III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
III Certamen Literario de Narrativa Breve - Publicatuslibros.com
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>III</strong> <strong>Certamen</strong> <strong>de</strong> <strong>Narrativa</strong> <strong>Breve</strong> “Revista Digital I.E.S. Ventura Morón”<br />
baño y la lámpara <strong>de</strong>l techo cuya luz veía aún difusa. “¡Ya se acordaba! Se había<br />
encerrado ahí huyendo <strong>de</strong> esa bestia que gruñía y daba patadas y puñetazos a la puerta,<br />
que estaba <strong>de</strong>rribada a su lado”.<br />
No sabía el tiempo que había pasado, pero tenía que haber sido bastante porque la<br />
noche había caído. Tenía entumecido todo el cuerpo y la cara la tenía acolchada. Se<br />
apoyó <strong>com</strong>o pudo en el lavabo y dolorosamente se incorporó <strong>de</strong>spacio. Ni se reconoció<br />
cuando se vio en el espejo. Al principio, los moratones y arañazos <strong>de</strong> la cara se los<br />
disimulaba con maquillaje y gafas oscuras. Las <strong>de</strong>l cuerpo, con la ropa bastaba para<br />
escon<strong>de</strong>rlas. En cambio, éstas no se podrían ocultar, pero “<strong>com</strong>o ya había hecho la<br />
<strong>com</strong>pra, no tendría que salir a la calle. No, no, para que las vecinas la vieran… Aunque,<br />
a estas alturas, ya sabrían lo que se cocía en este hogar, si se podía llamar hogar a esta<br />
cárcel”.<br />
La casa estaba a oscuras y fría, <strong>com</strong>o se encontraba su corazón. Una ansiedad le<br />
oprimía el pecho y la ahogaba temiendo que él regresara y <strong>com</strong>enzara el martirio <strong>de</strong><br />
nuevo. De pronto, sonó el teléfono y su ruido inesperado la asustó dando un respingo.<br />
Era su hermana que le recordaba que tenía que salir porque “estaba siempre encerrada<br />
en casa”. Y, <strong>com</strong>o en otras ocasiones, se excusó con que se encontraba mal, con el dolor<br />
<strong>de</strong> jaqueca habitual. Su hermana sospechaba algo, pero no sabía nada concreto. Creía<br />
que pasaba por un período bajo <strong>de</strong> ánimo, pero ni mucho menos se le pasaba por la<br />
cabeza la tragedia que estaba viviendo su querida hermana. Si lo hubiera sabido, habría<br />
ido corriendo para sacar a su hermana <strong>de</strong> ese infierno, pero a la vista <strong>de</strong> todos era una<br />
pareja perfecta, con sus más y sus menos, <strong>com</strong>o cualquier matrimonio.<br />
A veces, <strong>de</strong>jaban la reunión familiar con la excusa <strong>de</strong> que la niña iba a volver a casa<br />
y no iba a encontrar a nadie. Cuando la verdad era que él le había montado un numerito<br />
<strong>de</strong> celos que se había traducido en una retirada a toda prisa, pero con un disimulo<br />
inmenso por parte <strong>de</strong> los dos. Así, que no había duda alguna <strong>de</strong> que todo iba bien, visto<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el exterior.<br />
Colgó el teléfono lentamente y, por unos segundos, pasó por sus ojos todo lo que<br />
había vivido esos años, casada con ese extraño que la maltrataba, y se acordó <strong>de</strong> lo que<br />
se dijo a sí misma antes <strong>de</strong> que <strong>de</strong>smayara. Entonces lo vio claro y, mirando una foto<br />
154