cuarzo), con cierta<br />

proporción <strong>de</strong> otros variados minerales como silicatos, carbonatos, etc.; fragmentos <strong>de</strong> las<br />

cubiertas <strong>de</strong> moluscos (caracoles) y otros organismos <strong>de</strong>l mar, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> micro-partículas <strong>de</strong><br />

materia orgánica proveniente <strong>de</strong>l ciclo <strong>eco</strong>lógico <strong>de</strong>l mar, como fragmentos <strong>de</strong> las algas y <strong>de</strong><br />

restos <strong>de</strong> animales (peces, moluscos, crustáceos).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 89 y 90. Depósitos <strong>de</strong> restos <strong>de</strong> moluscos y otros organismos. Aspecto macroscópico <strong>de</strong> la arena <strong>de</strong> las<br />

playas <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> Pinamar.<br />

Esta composición hace <strong>de</strong> la arena un sustrato óptimo para el crecimiento <strong>de</strong> una amplia<br />

variedad <strong>de</strong> plantas, al menos una vez <strong>de</strong>spojada <strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong> las sales solubles. Por lo<br />

tanto, el conjunto <strong>de</strong> minerales y el contenido <strong>de</strong> materia orgánica brindan a <strong>los</strong> vegetales todos<br />

<strong>los</strong> nutrientes necesarios para su crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo, siempre y cuando se procure riego y<br />

protección <strong>de</strong>l viento.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figuras 91 y 92. Bandas <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito<br />

<strong>de</strong> ilmenita en las playas <strong>de</strong> Cariló. A<br />

la <strong>de</strong>recha: <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> las partículas <strong>de</strong>l<br />

mineral <strong>de</strong> hierro y titanio visto con 50<br />

aumentos.<br />

Entre <strong>los</strong> componentes indicados más arriba, es llamativa la presencia <strong>de</strong> partículas <strong>de</strong><br />

“ilmenita”, un mineral oscuro, compuesto principalmente <strong>de</strong> óxido <strong>de</strong> hierro y titanio, muy<br />

abundante en todo el litoral oceánico hasta el extremo sur <strong>de</strong>l país, y que por su cualidad<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

magnética pue<strong>de</strong> ser atraído por un imán. Su fórmula es FeTiO3 y contiene un 36,8 % <strong>de</strong> hierro<br />

y 31,6 % <strong>de</strong> titanio. También pue<strong>de</strong> contener magnesio y manganeso. Su nombre <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> las<br />

Montañas “Ilmen” en Rusia. En canteras y minas se explota para la obtención <strong>de</strong> titanio, <strong>de</strong>l cual<br />

es la mayor mena o fuente mineral.<br />

Este componente <strong>de</strong> las arenas se encuentra tanto en la playa como en las dunas más<br />

interiores, en una proporción que oscila muy aproximadamente entre 0,025 y 0,05 %, y<br />

cualquier persona pue<strong>de</strong> verificar su presencia sólo pasando un imán sobre la superficie <strong>de</strong> la<br />

arena en un sitio poco alterado. Inmediatamente se comprobará que el imán atrae cientos <strong>de</strong><br />

partículas negras –opacas a simple vista, pero con brillo metálico bajo la lupa-, cuya dimensión<br />

varia entre 100 y 300 micrones (0,1 – 0,3 mm).<br />

A simple vista, las partículas <strong>de</strong> ilmenita se r<strong>eco</strong>nocen porque en la zona don<strong>de</strong> se<br />

<strong>de</strong>positan o <strong>de</strong>cantan con mayor <strong>de</strong>nsidad otorgan a la arena una coloración oscura,<br />

conformando <strong>de</strong>pósitos homogéneamente distribuidos o bien vetas o estrías. Cada vez que una<br />

ola retroce<strong>de</strong> se verán claramente estos <strong>de</strong>pósitos. Resulta interesante para aplicar esta<br />

peculiaridad en trabajos prácticos con escolares, a campo y en laboratorio, a fin <strong>de</strong> incentivar en<br />

<strong>los</strong> jóvenes el conocimiento <strong>de</strong> nuestro ambiente y <strong>los</strong> lazos que mantenemos con la naturaleza.<br />

Figuras 93, 94 y 95. Ejemplo práctico que muestra cómo un imán atrae las partículas <strong>de</strong> ilmenita contenidas en<br />

bajo porcentaje en las arenas locales.<br />

Pero no todas las playas <strong>de</strong> la Costa Atlántica <strong>de</strong> la Argentina están compuestas por<br />

arenas finas. En la región patagónica, en las provincias <strong>de</strong> Río Negro, Chubut, Santa Cruz y<br />

Tierra <strong>de</strong>l Fuego, predominan las playas constituidas por piedras o grava <strong>de</strong> distinta naturaleza.<br />

Por ejemplo, en una gran parte <strong>de</strong>l litoral <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>l Chubut, entre Punta Tombo –don<strong>de</strong><br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

se encuentra la Reserva Natural-, el bello Cabo Raso e incluso Bahía Camarones, es posible<br />

hallar en las playas una sorpren<strong>de</strong>nte y atractiva variedad en cuanto a colores, matices y<br />

tamaños, en las piedras que conforman las playas a lo largo <strong>de</strong> cientos <strong>de</strong> kilómetros, que<br />

pue<strong>de</strong>n medir entre pocos milímetros y 4 cm <strong>de</strong> longitud.<br />

2. 1. 11. La vegetación costera<br />

Los Tamariscos (Tamarix gallica y Tamarix africana - familia Tamaricáceas)<br />

constituyen la principal herramienta agronómica <strong>de</strong>stinada a mantener en buenas condiciones la<br />

ribera marítima, asegurando así un ambiente apropiado hacia el interior. Se trata <strong>de</strong> arbustos<br />

muy ramificados cuyas pequeñas hojas con forma <strong>de</strong> escama se hallan muy apretadas contra el<br />

tallo, r<strong>eco</strong>rdando en cierto modo el follaje <strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses, incluso por la semejanza <strong>de</strong> su aroma.<br />

Figuras 96, 97 y 98. Aspecto general <strong>de</strong> <strong>los</strong> Tamariscos en la playa y <strong>de</strong>talles morfológicos: inflorescencias<br />

blanquecinas (izquierda) y follaje compuesto por pequeñas hojitas escuamiformes adosadas al tallo.<br />

Los Tamarix son originarios <strong>de</strong> las regiones mediterráneas <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Europa y norte <strong>de</strong><br />

África. Algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> nombres árabes <strong>de</strong>l Tamarisco son: Ethel, Tarfa, Tarfaya y Thaya. Sus<br />

flores blanco-rosadas aparecen en verano, agrupadas en racimos. Los frutos capsulares son muy<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

pequeños y contienen semillas diminutas con un mechón <strong>de</strong> pe<strong>los</strong> en el extremo. Se reproducen<br />

por medio <strong>de</strong> semillas o por multiplicación por gajos o varillas tomados en el mes <strong>de</strong> marzo.<br />

Los tamariscos poseen propieda<strong>de</strong>s aún no superadas por otros arbustos en las tareas <strong>de</strong><br />

fijación, aunque su correcta utilización <strong>de</strong>be estar en manos <strong>de</strong> expertos, ya que un ina<strong>de</strong>cuado<br />

manejo sobre la duna pue<strong>de</strong> ocasionar dificulta<strong>de</strong>s insospechadas. Gran parte <strong>de</strong> la extensión <strong>de</strong><br />

dunas litorales atlánticas cuenta hoy con una barrera <strong>de</strong> tamariscos aún intacta implantada hace<br />

varias décadas. No obstante, en ciertos sectores se ha producido, ya sea por irresponsabilidad o<br />

por <strong>de</strong>sacato a las normas ambientales o <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namiento urbano, la eliminación parcial o total<br />

<strong>de</strong> la misma. Cabe <strong>de</strong>stacar que estas plantas soportan tanto la sequía y la salinidad como<br />

también la anegación prolongada <strong>de</strong>l suelo y, por tal motivo, es posible hallar tamariscos<br />

también en terraplenes <strong>de</strong> ferrocarril, banquinas <strong>de</strong> caminos y en las orillas <strong>de</strong> arroyos, ríos y<br />

lagunas, incluso en ambientes hostiles como la estepa patagónica. El nombre “Tamarisco” no<br />

<strong>de</strong>be confundirse con el <strong>de</strong> “Tamarindo”, referido este último a un árbol tropical <strong>de</strong> fruto<br />

comestible <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> las Leguminosas.<br />

Figura 99. Vista parcial <strong>de</strong> una laguna transitoria formada como producto <strong>de</strong>l aporte <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l mar durante<br />

ciertas crecidas, propias <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> playa limítrofe entre <strong>los</strong> Partidos <strong>de</strong> Pinamar y Villa Gesell. Estos espejos <strong>de</strong><br />

agua atraen a varias especies <strong>de</strong> aves acuáticas que recurren al sitio ante una oferta inusual <strong>de</strong> alimento. El mar<br />

pue<strong>de</strong> visualizarse sobre el horizonte, al fondo <strong>de</strong> la imagen.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Una especie pionera en la consolidación <strong>de</strong> las arenas que acompaña a <strong>los</strong> Tamariscos es<br />

la Ammophila arenaria, una resistente gramínea que se caracteriza por ser inmune a la acción <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> vientos marinos cargados con elementos abrasivos y salitrosos. En este sentido se <strong>de</strong>staca<br />

también el Espartillo (Spartina coartacta). Sus fuertes tal<strong>los</strong> subterráneos colonizan rápidamente<br />

la superficie a su alre<strong>de</strong>dor y constituyen un tramado muy efectivo para impedir el movimiento<br />

<strong>de</strong> la arena. Del mismo modo, la Garra <strong>de</strong> león (Carpobrotus –Mesembrianthemum- edulis)<br />

ayuda a fijar las arenas con sus tal<strong>los</strong> rastreros provistos raíces en <strong>los</strong> nudos. En esta especie es<br />

llamativa la capacidad <strong>de</strong> retención <strong>de</strong> agua en <strong>los</strong> tejidos, especialmente en <strong>los</strong> frutos, cuyas<br />

semillas pequeñas están inmersas en un peculiar líquido mucilaginoso que evita su<br />

<strong>de</strong>shidratación. A<strong>de</strong>más, durante la primavera esta planta suculenta nos regala una espectacular<br />

floración color rosa o crema. Completan el elenco <strong>de</strong> esta primera línea <strong>de</strong> vegetación la<br />

Margarita <strong>de</strong> las dunas (Senecio crassiflorus) y Cakile marítima, flores blancas y pariente<br />

naturalizado <strong>de</strong> <strong>los</strong> Alelíes.<br />

Otros árboles y arbustos como las acacias (Acacia longifolia y Acacia melanoxylon) y el<br />

Transparente (Myoporum laetum) componen la segunda línea <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la playa hacia el<br />

interior y preparan el terreno para el establecimiento <strong>de</strong> especies <strong>de</strong>finitivas como <strong>los</strong> pinos,<br />

cipreses, álamos, eucaliptos y toda una variedad <strong>de</strong> árboles y arbustos que conforman la<br />

fisonomía típica <strong>de</strong> Cariló.<br />

Figuras 100 y 101. Aspecto general <strong>de</strong> la planta y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la flor <strong>de</strong> la Garra <strong>de</strong> León (Carpobrotus edulis).<br />

Mientras el cordón <strong>de</strong> Tamariscos está casi intacto en localida<strong>de</strong>s como Valeria <strong>de</strong>l Mar<br />

y mo<strong>de</strong>radamente modificado en Cariló, en ciertos sectores <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong> Osten<strong>de</strong> las<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

construcciones junto a la playa han ocasionado, en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> 15 años, notables brechas en la<br />

barrera natural <strong>de</strong> arena que permiten el ingreso <strong>de</strong> la brisa marina salina, perjudicando así la<br />

vegetación y las edificaciones adyacentes. Por contraste, el aspecto actual <strong>de</strong> esos sitios no<br />

resulta más agradable que antes, sino más caótico y <strong>de</strong>mostrativo <strong>de</strong> la prepon<strong>de</strong>rancia –muchas<br />

veces mercantil- <strong>de</strong> las extrañas metas inmobiliario-arquitectónicas. Así, el armonioso paisaje<br />

anterior es paulatinamente reemplazado por una mezcla <strong>de</strong> balnearios, playones para vehícu<strong>los</strong> y<br />

alojamientos turísticos con distinto estilo, y sin vegetación asociada. En Cariló, ciertos sectores<br />

<strong>de</strong> las dunas fueron reemplazados por estacionamientos, resultando en importantes brechas en la<br />

arena (apreciables por ejemplo en fotografías <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el aire) cuya repetición podría modificar<br />

para siempre la interfaz entre el bosque y la playa.<br />

Por lo tanto, es necesario reivindicar el valor <strong>de</strong> <strong>los</strong> Tamariscos y otras especies <strong>de</strong> las<br />

dunas, cuyo silencioso aporte durante todo el año integra el complejo <strong>eco</strong>sistema local. Sólo una<br />

continua vigilancia <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> las dunas litorales y la reparación inmediata <strong>de</strong> pequeños focos<br />

erosivos asegurará el mantenimiento <strong>de</strong>l aspecto original <strong>de</strong> estos espacios naturales y<br />

recreativos típicos <strong>de</strong> nuestra costa atlántica. Frente a las ten<strong>de</strong>ncias actuales en lo referente al<br />

turismo, a la utilización <strong>de</strong> tierras y el respeto a la naturaleza, esta tarea constituye uno <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>safíos más significativos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> la conservación y la <strong>eco</strong>logía.<br />

2. 1. 12. La flora autóctona <strong>de</strong> las dunas<br />

El ya referido cordón <strong>de</strong> dunas que se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Punta Rasa, en el Cabo San<br />

Antonio, a lo largo <strong>de</strong> la Costa Atlántica <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires y hasta las<br />

proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Bahía Blanca, ha servido <strong>de</strong> base para el asentamiento <strong>de</strong> numerosas ciuda<strong>de</strong>s<br />

sustentadas principalmente sobre la actividad turística. Entre estos centros poblados, don<strong>de</strong> las<br />

urbanizaciones aún no han alcanzado a confluir entre sí, especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Punta Médanos<br />

hacia el sur, el sistema <strong>de</strong> dunas permanece aún exhibiendo una buena parte <strong>de</strong> su dinámica<br />

particular. Aunque esta extensa franja consiste en <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> arena <strong>de</strong> origen marítimo, con un<br />

ancho promedio <strong>de</strong> sólo dos kilómetros, constituye una unidad fitogeográfica que posee una<br />

flora y fauna características. Generalmente, <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> relictos <strong>de</strong> la vegetación original <strong>de</strong><br />

estos parajes persisten en <strong>los</strong> bajos inter-dunares y en la transición entre las dunas y el pastizal<br />

pampeano.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Aunque una vez fijados, estos <strong>de</strong>pósitos arenosos son aptos para su posterior forestación<br />

y urbanización, <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rar y fomentar la necesidad en el mediano y largo plazo, se<br />

consoli<strong>de</strong> una postergada red local <strong>de</strong> superficies protegidas, tanto oficiales como privadas,<br />

representativas <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>eco</strong>sistemas <strong>de</strong> la zona. La presencia <strong>de</strong> sectores medanosos <strong>intactos</strong> cobra<br />

también una significativa importancia para asegurar una regular incorporación <strong>de</strong> agua a las<br />

napas subterráneas y su consecuente disponibilidad para la población y sus activida<strong>de</strong>s. En tal<br />

sentido, iniciativas turístico-conservacionistas como la Reserva Municipal <strong>de</strong>l Faro Querandí, en<br />

Villa Gesell constituyen ejemp<strong>los</strong> -no muy comunes en la actualidad- <strong>de</strong> acciones acertadas en<br />

beneficio <strong>de</strong> la comunidad y la naturaleza circundante. Aunque su plan <strong>de</strong> manejo pueda estar<br />

medianamente implementado, esta Reserva creada en 1996 posee 21 kilómetros <strong>de</strong> frente<br />

marítimo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Mar Azul hasta el Partido <strong>de</strong> Mar Chiquita, y una superficie <strong>de</strong> 5.757 has.<br />

Des<strong>de</strong> luego, <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> y dunas <strong>de</strong> Cariló, una vez efectivamente protegidos por ley u<br />

or<strong>de</strong>nanza –o en tal caso adicionados al Paisaje Protegido ya existente-, podrían vincularse a un<br />

circuito regional <strong>de</strong> áreas protegidas.<br />

El grupo <strong>de</strong> plantas nativas <strong>de</strong> las dunas suma alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 80 especies y la mayoría<br />

posee adaptaciones estructurales que les permite prosperar en un ambiente salino, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> vientos erosivos marítimos y soportar períodos prolongados <strong>de</strong> sequía. Muchas <strong>de</strong> estas<br />

plantas son netamente “psamófilas”, es <strong>de</strong>cir, amigas <strong>de</strong> la arena. La distribución <strong>de</strong> las especies<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> factores tales como la distancia al mar, la exposición cardinal, la altura y el estado<br />

<strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong> la duna y la profundidad a la que se encuentra la napa freática.<br />

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Figura 102. Bajos inter-dunares<br />

(inter-medanosos) cercanos a la<br />

costa, don<strong>de</strong> sobrevive una<br />

comunidad vegetal <strong>de</strong> especies<br />

halófitas, y organismo animales<br />

(invertebrados) adaptados también a<br />

<strong>los</strong> períodos transitorios <strong>de</strong><br />

inundación. El frente <strong>de</strong> la duna viva<br />

modifica su posición gradualmente,<br />

pero el <strong>eco</strong>sistema sobrevive a esta<br />

dinámica. Sin embargo, las<br />

activida<strong>de</strong>s antrópicas son capaces<br />

<strong>de</strong> alterar profundamente la<br />

fisonomía <strong>de</strong> estos sitios don<strong>de</strong> aún<br />

existen muestras <strong>de</strong> una naturaleza<br />

prístina.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

En las dunas vivas es posible hallar pastos resistentes y rizomatosos como el <strong>Tu</strong>pe<br />

(Panicum racemosum) y el Espartillo (Spartina ciliata), que con sus sistemas <strong>de</strong> raíces y tal<strong>los</strong><br />

subterráneos ayudan a consolidar la arena. Estas gramíneas están acompañadas por la atractiva<br />

Cineraria o Margarita <strong>de</strong> las dunas” (Senecio crassiflorus); la Calicera (Calycera crassifolia);<br />

Polygala cyparissias, con sus tal<strong>los</strong> semejantes a <strong>los</strong> <strong>de</strong> una conífera y la Redondilla <strong>de</strong> agua<br />

(Hydrocotyle bonariensis). En las <strong>de</strong>presiones intermedanosas –zonas bajas entre duna y duna-,<br />

don<strong>de</strong> generalmente se concentra la humedad y la materia orgánica, es posible observar<br />

verda<strong>de</strong>ros oasis con vegetación herbácea e incluso arbustiva. Los Juncos dorados<br />

(Androtrychun montevi<strong>de</strong>nse); el Suncho negro (Tessaria absinthioi<strong>de</strong>s) y la Corta<strong>de</strong>ra<br />

(Corta<strong>de</strong>ria selloana) li<strong>de</strong>ran una comunidad típica, en la cual están acompañados por otras<br />

hierbas como las gramíneas Cola <strong>de</strong> liebre (Botriochloa laguroi<strong>de</strong>s), el Pasto baqueta<br />

(Sporobolus rigens) y Poa lanuginosa; la leguminosa rastrera A<strong>de</strong>smia incana; la vistosa Flor <strong>de</strong><br />

la oración (Oenothera mollisssima); la ocasional y primitiva Cola <strong>de</strong> caballo” (Equisetum<br />

giganteum); la olorosa Altamisa que forma manchones <strong>de</strong>nsos (Ambrosia tenuifolia); la Marcela<br />

(Achyrocline satureioi<strong>de</strong>s) y la Chilca plateada (Baccharis notosergila), ésta última semejante a<br />

una escoba y <strong>de</strong> hábitos gregarios.<br />

Figuras 103 a 107. Algunas <strong>de</strong> las Gramíneas y otras Monocotiledóneas graminoi<strong>de</strong>s presentes en las dunas semifijadas<br />

o no fijadas que aún subsisten entre Cariló y Villa Gesell, y en sectores <strong>de</strong> Pinamar y Montecarlo. Espartillo<br />

(Spartina ciliata (coartacta)); inflorescencia <strong>de</strong> una Gramínea <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación aún no confirmada (centro-arriba);<br />

<strong>Tu</strong>pe (Panicum racemosum) (<strong>de</strong>recha); Androtrychum montevi<strong>de</strong>nse (izquierda-abajo) y Cola <strong>de</strong> zorro (Lagurus<br />

ovatus).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Los hongos, líquenes y musgos son también abundantes. Estos manchones ver<strong>de</strong>s son<br />

frecuentados por una lagartija endémica amenazada (Liolaemus aff. multimaculatus) y la<br />

importancia <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos para la fauna local es indiscutida.<br />

Los sectores más bajos, periódicamente anegables, presentan a<strong>de</strong>más, unas cuantas<br />

especies palustres como la Totora (Typha latifolia), Ciperáceas como (Heleocharis<br />

montevi<strong>de</strong>nsis) y la Paja brava (Scirpus giganteus), y la Carda o falso caraguatá (Eryngium<br />

spp.). Si el suelo es muy salino aparece el Junco (Juncus acutus var. leopoldii), con hojas ver<strong>de</strong><br />

oscuro sumamente punzantes formando matas muy robustas.<br />

La presencia ocasional <strong>de</strong> la orquí<strong>de</strong>a terrestre Habenaria burkartiana, cuyas flores en<br />

racimo son <strong>de</strong> color blanco-verdoso, constituye una curiosidad botánica. También aparece<br />

ocasionalmente y como relicto la ya citada Buddleja thyrsoi<strong>de</strong>s (Bludlejáeas). También aparece<br />

aquí formando matas rastreras la Yerba <strong>de</strong> la perdiz (Margyricarpus pinnatus), cuyo nombre<br />

genérico alu<strong>de</strong> al aspecto <strong>de</strong> perla <strong>de</strong> sus frutos (margaros = perla; carpon = fruto). Recientes<br />

estudios bioquímicos <strong>de</strong> <strong>los</strong> contenidos <strong>de</strong> esta planta mostraron la presencia <strong>de</strong> principios<br />

antivirales.<br />

Figura 108. Población<br />

relictual <strong>de</strong> Brusquilla<br />

(Colletia spinosissima), <strong>de</strong> la<br />

familia Rhamnáceas, situada<br />

en las dunas que aún<br />

mantienen una buena<br />

proporción <strong>de</strong> su flora<br />

autóctona, entre Cariló y el<br />

Partido <strong>de</strong> Villa Gesell.<br />

La Brusquilla (Colletia spinosissima) es un arbusto con tal<strong>los</strong> ver<strong>de</strong>s espinosos que<br />

forma colonias muy <strong>de</strong>nsas. Si bien es esporádica en las dunas hacia el sur <strong>de</strong> Villa Gesell, una<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

población aparentemente relictual e intacta se halla muy cerca <strong>de</strong> Cariló, más allá <strong>de</strong>l límite <strong>de</strong><br />

la Reserva. Otro arbusto que alcanza <strong>los</strong> dos metros <strong>de</strong> altura, correspondiente a un miembro<br />

aún no i<strong>de</strong>ntificado <strong>de</strong>l género Baccharis –afín a Baccharis tandilensis-, constituye la especie<br />

leñosa nativa que se halla actualmente más cerca <strong>de</strong>l mar en esta zona. En Cariló posiblemente<br />

existan en total unos 50 ejemplares en total. Sus pequeñas hojas <strong>de</strong>ntadas son <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong><br />

esmeralda y la corteza grisácea posee finas fisuras.<br />

Pero no toda la flora existente en estos sectores es nativa; distintas plantas introducidas<br />

se encuentran perfectamente adaptadas a estas condiciones y, por lo tanto, se propagan<br />

espontáneamente, conviven e interaccionan con las especies autóctonas, tanto plantas como<br />

animales. Entre las más comunes se hallan el Trébol blanco (Trifolium repens); el Trébol <strong>de</strong> olor<br />

blanco (Melilotus albus), planta predilecta <strong>de</strong>l “caracol miel” (Otala lactea); la Lupulina<br />

(Medicago lupulina); Centaurium pulchellum, <strong>de</strong> llamativas y diminutas flores color rosa; la<br />

compuesta Crepis setosa, <strong>de</strong> capítu<strong>los</strong> amaril<strong>los</strong> y el pasto <strong>de</strong> hojas profusas y filiformes<br />

Ehrharta vil<strong>los</strong>a, originario <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> África.<br />

Figuras 109 a 114. Flores <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> las especies típicas <strong>de</strong> las dunas <strong>de</strong> Cariló –tan solo una muestra-. De<br />

izquierda a <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong> arriba a abajo: Centaurium pulchellum (naturalizada); Oxypetalum solanoi<strong>de</strong>s; Noticastrum<br />

diffusum; Oenothera mollissima; Cakile maritima (naturalizada); Senecio crassiflorus (Margarita <strong>de</strong> las dunas).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

2. 1. 13. Una breve r<strong>eco</strong>rrida por la naturaleza <strong>de</strong> las playas<br />

La minimización <strong>de</strong> <strong>los</strong> impactos sobre la costa no pue<strong>de</strong> quedar afuera <strong>de</strong> las<br />

consi<strong>de</strong>raciones sobre preservación <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> Cariló y el resto <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> Pinamar.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l usual aprovechamiento turístico, las playas siguen siendo el hábitat <strong>de</strong> numerosas<br />

especies animales. De algunas <strong>de</strong> ellas nos es posible observar sólo ciertos aspectos o<br />

evi<strong>de</strong>ncias, pero sólo su profundo conocimiento nos permitirá preservar esos <strong>de</strong>licados<br />

eslabones <strong>de</strong> la vida local. Varias especies <strong>de</strong> aves playeras se dan cita en las anchas playas <strong>de</strong>l<br />

frente marítimo <strong>de</strong> la Reserva, don<strong>de</strong> como ya se señaló previamente suelen formarse <strong>de</strong>pósitos<br />

transitorios <strong>de</strong> agua a unos 200 a 250 m <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> marea. Aquí, la libre circulación con<br />

vehícu<strong>los</strong> todoterreno, motos y cuatricic<strong>los</strong> convierte el territorio en un <strong>de</strong>gradante escenario.<br />

Figuras 115 a 118. Cuatro <strong>de</strong> <strong>los</strong> variados escenarios naturales que conforman la <strong>eco</strong>logía <strong>de</strong> las playas. Las<br />

crecidas extraordinarias originan notables cambios en la topografía <strong>de</strong> la costa, ocasionando el traslado <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />

cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arena en cortos lapsos <strong>de</strong> tiempo, con escalones, lagunas temporarias y <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> material<br />

arrastrado por el mar. Más hacia el interior, es posible observar el <strong>de</strong>licado límite entre las dunas vivas y <strong>los</strong> bajos<br />

con vegetación casi permanente, aún cerca <strong>de</strong>l mar. El paisaje <strong>de</strong> las dunas no forestadas permite divisar el mar<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> al menos 2.700 m <strong>de</strong> distancia (<strong>de</strong>recha-abajo).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 119 y 120. Ostreros (Haematopus palliatus) <strong>de</strong> cara al viento y una Gaviota capucha café (Larus<br />

maculipenis), dos <strong>de</strong> <strong>los</strong> habitantes comunes <strong>de</strong> las playas <strong>de</strong> Cariló.<br />

Toda medida tendiente a regular el crecimiento <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s humanas sobre las<br />

localida<strong>de</strong>s turísticas asentadas sobre el cordón <strong>de</strong> dunas contribuirá a preservar <strong>los</strong> valores<br />

ambientales y, a causa <strong>de</strong> un lógico efecto cíclico, también resguardará <strong>los</strong> propios motivos<br />

como <strong>de</strong>stino turístico <strong>de</strong> cada sitio. Ya son numerosos <strong>los</strong> informes multidisciplinarios,<br />

monografías, tesis y artícu<strong>los</strong> que abordan la problemática <strong>de</strong> la alteración <strong>de</strong> las costas <strong>de</strong>l<br />

litoral marítimo bonaerense. Ejemplo <strong>de</strong> el<strong>los</strong> son el libro: “Conozcamos nuestro lugar” <strong>de</strong> la<br />

Fundación Ecológica Pinamar (2005); la monografía “Las urbanizaciones turísticas <strong>de</strong>l litoral<br />

como escenario <strong>de</strong> riesgo. La remo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong>l frente costero <strong>de</strong> Villa Gesell (Argentina)”, <strong>de</strong><br />

G. Benseny (2008) Párrafos geográficos, Vol. 7, Número especial, 33 pág. ó el Manual: “Dunas<br />

costeras <strong>de</strong> la Pampa Austral. Biodiversidad, <strong>eco</strong>logía y conservación”, <strong>de</strong> Celsi, C; Mac-Lean,<br />

H.D.; Yezzi, A. y Triches, M. (2010). Ediciones <strong>de</strong> la Fund. Félix <strong>de</strong> Azara, entre muchos<br />

informes <strong>eco</strong>lógicos <strong>de</strong> las ONGs <strong>de</strong> Cariló y sus alre<strong>de</strong>dores.<br />

En el or<strong>de</strong>n local existen varios informes técnicos en distintas disciplinas, especialmente<br />

solicitados por las ONGs ambientales, como la Fundación Cariló o la Sociedad <strong>de</strong> Fomento<br />

Cariló, trabajos que han permitido a lo largo <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> 10 años conocer <strong>de</strong>talles <strong>de</strong>scriptivos<br />

y funcionales que ratifican <strong>los</strong> signos <strong>de</strong> no-sustentabilidad que ya exhibe Cariló como resultado<br />

<strong>de</strong> su vertiginoso crecimiento.<br />

A<strong>de</strong>más, en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> años se han sumado estudios muy <strong>de</strong>tallados sobre la dinámica<br />

<strong>de</strong> las costas frente a <strong>los</strong> fenómenos meteorológicos vinculados al mar (crecidas extraordinarias,<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

su<strong>de</strong>stadas, etc.), todo lo cual conduce a conocer y confirmar el <strong>de</strong>licado equilibrio que subyace<br />

en estos enclaves en <strong>los</strong> que se conjugan la naturaleza <strong>de</strong>l mar con la <strong>de</strong> las pampas.<br />

Figuras 121 y 122. Sector <strong>de</strong> las anchas playas <strong>de</strong> Cariló, cerca <strong>de</strong>l límite <strong>de</strong> Pinamar con Villa Gesell. Derecha: <strong>de</strong><br />

talle <strong>de</strong> un “escalón” <strong>de</strong> unos 50 cm <strong>de</strong> altura en la playa, resultante <strong>de</strong> una crecida extraordinaria en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong><br />

años.<br />

Aunque para el turista sólo ocasionalmente pue<strong>de</strong>n ser observadas vivas, las distintas<br />

especies <strong>de</strong> caracoles marinos se <strong>de</strong>spliegan en Cariló y <strong>los</strong> alre<strong>de</strong>dores a través <strong>de</strong> sus conchas,<br />

a menudo <strong>de</strong>positadas en largos bancos longitudinales a la costa. Pero vale la pena tener en<br />

cuenta a estos organismos, pues su dinámica poblacional es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> indicadores <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

cambios <strong>de</strong> hábitat que, en gran parte, se producen por las activida<strong>de</strong>s humanas.<br />

Una <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> caracoles es el “Caracol negro” o Voluta negra” (A<strong>de</strong>lomelon<br />

brasiliana) <strong>de</strong> la familia Volutidae, <strong>de</strong>l cual hemos registrado una mortandad en el año 2006,<br />

ocasión en la que se pudo constatar un fenómeno particular. Se trata <strong>de</strong> la asociación <strong>de</strong>l<br />

molusco con otro organismo que se adhiere a la superficie <strong>de</strong> la cubierta, posiblemente la<br />

Anémona Antholoba achates, un macro-invertebrado que, según algunos estudios científicos,<br />

pue<strong>de</strong> influir negativamente sobre la vida <strong>de</strong>l caracol. En la zona <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong>l Plata se ha<br />

observado a la misma anémona asociada al “Cangrejo araña” (Libinia spinosa) (Luzzato y<br />

Pastorino, 2003; Arrighetti et al., 2008). En otra ocasión, más recientemente, se ha observado en la<br />

playa <strong>de</strong> Cariló cómo <strong>los</strong> caracoles pue<strong>de</strong>n ser el hábitat <strong>de</strong> algunas especies <strong>de</strong> pulpo, incluso<br />

con sus crías.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 123 a 125. Arriba: Vista general <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> Caracoles negros arrastrados hacia las playas <strong>de</strong>l Partido<br />

<strong>de</strong> Pinamar. Izquierda: Aparición en 2006 <strong>de</strong> cientos <strong>de</strong> ejemplares <strong>de</strong> A<strong>de</strong>lomelon brasiliana mostrando adheridos<br />

en su superficie una o más anémonas, posiblemente <strong>de</strong> la especie Antholoba achates. Derecha: un pulpo aprovecha<br />

la cavidad <strong>de</strong> la cubierta <strong>de</strong> la misma especie <strong>de</strong> molusco, como refugio propio y <strong>de</strong> sus crías. Una vez arribados a<br />

las playas, no obstante, su supervivencia se verá afectada por la presencia humana, que se suma a la posibilidad <strong>de</strong><br />

ser ingeridos por algún ave marina.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la conocida Almeja amarilla (Meso<strong>de</strong>sma mactroi<strong>de</strong>s), tan escasa en la<br />

actualidad <strong>de</strong>bido a la sobre-explotación con motivos gastronómicos durante <strong>los</strong> años ´60, ’70 y<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

‘80, es posible r<strong>eco</strong>nocer una docena <strong>de</strong> caracoles más comunes entre <strong>los</strong> que se encuentran <strong>los</strong><br />

gasterópodos y <strong>los</strong> bivalvos. Claro que es poco frecuente hallar<strong>los</strong> vivos en la playa, frente a lo<br />

cual sus valvas son sólo un indicador <strong>de</strong>l espécimen vivo.<br />

Figuras 126 y 127. Otras 10 especies <strong>de</strong> moluscos que pue<strong>de</strong>n ser observados en la playa <strong>de</strong> Cariló –el menos sus<br />

<strong>los</strong> restos <strong>de</strong> sus caparazones o valvas- (<strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha – arriba hacia abajo: Almeja amarilla (Meso<strong>de</strong>sma<br />

mactroi<strong>de</strong>s); Vieira <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación no confirmada (afín a Chlamys?); especie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación no confirmada<br />

(afín a Tivela?); especie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación no confirmada (afín a la Ostra gruesa Podo<strong>de</strong>smus?); Nasa <strong>de</strong> collar<br />

(Buccinanops moniliferum); otra especie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación no confirmada (afín a la Ostra gruesa Podo<strong>de</strong>smus?);<br />

Oliva inflada (Olivancillaria <strong>de</strong>shayesiana); Almeja púrpura (Amiantis purpurata); Berberecho austral (Donax<br />

hanleyanus) y Almendra <strong>de</strong> mar (Glycimeris longior). Derecha: numerosas variantes <strong>de</strong>l aspecto exterior <strong>de</strong> las<br />

valvas <strong>de</strong> la Almendra <strong>de</strong> mar, halladas entre Mar <strong>de</strong> Osten<strong>de</strong>, Valeria <strong>de</strong>l y Cariló (<strong>de</strong> la colección particular <strong>de</strong>l<br />

autor).<br />

2. 1. 14. Sobre el pequeño mundo <strong>de</strong> <strong>los</strong> líquenes, musgos, insectos y otros invertebrados<br />

Aunque el componente mayormente visible <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>bosques</strong>, como exponentes<br />

sobresalientes <strong>de</strong>l entorno, sean las distintas clases <strong>de</strong> árboles, a menudo, una variedad <strong>de</strong><br />

organismos más inconspicuos pasa <strong>de</strong>sapercibida para el ojo <strong>de</strong>l observador, ya sea por su<br />

tamaño, por su particularidad morfológica, o bien por su localización específica. Entre esta<br />

categoría <strong>de</strong> vegetales y animales se encuentran <strong>los</strong> musgos, líquenes, pequeños insectos y otros<br />

invertebrados, a<strong>de</strong>más <strong>los</strong> ya oportunamente señalados hongos, que en la Reserva Cariló se<br />

encuentra en una notable diversidad.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 128 a 132. Vista parcial <strong>de</strong> la “Planicie <strong>de</strong> <strong>los</strong> líquenes” y <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> estos<br />

organismos que consisten en una asociación simbiótica entre hongos y algas.<br />

Los musgos y algunos líquenes son propios <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> sectores que, al menos durante<br />

ciertos períodos, tiene lugar la conformación <strong>de</strong> micro-ambientes con a<strong>de</strong>cuada humedad. Estos<br />

organismos se <strong>de</strong>spliegan con toda su turgencia y vivacidad luego <strong>de</strong> las lluvias, o durante las<br />

usuales y prolongadas series <strong>de</strong> jornadas nubladas <strong>de</strong> invierno, bajo el cobijo <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinares más<br />

antiguos. Aunque las especies <strong>de</strong> musgos, líquenes y algas terrestres <strong>de</strong> Cariló no han sido aún<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

i<strong>de</strong>ntificadas en <strong>de</strong>talle por el autor, algunas imágenes pue<strong>de</strong>n dar una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l aspecto <strong>de</strong> estos<br />

organismos que conforman <strong>de</strong>lgados estratos sobre superficies con materia orgánica, tales como<br />

las pequeñas cubetas húmedas entre las dunas, y sobre viejos troncos caídos y en<br />

<strong>de</strong>scomposición.<br />

Figuras 133 a 136. En el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>los</strong> viejos troncos caídos interviene una<br />

multitud <strong>de</strong> organismos. Hongos, algas, líquenes y musgos colonizan <strong>los</strong> troncos conformando verda<strong>de</strong>ros “jardines<br />

en miniatura”. A este proceso se suma también la actividad <strong>de</strong> pequeños invertebrados, tales como lombrices,<br />

escarabajos, bichos bolita (Armadillidium vulgare), <strong>de</strong>rmápteros, ciempiés, y muchos más. Así, las sustancias<br />

hidrocarbonadas y nutrientes minerales contenidos en la ma<strong>de</strong>ra y la corteza retornan a la arena para constituir el<br />

componente orgánico <strong>de</strong> la capa superior. Las imágenes muestran, <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha, en la fila superior: un<br />

pino prácticamente entero, <strong>de</strong>rribado presuntamente por causa natural (tormenta, pudriciones en la base), cuya<br />

estructura ha quedado intacta y en contacto con el suelo; otro tronco que yace sobre el suelo un período mayor, tal<br />

vez 10 años, colonizado casi por completo líquenes, musgos y hongos; Algunos trozos permanecen largos años y<br />

sobre su superficie aún no disgregada es posible i<strong>de</strong>ntificar varias especies; líquenes <strong>de</strong> “trompeta”; <strong>de</strong>talle <strong>de</strong><br />

acercamiento don<strong>de</strong> se observan al menos dos especies <strong>de</strong> musgos <strong>de</strong> pocos milímetros <strong>de</strong> altura (Briófitas).<br />

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Los líquenes filiformes <strong>de</strong>l género Usnea muestran mayor <strong>de</strong>sarrollo en algunos sitios<br />

<strong>de</strong>l bosque. En la Reserva alcanzan su máximo exponente en el enclave <strong>de</strong>nominado “Planicie<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> líquenes”, casi en el corazón geográfico <strong>de</strong> la misma. A<strong>de</strong>más, existen otros tipos <strong>de</strong><br />

líquenes <strong>de</strong> menor <strong>de</strong>sarrollo en tamaño, como <strong>los</strong> “foliosos” o “crustáceos”.<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la avifauna, varias especies <strong>de</strong> aves, especialmente el Zorzal<br />

colorado se dan cita en <strong>los</strong> bajos húmedos registrando y escarbando en busca <strong>de</strong> insectos, granos<br />

y bayas para su alimentación. En estos ambientes la materia orgánica en combinación con la<br />

capa superior <strong>de</strong> arena forma un estrato <strong>de</strong> color café, cuyo espesor varía según la cantidad <strong>de</strong><br />

biomasa proveniente <strong>de</strong> las acículas <strong>de</strong> las coníferas o <strong>de</strong> las hojas <strong>de</strong> las latifoliadas según el<br />

caso. Por su parte, <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s troncos caídos <strong>de</strong> algunos pinos y cipreses suelen estar cubiertos<br />

casi por completo por un manto mixto <strong>de</strong> musgos y líquenes, sobre el cual incluso pue<strong>de</strong>n<br />

germinar algunas especies <strong>de</strong> arbustos o árboles. Como resultado <strong>de</strong> este proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> componentes <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra –don<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego participan <strong>los</strong> hongos lignolíticos y<br />

celulolíticos- <strong>los</strong> nutrientes vuelven al suelo, completando un incesante ciclo que mantiene el<br />

neo-<strong>eco</strong>sistema <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cierto equilibrio durante muchos años, aunque siempre expuesto a ser<br />

modificado drásticamente por la intervención <strong>de</strong> todas aquellas <strong>de</strong>smedidas activida<strong>de</strong>s humanas<br />

que sólo se rigen por el provecho monetario.<br />

Figuras 137 y 138. Si el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra tiene lugar en sitios más s<strong>eco</strong>s o soleados,<br />

po<strong>de</strong>mos ser testigos <strong>de</strong> “esculturas naturales” sobre <strong>los</strong> troncos o porciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos, que son el resultado <strong>de</strong><br />

la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> hongos consumidores <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra y la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> factores meteorológicos (viento, radiación<br />

solar) resaltando <strong>los</strong> patrones anatómicos <strong>de</strong> esta, y poniendo en evi<strong>de</strong>ncia las bandas duras, lignificadas y<br />

embebidas con resinas.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 139 a 147. Algunos ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> invertebrados hallados en Cariló, sector <strong>de</strong> la Reserva, cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

cuales cumple un rol específico en el <strong>eco</strong>sistema. De izq. a <strong>de</strong>recha, fila superior: Escarabajo <strong>de</strong> la arena; Estado<br />

larval <strong>de</strong> una vaquita; Caracoles Otala lactea en reposo, fijados sobre la base <strong>de</strong> una planta <strong>de</strong> Senecio. Fila<br />

intermedia: Vaquita sobre una ramilla <strong>de</strong> ciprés, en busca <strong>de</strong> pulgones; Araña refugiada en el ángulo <strong>de</strong> una hoja <strong>de</strong><br />

Gordolobo (Vervascum thapsus); Hormigas rojas podadoras trasladando fragmentos <strong>de</strong> vegetación, especialmente<br />

ramillas <strong>de</strong> ciprés;Fila inferior: Larva <strong>de</strong> la mariposa nocturna Alysidota ruscheweyhi (Gátula) posada en el extremo<br />

<strong>de</strong> la acícula <strong>de</strong> un pino, a 200 m <strong>de</strong>l mar; Chicharrita <strong>de</strong> la espuma (Cephissus sp.) un insecto <strong>de</strong> la clase<br />

Homóptera que se alimenta <strong>de</strong> la savia <strong>de</strong> varias especies <strong>de</strong> Leguminosas y exuda una espuma mucilaginosa<br />

protectora; Mariposa Doxocopa laurentia (Zafiro <strong>de</strong>l talar) posada sobre la corteza <strong>de</strong> un pino Insigne<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Un particular fenómeno tiene lugar durante el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos, en razón <strong>de</strong> que en la zona <strong>de</strong> <strong>los</strong> nudos –inserción <strong>de</strong> las ramas laterales- se<br />

produce una concentración <strong>de</strong> resina y sustancias tánicas que, sumado a la alta proporción <strong>de</strong><br />

lignina en esos tejidos, se retarda su <strong>de</strong>scomposición, dando como resultado en ocasiones unas<br />

curiosas “esculturas” naturales.<br />

Por cierto, todos estos aspectos, que aquí se exponen y ejemplifican <strong>de</strong> modo muy<br />

resumido, conforman <strong>los</strong> “eslabones” menos visibles en la trama <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l bosque, y por<br />

eso, cualquier tipo <strong>de</strong> intervención sobre el mismo <strong>de</strong>be tener en cuenta <strong>los</strong> efectos y<br />

alteraciones posibles en todas las escalas <strong>de</strong> observación. A<strong>de</strong>más, constituyen una parte viva <strong>de</strong><br />

la dinámica <strong>de</strong>l bosque y uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> fundamentos genuinos <strong>de</strong>l <strong>eco</strong>-turismo.<br />

Figura 148. Panorámica que hacia 1993 mostraban las dunas semi-fijadas y semi-forestadas en las áreas circundantes a las<br />

urbanizaciones <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> Pinamar. Esta imagen pertenece hoy al mundo <strong>de</strong> la nostalgia. La ampliación <strong>de</strong> <strong>los</strong> núcleos<br />

urbanizados no tuvo en cuenta a la naturaleza y toda esta porción natural ha quedado suprimida. Es necesario que esto no ocurra<br />

con la Reserva, el último rincón intacto que aún queda en Cariló.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

2. 1. 15. Más allá <strong>de</strong>l bosque: <strong>los</strong> dominios <strong>de</strong>l talar<br />

La zona <strong>de</strong> transición entre las dunas y el pastizal pampeano alberga una biodiversidad<br />

particular, enriquecida por la existencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> talares más australes <strong>de</strong>l país. Allí don<strong>de</strong> finalizan<br />

<strong>los</strong> trazados urbanos y la forestación, en <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s costeras <strong>de</strong>l litoral<br />

atlántico, <strong>de</strong>saparecen las dunas y surge el pastizal pampeano, que en esta porción se caracteriza<br />

por la presencia <strong>de</strong> albardones o lomas, terrenos anegadizos, cubetas e isletas.<br />

Figura 149. Imagen satelital <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> campos próxima a Cariló, don<strong>de</strong> la Ruta Provincial 11 se yuxtapone<br />

aproximadamente con el límite entre esa región y las dunas, y don<strong>de</strong> se estima que hace miles <strong>de</strong> años llegaba el<br />

mar, tras cuya retirada se formaron gradualmente las lagunas, cubetas y albardones que luego fueron colonizados<br />

por Celtis tala y sus especies asociadas.<br />

El cordón <strong>de</strong> dunas <strong>de</strong> origen marítimo paralelo a la costa <strong>de</strong>termina un obstáculo natural<br />

para el escurrimiento y salida al mar <strong>de</strong>l agua que ingresa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el oeste, siguiendo un<br />

imperceptible <strong>de</strong>clive hacia el mar. Al observar cualquier mapa físico <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Buenos<br />

Aires notaremos que no existe ningún río ni arroyo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Punta Rasa, en el cabo San Antonio,<br />

hasta la zona <strong>de</strong> <strong>los</strong> humedales <strong>de</strong> la Laguna Mar Chiquita. Así, justo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong><br />

arena, el agua se acumula a lo largo <strong>de</strong> <strong>los</strong> terrenos sobre <strong>los</strong> cuales actualmente se sitúa en gran<br />

parte la Ruta 11 o Interbalnearia, dando lugar a un <strong>eco</strong>sistema dominado por plantas palustres,<br />

hidrófilas y acuáticas, así como numerosas aves y pequeños mamíferos. La existencia <strong>de</strong> este<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

pajonal o “esponja natural” <strong>de</strong> agua dulce resulta <strong>de</strong> vital valor para el sano funcionamiento<br />

<strong>eco</strong>lógico e hidrológico <strong>de</strong> las áreas aledañas.<br />

Des<strong>de</strong> allí y hacia el poniente, tiene lugar un cambio más o menos abrupto en la<br />

composición <strong>de</strong> <strong>los</strong> sue<strong>los</strong> y, por lo tanto, también en la fisonomía <strong>de</strong>l paisaje y el uso <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

recursos naturales. Numerosos espejos <strong>de</strong> agua, algunos cauces estacionales, bosquecil<strong>los</strong> <strong>de</strong><br />

tala, manchones <strong>de</strong>l pastizal original, pequeñas chacras, cabañas, potreros gana<strong>de</strong>ros y estancias<br />

turísticas sirven como marco al ambiente rural y agropecuario típico, que a<strong>de</strong>más está repleto <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>talles históricos y culturales.<br />

Hace tiempo que distintos estudios geológicos, luego complementados con fotografías<br />

aéreas y más recientemente con imágenes satelitales, permitieron corroborar que hace varios<br />

miles <strong>de</strong> años la costa marítima, en estas latitu<strong>de</strong>s, se encontraba mucho más hacia el interior <strong>de</strong>l<br />

continente. Durante el proceso <strong>de</strong> retirada gradual <strong>de</strong> las aguas tuvo lugar la formación <strong>de</strong><br />

numerosas albúferas, cuyas costas constituyen hoy <strong>los</strong> albardones o isletas don<strong>de</strong> colonizaron<br />

<strong>los</strong> bosquecil<strong>los</strong> <strong>de</strong> tala. De este fenómeno <strong>de</strong>riva la presencia <strong>de</strong> restos calcáreos <strong>de</strong> organismos<br />

marinos. A su vez, las cuencas que en aquel tiempo estaban sometidas a la acción <strong>de</strong> las mareas,<br />

conforman actualmente bañados o pajonales con totoras, juncos y otras plantas amigas <strong>de</strong>l agua.<br />

La fauna silvestre que habita la región es sorpren<strong>de</strong>nte. Por ejemplo, un relevamiento<br />

realizado por <strong>los</strong> biólogos F. Moschione y L. Pastorino en 1993 confirmó para esta zona <strong>de</strong><br />

lagunas la presencia <strong>de</strong> 105 especies <strong>de</strong> aves, algunas <strong>de</strong> las cuales se observan también junto a<br />

las forestaciones <strong>de</strong> coníferas <strong>de</strong> Cariló y serán <strong>de</strong>talladas más a<strong>de</strong>lante.<br />

Esta región expone <strong>los</strong> remanentes más australes <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> <strong>de</strong> tala, <strong>los</strong> cuales, a<br />

manera <strong>de</strong> franja angosta, <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el litoral rioplatense como <strong>de</strong>safiando a las<br />

condiciones <strong>de</strong> una llanura típicamente <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> árboles autóctonos. Sin embargo,<br />

actualmente esta formación vegetal <strong>de</strong> alto valor biológico se halla fragmentada y empobrecida<br />

<strong>de</strong>bido a la presión sufrida durante décadas por parte <strong>de</strong>l hombre y sus activida<strong>de</strong>s. El Tala<br />

(Celtis spinosa – familia Celtidáceas) es un árbol bajo, con las ramas extendidas, espinosas y en<br />

zig-zag. Las hojas son medianas y <strong>los</strong> frutos pequeños, amarillentos y comestibles. Des<strong>de</strong> el<br />

punto <strong>de</strong> vista fitogeográfico, el talar representa una particular extensión hacia el sur <strong>de</strong> la<br />

región llamada Espinal -<strong>bosques</strong> ra<strong>los</strong> <strong>de</strong> algarrobos y otras especies afines- que abarcaba<br />

originalmente el sur <strong>de</strong> Entre Ríos, sur <strong>de</strong> Santa Fe, su<strong>de</strong>ste <strong>de</strong> Córdoba, este <strong>de</strong> La Pampa y<br />

sudoeste <strong>de</strong> Buenos Aires. Si bien el Tala está presente en gran parte <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> la Argentina e<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

incluso en países limítrofes, <strong>los</strong> “talares”, don<strong>de</strong> el Tala es la especie dominante, se extien<strong>de</strong>n<br />

por el este <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las barrancas <strong>de</strong>l Paraná hasta Gral.<br />

Madariaga e incluso más al sur. Tierra a<strong>de</strong>ntro, <strong>los</strong> remanentes <strong>de</strong> viejos talares alcanzan hasta<br />

la zona <strong>de</strong> Luján, Cañuelas, Chascomús y Dolores. Incluso se r<strong>eco</strong>noce su vínculo con la cultura<br />

local en la “Fiesta <strong>de</strong>l Talar” que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 12 años se celebra hacia fines <strong>de</strong> octubre en Gral.<br />

Madariaga. Por suerte, en la Reserva Provincial Laguna Salada Gran<strong>de</strong> el Estado Provincial<br />

protege una porción <strong>de</strong> este <strong>eco</strong>sistema, aunque la Reserva incluye 6.100 has. <strong>de</strong> laguna y sólo<br />

40 has. <strong>de</strong> <strong>bosques</strong>. No obstante, se han <strong>de</strong>signado un territorio circundante <strong>de</strong> unas 120.000 has<br />

como Refugio <strong>de</strong> Vida Silvestre, un status que permite el uso agropecuario en las tierras <strong>de</strong><br />

propiedad privada pero intenta resguardar en alguna medida <strong>los</strong> <strong>eco</strong>sistemas locales. Es una<br />

pena que en toda esta región no predominen las explotaciones silvopastoriles bien racionalmente<br />

manejadas.<br />

Figuras 150 y 151. Varios ejemplares <strong>de</strong> Tala persisten muy cerca <strong>de</strong>l mar, en un lote ubicado en la esquina <strong>de</strong> C.<br />

Pellegrini y M. Belgrano, en Mar <strong>de</strong> Osten<strong>de</strong>. El autor supone que pue<strong>de</strong>n proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un grupo antes algo más<br />

extenso, vinculado al movimiento <strong>de</strong>l viejo ferrocarril o bien <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong> las semillas por las aves.<br />

Aunque el Tala prospera principalmente en <strong>los</strong> albardones con una capa sub-superficial<br />

<strong>de</strong> conchilla, es interesante notar que varios ejemplares <strong>de</strong> Tala subsisten muy cerca <strong>de</strong>l mar, no<br />

por ello exentos <strong>de</strong> injurias o <strong>de</strong> la amenaza <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer. En un lote ubicado en la esquina <strong>de</strong><br />

C. Pellegrini y M. Belgrano, en Mar <strong>de</strong> Osten<strong>de</strong> crecen pocos ejemplares <strong>de</strong> esta especie. Cabe<br />

<strong>de</strong>stacar que <strong>los</strong> registros históricos locales señalan que existió en la zona un transporte <strong>de</strong><br />

mercancías a través <strong>de</strong> un rudimentario ferrocarril que cruzaba el cordón <strong>de</strong> dunas, pasando por<br />

la “Estación Tokio” (Costa, 2006). Por eso, hasta el momento ignoramos si esto talas son<br />

remanentes <strong>de</strong> antiguos bosquecil<strong>los</strong> o han sido plantados por <strong>los</strong> primeros pobladores <strong>de</strong> esa<br />

localidad. Lo mismo ocurre en limitados sectores <strong>de</strong> la Reserva (Cariló) y en las dunas<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

adyacentes <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> Villa Gesell. A<strong>de</strong>más, el Tala fue muy utilizado en el pasado para la<br />

formación <strong>de</strong> cercos vivos, junto a otras especies asociadas, y para la alimentación <strong>de</strong> aves <strong>de</strong><br />

corral con sus frutos.<br />

El Peje o Sombra <strong>de</strong> toro (Jodinia rhombifolia- familia Santaláceas) es otro arbolito<br />

autóctono propio <strong>de</strong> <strong>los</strong> talares, cuyas llamativas hojas rómbicas, duras y espinosas, y su corteza<br />

amarillenta con gruesas fisuras, resultan caracteres inequívocos para su i<strong>de</strong>ntificación. De <strong>los</strong><br />

“saberes” populares se r<strong>eco</strong>ge que no es conveniente estar cerca <strong>de</strong> estos árboles durantes las<br />

tormentas pues atraen <strong>los</strong> rayos. Otro pequeño árbol <strong>de</strong> esta peculiar formación vegetal es el<br />

Coronillo (Scutia buxifolia – familia Rhamnáceas). El Coronillo es una especie perennifolia <strong>de</strong><br />

pequeñas hojas y frutos morados, muy buscada para la obtención <strong>de</strong> leña, pues proporciona un<br />

producto <strong>de</strong> buena calidad y alto po<strong>de</strong>r calorífico para el uso regional.<br />

Figuras 152 y 153. Aspecto <strong>de</strong> un viejo tala y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> una rama con el típico crecimiento en zig-zag.<br />

No obstante, el acopio <strong>de</strong> leña sigue siendo una actividad frecuente en la región <strong>de</strong><br />

influencia <strong>de</strong>l talar (distritos costeros), don<strong>de</strong> aún no es totalmente posible emplear el gas en<br />

forma eficaz y barata (r<strong>eco</strong>r<strong>de</strong>mos que la leña sigue siendo el combustible básico calefacción y<br />

cocina para miles <strong>de</strong> personas en áreas urbanas y rurales). Pero si la extracción sigue el ritmo<br />

actual y no se permite la recuperación <strong>de</strong> <strong>los</strong> montes, o no se planifica su reposición con plantas<br />

<strong>de</strong> vivero <strong>de</strong> la misma especie, el Coronillo quedará relegado en el futuro sólo a las pocas áreas<br />

protegidas oficiales, o bien <strong>los</strong> sitios que resulten inaccesibles. En la zona pampeana, una<br />

multitud <strong>de</strong> especies nativas arbóreas y arbustivas son capaces <strong>de</strong> adaptarse bien sin competir<br />

con las explotaciones principales, sino, al contrario, contribuir a un mejor manejo y<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

diversificación <strong>de</strong> la actividad tradicional. La falta <strong>de</strong> atención y constancia hacia la<br />

implementación y aprovechamiento silvopastoril o agroforestales (aquel<strong>los</strong> que hacen uso <strong>de</strong> la<br />

gana<strong>de</strong>ría o la agricultura junto a lo forestal, <strong>de</strong> modo manejado) respon<strong>de</strong> únicamente a pautas<br />

culturales. El árbol en el campo siempre ofrece ventajas y beneficios. No es verdad que las<br />

especies autóctonas crecen lentamente; cuando se plantan con fines <strong>de</strong> reposición, muchas<br />

especies pue<strong>de</strong>n exhibir ritmos notables <strong>de</strong> crecimiento, comparables a varias plantas foráneas.<br />

A<strong>de</strong>más, la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar superficies con talares aún existentes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

propieda<strong>de</strong>s particulares (refugios <strong>de</strong> vida silvestre) podría resultar ventajosa en numerosos<br />

establecimientos rurales, en casos en que se requiera ajustarse a algún tipo <strong>de</strong> requerimientos <strong>de</strong><br />

<strong>eco</strong>certificación <strong>de</strong> sus producciones y productos. Por otra parte, muchas <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong>l<br />

talar se reproducen y/o propagan con relativa facilidad; cualquier interesado pue<strong>de</strong> cultivarlas<br />

con mínimos conocimientos. También es posible encarar, quizás con el apoyo <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s<br />

municipales u otras instituciones, planes <strong>de</strong> restauración <strong>de</strong>l medio ambiente local -el tala es<br />

capaz <strong>de</strong> brotar <strong>de</strong> cepa, regenerarse y prosperar en sue<strong>los</strong> que han sufrido distintos tipos <strong>de</strong><br />

disturbio-.<br />

Figuras 154 a 156. Aspecto <strong>de</strong>l tronco <strong>de</strong> un viejo tala, don<strong>de</strong> es posible visualizar cómo la copa se renueva a partir<br />

<strong>de</strong> brotes que se originan en distintos punto <strong>de</strong>l árbol, incluso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la base. Derecha: frutos y semillas.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

La transición dunas-pastizal y <strong>los</strong> talares son respectivamente <strong>eco</strong>sistemas y<br />

agro<strong>eco</strong>sistemas que usualmente reciben poca atención en cuanto a su conservación. A menudo,<br />

pasan <strong>de</strong>sapercibidos por el viajero, puesto que las urbanizaciones costeras crecieron sólo <strong>de</strong><br />

cara al mar, y <strong>de</strong> espaldas al atar<strong>de</strong>cer. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace algunos años, ha madurado el<br />

interés sobre estos ambientes.<br />

Figura 157. La zona <strong>de</strong> bañados, lagunas y talares adyacente al Partido <strong>de</strong> Pinamar poseen una rica biodiversidad,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ofrecer posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aprovechamiento <strong>eco</strong>-turístico, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos límites que no impliquen la<br />

alteración <strong>de</strong> <strong>los</strong> hábitat.<br />

Así, afortunadamente, en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> años se ha fortalecido la conciencia <strong>de</strong> la necesidad<br />

<strong>de</strong> conservar estos <strong>bosques</strong>, su avifauna y <strong>de</strong>más organismos, principalmente a través <strong>de</strong> las<br />

iniciativas <strong>de</strong> ONG’s naturalistas, investigadores y varios propietarios particulares. Esta<br />

situación se fundamenta no sólo en el cuidado <strong>de</strong>l patrimonio biológico que atesoran, sino<br />

también en el acervo cultural regional que simbolizan, así como en <strong>los</strong> beneficios <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> productos naturales que ofrecen y en <strong>los</strong> aportes a la restauración <strong>de</strong> ambientes antropizados.<br />

En marzo <strong>de</strong> 2004 se llevaron a cabo en Buenos Aires las Primeras Jornadas para la<br />

Conservación <strong>de</strong> <strong>los</strong> Talares Bonaerenses, repetidas posteriormente en 2007. El evento fue<br />

organizado y coordinado por integrantes <strong>de</strong> la Fundación <strong>de</strong> Historia Natural Félix <strong>de</strong> Azara y<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

contó con la participación <strong>de</strong> 150 personas, entre ellas, guardaparques, propietarios particulares,<br />

legisladores, docentes e investigadores universitarios y productores agrogana<strong>de</strong>ros. A través <strong>de</strong><br />

conferencias brindadas por ecólogos y naturalistas, presentaciones <strong>de</strong> paneles sobre estudios <strong>de</strong><br />

caso y talleres temáticos se establecieron las pautas tendientes a unificar <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong><br />

conservación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> <strong>de</strong> tala, la única formación leñosa nativa <strong>de</strong> la provincia, y que ha<br />

sufrido todo tipo <strong>de</strong> agresiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el arribo <strong>de</strong> <strong>los</strong> conquistadores.<br />

En aquella reunión se acordó un plan <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> las<br />

activida<strong>de</strong>s a <strong>de</strong>sarrollar por parte <strong>de</strong> las distintas reservas<br />

públicas y privadas abocadas a rescatar estas formaciones<br />

particulares y toda su biodiversidad asociada. Como resultado <strong>de</strong>l<br />

trabajo <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos talleres, se i<strong>de</strong>ntificaron las principales<br />

amenazas, ventajas y se establecieron varias r<strong>eco</strong>mendaciones.<br />

Entre las principales amenazas se ubicaron la ausencia <strong>de</strong><br />

reglamentaciones <strong>de</strong> uso y conservación, la invasión <strong>de</strong>l talar por<br />

especies leñosas exóticas (acacia negra, ligustro, mora turca,<br />

paraíso, almez); fragmentación por avance <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado <strong>de</strong> la<br />

urbanización; extracción <strong>de</strong> suelo para la obtención <strong>de</strong> conchilla y<br />

tosca; avance <strong>de</strong> la frontera agrícola y extracción no controlada <strong>de</strong> leña <strong>de</strong> Tala y Coronillo, la<br />

segunda especie en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> importancia <strong>de</strong>l talar. Derecha: tapa <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> las Jornadas sobre<br />

Talares Bonaerenses, que cuenta con un capítulo a cargo <strong>de</strong>l autor (Fig. 158).<br />

Figuras 159 y 160. Otras vistas <strong>de</strong> pequeñas lagunas con fauna acuática y en ciertos casos con forestaciones<br />

asociadas <strong>de</strong> reparo en las lomas.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Algunos aspectos relacionados con <strong>los</strong> talares y las especies que <strong>los</strong> componen pue<strong>de</strong>n<br />

constituir ventajas a la hora <strong>de</strong> mejorar el estado <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos. Por ejemplo, la<br />

oportunidad <strong>de</strong> utilizar <strong>los</strong> relictos aún <strong>intactos</strong> como núcleos biológicos, refugios <strong>de</strong> fauna y<br />

sen<strong>de</strong>ros educativos en las reservas urbanas ayudaría a aumentar el valor ambiental y social <strong>de</strong><br />

esos sitios. El agroturismo en <strong>los</strong> campos adyacentes al mar, impulsado en <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> tiempos<br />

en distintos predios, parece ser una <strong>de</strong> las alternativas <strong>de</strong>stinadas a revalorizar estos bel<strong>los</strong> y<br />

coloridos campos que conocieron el mar antes que nosotros y hoy siguen ofreciéndonos sus<br />

secretos. Sin embargo, resulta necesario tratar <strong>de</strong> comprobar o verificar en qué medida <strong>los</strong><br />

recursos generados por esta actividad realmente vuelven al ambiente en hechos concretos, y<br />

acciones tangibles a favor <strong>de</strong> la conservación, es <strong>de</strong>cir, comprobar si efectivamente se trata <strong>de</strong><br />

una actividad sustentable, racional o equilibrada.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figuras 161 a 164.<br />

Coronillo: aspecto general<br />

y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> las hojas y el<br />

fruto (arriba). Sombra <strong>de</strong><br />

Toro: <strong>de</strong>talle <strong>de</strong>l follaje<br />

con frutos y la corteza<br />

(abajo).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

2. 1. 16. Descripción y cultivo <strong>de</strong>l Tala<br />

Indicaremos algunos consejos básicos a <strong>los</strong> fines <strong>de</strong> estimular el cultivo <strong>de</strong>l tala, dado<br />

que esta especie presta importantes materias primas y beneficios como ma<strong>de</strong>ra, leña, frutos<br />

comestibles, reparos para el ganado, protección para cultivos <strong>de</strong> quintas, y fuente <strong>de</strong><br />

alimentación y refugio para la fauna silvestre. La maduración <strong>de</strong>l fruto ocurre usualmente entre<br />

<strong>los</strong> meses <strong>de</strong> febrero y marzo. Según el año, el pico <strong>de</strong> maduración pue<strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantarse o atrasarse<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este período, y por este motivo es preciso estar atentos, semana tras semana, si el<br />

objeto es obtener una abundante cosecha <strong>de</strong> frutos. Hemos observado, no obstante, que la<br />

cantidad <strong>de</strong> frutos por <strong>los</strong> ejemplares <strong>de</strong> un mismo sitio, ofrecida en cada temporada, pue<strong>de</strong> ser<br />

variable, aspecto propio <strong>de</strong> muchas otras especies leñosas autóctonas.<br />

Figuras 165 a 168. Detalles <strong>de</strong> las hojas, frutos, plantines en una cajonera o almácigo y plantines <strong>de</strong> 2 meses<br />

obtenidos por el autor y su equipo <strong>de</strong> alumnos-pasantes en el Vivero Experimental <strong>de</strong> Plantas Autóctonas <strong>de</strong> la<br />

Facultad <strong>de</strong> Ciencias Agrarias <strong>de</strong> la UNLZ (VEPA).<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Las variaciones climáticas entre año y año, o incluso algunos acontecimientos meteorológicos<br />

parecen afectar más marcadamente a las especies nativas que a las implantadas. Por eso, es<br />

posible que en <strong>de</strong>terminados años la cosecha se vea <strong>de</strong>sfavorecida, si la misma se efectúa a<br />

partir <strong>de</strong> ejemplares semilleros <strong>de</strong> un mismo sitio. La solución sería entonces tener previamente<br />

registrados otros montes o ejemplares a <strong>los</strong> fines <strong>de</strong> recurrir a el<strong>los</strong> en caso <strong>de</strong> necesidad.<br />

El fruto <strong>de</strong>l Tala es drupáceo, sub-esférico, <strong>de</strong> 4-8 mm <strong>de</strong> diámetro, color amarillo a<br />

naranja intenso a la madurez. El endocarpo (carozo) es ligeramente rugoso a estriado, algo<br />

agudo en sus extremos, y posee una sola semilla, como es común en las drupas. Para la cosecha<br />

se retiran <strong>los</strong> frutos maduros <strong>de</strong> las ramas manualmente -con guantes si es preciso- y se colocan<br />

en bolsas para su traslado al vivero o sitio <strong>de</strong> tratamiento. En ocasiones es posible aprovechar<br />

también <strong>los</strong> frutos caídos en el suelo, tomando la precaución <strong>de</strong> seleccionar <strong>los</strong> que presentan un<br />

aspecto sano o fresco. También pue<strong>de</strong> recurrirse a sacudir las ramas sobre una lona colocada en<br />

el suelo.<br />

En el ambiente natural la germinación tiene lugar a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> frutos caídos y <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

transportados por las aves, en cuyo caso las semillas pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse antes <strong>de</strong> ser ingeridas<br />

o bien ser <strong>de</strong>spedidas luego <strong>de</strong> atravesar el tracto digestivo. A <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong>l cultivo (siembra y<br />

obtención <strong>de</strong> plantines), la operación o tratamiento usual <strong>de</strong> <strong>los</strong> frutos para separar las unida<strong>de</strong>s<br />

que ser e siembra (endocarpo+semilla) consiste en extraer la parte externa <strong>de</strong>l pericarpio (pulpa)<br />

tras un remojo en agua <strong>de</strong> varias horas a pocos días. Es preciso llevar control <strong>de</strong>l proceso porque<br />

es muy probable la proliferación <strong>de</strong> hongos durante la maceración en el medio líquido (el<br />

pericarpio y <strong>los</strong> restos <strong>de</strong>l follaje alojan esporas). La labor <strong>de</strong> fregar con las manos, con o sin<br />

guantes, tras varios enjuagues con agua limpia a través <strong>de</strong> un colador, contribuye a eliminar <strong>los</strong><br />

tejidos <strong>de</strong>l fruto, hasta que <strong>los</strong> carozos estén limpios.<br />

En promedio, por cada 100 gr. <strong>de</strong> frutos frescos se obtiene entre 8 y 10 gr. <strong>de</strong> semilla<br />

lista para sembrar. El peso <strong>de</strong> 1.000 semillas oscila entre 25 y 30 gr. Estos parámetros son útiles<br />

para conocer <strong>de</strong> antemano la cantidad <strong>de</strong> frutos a cosechar, según <strong>los</strong> requerimientos particulares<br />

<strong>de</strong> producción (doméstica o particular). La siembra pue<strong>de</strong> realizarse al voleo (25-30 semillas por<br />

cada 10 cm 2 ) o en líneas (5-6 semillas cada 10 cm lineales), sobre bancales en el suelo o en otro<br />

tipo <strong>de</strong> almácigo (cajones <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, envases reciclados, etc.). A partir <strong>de</strong> numerosos ensayos<br />

<strong>de</strong> germinación se ha <strong>de</strong>terminado que el porcentaje <strong>de</strong> la misma es variable, según la<br />

proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la semilla, las condiciones ambientales y <strong>los</strong> sustratos utilizados para la siembra.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

No obstante, es posible obtener más <strong>de</strong>l 90 % <strong>de</strong> germinación <strong>de</strong> las semillas sembradas. Utilizar<br />

sustratos bien drenados y livianos favorece una emergencia homogénea.<br />

La emergencia <strong>de</strong> las plántulas se inicia normalmente entre <strong>los</strong> 10 y 15 días <strong>de</strong> la<br />

siembra, si ésta se efectúa en las semanas siguientes a la cosecha, es <strong>de</strong>cir en el otoño. Los<br />

plantines estarán listos para ser trasplantados a su envase individual al alcanzar 5 a 7 cm <strong>de</strong><br />

altura, o mostrando al menos 6-10 hojas <strong>de</strong>sarrolladas. De allí en más, la supervivencia <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

plantines <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> distintos factores, pero ante todo es importante evitar la <strong>de</strong>shidratación<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos en las 3 semanas siguientes.<br />

Finalmente, es oportuno <strong>de</strong>stacar que también pue<strong>de</strong>n obtenerse plantas <strong>de</strong> <strong>los</strong> montes,<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la talas, siempre y cuando esta operación se realice con autorización sensatez y no<br />

conduzca a una eliminación <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> renuevos existentes bajos <strong>los</strong> viejos talas.<br />

2. 1. 17. Flora espontánea: especies introducidas naturalezas. Árboles y arbustos latifoliados.<br />

Introducción, Tamariscos y Acacias.<br />

Si bien en la composición florística <strong>de</strong>l bosque <strong>de</strong> Cariló se <strong>de</strong>staca la prepon<strong>de</strong>rancia <strong>de</strong><br />

las coníferas, existe a<strong>de</strong>más una consi<strong>de</strong>rable diversidad <strong>de</strong> especies <strong>de</strong> árboles y arbustos<br />

latifoliados -o también llamados <strong>de</strong> hoja ancha-, así como sub-arbustos, hierbas propias <strong>de</strong> la<br />

región y especies naturalizadas. Esta diversidad <strong>de</strong> plantas, como en el caso <strong>de</strong> las coníferas, es<br />

significativa si se compara con la existente en otros sitios poblados <strong>de</strong> la franja <strong>de</strong> dunas <strong>de</strong> la<br />

costa atlántica bonaerense. No obstante, es preciso consi<strong>de</strong>rar que las áreas habitadas, con sus<br />

parques y jardines, exhiben una variedad <strong>de</strong> plantas superior con respecto a <strong>los</strong> sectores que aún<br />

permanecen silvestres, <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> las plantaciones previas a la urbanización. En estos <strong>últimos</strong><br />

enclaves, sin la mano <strong>de</strong>l hombre, las comunida<strong>de</strong>s vegetales se rigen por las leyes naturales y<br />

sólo sobreviven las especies más adaptadas.<br />

Para el caso <strong>de</strong>l área <strong>de</strong>nominada Reserva, las especies <strong>de</strong> hoja ancha se encuentran<br />

distribuidas en distintos sitios, pero no dispersas <strong>de</strong> modo regular. Son más comunes junto a <strong>los</strong><br />

caminos internos o sen<strong>de</strong>ros que asociadas a <strong>los</strong> grupos compactos <strong>de</strong> pinos o cipreses. Algunos<br />

arbustos, sin embargo, son la excepción a este carácter y serán <strong>de</strong>tallados luego.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figura 169. Vista <strong>de</strong> un sector <strong>de</strong> la Reserva, cercano a la Ruta 11, don<strong>de</strong> es posible hallar mayor variedad <strong>de</strong><br />

especies latifoliadas (Álamos, Sauces, Paraíso, Casuarinas y Acacias) dispersa entre <strong>los</strong> dominantes Pinos y<br />

Cipreses.<br />

La mayor parte <strong>de</strong> las especies que se incluyen en este y <strong>los</strong> tres capítu<strong>los</strong> siguientes son<br />

originarias <strong>de</strong> Europa, Asia y América <strong>de</strong>l Norte. Sólo una pequeña proporción <strong>de</strong> la flora leñosa<br />

oriunda <strong>de</strong> las Pampas sobrevive al cambio ambiental que significa la existencia <strong>de</strong> una<br />

plantación más o menos <strong>de</strong>nsa <strong>de</strong> coníferas. No obstante, y como se ha señalado previamente,<br />

abundan ciertas hierbas nativas propias <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s halófilas, adaptadas a la vida en las<br />

arenas, con presencia <strong>de</strong> sales, especialmente en <strong>los</strong> bajos húmedos entre duna y duna.<br />

Pero es muy probable –y así lo mencionan las citas históricas- que la variedad <strong>de</strong><br />

especies <strong>de</strong> hoja ancha implantadas a modo <strong>de</strong> prueba durante las primeras décadas <strong>de</strong>l siglo<br />

pasado haya sido mucho mayor que el conjunto actual. Tal vez algunos cientos <strong>de</strong> especies se<br />

hayan cultivado en el vivero <strong>de</strong> la Estancia Charles para luego ser implantadas en la arena con<br />

un variado éxito posterior. De este modo se explica el hecho <strong>de</strong> encontrar en pleno bosque<br />

ejemplares asilados <strong>de</strong> ciertas especies, como Manzanos, Perales o Granados. La supervivencia<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> Pinos, por sobre las <strong>de</strong>más especies se <strong>de</strong>be a que casi todas las coníferas son xerófitas, es<br />

<strong>de</strong>cir que como grupo vegetal cuentan con adaptaciones morfo-anatómicas y mecanismos<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

fisiológicos que les permiten prosperar en ambientes adversos. Localmente, entre esas<br />

adversida<strong>de</strong>s ambientales se incluían en aquélla época la incesante movilidad <strong>de</strong> las arenas, la<br />

acción erosiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> vientos cargados <strong>de</strong> sal y la falta <strong>de</strong> humedad en la superficie <strong>de</strong>l suelo y,<br />

cómo no, también la labor <strong>de</strong> las hormigas y las liebres. Una vez fijadas las arenas, la<br />

potencialidad <strong>de</strong> estos incipientes “sue<strong>los</strong>” surge a la vista en cualquier parte, al comprobarse el<br />

<strong>de</strong>sarrollo efectivo <strong>de</strong> una amplia variedad <strong>de</strong> plantas, incluyendo frutales, hortalizas y florales.<br />

Veamos cuáles especies son las más comunes.<br />

A partir <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> mareas máximas, <strong>de</strong> cara al mar y sobre la -cada vez más alteradabarreras<br />

<strong>de</strong> dunas, se <strong>de</strong>stacan <strong>los</strong> resistentes Tamariscos (Tamarix gallica, T. anglica), arbustos<br />

cuyo follaje <strong>de</strong> textura fina recuerda al <strong>de</strong> <strong>los</strong> cipreses o enebros. La prueba sencilla <strong>de</strong> que no<br />

son coníferas está en la presencia <strong>de</strong> flores blanquecinas o ligeramente rosadas agrupadas en<br />

racimos, y sus frutos diminutos en forma <strong>de</strong> cápsula. Los Tamariscos son plantas muy<br />

resistentes originarias <strong>de</strong> Europa, Asia y África, capaces <strong>de</strong> sobrevivir incluso en la Meseta<br />

Patagónica, o tras períodos <strong>de</strong> prolongada inundación en <strong>los</strong> zanjones laterales a <strong>los</strong><br />

ferrocarriles. Sus fuertes raíces fibrosas se anclan a la duna, ayudando a consolidarla. Su follaje<br />

contribuye <strong>de</strong> modo significativo a captar parte <strong>de</strong> las partículas minerales que ingresan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

mar. Se perpetúan en un sitio a través <strong>de</strong>l enraizamiento espontáneo <strong>de</strong> sus brotes basales. Sin<br />

embargo, es casi nula en la zona –por no <strong>de</strong>cir inexistente- la reposición programada <strong>de</strong> esta<br />

especie tan valiosa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ambiental.<br />

Quien avanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la playa hacia el interior, o “arena a<strong>de</strong>ntro”, luego <strong>de</strong> atravesar la<br />

barrera <strong>de</strong> Tamariscos, se encontrará inmediatamente con otra especie perennifolia muy<br />

abundante, la Acacia trinervis (Acacia longifolia), un arbusto o árbol bajo originario <strong>de</strong><br />

Australia, el cual aporta un peculiar colorido amarillo durante la floración, hacia fines <strong>de</strong>l<br />

invierno. Su presencia se extien<strong>de</strong> hasta las cercanías <strong>de</strong> la Ruta 11, don<strong>de</strong> se conjugan las dunas<br />

con <strong>los</strong> pastizales inundados. Esta Acacia no es exclusiva <strong>de</strong> Cariló, sino que resulta la especie<br />

pionera más común en todos <strong>los</strong> Municipios costeros, plantada también en las forestaciones<br />

llevadas a<strong>de</strong>lante por el Estado Provincial a través <strong>de</strong> la ex Red <strong>de</strong> Viveros Dunícolas <strong>de</strong> la<br />

Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires hacia mediados <strong>de</strong>l Siglo pasado. También es frecuente en la costa<br />

uruguaya. Sus hojas alargadas son, en realidad, una modificación <strong>de</strong>l pecíolo, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la parte<br />

basal <strong>de</strong> la hoja que conecta la lámina con el tallo. Esta modificación morfológica, la cual se<br />

presenta también en otras acacias emparentadas, tiene como función disminuir la pérdida <strong>de</strong><br />

agua por transpiración. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> sus aptitu<strong>de</strong>s como planta protectora y ornamental,<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

proporciona leña <strong>de</strong> aceptable calidad y po<strong>de</strong>r calorífico, aspecto que constituiría –plantando<br />

montes bien manejados para tal fin- una alternativa potencial para el abastecimiento local <strong>de</strong><br />

material combustible capaz <strong>de</strong> suplantar el uso <strong>de</strong> Coronillo y Tala. Sin embargo, la oferta local<br />

<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> esta especie proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la corta no programada y cada año el recurso aparece más<br />

<strong>de</strong>teriorado.<br />

Figuras 170 a 173. Una vez situados a sotavento <strong>de</strong> la primera línea <strong>de</strong> dunas poblada con Tamariscos, aparece la<br />

Acacia trinervis (Acacia longifolia) (arriba-izquierda) conformando la segunda línea <strong>de</strong> la fijación y forestación.<br />

Estas Acacias carecen <strong>de</strong> hojas normales; lo que se observa como hoja es el pecíolo aplanado con forma lanceolada.<br />

A partir <strong>de</strong> allí, y hacia el interior <strong>de</strong>l territorio, la Acacia pasa a ser el arbusto más frecuente hasta el límite con la<br />

Ruta 11. Algunos ejemplares pue<strong>de</strong>n alcanzar <strong>los</strong> 6 m <strong>de</strong> altura; en contraste, esta especie pue<strong>de</strong> presentarse<br />

achaparrada, con gruesos troncos reptantes sobre un espeso colchón <strong>de</strong> hojarasca.<br />

Las otras especies <strong>de</strong> Acacia o “Aromos” son: Acacia melanoxylon (Acacia negra), no<br />

muy abundante en las dunas, pero muy frecuente en las banquinas o préstamos <strong>de</strong> las rutas y<br />

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caminos <strong>de</strong> toda la región. Su ma<strong>de</strong>ra es sumamente oscura, con alto contenido <strong>de</strong> taninos, lo<br />

que hace que el color sea casi negro en la zona central <strong>de</strong>l tronco. Proporciona una sombra<br />

intensa y se ha mencionado su aptitud como barrera corta-fuego para <strong>los</strong> bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> campos.<br />

En Cariló existen grupos dispersos, tanto en el sector loteado como en la Reserva, a lo largo <strong>de</strong><br />

la Av. Divisa<strong>de</strong>ro o sobre Álamo, en dirección a la Av. Constancia. Algunos montes importantes<br />

se encuentran también en la zona <strong>de</strong> Juancho y Macedo.<br />

Figuras 174 y 175. Un pictórico pasaje en la Reserva Cariló, con Acacia negra (Acacia melanoxylon) flanqueando<br />

el camino por su lado izquierdo. Otra Acacia menos frecuente es la Acacia <strong>de</strong>l Centenario (Acacia mearnsii)<br />

(<strong>de</strong>recha), aquí mostrando su follaje semejante al Aromo común, y sus legumbres color pardo.<br />

Otras Acacias australianas son la Acacia saligna, semejante a la A. longifolia pero con<br />

las hojas o “filodios” alargados <strong>de</strong> hasta 25 cm. Es escasa, con ejemplares en la parte central <strong>de</strong><br />

la Av. Divisa<strong>de</strong>ro y en algunos parques. La Acacia retino<strong>de</strong>s, por el contrario, posee las hojas<br />

más cortas y angostas. Sus semillas se caracterizan por la presencia <strong>de</strong> un tejido con forma<br />

anular, color rojo intenso, <strong>de</strong>l cual <strong>de</strong>riva la <strong>de</strong>nominación que alu<strong>de</strong> a la “retina”. Es escasa en<br />

Cariló; algunos ejemplares se encuentran dispersos en <strong>los</strong> lotes aún no edificados, por ejemplo<br />

en Av. Divisa<strong>de</strong>ro, casi Álamo. También es un a<strong>de</strong>cuado arbolito para utilizar en las veredas.<br />

Sus flores –mejor dicho <strong>los</strong> estambres <strong>de</strong> las flores- son <strong>de</strong> color amarillo pálido.<br />

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Los Aromos <strong>de</strong> floración invernal-primaveral como la Acacia <strong>de</strong>albata (Aromo, Aromo<br />

francés) y A. mearnsii (Acacia <strong>de</strong>l Centenario), con hojas verda<strong>de</strong>ras, se hallan <strong>de</strong> forma<br />

dispersa y conformando grupos poco numerosos y con aspecto arbustivo. La primera florece<br />

hacia fines <strong>de</strong> julio y la segunda en septiembre. Estas especies, al igual que muchas otras acacias<br />

<strong>de</strong> Oceanía, son poco longevas, alcanzando <strong>los</strong> 20-25 años para luego <strong>de</strong>clinar por factores<br />

internos y/o por el ataque <strong>de</strong> plagas y hongos xilófagos. En sus ambientes naturales,<br />

generalmente <strong>eco</strong>sistemas sometidos a la ocurrencia periódica <strong>de</strong> incendios, estas plantas<br />

producen una enorme cantidad anual <strong>de</strong> semillas que se acumula en el suelo cubierto <strong>de</strong><br />

hojarasca. Tras el paso <strong>de</strong>l fuego, mueren <strong>los</strong> ejemplares adultos para <strong>de</strong>jar paso a <strong>los</strong> nuevos<br />

retoños.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figuras 176 y 177.<br />

Otras dos Acacias se<br />

encuentran en<br />

cultivo: Acacia<br />

cultriformis<br />

(izquierda). Sólo un<br />

viejo ejemplar <strong>de</strong><br />

esta especie<br />

sobrevive en la<br />

Reserva, cerca <strong>de</strong><br />

unos <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores<br />

más salvajes.<br />

Derecha: Acacia<br />

bayleyana.<br />

Exclusivamente en <strong>los</strong> jardines se hallan cultivadas Acacia baileyana, con su variedad<br />

“purpúrea” y la Acacia cultriformis, cuyas pequeñas hojas asimétricas se asemejan a una ancha<br />

hoja <strong>de</strong> cuchillo. Según <strong>los</strong> registros <strong>de</strong>l autor, sólo un viejo ejemplar <strong>de</strong> esta especie sobrevive<br />

en la Reserva, cerca <strong>de</strong> unos <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores más salvajes <strong>de</strong> la misma.<br />

Pero el término “Acacia” compren<strong>de</strong> otras especies menos emparentadas, si bien todas<br />

ellas son pertenecientes a la familia <strong>de</strong> las Leguminosas. Entre ellas se encuentra la Acacia<br />

blanca (Robinia pseudoacacia), nativa <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l norte, cuya floración <strong>de</strong> primavera<br />

temprana es muy buscada por las abejas. Como planta apícola es excelente productora <strong>de</strong> néctar.<br />

A<strong>de</strong>más proporciona buenos postes para uso rural y se la utiliza para el arbolado <strong>de</strong> calles. Es<br />

frecuente en Cariló y alre<strong>de</strong>dores. Por su parte, otra “Acacia negra”, llamada también “Falso<br />

algarrobo” o “Honey-locust” en inglés (Gleditsia triacanthos) es escasa en la zona pero muy<br />

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abundante en <strong>los</strong> campos <strong>de</strong> la Cuenca <strong>de</strong>l Salado y la Pampa Ondulada Bonaerense, don<strong>de</strong> se<br />

comporta como la más <strong>de</strong>stacada especie leñosa invasora en términos <strong>de</strong> extensión geográfica y<br />

<strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> rodales. Se r<strong>eco</strong>noce por sus espinas rojas múltiples y sus vainas negrovioláceas,<br />

retorcidas y apetecidas por el ganado vacuno, el cual contribuye con su dispersión.<br />

2. 1. 18. Álamos y sauces<br />

Los Álamos (Populus) y <strong>los</strong> Sauces (Salix) pertenecen a la familia Salicáceas. Estos<br />

árboles originarios en su mayoría <strong>de</strong>l Hemisferio Norte se caracterizan por su ma<strong>de</strong>ra blanca y<br />

liviana, su rápido crecimiento y la afinidad general con <strong>los</strong> sue<strong>los</strong> húmedos. Estos árboles suelen<br />

alcanzar magnitu<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>rables, aunque algunas especies adoptan el porte arbustivo, o<br />

incluso la forma rastrera.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

Figuras 178 y 179. Detalles en un<br />

Álamo <strong>de</strong> la yema florífera y las yemas<br />

vegetativas, ambas formadas<br />

exteriormente por varias “pérulas”<br />

embebidas en la sustancia que las<br />

abejas utilizan para elaborar el<br />

“propóleos”.<br />

Existe una sola especie <strong>de</strong> Sauce originario <strong>de</strong>l territorio argentino, el “Sauce criollo” o<br />

“Sauce colorado” (Salix humboldtiana), distribuido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el norte <strong>de</strong>l país hasta la provincia <strong>de</strong>l<br />

Chubut, siempre asociado a <strong>los</strong> cursos o espejos <strong>de</strong> agua. Sin embargo, las especies más<br />

difundidas en la Argentina proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Europa, Asia y América <strong>de</strong>l Norte, y su cultivo tiene<br />

como finalidad la provisión <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y celu<strong>los</strong>a (especialmente en el Delta Bonaerense), la<br />

conformación <strong>de</strong> cortinas protectoras para las producciones fruti-hortícolas, la industria <strong>de</strong>l<br />

mimbre y el uso <strong>de</strong>corativo u ornamental.<br />

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Figuras 180 y 181. Aspecto general y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> las hojas <strong>de</strong>l Álamo más común en Cariló: Populus canescens<br />

(Álamo gris). Izquierda: población joven en medio <strong>de</strong> un pinar ralo en la zona <strong>de</strong> “selva” <strong>de</strong> la Reserva. Derecha:<br />

<strong>de</strong>talle <strong>de</strong> un vástago joven.<br />

En Cariló y sus alre<strong>de</strong>dores se <strong>de</strong>staca la presencia <strong>de</strong>l Álamo gris (Populus canescens)<br />

conformando grupos más o menos macizos en <strong>los</strong> lotes sin edificar o en distintos sectores <strong>de</strong> la<br />

Reserva. Esta especie se caracteriza por sus hojas discolores, es <strong>de</strong>cir, color ver<strong>de</strong> en el haz y<br />

gris en el envés. Aunque producen semillas, en la región no se constata su germinación. El<br />

álamo gris pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse “invasor”, según la corriente usual <strong>de</strong>l paisajismo, <strong>de</strong>bido a su<br />

intricado sistema subterráneo <strong>de</strong> raíces y la capacidad para emitir nuevos hijue<strong>los</strong> <strong>de</strong> raíz. Sin<br />

embargo, a <strong>los</strong> fines <strong>de</strong> la fijación <strong>de</strong> las arenas y formación <strong>de</strong> ambientes resulta una especie<br />

muy útil y pionera <strong>de</strong> las dunas, junto a las Acacias y <strong>los</strong> Pinos. Sus hojas caducas se<br />

<strong>de</strong>scomponen fácilmente cada temporada, no sin antes emanar y regalar al ambiente una agreste<br />

fragancia tras las lluvias.<br />

Otras especies <strong>de</strong> Álamos frecuentes son el Álamo carolina (Populus <strong>de</strong>ltoi<strong>de</strong>s ssp.<br />

caroliniana), Álamo híbrido común (Populus cv. 214). El Álamo piramidal (Populus nigra<br />

cultivar italica), con la copa estrecha como carácter inconfundible, se caracteriza por la<br />

coloración amarilla <strong>de</strong> sus hojas a la llegada <strong>de</strong>l otoño. En Cuyo y la Patagonia es un árbol típico<br />

acompañante <strong>de</strong> <strong>los</strong> cultivos, potreros gana<strong>de</strong>ros y casas rurales. En Cariló es poco frecuente,<br />

con ejemplares aislados en la Reserva y algunos sectores <strong>de</strong> la parte resi<strong>de</strong>ncial. Finalmente, el<br />

Álamo plateado (Populus alba) es una especie <strong>de</strong> copa amplia cuyas hojas son blancas en el<br />

envés, posee una corteza <strong>de</strong>l mismo color, con porciones romboidales oscuras, que se <strong>de</strong>staca<br />

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entre el resto <strong>de</strong> las especies acompañantes. Resulta una especie muy <strong>de</strong>corativa, aunque<br />

presenta un sistema radical algo superficial y sensible al vuelco durante las tormentas. De esta<br />

especie existe también una variedad piramidal, con la copa estrecha. De modo escaso ha sido<br />

registrado también Populus tremula, (Álamo temblón) originario <strong>de</strong> Europa, Norte <strong>de</strong> África y<br />

Oeste <strong>de</strong> Asia. Todos <strong>los</strong> álamos poseen hojas con forma <strong>de</strong>ltoi<strong>de</strong> (contorno triangular), aovada<br />

o elíptica, con el pecíolo largo a mediano. Sus yemas poseen exteriormente varias brácteas <strong>de</strong><br />

protección, también llamadas pérulas. Sus flores no son llamativas y están agrupadas en racimos<br />

péndu<strong>los</strong>.<br />

Figuras 182 y 183.<br />

Populus alba (Álamo<br />

plateado). Detalles<br />

<strong>de</strong>l haz y el envés <strong>de</strong><br />

las hojas.<br />

Por su parte, <strong>los</strong> sauces más abundantes son el Sauce blanco (Salix alba), el Sauce llorón<br />

(Salix babylonica) y el Sauce tortuoso (Salix matsudana var. tortuosa forma aurea), éste último<br />

<strong>de</strong> origen asiático, progenitor <strong>de</strong>l híbrido <strong>de</strong>sarrollado en el INTA Castelar, el llamativo Sauce<br />

eléctrico <strong>de</strong> <strong>los</strong> jardines (Salix x erythroflexuosa). Otras especies menos frecuentes son el Sauce<br />

negro (Salix nigra), el Mimbre japonés (Salix caprea) y el Mimbre rojo (Salix viminalis).<br />

Poblaciones naturalizadas <strong>de</strong> Sauces abundaban en la zona que actualmente se <strong>de</strong>dica a la<br />

instalación <strong>de</strong> servicios hoteleros, a lo largo <strong>de</strong> la calle Avutarda en Cariló, junto a grupos <strong>de</strong><br />

álamos, y a escasos metros <strong>de</strong> la playa. Ya <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> campos adyacentes al cordón <strong>de</strong> dunas,<br />

las especies <strong>de</strong> Sauces son muy abundantes, conformando extensos montes <strong>de</strong> uso rural, don<strong>de</strong><br />

proporcionan sombra, reparo <strong>de</strong>l viento, postes y ma<strong>de</strong>ra en general. Uno <strong>de</strong> esos montes se<br />

sitúa justo frente a la forestación <strong>de</strong> Cariló, tras la franja <strong>de</strong> pajonal inundable que antece<strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

campos bajos <strong>de</strong> la zona. Los sauces se diferencian <strong>de</strong> <strong>los</strong> Álamos por el tipo <strong>de</strong> hoja alargada,<br />

con pecíolo muy corto y las yemas lisas.<br />

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Figura 184. Sauces añosos junto a la vieja Proveeduría. Esta misma especie <strong>de</strong> Sauce conforma extensos montes<br />

en las estancias situadas frente a Cariló.<br />

2. 1. 19. Eucaliptos y otras especies menos frecuentes<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las Acacias, Álamos y Sauces como especies latifoliadas más frecuentes en la<br />

composición botánica o flora espontánea <strong>de</strong> las forestaciones <strong>de</strong> Cariló, es posible hallar otro<br />

arbusto o árbol bajo <strong>de</strong> follaje persistente: el Transparente o Siemprever<strong>de</strong> (Myoporum laetum;<br />

familia Myoporáceas). Esta planta se r<strong>eco</strong>noce fácilmente porque sus hojas presentan unas<br />

glándulas puntiformes translúcidas. Sus flores son pequeñas, <strong>de</strong> color blanco, y <strong>los</strong> frutos son<br />

globosos, <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> 1 cm <strong>de</strong> diámetro, color violáceo. El tronco suele mostrar rugosida<strong>de</strong>s<br />

acentuadas o protuberancias nudosas. Es una especie nativa <strong>de</strong> Nueva Zelanda, muy resistente,<br />

en especial para zonas subtropicales. En las dunas se adapta bien, y hasta es utilizado como<br />

cerco vivo en <strong>los</strong> jardines.<br />

Los conocidos y emblemáticos Eucaliptos están representados en Cariló y sus<br />

alre<strong>de</strong>dores por unas cuantas especies, capaces <strong>de</strong> prosperar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy cerca <strong>de</strong> la playa hasta<br />

<strong>los</strong> sitios <strong>de</strong> transición en contacto con <strong>los</strong> campos agro-gana<strong>de</strong>ros adyacentes. Todas las<br />

especies <strong>de</strong> Eucalyptus son originarias <strong>de</strong> Australia y algunas islas <strong>de</strong> Oceanía. En la Argentina<br />

se hallan en cultivo más <strong>de</strong> 100 especies, cifra que representa aproximadamente un 15 % <strong>de</strong> las<br />

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especies totales <strong>de</strong>l género. Sin embargo, son unas 40 especies las más difundidas en distintas<br />

latitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país. Ecológicamente, <strong>los</strong> Eucaliptos son muy plásticos, con especies típicamente<br />

higrófilas y otras resistentes a la sequía extrema. Su cultivo está difundido en numerosos países<br />

<strong>de</strong> todo el mundo <strong>de</strong>bido a sus aplicaciones en la explotación forestal para obtención <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />

postes y leña; elaboración <strong>de</strong> laminados, tableros <strong>de</strong> partículas, celu<strong>los</strong>a, aceites esenciales,<br />

formación reparos para el ganado y ornamentación <strong>de</strong> parques. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />

ambiental existe controversia sobre el impacto que el monocultivo <strong>de</strong> estos árboles ocasiona<br />

sobre la extracción <strong>de</strong>l agua <strong>de</strong>l suelo y otros aspectos <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>eco</strong>sistemas.<br />

Figuras 185 y 186. Cotorra gris alimentándose sobre un Transparente o Siemprever<strong>de</strong> (Myoporum laetum).<br />

Derecha: <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> <strong>los</strong> frutos en enero, mostrando distinto grado <strong>de</strong> madurez.<br />

En nuestra zona son comunes el Eucalipto macho (Eucalyptus globulus), una especie<br />

originaria <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong> Tasmania que prefiere <strong>los</strong> ambientes marítimos. Se r<strong>eco</strong>noce por sus<br />

frutos semejantes a pequeños trompos, que luego <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong>jan caer un opérculo o tapa<br />

con forma <strong>de</strong> boina. Su ma<strong>de</strong>ra es muy apreciada, especialmente para la elaboración <strong>de</strong> papeles<br />

especiales. Su corteza se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> en forma <strong>de</strong> tiras alargadas y algo enrolladas, <strong>de</strong> modo que<br />

al pie <strong>de</strong>l árbol es posible encontrar una acumulación <strong>de</strong> restos orgánicos, cuando el ejemplar<br />

crece en un área silvestre. Es el verda<strong>de</strong>ro eucalipto “medicinal”. Aunque son más típicos <strong>de</strong><br />

Osten<strong>de</strong> y Valeria <strong>de</strong>l mar, también se lo encuentra en Pinamar y Cariló.<br />

Son frecuentes, a<strong>de</strong>más, el Eucalyptus camaldulensis, E. tereticornis, E. viminalis, <strong>los</strong><br />

cuales conforman el arbolado original <strong>de</strong> la Av. Bunge <strong>de</strong> Pinamar, don<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más son buscados<br />

por la Cotorra gris (Myopsitta monacchus) para establecer sus espectaculares nidos. De uso<br />

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típicamente ornamental son el E. cinerea, llamado eucalipto medicinal, <strong>de</strong> follaje color grisazulado<br />

y corteza color canela y el E. si<strong>de</strong>roxylon, con flores rosadas y corteza oscura muy<br />

gruesa y rugosa.<br />

Figuras 187 a 189. Espectacular ejemplar <strong>de</strong> Eucalyptus en la Reserva, sector <strong>de</strong> “La Selva”, don<strong>de</strong> comparte el<br />

hábitat con Laureles, Acacias negras y Sauces, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>los</strong> Pinos y Cipreses. Quien tenga la oportunidad <strong>de</strong><br />

andar por aquí podrá comprobar cómo la broza y hojarasca <strong>de</strong> casi medio metro <strong>de</strong> espesor acumulada durante<br />

décadas dificulta el paso. Derecha: <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> <strong>los</strong> pimpol<strong>los</strong> y la corteza en largas tiras.<br />

Con referencia particular al bosque <strong>de</strong> la Reserva <strong>de</strong> Cariló, se han i<strong>de</strong>ntificado otras<br />

especies <strong>de</strong> árboles no muy frecuentes, como el Árbol <strong>de</strong>l cielo (Ailanthus altissima), con el<br />

follaje y la floración muy <strong>de</strong>corativos, común en grupos cerca <strong>de</strong> la Av. Constancia y sobre la<br />

Ruta 11; el Granado común (Punica granatum) con algunos ejemplares asilvestrados en el<br />

camino interno paralelo a la Av. Constancia (Sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>los</strong> Cipreses) y la conocida Retama con<br />

flores amarillas perfumadas (Spartium junceum), común también en <strong>los</strong> jardines. Por su parte, el<br />

Roble <strong>de</strong> Eslavonia (Quercus robur), el Paraíso (Melia azedarach), la Encina (Quercus ilex); el<br />

Negundo (Acer negundo); el Ligustro (Ligustrum lucidum); el Laurel (Laurus nobilis) y la<br />

Casuarina (Casuarina sp.) están presentes sólo en algunos sitios localizados. Finalmente, hemos<br />

i<strong>de</strong>ntificado un sólo ejemplar <strong>de</strong> Manzano silvestre (Malus spp.), creciendo en uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> sitios<br />

menos explorados <strong>de</strong> la Reserva, sobre un largo sen<strong>de</strong>ro interno llamado “Camino Blanco”, que<br />

une la zona <strong>de</strong> la playa con <strong>los</strong> montes cercanos a la Ruta 11.<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 190 a 192. Otros aspectos generales y <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> <strong>los</strong> Eucalyptus <strong>de</strong> Cariló.<br />

Figuras 193 a 195. Algunas <strong>de</strong> las especies latifoliadas que se hallan con cierta frecuencia en Cariló, tanto en el<br />

Casco urbano como en la Reserva. De izquierda a <strong>de</strong>recha: Árbol <strong>de</strong>l cielo (Ailanthus altissima); Granado (Punica<br />

granatum); Paraíso (Melia azedarach).<br />

2. 1. 20. Arbustos y plantas herbáceas introducidas naturalizadas en <strong>los</strong> pinares <strong>de</strong> Cariló<br />

Tal vez, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos más distintivos <strong>de</strong> la forestación <strong>de</strong> Cariló sea su composición<br />

en estratos <strong>de</strong> vegetación más o menos <strong>de</strong>finidos y constantes. Esto significa que bajo el dosel<br />

arbóreo (conjunto <strong>de</strong> las copas <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos), se <strong>de</strong>sarrollan comunida<strong>de</strong>s vegetales que<br />

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<strong>de</strong>terminan, entre otros aspectos, un consi<strong>de</strong>rable porcentaje <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong>l suelo, en este caso,<br />

la arena y la capa <strong>de</strong> materia orgánica en proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición. Incluso, en algunas partes<br />

es posible observar varias especies <strong>de</strong> trepadoras que utilizan las copas <strong>de</strong> <strong>los</strong> pinos y álamos<br />

para alcanzar las capas más iluminadas <strong>de</strong> la trama <strong>de</strong> copas.<br />

Figura 196. Vista parcial <strong>de</strong>l sector que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestros inventarios y mapeos, llamamos “La Selva”, don<strong>de</strong><br />

predominan varias latifoliadas cubiertas <strong>de</strong> enreda<strong>de</strong>ras, con un sotobosque herbáceo, <strong>de</strong>nso y húmedo.<br />

Es preciso aclarar que el término “espontáneo” incluye a aquellas especies que, sin ser<br />

autóctonas <strong>de</strong> la zona, una vez introducidas en un <strong>de</strong>terminado lugar, llegan a adaptarse <strong>de</strong> tal<br />

manera que su permanencia en el sitio no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la intervención <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l hombre.<br />

Para el caso <strong>de</strong> Cariló, y en cuanto a la flora arbustiva, predominan especies <strong>de</strong> origen<br />

euroasiático. Existe entonces una diferencia entre las especies espontáneas y el conjunto restante<br />

<strong>de</strong> plantas incorporadas crecientemente con en <strong>los</strong> jardines. Sólo las primeras se propagan<br />

naturalmente, ya sea por el traslado efectivo <strong>de</strong> sus semillas y frutos a través <strong>de</strong>l viento, por<br />

medio <strong>de</strong> <strong>los</strong> integrantes <strong>de</strong> la fauna, o por contar con la posibilidad rebrotar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las raíces y<br />

exten<strong>de</strong>rse a través <strong>de</strong> tal<strong>los</strong> rastreros.<br />

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Por otro lado, enten<strong>de</strong>mos aquí por “silvestres” aquellas especies que son propias <strong>de</strong> un<br />

<strong>de</strong>terminado sitio en cuestión, o que integran la flora original <strong>de</strong> esa región o unidad geográfica.<br />

Técnicamente, estas especies se <strong>de</strong>nominan “autóctonas” o “nativas”. Son las plantas que<br />

existían en un lugar antes <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong>l hombre y sus activida<strong>de</strong>s. Su perpetuación en un<br />

ambiente no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> necesariamente <strong>de</strong> la intervención humana, sino <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> factores<br />

climáticos y geográficos que interactúan con el acerbo genético <strong>de</strong>l vegetal. No obstante,<br />

lógicamente, al intervenir y modificar el hábitat natural <strong>de</strong> modo irracional y <strong>de</strong>sequilibrado, el<br />

hombre pue<strong>de</strong> influir tanto en beneficio <strong>de</strong> su proliferación como <strong>de</strong> su <strong>de</strong>saparición o extinción.<br />

En la actualidad esta estructura por estratos persiste en la mayor parte <strong>de</strong>l sector<br />

<strong>de</strong>nominado Reserva, mientras que en el área urbanizada ese aspecto se registra en <strong>los</strong> lotes aún<br />

no edificados. La <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> las especies arbustivas originalmente plantadas<br />

permanece en numerosos jardines, complementadas con otras plantas usualmente adquiridas en<br />

<strong>los</strong> viveros y plantadas con fines <strong>de</strong>corativos.<br />

Figuras 197 a 199. Ejemplar <strong>de</strong> unos 25 años <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> Cotoneaster, una <strong>de</strong> las especies arbustivas <strong>de</strong> la familia<br />

Rosáceas que compone el estrato arbustivo <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>bosques</strong> <strong>de</strong> Cariló. Derecha: <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> las hojas, frutos en<br />

formación y frutos maduros.<br />

Dentro <strong>de</strong>l estrato arbustivo, como parte <strong>de</strong> la estructura o matriz original <strong>de</strong>l bosque, las<br />

especies más comunes pertenecen la familia <strong>de</strong> las Rosáceas. Entre éstas, Cotoneaster franchetti<br />

(Cotoneaster) es dominante en casi todos <strong>los</strong> microambientes, tanto en la Reserva como en el<br />

área urbanizada, aunque prefiere <strong>los</strong> sitios protegidos <strong>de</strong>l sol intenso. Se trata <strong>de</strong> plantas que<br />

pue<strong>de</strong>n alcanzar 2 m <strong>de</strong> altura, muy ramificadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su base, y con troncos que no suelen<br />

superar <strong>los</strong> 8 cm <strong>de</strong> diámetro. Sus hojas son <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> brillante en el haz y ver<strong>de</strong>-grisáceo<br />

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en el envés, con pubescencia ligera. Las flores son pequeñas y blancas, mientras que <strong>los</strong> frutos<br />

son exteriormente <strong>de</strong> color rojo-coral, <strong>de</strong> 1 cm <strong>de</strong> largo, y consisten en un tipo especial <strong>de</strong> baya,<br />

<strong>de</strong>nominado nuculena, la cual contiene 3 a 4 semillas o núculas, semejante -excepto en tamaño y<br />

color- al <strong>de</strong>l Níspero japonés (Eryobotria japonica). Los ejemplares más antiguos <strong>de</strong><br />

Cotoneaster <strong>de</strong> esta especie abundan en <strong>los</strong> bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> grupos <strong>de</strong> pinos, asociados<br />

especialmente a <strong>los</strong> Piñoneros (Pinus pinea). La especie Cotoneaster dielsiana, <strong>de</strong> follaje<br />

grisáceo, también está presente, aunque con menor frecuencia. Por su parte, se observa que<br />

Cotoneaster glaucophylla subespecie serotina, arbusto <strong>de</strong> mayor tamaño, se encuentra en<br />

proceso <strong>de</strong> naturalización, pues ingresa gradualmente en <strong>los</strong> sitios silvestres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> jardines,<br />

sin la ayuda <strong>de</strong>l hombre.<br />

Dentro <strong>de</strong> la misma familia, el grupo <strong>de</strong> <strong>los</strong> arbustos espinosos <strong>de</strong>l género Pyracantha<br />

(Espinos o Crataegus) está representado por Pyracantha angustifolia y P. coccinea. La fuente <strong>de</strong><br />

semillas <strong>de</strong> estas últimas especies ornamentales son <strong>los</strong> numerosos ejemplares cultivados en <strong>los</strong><br />

jardines, principalmente para la formación <strong>de</strong> cercos vivos. Sus atractivos racimos <strong>de</strong> frutos<br />

rojos, amaril<strong>los</strong> o anaranjados son el carácter más peculiar <strong>de</strong> estas plantas espinosas, que en<br />

algunas regiones se tornan invasoras y competidoras <strong>de</strong> la flora nativa.<br />

Para todos <strong>los</strong> casos señalados, las aves frugívoras –principalmente el Zorzal coloradoconstituyen<br />

el principal agente <strong>de</strong> diseminación <strong>de</strong> las semillas. En particular, durante el otoño<br />

<strong>de</strong> 2006 las condiciones ambientales permitieron la germinación y establecimiento <strong>de</strong> una<br />

multitud <strong>de</strong> nuevas plántulas <strong>de</strong> estos arbustos, aspecto que <strong>de</strong>nota algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos<br />

cíclicos que tienen lugar en el <strong>eco</strong>sistema o sucesión secundaria <strong>de</strong> Cariló.<br />

Las Acacias (Acacia longifolia) también integran el estrato arbustivo en su etapa juvenil<br />

y han sido <strong>de</strong>scriptas previamente. Pocos ejemplares <strong>de</strong> Granado (Punica granatum), Laurel<br />

rosa (Nerium olean<strong>de</strong>r) y el Siemprever<strong>de</strong> ya citado (Myoporum laetum) se hallan distribuidos<br />

en <strong>los</strong> alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la Av. Constancia. Como consecuencia <strong>de</strong>l traslado efectuado por las aves,<br />

también es posible encontrar individuos esporádicos <strong>de</strong> Azarero (Pittosporum tobira), arbusto<br />

australiano perennifolio con pronunciado y peculiar aroma resinoso, y Palmeras <strong>de</strong> <strong>los</strong> géneros<br />

Trachycarpus y Phoenix, vinculadas a la presencia <strong>de</strong> la Cotorra gris (Myopsitta monaccha).<br />

Aunque pertenece al grupo <strong>de</strong> las coníferas, or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> plantas ya tratado anteriormente, merece<br />

ser mencionado aquí el Enebro (Juniperus communis) como especie arbustiva en franca<br />

expansión en Cariló, <strong>de</strong>bido a sus fructificaciones carnosas trasladadas también por las aves y<br />

<strong>los</strong> pequeños roedores locales.<br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

Figuras 201 a 204. Algunas <strong>de</strong> las especies que pue<strong>de</strong>n hallarse como “asilvestradas” con cierta frecuencia en <strong>los</strong><br />

pinares <strong>de</strong> Cariló: Azarero (Pittosporum tobira); <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la flor <strong>de</strong>l Siemprever<strong>de</strong> (Myoporum laetum); Laurel<br />

rosa (Nerium olean<strong>de</strong>r) y Campanilla (Ipomoea purpurea, I. mutabilis).<br />

Para el grupo <strong>de</strong> las enreda<strong>de</strong>ras y trepadoras se han i<strong>de</strong>ntificado la Hiedra común<br />

(He<strong>de</strong>ra helix), por ejemplo cerca <strong>de</strong>l cruce <strong>de</strong> Constancia y Divisa<strong>de</strong>ro, o en las proximida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l acceso por la Ruta interbalnearia; la Campanilla azul (Ipomoea sp.) y la Madreselva silvestre<br />

(Lonicera japonica) en diferentes sitios.<br />

Por su parte, entre las especies <strong>de</strong>l tapiz inferior, las plantas espontáneas más frecuentes<br />

se encuentra Ehrharta vil<strong>los</strong>a, una gramínea originaria <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> África, que tapiza las dunas<br />

semi-soleadas; la Ammophila arenaria, otro pasto originalmente empleado para la fijación <strong>de</strong> las<br />

dunas; el Trébol <strong>de</strong> olor amarillo (Melilotus officinalis), una especie forrajera naturalizada en<br />

numerosas zona <strong>de</strong>l país; <strong>los</strong> Crepis (Crepis setosa y C. capillaris), especies europeas con<br />

capítu<strong>los</strong> amaril<strong>los</strong>, consi<strong>de</strong>radas “yuyos” en <strong>los</strong> jardines; y la Garra <strong>de</strong> león (Lamphranthus<br />

edulis), una planta rastrera y suculenta, muy utilizada para la fijación <strong>de</strong> las arenas, -pariente <strong>de</strong><br />

Documento ambiental voluntario – Alberto A. De Magistris – UNLZ - 2010<br />

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“Salvemos <strong>los</strong> <strong>últimos</strong> <strong>bosques</strong> <strong>intactos</strong> <strong>de</strong> Cariló” Pinamar – Provincia <strong>de</strong> Buenos Aires<br />

<strong>los</strong> conocidos “Rayito <strong>de</strong> sol” y “Manto <strong>de</strong>l manto <strong>de</strong> la Virgen”-; la gramínea pigmea<br />

Catapodium rigidum y la comestible Pastinaca sativa, entre muchas otras.<br />

Des<strong>de</strong> luego, esta diversidad básica se mantiene más o menos constante a lo largo <strong>de</strong>l<br />

tiempo. Aunque numerosas especies ingresan a la zona a través <strong>de</strong>l cultivo en <strong>los</strong> jardines,<br />

resulta bajo el porcentaje que logra adaptarse a las condiciones locales, asilvestrarse y sobrevivir<br />

<strong>de</strong> modo espontáneo.<br />

Figuras 205 a 211. Cuatro <strong>de</strong> las Dicotiledóneas no-autóctonas asilvestradas en la Reserva Cariló. De Izquierda a<br />

<strong>de</strong>recha: Melilotus albus “Trébol <strong>de</strong> olor blanco” [Leguminosas] (aspecto general y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la inflorescencia con<br />

flores blancas) (También existe M. officinalis, <strong>de</strong> flores amarillas); Planta entera <strong>de</strong> Verbascum thapsus<br />

“Gordolobo” o “Paño” [Escrofulariáceas] y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> las flores <strong>de</strong> su pariente cercano –también presente en las<br />

dunas- Verbascum virgatum; Lactuca serriola, una especie silvestre pariente <strong>de</strong> la Lechuga [Compuestas]; grupo <strong>de</strong><br />

plantas <strong>de</strong> Pastinaca sativa “Chirivía “ o “Apio <strong>de</strong> campo” [Umbelíferas] una hortaliza <strong>de</strong> raíces comestibles,<br />

relegada a una pequeña área <strong>de</strong> la Reserva, no muy lejos <strong>de</strong> la Ruta 11.<br />

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