El Tribunal de Cristo: Trabajando por el oro

CONFERENCIA ONETHING 2010 – MIKE BICKLE
CONSUMIDOS CON CELO: TRANFORMANDO CORAZONES, IGLESIAS Y NACIONES
El Tribunal de Cristo: Trabajando por el oro
I. RECIBIENDO RECOMPENSAS ETERNAS
A. Pablo nos dio detalles importantes acerca de nuestra cita futura en el tribunal de Cristo.
8 ... pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor... 10 Pero cada uno
tenga cuidado cómo edifica encima... 11 Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya
está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Ahora bien, si sobre este fundamento alguno edifica con oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, 13 la obra de cada uno se hará evidente; porque el
día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo probará la calidad de la
obra de cada uno. 14 Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento,
recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin
embargo, él será salvo, aunque así como por fuego. (1 Co. 3:8-15)
B. Ningún otro fundamento: El don de la justicia de Jesús es nuestro fundamento (2 Co. 5:21)
Nuestras obras son edificadas sobre este fundamento. Somos salvos por fe en su obra, pero
recompensados de acuerdo a las nuestras.
C. Cada uno recibirá su propia recompensa: Jesús expresará lo que Él siente acerca de nuestro
amor por Él.
D. Habrá un amplio rango de grados de recompensas. Nuestras variadas recompensas incluyen una
diferente medida de la gloria de Dios en áreas de nuestra vida como nuestros cuerpos
resucitados, ropa, lugar de habitación, posición de autoridad, y relación con Dios, etc.
41 Hay una gloria del sol... y otra gloria de las estrellas; pues una estrella es distinta de otra
estrella en gloria. 42 Así es también la resurrección de los muertos. (1 Co. 15:41-42)
E. Acorde a la labor u obras de cada uno: Pablo enfatizó el valor de nuestro trabajo,
mencionándolo cuatro veces (v. 13-15). Nuestro trabajo habla de nuestras decisiones de vida y
nuestro ministerio hacia otros.
27 Porque el Hijo del Hombre ha de venir... RECOMPENSARÁ A CADA UNO SEGÚN SU
CONDUCTA. (Mt. 16:27)
12 He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según
sea su obra. (Ap. 22:12)
F. Su propia labor: El laborar requiere esfuerzo y muchas veces es costoso, difícil e inconveniente.
Incluye hacer el esfuerzo de estar atentos a Dios de manera que nuestra relación con Él se
enriquezca.
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G. Pablo habló de seis materiales de construcción. Es posible utilizar los materiales equivocados.
1. Oro, plata, piedras preciosas: Estos son de gran valor, difíciles de encontrar, hallados en
pequeñas cantidades bajo la tierra y no son consumidos por el fuego, sino purificados.
2. Madera, paja, hojarasca: Estos son de poco valor, comunes, encontrados en grandes
cantidades sobre la tierra, y son destruidos por el fuego. Estos incluyen obras muertas que son
hechas para recibir alabanzas de los hombres (Mt. 6:1-6).
H. La obra de cada uno quedará expuesta: La verdadera naturaleza de nuestro trabajo será revelada
en su totalidad.
3 vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado,
entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. (Col. 3:3-4)
I. El fuego probará la obra de cada uno, de qué tipo es dicha obra: Los ojos de fuego de Jesús
probarán nuestras obras. Estar en la presencia de aquel Hombre quien también es la Verdad (Jn.
14:6) saca a luz la verdad de nosotros. Toda nuestra obra debe pasar por el fuego de Dios. Algo
de nuestra obra permanecerá, y otra será quemada.
18 El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego... (Ap. 2:18)
J. El día la dará a conocer: Jesús declarará lo que Él siente acerca de la obra de nuestra vida.
1. Si la obra de alguno permanece: La obra que soporte la prueba de fuego será
recompensada —es una obra que honra a la Palabra, y es motivada por amor, hecha ante
los ojos de Dios.
2. Si la obra de alguno es quemada: La obra que se quema no recibirá recompensa. Esto se
refiere al tipo de trabajo que está motivado por la búsqueda de la aprobación del hombre.
K. Este sufrirá pérdida: Es posible perder algo de nuestras potenciales recompensas en el Milenio.
El sufrir indica el dolor o el sentimiento de pérdida.
1. Podemos perder aquello por lo que hemos trabajado.
8 Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante
recompensa. (2 Jn. 8; NIV)
2. Jesús nos exhortó a que nadie tomara nuestra corona. Esto no puede referirse a la
salvación, porque nadie nos la puede arrebatar. Las coronas pueden perderse al permitir
que maestros nos seduzcan con falsas doctrinas de gracia.
11 Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. (Ap. 3:11)
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L. Pero será salvo, aunque como por fuego: Esta frase describe a alguien que pierde todas sus
posesiones cuando su casa se quema, aunque escape al ser rescatado del fuego justo a tiempo.
Esta frase es citada de Amós, quien habló del «tizón arrebatado de la hoguera» (Am. 4:11, Zac.
3:2; Jd. 23). Algunos ministerios «alguna vez apreciados» de algunas personas, se quemarán
como paja, aunque esas personas sobrevivan las llamas y se salven.
M. Jesús nos llamó a comprar oro desarrollando nuestra relación con Él y obedeciéndole. El oro es
la unción de caminar en el primer mandamiento como lo definió en el sermón del monte.
8 te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico... (Ap. 3:18)
N. No estamos en la luna con respecto a lo que Dios considera lo más importante. El llamado más
grande y la gracia más abundante es la unción para recibir el amor de Dios y amarlo de vuelta.
Es nuestra posesión más grande y nuestro mayor llamado al ministerio. El éxito y poder de
nuestra vida se encuentra en caminar en la gracia para amar a Dios. Reajustamos el sueño
primordial de nuestro corazón cuando escogemos un cambio radical en la forma en que
visualizamos nuestra vida y el futuro, y en cómo definimos el éxito. Decidimos que el «sueño
principal» de nuestra vida es el caminar en la unción para vivir el primer mandamiento.
Cambiamos la forma en que vemos nuestra vida.
37 AMARÁS AL SEÑOR... CON TODO TU CORAZON... 38 ...el grande y el primer mandamiento...(Mt.
22:37-38)
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