III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>III</strong> <strong>Certamen</strong> <strong>de</strong> <strong>Narrativa</strong> <strong>Breve</strong> “Revista Digital I.E.S. Ventura Morón”<br />
<strong>com</strong>pasión, el amor al prójimo, etc.?. Y yo, <strong>com</strong>o un estúpido quejándome porque nadie me<br />
había felicitado en mi cumpleaños mientras que en el mundo, las cosas que realmente<br />
importan, <strong>com</strong>o la atención que necesitaba aquella criatura, pasaban <strong>de</strong>sapercibidas tan<br />
olímpicamente..<br />
Durante algunos momentos, casi sin respirar, estuve contemplando estupefacto aquel triste<br />
espectáculo hasta que me <strong>de</strong>cidí, por fin, a cruzar la calle para encontrarme con él.<br />
Una vez allí, noté que se hallaba extremadamente cansado, extenuado, ya casi sin fuerzas<br />
para seguir levantando los bracitos. Con su cabecita inclinada hacia el piso, lo hallé ya casi<br />
resignado a quedarse solo una vez mas. Al notar mi presencia, <strong>de</strong> reojo me miró con sus ojitos<br />
tristes. Puedo asegurar que fue uno <strong>de</strong> los momentos mas emotivos <strong>de</strong> cuantos me ha tocado<br />
vivir. Aquellos dulces y tiernos ojos eran capaces <strong>de</strong> transmitir toda la ternura <strong>de</strong>l mundo en<br />
una sola mirada. Sin ningún temor a equivocarme afirmo que aquel niño era la criatura mas<br />
hermosa, mas tierna y mas dulce que hubiera tenido la posibilidad <strong>de</strong> contemplar jamás. Yo no<br />
podía permitir que aquella escena se prolongara por un segundo mas...<br />
Le extendí mis brazos y él me correspondió inmediatamente. Levantándolo <strong>de</strong>l suelo lo<br />
traje a mi regazo cobijándolo entre mi pecho. Depositó su cabecita empapada por la lluvia<br />
sobre mi hombro mientras yo lo apretaba fuertemente contra mí, con unas ansias<br />
<strong>de</strong>sesperadas <strong>de</strong> transmitirle todo el calor que tenía <strong>de</strong>ntro. Me quité el abrigo, el chubasquero<br />
y hasta la boina <strong>de</strong> mi semi-calva cubriendo con ellos todo su cuerpecito, al tiempo que minaba<br />
su carita con muchísimos besos <strong>de</strong> ternura y afecto. ¡Vacié en él aquella inmensa necesidad<br />
<strong>de</strong> dar amor que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre me a<strong>com</strong>paña!. Le prometí, con un sentimiento que me salió<br />
<strong>de</strong> lo mas profundo <strong>de</strong>l alma, que nunca mas en su vida volvería a estar solo. Que, en lo<br />
a<strong>de</strong>lante, a costa <strong>de</strong> lo que fuera, personalmente me encargaría <strong>de</strong> cubrir todas sus carencias,<br />
sus apetencias, sus ansias <strong>de</strong> calor, su necesidad <strong>de</strong> <strong>com</strong>pañía, y, sobretodo, su necesidad <strong>de</strong><br />
sentirse querido, estimado, en fin, <strong>de</strong> ser amado.<br />
Entrelazados y confundidos en un inmenso abrazo aquel niño y yo, las horas <strong>de</strong>l amanecer me<br />
tomaron por sorpresa retornándome al mundo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>spiertos; ¡todo aquello había sido solo<br />
un sueño!<br />
El reloj <strong>de</strong>spertador estaba chillando <strong>com</strong>o loco. De un manotazo lo apagué tratando <strong>de</strong><br />
retomar aquel sueño tan bonito, pero no pudo ser, me <strong>de</strong>sperté y ya no pu<strong>de</strong> volver a dormirme<br />
87